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SALUD PUBLICA

1] Cuando usted se enferma o accidenta debe ir a que lo curen a alguna institución pública o, de tener el dinero suficiente, irá a alguna privada, pero, una vez con la receta en la mano tendrá que ir a una farmacia privada a comprar remedios de laboratorios privados, ya que no las hay de laboratorios o universidades públicas en un país que ha tenido trenes, aviones, barcos, colectivos, teléfonos, televisión, agua, electricidad, petróleo, gas, carbón, acero y hasta fábricas estatales de escobas [la otra excepción han sido los diarios, así de cerca llegamos a estar de ser comunistas: nos salvaron los laboratorios y los diarios].

2] Como ya se ha desarrollado al explicar el concepto de "multidemocracia", el Ministerio de Salud Pública debe ser un poder autónomo dentro del Ejecutivo y convertirse en un Departamento de Estado Autónomo, algo equiparable a un gobierno provincial, la primera de un nuevo sistema político que reemplazaría al actual bipartidismo central combinado con feudalismo provincial.
Incluso aunque no se cambie de sistema, ya es hora de que Salud Pública cambie de estatus y sea otro poder del Estado de hecho más independiente que el Poder Judicial muy condicionado por los tejes y manejes de los políticos que son los que nombran o destituyen a los jueces [¡ los tenemos donde queremos, porque los políticos, nunca podrán nombrar médicos !].
En esta nueva gobernación los médicos, bioquímicos, enfermeros, administrativos, anestesistas, radiólogos, personal de esterilización, dentistas, nutricionistas, etc., integrarán un congreso de profesionales de la salud que dictará sus leyes internas y que se encargará de todo lo que haya que legislar en el área de la salud, comenzando por corregir, actualizar y reunir en un único código todo lo que hasta hoy se haya legislado.

3] La salud será un "miniestado" donde este congreso sería el legislativo, el antiguo Ministerio de Salud sería el ejecutivo y hasta tendrá su propio sistema de justicia y policía.
Su justicia se encargará de los juicios de mala práxis, por jurados [como dice la Constitución] claro que integrados por personal de la salud: médicos, instrumentadores, oculistas, etc. no para absolver médicos homicidas ya que el médico no tiene la mentalidad del militar o del policía que cubre a un colega por "espíritu de cuerpo" pues si consideran a un colega como criminal no les va a temblar el pulso para prohibirles ejercer la profesión [es más: les va a encantar salir sorteados para ser jurados].
Hay una industria del juicio por mala práxis que se desmantelará porque a la sociedad le importa más evitar la mala práxis, que perfeccionar los métodos legales para lucrar con ella.
Se debe fijar este principio: si el acusado actúa privilegiando el lucro personal a la salud del paciente, deberá indemnizar al damnificado o su familia. Si no está intentando lucrar pero comete un error, por suficiencia, negligencia, etc, sin brindarse al 100% para atender a su paciente, el jurado le quitará la matrícula profesional [temporaria o definitivamente] sin incluir el pago de ninguna suma de dinero [para eso está el seguro de vida del paciente]. El "error humano" del médico, es una posibilidad latente pese a toda su pericia, y no difiere en nada de la poca colaboración que ponen algunos pacientes que pese a tener cirugías exitosas, después no salen de la anestesia, y si salen de ella, después no paran de hacer cosas contraindicadas por sus médicos.

4] Si una institución fuerza a la "mala práxis" por no estar actualizada, correctamente equipada, o dedicada más al comercio que a la salud, ella será responsable económicamente por los perjuicios causadados y nunca sus médicos [a no ser que se trate de algo grave y crónico que estos nunca hubieran denunciado].

5] Una vez determinada la causa que llevó a la mala práxis involuntaria [puede ser una mínima malformación del paciente invisible para el médico que la "activa" cuando ejecuta un procedimiento normal], pues bien, el profesional que por ejemplo deja parapléjica de por vida a una paciente por una peridural correctamente aplicada previa a una cesárea [una cirugía tan común que ya casi es un trámite], debe tener la contención psicológica debida, sin tener que trabajar ocho horas el día siguiente de recibir semejante golpe [ya sé que a la paciente le fue peor, pero, ese profesional tiene que seguir atendiendo gente pensando que lo puede hacer mal, y así lo va a hacer mal].

6] Los juicios por mala práxis son un método para obtener dinero dos veces por la misma desgracia: del seguro del paciente y, sin importar destruirlos por fallar una sola vez, del médico o de la institución que logra miles de éxitos anuales.
A posteriori podrá argumentarse que una sala de primeros auxilios rural durante una emergencia no le hizo a la paciente una resonancia magnética lumbar antes de aplicar la peridural previa a una cesárea. En esos casos el único juicio que se puede hacer es contra la aseguradora de la institución y, el dinero que se obtenga, en un 50% irá al hospital para comprar el equipo médico que hubiera servido a esa paciente, para evitar que le vuelva a pasar a otras pacientes, y no para lucrar con ese accidente imprevisto.
De esta forma las aseguradoras no se limitarán a cobrar y sentarse a contar dinero, sino que investigarán estadísticas de otros centros de atención nacional y extranjeros para asesorar al centro de salud en cuestión sobre su política de equipamiento.
El daño que se puede causar con un error mínimo es terrible, pero, peor es que el poco dinero que tiene la sociedad [el dinero de las aseguradoras le pertenece pues no nace por generación espontánea] después se use en pavadas y no en prevenir futuros accidentes.

7] Descentralización administrativa: La organización piramidal que padecemos es algo absurda. El Ministerio de Salud debería cerrarse para que lo ahorrado en inútil papeleo sea repartido entre las provincias según su población, para sólo ser utilizado cuando la provincia cierre a su propio Ministerio de Salud provincial enviando las dos partes del presupuesto ahorradas a las municipalidades para que éstas hagan lo mismo con su inútil Secretaría de Salud, derivando la suma de los tres ahorros de dinero en burocracia, directamente hacia los hospitales.
¿ Cuál es la razón para que el dinero destinado a la salud pública deba pasar por las manos de políticos y burócratas, a no ser que se sospeche que los médicos sean muy corruptos manejando dineros públicos ?: el dinero de salud pública debe ir sin dudarlo un segundo, directamente sin paradas intermedias a los hospitales ahorrándose millones de dólares.
Los hospitales ya tienen áreas administrativas y de auditoría interna, a las que en el nuevo sistema deberán sumarle una de coordinación con otros hospitales, más una de "ingresos" que vigile que le llegue el dinero exacto que debería llegarle.

8] En una segunda etapa, la Salud Pública ya independizada del Presidente, se independizará del Ministro de Economía pasando a tener su propio sistema de recaudación de impuestos, quedando para el Poder Ejecutivo un ministerio "residual" que pasaría a ser una auditoría externa.

9] En una tercera etapa, el Congreso de la Salud reorganizará a los hospitales convirtiéndolos en cabeceras de distritos médicos con sus propios límites territoriales, que no tienen que coincidir necesariamente con los territorios de las provincias o de los municipios, porque todos saben que seccional de policía corresponde a su domicilio, pero nadie sabe que hospital público le corresponde y así residentes de Avellaneda se atienden en Buenos Aires, entonces lo que se debe hacer, por ejemplo, es un distrito con cabecera en el Hospital Argerich cuyo territorio sea La Boca, Barracas, y el norte Avellaneda.
Como la nueva Salud Pública recaudará sus propios impuestos, se abrirá una oficina recaudadora en cada hospital cabecera de distrito, y así por ejemplo el Argerich recaudará en su distrito y, los pacientes de Avellaneda, podrán seguir usando el hospital, pero a partir de ahora colaborarán desde sus impuestos.
Esto no sólo es justo sino que le permite al hospital contar con los recursos necesarios para atender mejor a todos los pacientes, incluso los de Avellaneda, que con el sistema viejo no pagaban un peso, pero, así era lo que recibían: una atención muy esforzada pero de baja calidad y con las lógicas demoras de una institución desbordada de pacientes que le llegan de cualquier zona menos de la zona para la que fue concebido.

10] Pena de muerte: si un médico se llega a creer Dios y experimenta con siliconas industriales, inyecta ácidos o venenos, recicla material descartable, o vende sangre contaminada sin importarle a lo que expone a sus pacientes [con el único objeto de hacer dinero], además de pagar una indemnización podrá ser condenado a la pena de muerte [militares, policías y médicos, o sea a quienes les confiamos nuestras vidas, deben ser suceptibles de recibir esta pena si abusan de su poder].
Por ejemplo si un dentista acribilla a su familia, enciérrenlo de por vida, pero, matémoslo si no esteriliza su instrumental sabiendo que uno de sus pacientes es H.I.V. positivo.

11] Extradición: Si éste tipo de criminales fugan a otros países serán las instituciones de la salud las encargadas de evitar que vuelvan a practicar la medicina y exigir a sus autoridades para que los deporten cuando los detecten, exista o no un tratado de extradición entre los países involucrados [acuerdos entre los legisladores de distintos Estados] pues si no existe la extradición automática en el siglo XXI, es para que algunos abogados le alquilen su país a delincuentes.
Que los abogados se las entiendan con los delincuentes, pero, clausurémosles el área de la salud para expandir sus negocios. Que les consigan permisos de residencia a dictadores genocidas, narcotraficantes, y otras bellezas de personas, pero, serán los encargados de la salud los que decidan si un profesional de la salud prófugo de otro país puede hacer lo mismo aquí, y ya nunca más los abogados [las leyes médicas, para los médicos].

12] Acoso legal: Como no se les puede pagar a los médicos lo que se merecen, por lo menos, se les deben sacar de encima a los abogados, que los siguen a todas partes con la mira Laser, porque lo único que se consigue es forzarlos a trabar "a reglamento".
Debido a que los médicos son humanos, errores se van a producir igual y si estos implican daños irreversibles, nada se gana con quitarles dinero, dejar a sus hijos en la calle y arruinarles la vida [al hacerlo estamos convirtiendo una desgracia en un negocio para abogados inescrupulosos y familiares oportunistas].
Los médicos aunque trabajen en su vocación, están bajo estrés por la responsabilidad, lo mal pagados que están los obliga a tener varios trabajos, con la obligación de tener que actualizar siempre sus conocimientos [lo que los abogados apenas necesitan hacer], sus propias familias los usan todos los días y a cualquier hora sin que puedan evadir esa responsabilidad pues el sistema de salud no está funcionando como debería [encima ese trabajo no lo pueden cobrar], mientras que la vocación de los abogados era hacer justicia, hasta que la cambiaron por la de hacer dinero especialmente gracias a la situación actual de los médicos que los convierte en sus presas favoritas [¿ Acaso se le puede hacer juicio por mala práxis al abogado que pierde un juicio ?: No, y encima hay que pagarle igual sus honorarios].
En este entorno los inevitables errores humanos se están dando en proporciones superiores a las lógicas, y no se hace nada para protegerlos [¿ será porque los legisladores son mayoritariamente abogados a los que no les interesa cerrar la industria del juicio ?].

13] Prevención de la mala práxis: El centro de salud cuando contrata a un médico debe obtener la exclusividad de su trabajo para tener la garantía de que cada profesional arranque el día bien lúcido, descansado, y no hasta la coronilla de anfetaminas para mantenerse en pie y, como ya se expuso, a cambio de esa exclusividad se deberá pagar una "prima".
La capacidad del médico argentino para trabajar en condiciones que lo exigen más allá de lo debido, ya no puede ser puesta en duda pero, los controles "internos" de cada hospital público deben chequear la pericia de sus médicos, la efectividad de los tratamientos adoptados, y la de los que están todavía en la etapa de investigación.
Estos controles no sólo deben ser internos del hospital sino internos a su distrito para supervisar la actividad privada dentro de su área de influencia, desde plásticos, dentistas, o instituciones para adelgazar.

14] Remedios y patentes: Es tan abismal la diferencia entre los gastos de producción y el precio al consumidor que tienen los medicamentos que se hace evidente que estas empresas no han invertido dinero en investigación, sino que nos lo han cobrado en forma y, cuando digo "nos" no me refiero a los argentinos sino a toda la humanidad ya que estas empresas no discriminan a nadie y, si le tienen que cortar la cabeza a los enfermos de U.S.A., lo hacen sin que les tiemble el pulso.
Jamás ningún laboratorio inventó nada. Todos los inventos han sido de individuos aislados a quienes los laboratorios proveen de los equipos para investigar y de los que, con suerte, cobrarán el 0,05% de las ganancias que sus jefes obtengan por patentar como propio lo que sus empleados han inventado.
Salvo por rarísimas exepciones a lo largo de la historia, los inventores han sido quienes menos han ganado por sus inventos [el 0,05% ha sido una gran conquista], ya que por lo general terminan en juicios eternos que no llevan a nada porque las leyes jamás han protegido al talento creador sino al poder de la industria y, ya es hora de corregirlo.
El trámite de patentamiento deberá ser personal, protegiendo también métodos innovadores, y debe ser un acuerdo mundial [no veo por qué no lograrlo cuando todas las sociedades son igual de doblemente estafadas por la indefensión a la inventiva de sus ciudadanos, y por los precios que le terminan pagando a los monopolios que se quedan con las patentes].
Así se abaratarán los medicamentos, y si las farmacéuticas argumentan que sin su inversión no habrá evolución de nuevas drogas, que no inviertan más pues nadie las obliga, y hay miles de bancos y fondos de inversión que cuando descubran los "rindes" que se obtienen por cada peso invertido en investigación, las van a suplantar a razonables intereses de mercado.

15] Cuando una empresa es encontrada culpable de realizar prácticas monopólicas [en U.S.A. ya que eso no pasa nunca en Argentina], la obligan a subdividirse, pero de nada serviría subdividir laboratorios [que si en los últimos años se vienen fusionando, alcanzaría con no autorizarles las fusiones].
Que la industria farmacológica y los bancos compitan "a la liberal" por financiar a la investigación, o que lo hagan dentro del mismo marco legal con el que los bancos financian a otras actividades industriales.
La industria farmacológica tiene el monopolio de la oferta de financiación ya que un investigador no puede ni soñar con obtener un préstamo bancario porque ni ellos [y mucho menos los banqueros] están capacitados para hacer un presupuesto medianamente acertado, ni para evaluar la rentabilidad, los riesgos, o el período de retorno de la inversión.
Los bancos deberían acudir a las sociedades científicas antes de dar préstamos para tomarlas como asesoras [o hasta socias], o contratar asesores externos para asumir todos los riesgos y obtener ganancias que no deberán compartir con nadie.

16] El viejo sistema de patentes no contempla que la empresa que financia la investigación se queda con todo, mientras que la universidad que formó gratis a sus profesionales no recibe nada e, indirectamente, la sociedad que financia la universidad está pagando dos veces, primero, al formar a los profesionales y, segundo, al quedar cautiva y verse obligada a pagar precios abusivos por los inventos que sus profesionales han producido para la industria farmacológica que, insisto, no investiga sino que financia a los investigadores.
En el mundo real, los investigadores del Conicet no hacen ciencia aplicada sino básica [o sea monografías que a usted no le curarán nada], mientras que los investigadores a sueldo de las farmacéuticas trabajan plagiando fórmulas extranjeras, lo que condiciona al país a seguir importándo todo si quiere algo de calidad, o consumiendo copias berretas [que en realidad resultan estar muy sobrefacturadas] locales.

17] Los medicamentos de los que depende la salud de la población son un bien público, y no veo por qué no tener una empresa nacional de medicamentos si, después de todo, ya se ha pagado por la mitad de la empresa, o sea por la formación de los profesionales, pero, en Argentina eso no sucede ya que el grueso de la investigación que los laboratorios hacen es para copiar fórmulas de medicinas inventadas en laboratorios de otros países.
Entonces, el "bien público" tiene que enfrentar la disyuntiva de hacer la vista gorda ante el robo del trabajo de profesionales extranjeros, o ver enfermarse y morir a sus ciudadanos de menor poder adquisitivo y, como la vida está primero, el Estado queda atado de manos pero, que un laboratorio local robe una fórmula y después nos la venda como la mejor, ya es otra cosa a la que no hay por qué hacerle la vista gorda, ni en nombre del bien público, ni tampoco de la defensa de las fuentes de trabajo locales.
Si las universidades locales o sus institutos de investigación que serán los encargados de los nuevos patentamientos, detectan o son avisados de la existencia de esas copias, deberán confiscar las drogas "pirateadas" en cuanto puedan comenzar a producirlas en colaboración con el laboratorio creador.
Así, el laboratorio del exterior si bien no obtiene las ganancias descomunales a las que está acostumbrado, por lo menos deja de ser robado, y algo gana aunque siendo obligado a tener una sociedad con alguna de nuestras universidades, además, los pacientes reciben el medicamento más barato, y del laboratorio pirata se recicla a su personal porque la droga se sigue produciendo [¿ hasta cuándo nos ofenderemos porque "salen" dólares sin ver que a cambio "entra" salud ?].

18] Tampoco hace falta que esos dólares que "salen" salgan del Estado, de las obras sociales, o de los pacientes: imaginen a la Facultad de Bioquímica concediéndole a Bayer el monopolio de analgésicos [como la aspirina, paracetamol, e ibuprofeno], a cambio del permiso para producir cuatro o cinco drogas muy específicas y de poca demanda.
La facultad gana experiencia, los pacientes obtienen una rebaja, Bayer gana dinero y conserva su prestigio al supervisar la producción de una facultad local, el trabajo se terceriza en empresas locales para no cerrar fuentes de trabajo [a no usar gratis a los estudiantes de bioquímica para hacer remedios baratos dejando sin empleo a los trabajadores de los laboratorios].

19] La facultad puede rescindir los contratos si otro laboratorio produce una droga más eficiente o con alguna otra ventaja como tener menos efectos colaterales [¿ leyeron alguna vez los efectos colaterales de cualquier remedio ?], obligando a Bayer a seguir investigando para mantener el monopolio.
Claro que va a ser difícil que Bayer investigue en Argentina por sus flojos antecedentes profesionales [no entiendo por qué, si bien es muy difícil eliminar a la bacteria que causa el "Mal de Chagas", tratándose de las vinchucas de unos insectos ostensiblemente más grandes, ya no se los haya extinguido del continente, usando insecticidas, o pagando subsidios a los "cazadores" manuales], entonces, la línea de pensamiento lógica dice que si no se puede con un insecto, menos con un flagelado, y todavía menos contra un virus, por ello, ¿ en qué momento habrá que decidir dejar de invertir dinero en quienes no inventan nada y hasta cuándo proteger a una industria que nunca despega y que nos castiga con precios demasiado altos ?
Porque la verdad es que si un remedio a usted le cura y le sale más barato, poco le importa si viene de U.S.A., India, o Brasil, aunque a todos nos importe la defensa de la industria nacional, excepto cuando estamos enfermos [y además son todas empresas privadas y no nacionales].
Hay que abrir salvajemente la importación para bajar los precios aunque quiebren los laboratorios locales, o negocien con la facultad local conservando ganancias aceptables pero ya sin abusos, o sea, la propuesta liberal clásica con un desvío estatista porque el liberalismo es correcto, pero, el estatismo no estaría tan mal de dividir a las farmacológicas entre investigación y producción, dejando a la investigación en nuestras facultades.

20] Médicos sin fronteras: El sistema de la Salud Pública autónoma de la política tiene en la organización "Médicos sin fronteras", a unos embajadores naturales, con tres funciones: primero la humanitaria en solidaridad con las poblaciones civiles de los países que deben soportar los disparates de la guerra. Segundo, como investigadores de los sistemas de salud externos, para recolectar información sobre todas las cuestiones vinculadas al cuidado de la salud, comenzando con la más elemental herborística, hasta llegar a las más complejas políticas de Estado.
Por último, ellos servirán para exportar la "ideología" del profesionalismo, y que otras naciones sepan que dejar a la salud en manos de los profesionales de la salud es más eficiente, lucrativo, democrático, y humanitario. ¿ Por que habría de convenirnos utilizar a esta organización caritativa para hacerle propaganda y poder exportar a nuestro nuevo modelo de sistema de salud ?, pues porque si vamos a enfrentar a estos monstruos multinacionales, va a ser mejor no estar solos.

Claudio Corniola