LA HARINA, EL PAN, LA OFERTA, Y LA DEMANDA:
  1. Por lo que sea, hoy no hay harina suficiente para la demanda de siempre, entonces igual que usted y yo cuando pedimos algo, los panaderos primero les habrán pedido a sus proveedores que "por favor" no los dejen sin ese insumo y, si eso no les funcionó, seguramente ofrecieron pagar más dinero.

  2. Obviamente, después tuvieron que vender el pan más caro, y no sirve para nada la sugerencia gubernamental [más bien "sub-mental"] incitando a que las grandes masas amasen su propio pan.

  3. Mientras tanto, el Secretario de Comercio o se hizo el distraido, o le bajó la ficha de lo inútiles que son los controles de precios, que planeó realizar sobre miles de productos, después sobre un centenar, y al final no pudo [ni él ni "la Cámpora"] controlar el precio ni de un solo producto de primera necesidad como es el pan.

  4. Por cierto, tras una década perdida tratando de disimular la inflación, hay que sacar conclusiones: el secretario es un inepto, la secretaría es ineficiente, y los controles de precios son lo que siempre fueron según bien lo ha definido el dogma liberal académico más antiguo [Nobleza obliga: si los controles de precios son inviables, entonces, ¿ qué culpa le cabe a un Secretario de Comercio al que pusieron a bailar con la más fea, sabiendo que nunca ganaría una ?].

  5. La solución es que algo que funciona mal [los precios máximos keynesianos] sea arreglado con otra cosa que funciona mal [los impuestos progresivos marxistas], ambos irreprochablemente aplazados por la doctrina liberal.

  6. Primero, la Secretaría de Comercio debería dejar de dormir la siesta para proyectar, analizando las cosechas menos lo que se exporte, cuál será la disponibilidad para el mercado interno. Segundo, le debería informar al Congreso sobre los faltantes, como mínimo, en alimentos y energía.

  7. Entonces un Congreso bien informado podrá tomar tres medias: o cierra la exportación antes de cruzar la línea roja, o permite exportar, pero, aplica impuestos progresivos a las ganancias de los intermediarios, para que esa cadena se acorte y, tercero, que el IVA en toda la cadena [o por lo bajo en la etapa final de comercialización], los supermercadistas no se lo paguen al Estado, sino al productor.

  8. Esto hará que en un punto al productor no le convengan los dólares externos menos el impuesto externo, sino los muchos más pesos que ganará en nuestro mercado menos los impuestos internos.

  9. Esta solución sirve tanto para los casos de malas cosechas locales, como para el caso en el que haya una mala cosecha en Europa o en U.S.A. y ellos ofrezcan baldes llenos de Euros y Dólares para llevarse nuestra producción entera, y nuestros productores [entre ellos dicen que también ganó Cristina... aunque usted no lo crea] acepten gustosos dejar al mercado interno en pelotas.

  10. Y, por útimo, también sirve para hacer "saltar" a un Secretario de Comercio, sin que sea por causas políticas, sino simplemente porque no sabe realizar bien lo mínimo exigible.

  11. Explicación técnica: ¿ Por qué yo, que tengo una formación liberal ortodoxa, y que sé perfectamente y no me hago el distraído discutiendo cuestiones ya demostradas por los liberales del siglo XIX, propongo esta solución hetedodoxa anti-liberal ?: Pues porque las leyes de mercado funcionan sin apelación en mercados perfectamente competitivos [es por eso que nunca se les puede ganar una discusión a los liberales], mientras que nuestra economía es keynesiana, y la externa es mercantilista con algunos retoques keynesianos y socialistas, entonces, estoy bien plantado para discutirle esta inyección de marxismo al torpe neo-keynesianismo kirchnerista, al mismísimo Adam Smith, porque lo que estoy proponiendo al redirigir el IVA, no es conceder un subsidio, sino quitar al Estado de la ecuación.

  12. Posdata de la posdata: Marx y Keynes... dos tipos audaces.

  13. Ir al índice de posdatas de "Economía".