LA RANA Y EL ESCORPIÓN





LA RANA Y EL ESCORPIÓN

  1. Previo al cuento de la rana y el escorpión [del que hay dos versiones: la común y la mía] les comento que nunca tuve ranas ni escorpiones como mascotas. En cambio, como la mayoría, tuve una perra y varios gatos cuando fui niño y vivía en una casa, y no los tengo ahora de adulto que vive en un departamento. Resulta que a varios de los gatos los vi nacer y, como hay pocas cosas más divertidas que jugar con los adorables mininos bebés incluso antes de ser destetados, mis hermanos y yo sacábamos a los gatitos de su caja/dormitorio cuando la madre estaba comiendo y... muchos deben saberlo: los gatitos antes de ser agarrados arquéan el lomo, se les ponen los pelos de punta, y gritan algo que suena a ¡ Pfff !, o sea: esos enanitos tan graciosos tratan de asustar a depredadores mil veces más pesados, y no queda otra que agarralos, hacerles mimitos, y devolvérselos a la madre varias veces hasta que dejan de hacerlo. Pues bien, eso es su instinto de supervivencia, el gatito es un depredador y no necesita aprender nada sobre nosotros [otros depredadores] para preferir que nos mantengamos alejados de ellos. Por si no lo notaron, los bebés humanos no hacen eso, nacen tan débiles que su única arma de defensa es la seducción, saben sonreir y cualquier desconocido que acerque su cabezota al bebé amenazadoramente hasta tapar todo su campo visual, para después decir alguna pavada como: "cuchi-cuchi-cuchi", va a obtener una sonrisa de parte del bebé. Tiempo después el bebé se va a ocultar de los extraños detrás de la pollera de su madre, pero para que no le hinchen los huevos, porque la gente es especialmente cargosa y pesada con los bebés ajenos, que no tienen ni idea y por lo tanto no le tienen miedo, a un eventual secuestro, o a los degenerados, o al canibalismo, o a lo que sea. De hecho, los bebés incluso nacen sin tenerle miedo a la oscuridad, y son los padres los que les meten ese miedo. En síntesis, los humanos no tenemos instinto de supervivencia, en cambio, le tenemos miedo a la muerte, pero eso es algo que aprendemos indirectamente porque antes aprendemos a amar la vida y, el individuo que no la ama, no le tiene miedo a la muerte... e incluso llega a desearla.
  2. El cuento: Durante una inundación una rana se dispuso a cruzar su río/barrio con algo de pereza porque la crecida la estaba obligando a nadar el doble. Cuando estaba por zambullirse, escucha que la llaman, se da vuelta y ve a un escorpión trepado a la punta de un junco semisumergido y empeorando porque el agua estaba subiendo.
    - ¡ Por favor ranita, llevame hasta la orilla... o voy a morir ahogado !
    - Ni en pedo... sos un escorpión, tu veneno es el tercer veneno más mortífero del mundo. Modestia aparte, el peor veneno es el de la piel de una rana del Amazonas, le sigue el de la "Mamba negra" africana, y después el tuyo que es neurotóxico y mataría a un humano en tres minutos, no habiendo estudios sobre en cuánto tiempo mataría a una ranita.
    - Pero me voy a portar bien, si te picara mientras me estás llevando sobre tu lomo hasta la orilla, vos dejarías de nadar, te hundirías, y yo me ahogaría.
    - Mmmm... tenés razón, y todavía no hice mi buena acción del día. Dale subí. [El escorpión se le sube, la rana nada apenas medio metro, y entonces el escorpión la pica con todas sus fuerzas].
    - ¡¿ Pero qué hiciste hijo de mil putas ?... ahora nos vamos a morir los dos !
    - Perdón, perdón, no me pude aguantar las ganas... ¡ vos también, qué boluda que sos... ¿ qué esperabas que haga un escorpión ?!
    -Ahh bueno... ahora la culpa la tengo yo, la concha de tu madre... [glub-glub-glub]. FIN.
  3. En el libro "La rebelión de Atlas" Ayn Rand escribió esto que es una parte del famoso discurso de John Galt:
  4. Ayn Rand está opinando en general sobre la mentalidad oficial políticamente correcta, estatista, socializante, y cristiana [en síntesis: los pobres, los fracasados, y los mediocres, son siempre buenos y nobles, mientras que por el contrario, los exitosos son culpables de algo, y disfrutar de sus éxitos los convierte en inmorales], mentalidad que para ella... ¡ estaba destruyendo a U.S.A. !, sin que por entonces tuviese ni la menor idea de lo que años después de su muerte andarían haciendo los islamistas.
  5. Bien, yo he elegido a este fragmento del discurso de John Galt, porque no tengo dudas sobre que los religiosos, filósofos, y políticos musulmanes lo han leído, para después ponerse puntillosamente, paso a paso, a hacerlo todo al revés.
  6. Ya sabemos lo que hizo Al Qaeda el ahora famoso 9-11 [a medias: ¿ el avión que atacó el Pentágono se desintegró con el impacto ?... bueno, eso es imposible], pero no sabemos los motivos de los suicidas, y de saberlos no los entenderíamos. Como tampoco entendemos la mentalidad de los políticos y militares estadounidenses que armaron a Al Qaeda por aquello de "el enemigo de mi enemigo, es mi amigo" [y yo les hubiese preguntado: ¿ van a ser socios de Osama bin Laden, aunque se trate de un escorpión ?] incluso aunque el ataque de Al Qaeda en U.S.A. no fue utilizando armas sino aviones comerciales, Osama bin Laden atacó a su ex-socio sin que haya mediado ninguna imaginaria traición de U.S.A. que lo justifique, y antes otros musulmanes atacaron dos veces en Argentina... ¿ y nosotros qué mierda les hicimos ?
  7. El cuento no tiene un final feliz porque el escorpión se muera, lo que era inevitable porque siempre dependió del escorpión. Bueno, Osama bin Laden hizo lo posible por esconderse, les hizo gastar una fortuna a los yankees, pero al final murió televisado en directo para la Casa Blanca... y la gente salió a festejar por las calles.
    Mientras tanto, progresistas mediáticos de Argentina se preguntaban sobre si era moral el salir a festejar la muerte de un hombre... pero claro, cuando Hebe de Bonafini festejó las muertes de los ataques en U.S.A. del 9-11, ninguno de esos putos dijo nada.

    Mientras tanto, progresistas mediáticos de Argentina se preguntaban sobre si era moral el salir a festejar la muerte de un hombre... pero claro, cuando Hebe de Bonafini festejó las muertes de los ataques en U.S.A. del 9-11, ninguno de esos putos dijo nada.

  8. Al Qaeda ya no existe, y Alláh no hizo nada por evitarlo. El I.S.I.S. tampoco ya existe y Alláh no les paró ni un bombardeo con ninguna bandada de pájaros como alguna lejana vez ya lo hizo contra un ejército invasor cuya infantería era apoyada por elefantes. Osama bin Laden ha muerto por T.V. mientras Alláh miraba otro canal, y Abu Musab al Zarqawi también fue ejecutado, y a los nuevos líderes que van a surgir también se los vamos a tener que seguir matando, y si van a seguir cometiendo atentados [excepto por los atentados que cometan en Argentina] los Estados afectados se vengarán bombardeándolos hasta igualar o superar las muertes sufridas.
    Que ningún musulmán, ni Alláh, ni Magoya tengan dudas... esto va a ser así hasta que no quede ningún extremista vivo, y entre los sobrevivientes se tomen el trabajo de volver a leer a Ayn Rand pero en el sentido correcto, que para eso en este ensayo les puse uno de sus mejores fragmentos [de nada].



INDICE ISLAMICO


Ibrahim
¡¿ Qué carajo
es esto ?!
Islam moderado
La ley Sharíah
Abu Musab al Zarqawi
El error europeo
Muhámmad Wahhâb
Tariq Ramadan
Pilar Rahola
Pat Condell
Geert Wilders
Informe sobre la cobardía
George Deek
Ablación genital
Odiar para existir
El poder del humor
El poder del petróleo
Nisman: El poder II
El suicidio no es lógico
Bin Laden
cagó fuego
Refugiados palestinos


Ibrahim


¡¿ Qué carajo
es esto ?!


Islam moderado


La ley Sharíah


Abu Musab
al Zarqawi


El error europeo


Muhámmad
Wahhâb


Tariq Ramadan


Pilar Rahola


Pat Condell


Geert Wilders


Informe sobre
la cobardía


George Deek


Ablación genital

Odiar para
existir
El poder
del humor

El poder
del petróleo
Nisman:
El poder II

El suicidio
no es lógico

Bin Laden
cagó fuego


Refugiados palestinos



Ibrahim


¡¿ Qué carajo
es esto ?!


Islam moderado


La ley Sharíah


Abu Musab
al Zarqawi


El error europeo


Muhámmad
Wahhâb


Tariq Ramadan


Pilar Rahola


Pat Condell


Geert Wilders


Informe sobre
la cobardía


George Deek


Ablación genital

Odiar para
existir
El poder
del humor

El poder
del petróleo
Nisman:
El poder II

El suicidio
no es lógico

Bin Laden
cagó fuego


Refugiados palestinos