[10]  UNA NUEVA CIUDAD


[A] La ideología de la ciudad: Yo soy un liberal clásico, básicamente anti-comunista, anti-fascista, anti-peronista, pero también anti-neoliberal aunque sólo por su política monetaria, por lo tanto, hay una gran probabilidad de que no nos pongamos de acuerdo. Bueno, eso no es nada, porque yo soy de la ciudad y si usted es del interior ahora sí que no nos vamos a poner de acuerdo nunca, porque si nadie cambia de ideas nunca, menos cambia de "nacionalidad". A los argentinos ["a lo bruto", la mitad mestiza y pobre, una mínima parte originaria y en la miseria, y el resto europeo de clase media urbana y propietaria], nos queda mucho país que poblar, como todo el mundo sabe, pero, la gente del interior se quiere venir a vivir a Buenos Aires, porque sin que sea un fenómeno exclusivamente argentino ni porteño, el campo se va despoblando al mismo tiempo que crecen las ciudades, pero, entre el campo y la ciudad [precisamente en la periferia de las grandes ciudades], hay un lugar más en donde no ponernos de acuerdo. Resulta que allí surgieron y crecen descontroladamente barrios carenciados que nosotros llamamos villas "de emergencia", o símplemente "villas": Un enorme sector de la población que no vive ni en el campo, ni en la ciudad, ni posee educación, ni salud, ¡ ni democracia !, y que son todos clientes peronistas, a tal punto que se sospecha que las villas las hacen los peronistas para meter tropa propia en las circunscripciones electorales en donde pierden, no para convencer, sino para vencer en la pulseada al voto de los ciudadanos locales.
Cuando se ven partidos de fútbol de la selección argentina en los diversos campeonatos mundiales [mayores, sub-20, sub-17, y juegos olímpicos], la hinchada argentina siempre está en minoría en cualquier país y contra cualquier adversario, y eso es porque hay más congoleños, paquistaníes, turcos, tunecinos, brasilenos, ecuatorianos, mexicanos, etc., que argentinos en cualquier país de Europa, simplemente porque Buenos Aires es una Europa "tapón" que retiene la inmigración hacia la verdadera Europa [deberían darnos el crédito por ello],
Visto que funciona, el fenómeno debe repetirse a nivel local lo que implica que Buenos Aires no "civilize" más a sus villas, sino que invierta el dinero de sus impuestos en fundar "Buenos Aires" satélites en el interior para dar mano de obra y retener a la población local en su lugar de nacimiento o cerca de él [descontándolo rabiosamente de la coparticipación federal que es asquerosamente abusiva y luego despilfarrada].
Quiero decir que Buenos Aires aporte lo mismo que siempre, o sea más que el resto, pero que el beneficio sea recíproco, pues si Buenos Aires no vuelve a ser un territorio de los porteños pronto no será nada.

[B] Buenos Aires ciudad abierta: El poder de Buenos Aires fue originariamente económico y poblacional, pues, en el pasado poseer una mayor población y disponer del dinero para "armarla" implicaba tener poder.
Sin embargo su poder no fue suficiente y fue derrotada, perdiendo a su ciudad capital [la actual división entre Ciudad de Buenos Aires y Provincia de Buenos Aires], que tras el paso de los años hizo que la Provincia de Buenos Aires recupere su estatus de "primera potencia nacional", pero dejando a la Ciudad de Buenos Aires en un "qué se yo" institucional embellecido con el título de Ciudad Capital [y sede del gobierno federal] que como consecuencia de su pasado no pudo tener su policía porteña [de allí la competencia de la policía federal sobre su territorio hasta hace muy poco], ni la tiene tras el cambio de estatus pues muchos de sus efectivos viven en la provincia y no son porteños.
Obviamente, si la ciudad tuviese a una policía propia [o sea con policías porteños], educada en escuelas propias, y pagada con los impuestos de sus habitantes, ésta hubiera defendido a su territorio impidiendo el surgimiento de villas y minivillas como lo son los edificios y casas "tomadas".
Buenos Aires es una ciudad abierta y generosa, cualquiera que venga puede usurpar parte de su territorio, construir allí una precaria casilla, robar el agua y la electricidad, y en poco tiempo en vez de ser desalojados, la municipalidad le va a asfaltar la calle colocar clocas y alumbrado público.
El trato de Buenos Aires hacia los inmigrantes desposeídos que arriban desde el interior del país y países vecinos, es inapropiado, honeroso, y absolutamente falto de reciprocidad, lo que termina siendo improductivo para ella, para los villeros, y para sus hijos.
Lamentablemente alguien les debe estar informando mal a los inmigrantes cuando la realidad es que en estos momentos no podemos instalarlos ni en Buenos Aires ni en ninguna otra gran ciudad, por lo que sólo podrían ubicarse en villas de emergencia o en casas tomadas y, como no hay trabajo, tendrán que vivir de la caridad o terminar usados por los políticos o explotados por empleadores semiesclavistas [de hecho, arriban y usurpan tierras capitaneados por dirigentes políticos que persiguen modificar la estructura del voto porteño].
Pese a esos "aluviones" organizados que levantan villas de la noche a la mañana, o convierten a una fábrica abandonada en un colmena de personas, la inmigración interna es lenta y permanente por otras cuestiones.
La oferta laboral crea un círculo vicioso, pues nadie pondrá una fábrica en el desierto donde no se conseguirán empleados, y así el aumento de población les ofrece a los empresarios más mano de obra de la necesaria, bajando el precio de los salarios.
Sin embargo, el principal problema lo generan las mujeres pues si bien la genética es maravillosamente "aterritorial", años de recibir a mujeres hermosas que se fugan del trabajo rural, más la selección "artificial" estructurada sobre hombres que demandan belleza y mujeres que demandan bienestar económico, fueron generando hijas cada vaz más bellas, mejor alimentadas y educadas que en el resto del país, atrayendo a los herederos haraganes de las fortunas amasadas por los terratenientes para gastar en la ciudad el dinero obtenido explotando al interior que se descapitaliza [de capital y de buenos genes] mientras Buenos Aires se hace más hermosa pues los hombres construyen casas y edificios costosos para sus cada vez más bellas mujeres, con el resultado visible de una ciudad "coqueta" y con un mejor nivel de vida que sirve para atraer a más mujeres, etc., etc.
Observemos a las mujeres hermosas: Ellas reclaman ahora casas en los barrios privados alejados de la ciudad que antes las atraía [educación, trabajo, y diversión], dividiendo su vida según el lugar que habiten en dos etapas: "territorio de caza", y "territorio de reproducción" donde se dedican a criar a sus hijos.
Esto no quiere decir que Buenos Aires reintegre algo del capital acumulado para embellecer a la provincia construyendo los nuevos barrios privados, sino que Buenos Aires ya no puede defender a su clase media, la ciudad fue tomada por la clase baja que no "construye" a Buenos Aires sino que la depreda por necesidad o por vandalismo.
Definitivamente Buenos Aires no le debe nada a los villeros que viven en ella, y sus hijos no son "el futuro" de Buenos Aires, sino su lastre.
Una Buenos Aires que por años no pudo elegir a su propio intendente, fue una ciudad sin peso político para decidir la verdadera política que al país le importaba [y no a la política del reparto de cargos públicos tal como la entendieron siempre el peronismo y el radicalismo], me refiero a la política poblacional y educativa, y por eso no es extraño que la política ya no les interese a los porteños, y que la educación terciaria esté en su nivel más bajo de productividad [el 90% fracasa, fracaso que paga el Estado, y la mayoría del 10% exitoso se va del país a buscar en U.S.A. o Europa, a la Buenos Aires perdida].

[C] Erradicar industrias: Uno puede recorrer vastas zonas desiertas del país con la extraña sensación, no de soledad, sino de tener la mente en blanco durante horas, hasta que algún camionero lo salude con un bocinazo [es una medida precautoria contra conductores adormecidos], o hasta toparse con el cartel de "zona urbanizada", precedida por el infaltable cinturón de pobreza que tiene sitiada a cada localidad del país, interrumpiendo la inmensidad de nuestros desiertos con olor a cardos y manzanillas, con el característico y pegajoso olor a basura quemada que delata la presencia humana.
Estos cinturones son más grandes cuanto más próspera es la urbe que los atrae [pero que los deja afuera] y, ¿ de perder por lo que sea todas sus posesiones, no tendría usted más chances de conseguir trabajo y comenzar desde abajo en una ciudad más chica en vez de mudándose a las villas de emergencia superpobladas y hostiles que rodean a las grandes ciudades ?
Fueron erróneas las políticas de erradicar compulsivamente las villas, tanto como la opuesta de urbanizarlas: si se gasta dinero de esa forma vendrá más gente, primero a superpoblar las construcciones económicas y, segundo a fundar más villas.
La solución pasa por "coparticipar" a los villeros: si Jujuy recibe $70 y la ciudad de Buenos Aires $30, en el nuevo sistema ambas recibirán $50 pero, la ciudad de Buenos Aires deberá invertir $20 de esos $50 en planes de vivienda en Jujuy tomando personal jujeño de las villas porteñas.
El inmigrante que supuso que aquí encontraría trabajo, con el sistema nuevo, tendrá trabajo en su querida tierra construyendo viviendas y podrá volver con un contrato y los viáticos pagados.
Siendo pesimistas, después de erradicar todas las villas y hacerle una casa a cada familia en su propia provincia, cuando no haya más trabajo construyendo casas, ¿ volverá a subir la desocupación y todos abandonarían esas casas para volver a Buenos Aires a vivir en una villa de emergencia ?
Bueno, es posible si no se hace algo loco como hacer lagos artificiales en los terrenos de las villas desmanteladas, o algo más sensato como el de "coparticipar" el asentamiento de industrias, después de todo al terminar de construir viviendas aquellos $20 de la ciudad de Buenos Aires no tienen porque dejar de invertirse en obras de infraestructura o en dar préstamos baratos para la radicación de industrias donde más le convenga a los porteños, o sea, afuera de Buenos Aires.
Las industrias contaminan una ciudad saturada de automóviles, las industrias requieren de mano de obra barata e indirectamente incentivan la llegada de inmigrantes a las villas de emergencia. El asunto es así: ¿ para qué gastar dinero en instalarse en el interior si haciéndolo en la ciudad de Buenos Aires obligan a la gente a transladarse a su propio costo ? y, si están tan desesperados como para abandonar su casa y su provincia para irse a vivir a una villa de emergencia, más que probablemente aceptarán cualquier condición laboral, y tan malas y más indignas condiciones si se trabaja para el Estado volviéndose esclavos de algún "puntero".
Entonces, ratificando lo escrito más arriba, no hay que prohibir los asentamientos ilegales en villas sino los asentamientos legales de industrias en donde no se las necesita.
Erradicar las villas de emergencia no es discriminar a la gente de bajos recursos por sospecharlas delincuentes: no se deben permitir más asentamientos "de emergencia", como tampoco construir edificios de cincuenta pisos en Puerto Madero, porque los sistemas de cloacas y de recolección de residuos están saturados y también porque la ciudad al estar totalmente asfaltada ya no puede absorber el agua de lluvia e indefectiblemente termina inundada y las inundaciones afectan precisamente a las villas y barrios pobres situados en zonas bajas.
La ciudad no es un agujero negro donde se puede meter más gente o automóviles y, aunque se las ingenien, ya no es un lugar agradable para vivir, incluso de terminarse las obras de mejoramiento de los arroyos entubados que hay debajo de la ciudad, sólo van a conseguir empeorarla lenta e imperceptiblemente aumentando la población hasta el día en que se den cuenta y ya sea imposible volver hacia atrás despoblando por decreto, cuando se tuvo que desgrabar la construcción y el asentamiento de industrias y dejar que la iniciativa privada levante nuevas ciudades, donde el Estdo apenas interviene fijando unos pocos parámetros y protegiendo a estas iniciativas de la voracidad impositiva de las provincias.
El sistema de transporte público no ayuda [aunque se extienda la red de subterraneos] y, aparte de las inundaciones, sólo se puede distribuir determinada cantidad de agua potable por día, de gas en invierno, electricidad en verano, y el viento apenas puede barrer el smog que arruina la salud de la gente en el centro de la ciudad.
El CO2, el calentamiento global, los empresarios inescrupulosos, y los "científicos" zurdos apocalípticos mentirosos: Ninguna empresa tiene derecho a usar nuestros pulmones como un basurero, pero la izquierda anti empresaria no tiene derecho a llenarnos el cerebro con propaganda basura. La anunciada catástrofe mundial por calentamiento "neoliberal" [hagan memoria: ya nos habían anunciado el fin del mundo en 1972 por culpa de los pedos de las vacas], vuelve ahora a reciclarse con más fuerza en el siglo XXI contra el CO2, cuando si bien tiene cierta responsabilidad no es por mucho el principal agente que abriga a nuestra atmósfera [miles de veces más] que es el vapor de agua, o sea señores ambientalistas: ¡ todos a ducharse con agua fría porque el vapor que escapa de sus baños nos está matando a todos !
Además, por ciento el registro histórico es inapelable: hubo varias eras glaciales que se derritieron por cíclicos calentamientos mucho antes de la era industrial contaminante del aire. En síntesis: Que unos dejen de contaminar, y los otros dejen de mentir malintencionadamente para hacer colapsar a la economía y luego al estilo de vida occidental.

[D] Criminalidad: Cuando comiencen a despoblarse será mejor controlada la criminalidad que gastando más dinero en crear una división blindada de la policía que nos costaría más que pavimentar y darle luz, gas y agua a los nuevos barrios satélites de las ciudades de provincia elegidas para repatriar a la población de las villas de emergencia [por concurso entre pueblos o ciudades que voluntariamente se ofrezcan, o comprando pueblos "fantasma"], y si las villas se poblaron en veinte años, tras convertir a esta idea en una política de Estado a seguir a toda costa por todos los gobiernos sean del signo que sean, con suerte se las erradicará en no menos de cinco años].
Los terrenos recuperados deben ser entregados al I.N.T.A. para que haga cultivos experimentales por varios motivos además del de su utilidad social y económica, como por ejemplo para hacer más pulmones verdes en las ciudades, también para embellecerlas y, además, como medida de prevención: ¿ cómo van a hacer para reinstalar una villa donde hay plantas de maíz de dos metros de altura ?, aunque intenten hacerlo después de la cosecha ¡ no se puede hacer nada sobre el rastrojo de maíz !, y algo más rápido y económico sería despenalizar el consumo y cultivo de marihuana siempre que sea de producción local y con plantas autorizadas originales con bajo nivel de THC, y no las actuales plantas "mejoradas" sesenta veces más poderosas, pues un terreno que no vale inmobiliariamente sí vale para el narcotráfico, lo que facilitaría despoblar las villas si sus ocupantes les venden sus miserables construcciones a los cultivadores. Esto sería privatizar los desalojos lo que aceleraría la emigración, y cuando todas las villas estén convertidas en verdes planicies, se las expropia por razones de utilidad pública, y se siembran bonitos girasoles [¿ aumentará la drogadicción durante la conversión de las villas en "narcoquintas" ?, pues no lo creo, pero puedo equivocarme y esta política es reversible y de la noche a la mañana se pueden eliminar esos cultivos [por favor... no los quemen].
Las ciudades son lo que son, o lo que dicen sus límites políticos históricos, que no son otra cosa que rompecabezas de cotos artificiales de influencia política [y varias villas ya son de los "narcos"]: Hay una proporción entre la superficie y la cantidad de habitantes, pasado el cual cualquier ciudad colapsará, pero, a algunos políticos no les importa sino juntar los votos necesarios para mantenerse en el poder y, los de los villeros, resultan ser los votos más baratos, y parece lógico que los cultivadores les paguen mejor.
Fijemos un número prudentemente alejado de ese umbral de superpoblación sin oir a los políticos que prometen cualquier cosa con tal de no tener que pagar ningún precio político como el de iniciar un operativo "evacuación".
El mayor "precio político" que tendrían que pagar sería el de darles derechos políticos a los villeros que hoy consideran "tropa propia", pues el clientelismo implica que los villeros viven sin democracia [y no nos extrañemos de que vivan sin justicia].
Ahora que, pensando "en argentino", ¿ un gobernador provincial aceptaría asentamientos de población en su provincia sin saber si votarán a favor o en su contra y que, seguramente, le costarán algo en salud, educación y seguridad social ?
Siendo la solución temporal el establecer municipios autónomos donde democráticamente sus pobladores voten asuntos locales y no interfieran en la política provincial, ni ésta les aplique impuestos. El nuevo asentamiento ofrece sin costo para la provincia: trabajo, salud, educación, y sumar nuevos clientes a los productores locales de insumos, manufacturas, y energía, o sea algo similar a lo que pasa con los porteños que se mudan a la provincia en los barrios privados en los municipios periféricos a la ciudad de Buenos Aires.
Supongamos que son ciertas las sospechas de los porteños, y los villeros son delincuentes organizados para vivir de robarle a los habitantes de las principales ciudades, obligándolos a vivir incómodos encerrados y a la defensiva, sin poder salir de noche y gastando fortunas en policías, seguridad privada, y hasta teniendo que sufrir pérdidas familiares o perder la propia vida a mano de delincuentes "sacados" de quince años que no tienen nada que perder, lo que los hace más peligrosos.
¿ Para qué gastar dinero en atraparlos, juzgarlos, encerrarlos [¡ hay que construir más cárceles y son muy caras !] para una vez presos tener que alimentarlos, vestirlos y curarlos cuando se enfermen, si con el mismo dinero se los puede mandar a sus provincias a ser felices en paz y con un trabajo honrado ?
Piensen en que el problema es grande pero no tan grande, por ejemplo, toda la población de la villa Itatí [la más grande de todas] entra en la cancha de River Plate que tiene más cemento del necesario para hacerle una casa a cada familia de la villa y Argentina no necesita importar cemento ni ladrillos.
También hay que convencer al que quiere "meterles bala" por la simple razón de que son baratas y no implican el entregarles dinero a esos sujetos en concepto de "chantaje" como en el famoso caso de la villa 31 ubicada en un lugar privilegiado de la ciudad de Buenos Aires a los que hay que pagarles para que la desalojen porque termina siendo más rápido, costando menos y siendo menos traumático para la municipalidad que necesita de esos terrenos ocupados ilegalmente.
Efectivamente, esos cientos de villeros chantajean a los millones de habitantes de la ciudad pero, ni falta que hace: nuestros propios noticieros nos muestran a esos chicos sucios, descalzos, mal alimentados y nos auto-chantajeamos, no es el dinero que los villeros le quitan a la municipalidad sino lo que les hacen sufrir a sus propios hijos lo que nos chantajea.
¿ Por qué no pagar de una vez el dinero que igual se va a gastar en daños, o por depreciación de las zonas vecinas, o en atraso y estancamiento de la ciudad, y que a cambio desaparezcan de nuestras vidas ?, tomando las precauciones para que no se lo gasten en vicios y dos años después reaparezcan con más hijos piojosos, chagásicos o con esquistosomiasis, pagándoles en cuotas mensuales y dándoles una parte del dinero en vales que puedan canjear sólo en sus provincias, diferenciándolos para comprar ropa, alimentos, materiales de construcción, útiles escolares, y medicamentos.
Aunque no cuenten para las estadísticas, las casas, hospitales y escuelas con las paredes bien revocadas, los semáforos funcionando, las veredas sanas, las plazas cuidadas y los trenes llegando a horario [nada que requiera tecnología de punta] nos aumentan el nivel de vida con una mínima inversión de capital y una gran inversión de amor por lo público.

[E] Ciudad olímpica: Con el avance de las comunicaciones la sede de gobierno del país podría ser virtual y el lugar físico donde resida el ejecutivo podría seleccionarse por un método similar al de selección de ciudades para los juegos olímpicos, o sea, por concursos pero anuales.
Así, ademas de Buenos Aires creando ciudades satélites, cada provincia podría hacer lo mismo creando nuevos asentamientos o mejorando los existentes.
Si la sede del gobierno cambiase periódicamente de lugar, en cada ciudad seleccionada para ser la sede temporaria de gobierno, se podría hacer nacer eso que falta [el amor por lo público], para tener la ciudad limpia y funcionando, primero por orgullo local y segundo porque están siendo vistos por todo el país y deben aprovechar ese año para incentivar el turismo.
El negocio radica en que la inversión de capital se hace una sola vez, mientras que la inversión de amor por la ciudad se renueva todos los años y es gratuita.
Hay una tendencia a evacuar las grandes ciudades [se manifiesta más en las clases pudientes], lo que no estaría mal salvo por el dinero en impuestos que las ciudades se pierden de cobrar en beneficio del municipio donde esté el country de moda, o peor todavía en beneficio de Miami.
La pérdida es doble: la ciudad se podría estar embelleciendo con esas nuevas construcciones edificadas, por lógica, en los terrenos más baratos o demoliendo construcciones viejas, pero, eso no ocurre y además de los barrios viejos y devaluados, las ciudades se llenan de villas de emergencia, que por más solidario que un gobierno quiera ser, ¿ como sacar a esa gente de la miseria llevando asfalto, agua y cloacas a esos barrios, si los que podrían pagar altos impuestos para cubrir esos gastos deciden pagarlos en otro municipio, por lo general, muy poco poblado ?
El dilema de los políticos es que al ganar los votos de quienes quieren erradicar las villas de emergencia de la ciudad, se pierden los votos de los villeros y, de urbanizar las villas, no se crea simpatías ni ganan los votos ciudadanos [incluso "progres"].
Si deciden gastar dinero en urbanizar las villas, se invitará a más gente a crear nuevas regenerando el problema una y otra vez [por eso el sistema multidemocrático que no depende de votar a un líder, no sólo sería recomendable para el gobierno nacional, sino también para el gobierno de ciudades y municipios].
No se debe gastar dinero en las villas sino en los villeros y sus hijos inscriptos en el "operativo retorno", pues va a ser mejor para todos, desde el punto de vista sentimental por reunir a familias separadas por la crisis económica, desde el punto de vista de la salud pública por terminar con el hacinamiento e insalubridad de las villas y hasta sería más económico el refundar pueblos del interior que construir villas verticales como las de los nefastos "Fuerte Apache", y Lugano I y II].
¿ Por qué motivo las personas cuyos altos ingresos harían más que fácil el sobreponerse a lo que se les quita por impuestos, sin disminuir su nivel de vida, presentan tanta resistencia ?
Se vive en las ciudades por las comodidades y la seguridad [en sentido amplio de seguridad, o sea, por tener a disposición farmacias abiertas las 24 Hs. más las guardias de los hospitales, los bomberos y los policías patrullando todo el día] pero, las ciudades de principios del siglo XXI son cualquier cosa menos seguras [en sentido amplio, o sea, por la delincuencia, los accidentes de tránsito, la contaminación, los balcones que se caen solos], es más, son incómodas, insalubres, malolientes y... caras.
Si sale igual o más barato el construir y pagar impuestos en medio del campo, cerca de un arroyo con sauces, manzanillas y margaritas silvestres, pagando su propia policía, o usted ya se fue, o está ahorrando para irse.

[F] Auto inseguridad: Uno de los problemas más terribles de seguridad urbana es un problema técnico que la clase media debe resolver pues se trata de unas 300 personas muertas en accidentes de tránsito por mes, y como las muertes, amputaciones, y posteriores rehabilitaciones quedan entreveradas entre, por un lado, ser una cuestión municipal, por otro legal, por otro de salud pública, etc., es por eso que la cuestión se trata aparte [tema 81]. No es nada personal, pero, los autos matan a las personas y lo hacen de una forma altamente eficiente, de hecho, matan más gente que los delincuentes cuando roban autos, e incluso matan a sus propios dueños. Mi solución es que, como los autos no piensan, hay que forzar a que las automotrices piensen, y como sólo piensan en obtener ganancias, entonces habrá que tocarles el bolsillo.
Una ciudad es de los ciudadanos, pero, ¿ de qué es dueño un ciudadano sino de su propia casa ?, pues es dueño compartido de las calles, teniendo metros cuadrados techados propios en su casa, pero kilómetros cuadrados de calles para su uso "gratuito" que, en realidad, no lo es porque es pagado vía impuestos [o sea: no es gratuito, pero tampoco es pagando peaje]. Ahora bien: ¿ Qué pasa con el peatón, o sea el que no tiene auto y paga igual por el mantenimiento de las calles que son una molestia que debe cruzar para llegar a su destino, para colmo, bajo el peligro de ser atropellado incluso por automovilistas que vienen de afuera de la ciudad a utilizar gratis sus calles sin pagar peaje ? ¿ Por qué paga el alumbrado nocturno de calles, avenidas, y autopistas quien no tiene auto [los autos tienen luces, pues úsenlas] ? Y lo más inadmisible... ¡ los automovilistas matan peatones mientras que estos nunca matan a los automovilistas !... bueno, muchas preguntas que se pueden responder empezando por considerar al auto [y no al propietario], como inquilino de la ciudad para que pague por alquilar las calles, y las empresas automotrices deberían pagarlo, hacer el mantenimiento de las calles, semáforos, seguros, multas, services, revisiones, capacitaciones, licencias de conducir, juzgados, cárceles, etc. y nunca más deberían haber propietarios de autos sino inquilinos, lo que ya evita a los homicidios en situaciones de robo. Imaginemos a una ciudad como la superposición de dos ciudades: una humana con viviendas, gente, y un intendente a la cabeza, y otra de calles, autos, y un dictador a la cabeza salido de una fumata entre los propietarios de las automotrices que, si no arreglan las calles van a tener que reparar los autos rotos que sus alquilantes les van a devolver, si no funcionan los semáforos, les van a destruir autos de su propiedad y además deberán pagar por las lesiones y muertes, pero, como lo propuesto queda entre los fabricantes y sus clientes sin que haya políticos intermediarios, la empresas van a ganar más y los usuarios van a ahorrar dinero y no se descapitalizarán cuando los autos que alquilan acumulen años y kilómetros de uso debiendo pagar menores alquileres [en valores constantes, o sea, sin inflación, para lo que las automotrices pueden elegir libremente su unidad de valor, por ejemplo el litro de combustible o el kilo de acero, de manera similar al uso adoptado por el mercado inmobiliario eligiendo al dólar, lo que no está mal, y lo que sí está mal es que la valuación fiscal y los impuestos no sean también en dólares].

Repaso de conceptos: Si el objetivo es no emigrar sino vivir mejor en donde estamos atados por lazos familiares, primero evitemos morir por causas criminales o viales que, si se las puede evitar de forma económica va a ser mejor, y si además los encargados de instrumentar esto pueden ganar merecidamente dinero sin subsidios ni vía impuestos, pues va a ser mucho mejor. Crímenes, accidentes, hacinamiento, servicios insuficientes para una ciudad que recibe cada vez a más y más gente, producción en aumento de basura, y nula capacidad de absorción de las lluvias, no va a solucionarse amurallando la ciudad como en la edad media, ni asimilando ni tampoco deportando a usurpadores que ya van por la tercera generación, sino aceptando que una ciudad no es otra cosa que un gran mercado con los clientes y vendedores viviendo adentro, por lo tanto permitamos paulatinamente que el mercado organice cada vez más a la ciudad [sigue en el tema N°77].

Claudio Corniola


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 Buenos Aires ciudad abierta    Ciudad olímpica
 Erradicar industrias  Auto inseguridad  
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