Escuelas
 Waldorf

D.N.E. Waldorf Montessori Einstein

Escuelas Waldorf

  1. Dividir las etapas del desarrollo de los niños cada siete años, hacer coincidir la duración de las materias con las fases lunares, que los niños generen sus propios libros, priorizar las actividades físicas, artísticas, y lúdicas, más que probablemente hagan del estudio un disfrute y por lo tanto el que no sea un drama diario el tener que convencer a los niños para ir a la escuela, sobre todo para quienes tengan niños afeminados, o con algún retraso que los conviertan en blancos de la discriminación y agresiones de los otros compañeros. Sobre estos casos ha quedado documentado el éxito de Rudolf Steiner con un niño hidrocefálico descartado por la educación clásica, y que llegó a ser médico.
  2. Pero, condenar a un niño a 21 años de educación Waldorf [una serie de teorías de Steiner, revolucionarias, pero teorías], aplicadas por primera vez con los hijos de los trabajadores de la fábrica de cigarrillos alemanes Waldorf-Astoria, debe ser excelente si se va a conseguir trabajo en una empresa Waldorf, en un país con políticos Waldorf, etc. o sea: un mundo en donde no haya competencia, ni rivalidades, ni enemistades patológicas, o sea: a primera vista.
  3. Estas escuelas deben ser las ideales para un par de padres hippies, o para ese tipo de madres que viven dentro de una burbuja de estupidez preocupadas porque el signo zodiacal del docente sea compatible con el signo de su hijo, en combinación con maridos que ponen la plata y después se desentienden de la educación de sus hijos, peligrosamente puestos en manos de un mismo docente Waldorf por varios años, con el peligro de que le toque un mal docente, por lo que la mala educación tradicional con su variedad de maestros ofrece más chances de encontrar a uno a quien su hijo admire, o tome como modelo por una afinidad en la personalidad, o en el tipo de gustos [autos, cine, música, investigación, el cuidado de los enfermos, etc.], o coincidente pasión por determinada ciencia y no otra.
  4. Si el entorno de su hijo va a ser uno lleno de niños Waldorf que a los siete años todavía no han empezado a leer, no habrá problemas, pero de no ser así el niño va a ser discriminado por sus iguales, y el rechazo lo va a hacer dependiente de la amistad exclusiva con los compañeros de la escuela Waldorf, y lo que ya se le ha criticado a estas escuelas es que eso termina pareciéndose a una secta.
  5. La felicidad como meta: Creo que el fin de la educación no es "formar seres libres capaces de buscar y encontrar por si mismos un propósito y dirección a sus vidas", porque los niños ya son seres libres y durante toda su vida lo que harán es ir perdiendo libertades cargádose de obligaciones. Simplemente resulta obvio que sea lo que sea lo que uno vaya a estar obligado a hacer, porque tuvo la suerte de elegirlo [por ejemplo: curar enfermos], o porque una serie de eventos casuales terminó con un electricista como director responsable de la cadena de frío de un supermercado... de más está decirlo, va a ser el tener una sólida formación técnica, y no una que fortalezca el "espíritu" [¿...?]. No creo que la felicidad pueda ser impresa en las cabecitas de los niños con ningún tipo de educación, por el contrario, a la felicidad hay que buscarla, conquistarla con el esfuerzo personal, y valorarla por el esfuerzo involucrado en alcanzar cada logro.
  6. La opción "Waldorf" [no hay libros, ni exámenes, ni notas, ni tareas, ni horarios fijos e iguales para cada materia] debe ser muy estudiada por los padres porque después no hay marcha atrás, y un niño Waldorf no va a poder entrar a un sistema escolar clásico [de origen prusiano-alemán] sin sufrir un muy doloroso y traumático shock, agravado por el tener que verse superado en todas las materias por alumnos de menor edad [bueno, excepto en teatro, tejido, y alfarería].
  7. Finalmente y reiterando que para casos difíciles, este tipo de enseñanza puede obtener importantes logros en donde la educación estandarizada no sólo no va a dar soluciones, sino que va a causar problemas mayores, tengo que criticar al denominado "Recurso Waldorf de los juegos de dedos", porque me parece la cosa más estúpida que se puede hacer con un chico inteligente [de cualquier edad] por tratarlo como a un idiota.


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