El kirchnerismo va a pagar una pequeña fortuna para que le hagan una marcha a Cristina... ¡ qué patéticos son !: ya perdieron la calle... que alguno de sus popes trate de caminar por cualquier rincón del país sin recibir una lluvia de insultos.

Pero, ¿ qué demonios es eso de "perder" o "ganar" la calle ?

Como ya he demostrado en agosto del año 2014 [Ver tema: Nietos robados], el peronismo es el único partido cívico-militar de Argentina, y esta cuestión de "perder" o "ganar" la calle, tanto como su más famoso slogan: "Vamos por todo", son derivados de su actitud militarista y antidemocrática, porque la calle es de todos, claro... pero no sólo para poder ir a hasta la panadería caminando, sino también para salir a decirle al gobierno todo lo que se esfuerza en censurar.

La escencia de la democracia no es el voto, sino la división de los poderes, y defender la postura del voto como un comodín indultador de lo que venga, es fascismo puro. Quienes van por todo son antidemocráticos y estúpidos, porque bien podrían cerrar la bocota y evitarse un futuro juicio por pertenecer a una asociación ilícita que ha intentado destruir a nuestra democracia desde adentro.

Por ejemplo, si Boca Juniors sale campeón y sus seguidores salen por miles a la calle a festejar, un hincha de River Plate no puede ir a la panadería a comprar el pan vistiendo orgullosamente su horripilante camiseta porque sería atacado por hordas de simpatizantes "bosteros", y es más... en Argentina se considera que uno de River entre miles de Boca es el "provocador" y si lo muelen a golpes eso va a estar justificado. La razón es que aceptamos que la calle es de Boca y no es de River, porque los de Boca se han adueñado de ella por la fuerza del número, o sea, haciendo algo casi democrático, al estilo de cómo entienden la democracia los fascistas: los de Boca son más y tienen más derechos.

Pues bien, los peronistas no son más que los antiperonisas, sino que tienen más dinero y por eso pueden pagar movilizaciones a su antojo, tomando las calles para hacer su show de demostración de poder con dos objetivos: meterles miedo a los opositores, y conseguir la adhesión de los espíritus maleables que básicamente son cobardes y que encuentran en ese tipo de manifestaciones a un entorno en el que sentirse fuertes y temidos.

Pero, este es un país de cabezas duras, y la capital del país de los cabezas duras es todavía más cabeza dura. Y resulta que Boca puede salir campeón diez años seguidos y por ello ningún hincha de River se va a convertir al bosterismo, y de la misma forma ninguna manifestación de la capacidad organizativa kirchnerista para tomar el espacio público en la Ciudad de Buenos Aires y llenarlo de gente con banderas de cada pueblito del interior, traídos "a sueldo" hasta una ciudad que ha sido valientemente antikirchnerista no por diez sino por doce años, cueste lo que cueste, teniendo que soportar que les tomen sus calles diariamente con tres o cuatro cortes, que le desfinancien a su banco, que le nieguen a su propia policía, que le llenen sus terrenos ferroviarios con villas de emergencia para con esos votos tratar de torcer las elecciones locales en donde, al final, se gastan una fortuna y con suerte salen terceros.

A los porteños nadie nos va a borrar la marcha del 18F, ni la de Blumberg, ni la que hicimos hasta la Plaza de Mayo para pedir las renuncias de De la Rúa y Cavallo, porque fuimos nosotros, carajo, los que sacamos a los neoliberales del poder, y no fueron los kirchneristas o los peronistas que estaban todos escondidos debajo de sus camas cuando la gente explotó, e hizo escuchar su descontento destrozando cacerolas.

Por último señoras y señores kirchneristas y/o peronistas, les tengo una mala noticia: aquí y en todo el mundo, coincidentemente las manifestaciones populares ha servido para desalojar a los corruptos, incompetentes, y hasta a asesinos del poder... pero nunca funcionaron en sentido inverso para atornillarlos al mismo. Sólo ustedes creen que esa estupidez improbable es posible.