LEY N°17: La riqueza de las naciones.
El éxito de un país no depende de su tamaño ni de tener petróleo u otro recurso natural, sino de autoridades que respeten las leyes y de la previsibilidad jurídica, con leyes generales que no privilegien a unos, ni castiguen y abusen de los sectores alejados del poder económica y psicológicamente con la acusación de ser "vende-patrias". Una institucionalidad que respete la vida, la libertad, y la propiedad privada, garantiza la paz social, una cultura sana, y prosperidad.