E.R.P. - MONTONEROS:
IZQUIERDA, MESIÁNICA, Y HOMICIDA.



[1]
Los mandos de los ejércitos irregulares nunca contemplaron penas menores para sus enemigos que la pena de muerte, incluyendo la muerte de eventuales testigos y parientes cercanos al momento de realizar las ejecuciones. ¿ Por qué ?: Pues porque les tuvo que haber dolido mucho ser izquierdistas psicológicamente desde la cuna, haber mamado marxismo desde que aprendieron a leer, y después tener que comprobar en los hechos que los países capitalistas lejos de colapsar por sus problemas internos como predijo Marx, progresaban y tenían mejor nivel de vida y derechos sociales que los estados socialistas. Encima, el campesinado estaba desapareciendo [¿ de qué mierda les servía la hoz del escudo comunista si nadie la usaba ?], y para peor las masas trabajadoras eran peronistas en vez de volverse comunistas como el devenir de los tiempos y la histórica lucha de clases hacían supuestamente inevitable, lo que obligó a la perversa izquierda "si la montaña no va a Mahoma...", a tratar de hacerse los peronistas, lo que terminó a los tiros.
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Esto no justifica pero sí explica lo desproporcionado de las respuestas policiales, parapoliciales [A.A.A.], o militares que han recibido en todo el mundo.
[3]
La mentalidad base del guerrillero es la del gangster y no la del prócer, más exactamente la mentalidad del gangster es la del sindicalista peronista, mientras que la de los Montoneros sería la de los sicarios. Más a la izquierda, el E.R.P. era guevarista, e igual que el Che Guevara, se trata de gente que disfruta matando.

El Che lo confesó en una carta a su padre, más lo que se encuentra en su diario, y los archivos de la Embajada de España, sus ejecutados a sangre fría son 216 civiles [mayormente campesinos que se negaban a enlistarse, y homosexuales], y los fusilamientos que ordenó -y confesó ante la O.N.U.- en el campo de concentración "La cabaña", son 11.000 civiles.

El Che lo confesó en una carta a su padre, más lo que se encuentra en su diario, y los archivos de la Embajada de España, sus ejecutados a sangre fría son 216 civiles [mayormente campesinos que se negaban a enlistarse, y homosexuales], y los fusilamientos que ordenó -y confesó ante la O.N.U.- en el campo de concentración "La cabaña", son 11.000 civiles.

El deseo de matar lo prueba también el hecho de cómo reiteradamente se mataban entre ellos disciplinando a sus tropas irregulares en Tucumán, por cómo caían frente a los militares los dirigentes que tenían mínimas diferencias con la cúpula como el caso de Francisco Urondo al ser enviado a Mendoza [que ni llegó a entrar], no pueden disimular que ocultaban vulgares luchas por poder o dinero.
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Superada militarmente la experiencia guerrillera izquierdista, pero por sobre todo por el progreso económico y tecnológico que trajo el liberalismo de los 80's [que no son santos de mi devoción, pero por plantarse a mitad de camino y no proseguir más hacia la derecha reduciendo al Estado]. Si usted viaja por el tiempo a 1955 y 1975 va a comprobar que son prácticamente indiferenciables, mientras que si compara 1980 y el año 2000... ¡ el futuro llegó... y con todo, incluso a Rusia y China, despedazando los sueños izquierdistas !, así es cómo a los disconformes de siempre, o a los que únicamente estarían conformes con el poder absoluto en sus manos, cualquier barco anti-sistema les viene bien: por eso va a ver a los partidos de izquierda en cualquier marcha de protesta, feministas, abortistas, gays, piqueteros, empleados de fábricas de galletitas, o de avícolas, lo que venga... y lo que se viene con más fuerza que nunca y es aterradoramente anti-sistema, es el narcotráfico [Colombia es un claro ejemplo de narco-izquierda].
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Queda esperar que las fuerzas del orden prevengan que el creciente narcotráfico que está creando mini ejércitos similares no nos lleve a repetir la historia de violaciones de los derechos humanos que hará cada bando.
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Como tanto en las viejas como en las nuevas luchas armadas la que pierde es la sociedad, y como a diferencia de la guerrilla que apostaba por la eliminación de personas, el narcotráfico tiene en el soborno a su más poderosa arma, el accionar policial deberá concentrarse en los dealers pues no tienen tanto dinero, ni tienen todavía contactos políticos, ni tampoco disponen de peligrosos arsenales.
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Si se les aplica la ley marcial a los dealers y sin importar que sean menores de edad se los encarcela y luego relocaliza, el daño para la sociedad será mínimo, como también los gastos que no deben descuidarse pues los presupuestos de los narcotraficantes superan a los de la policía, y quitándoles a los dealers se les cierra su vital ingreso de dinero.
[8]
Debo aclarar que, legalmente bien dicho en esta época "progre", sólo se puede violar un derecho humano desde el poder, o sea desde el gobierno, porque sólo el "Estado" con un único acto puede violar el derecho de todos, mientras en cualquier otro delito cometido por una persona, si bien con eso también se viola el derecho de un humano, no se viola el derecho de toda la comunidad. Por otro lado, todos los derechos son humanos, visto que no hay derechos de los mosquitos que son exterminados, ni de las despreciables ratas, ni del apreciado ganado, ni de las privilegiadas mascotas, entonces: como los derechos son de los humanos, es por eso que en el habla de las personas comunes, e incluso en las semi-profesionales como pasa con los periodistas, terminen por cruzarse ya sea sin malas intenciones, como con algún anti-progresismo militante, la calificación de "derecho humano" cuando se habla sobre la violación de un derecho de un humano "A" [derecho a la vida, a la libertad, a la propiedad, etc.], cometida por otro humano "B" que, al ser atrapado por la policía, hay que tratarlo [ante el disgusto popular] con guantes de seda garantistas para proteger sus derechos humanos... simplemente porque la policía "es" el Estado.
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La izquierda también violó derechos humanos en los lugares en donde llegó al poder, y el ejército que pretendió escudar su accionar por haber estado en guerra para prevenir eso, al final terminó cometiendo crímenes de guerra. Pues bien, lo mismo les va a pasar a los narcotraficantes, tal vez a partir del momento en el que y sus empleados, y hasta sus hijos, terminen siendo drogadictos muriendo por sobredosis, pues en ese momento de debilidad van a ser masacrados casi seguramente por policías que van a actuar escudados como la fuerza legal del Estado, pero que en realidad querrán quedarse con su negocio.
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En síntesis: Tanto ayer como hoy y mañana, si no se actúa rápido y fuerte al comienzo previniendo y no reprimiendo, la que va a perder es la sociedad, comenzando porque pierde la paz, después se pierde el turismo, y después se perderá la brújula y hasta los policías nos venderán drogas, armas, bebés, órganos, etc.
[11]
Por lo tanto es necesario que las fuerzas de seguridad actúen rápido, para que lo más rápido posible se alejen de estos problemas que puede llegar a contaminarlas y, como ya lo comprobamos durante la dictadura militar, el resultado será el peor imaginable cuando el remedio se vuelva enfermedad.
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Que la próxima vez la discusión por los derechos humanos no lleve mucho tiempo pues mientras algunos discuten elevados pero cuestionables principios, hay otros que siguen violando los derechos humanos elementales... y peor si aún no recapacitaron sobre que el triunfo no está en ganar una discusión, sino el salvar vidas.
[13]
Después de Monte Chingolo la totalidad de las guerrillas de izquierda tuvo que rendirse ante el poder constitucional en manos de la incompetente segunda esposa de Perón [ese chiste que Perón le hizo a su pueblo] para frenar la llegada de la dictadura, y en caso de fracasar, para que sólo los pocos y malos combatientes terminasen en prisión, en vez de tener los supuestos 30.000 desaparecidos con tantas vidas valiosas desperdiciadas por nada... en serio, sus amados camaradas murieron absolutamente al pedo: no sé si se enteraron de las últimas noticias de la U.R.S.S. y China. Idiotas de izquierda del mundo, mejor jubílense, y déjennos vivir en paz.
[14]
Posdata: Disiento con mi admirado Isaac Asimov, pues para la izquierda la violencia es el segundo recurso, después de la amenaza al estilo gangsteril.

Claudio Corniola













 Reincidencias
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 Walsh
 Dictadura 1976
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