A diferencia de los ideólogos, voceros, apologistas, etc. de la izquierda entre los que se encargan de autopublicitar sus virtudes sin olvidarse nunca de mencionar que poseen una inteligencia superior, la derecha no hace eso por ninguna de sus mejores espadas, lo que es 100% correcto: el autoelogio no vale nada y el reconocimiento sólo vale si viene de afuera, por ejemplo, para los argentinos que siempre sostuvieron tener el mejor fútbol del mundo, el reconocimiento firmado desde afuera recién llegó gracias a Maradona [con "peros"], y volvió a ser ratificado gracias a Messi [incondicionalmente]. Pues bien, en el caso puntual de Mises, fueron los inteligentes izquierdistas los que tuvieron que darle las gracias por señalarles la imposibilidad de hacer ningún cálculo económico dentro del socialismo/comunismo, porque de este modo, sus brillantes técnicos podrían encargarse de resolver el problema que no vieron [o lo vieron pero se callaron para que los comisarios políticos no los fusilen o, con suerte, los manden a Siberia por traidores al comunismo que "no tiene fallas"], pero, al problema que no vieron tampoco lo resolvieron, porque "imposiblilidad" implica que no es reversible ni solucionable... y al final el comunismo terminó cayendo solo, tal como Mises lo predijo y, si duró más de lo debido, fue por hacerle trampas de derecha a lo que propuso Marx.
Yo no puedo afirmar que Adam Smith sea más inteligente que Karl Marx porque tuvo diez segundos de iluminación al descubrir a la "mano invisible", porque después de ese hallazgo todo le fue más fácil, y las piezas del rompecabezas prácticamente se le fueron acomodando solas. Por el contrario, la elucubración de Marx es toda cuesta arriba porque toda situación de la vida cotidiana contradice sus razonamientos, y tuvo que rebatirlos cambiando la historia, barriéndolos debajo de la alfombra, o tapándolos con propaganda y mitos sobre monstruos que se quieren comer a los pobres.
Sin calificar a la inteligencia de Mises [de paso, lean "La falsa medida del hombre" del entrañable Stephen Jay Gould], estamos frente a un portento intelectual de un nivel superlativo al que únicamante ha llegado la derecha y en varias oportunidades [por ejemplo: Hayek, Rand, y Rothbard] siempre parados sobre los hombros de Adam Smith, y nunca, incluso teniendo potencialmente mayores inteligencias, nadie de izquierda va a igualar ese nivel parados sobre los hombros de un Marx que estaba equivocado, refutado en todas sus teorías de la "A" a la "Z" por Mises, y después confirmado en la práctica comparando los desempeños de los paises de derecha contra los de izquierda que, al final sucumbieron tercamente atados a sus ideologías.
En la universidad estatal argentina del siglo XXI no hay una materia en donde no se enseñe elogiosamente a Marx, y en cambio ninguna [ni siquiera en economía] que nombre a Mises. ¡ Ni lo nombran, porque hacerlo implica perder un debate incluso uno en el que debatan entre ellos, pues si terceros en vías de ser adoctrinados saben de Mises, terminarán por rechazar al comunismo [incluso aunque les simpatice] simplemente porque la lógica manda en cualquier debate !
Hay una docena de reglas para mantener un debate y los tipos de argumentos que son válidos, pero, hay tres reglas de hierro: hablar el mismo idioma entre los debatientes, no superponerse al hablar, y no contradecirse porque el que se contradice pierde, y el principio de "no contradicción" es parte del A-B-C de la lógica. Por ciento frente a este freno insuperable los izquierdistas llegaron a garabatear que existe el polilogismo, o sea, que hay varios tipos de lógica, por ejemplo una lógica de izquierda y otra de derecha, y ya antes Hitler había dicho que hay una lógica de los arios y otra de los judíos... bueno, estos no son argumentos sino excusas de los malos perdedores: la lógica existe desde antes de Adam Smith y Karl Marx y por lo tanto es neutral, entonces si la izquierda se lleva a las patadas con la lógica, no es por un problema de la lógica, sino por uno de los izquierdistas empacados como burros queriendo hacer de cuenta [mintiendo] que puede funcionar algo que no funciona, y de nada valen supuestos nobles ideales de igualdad: no funciona, no progresa, no mejora el nivel de vida, ni siquiera hay igualdad frente a los jerarcas y acomodados por el partido único en el poder, y para obtener todos estos "no" además se requiere que toda la población renuncie a sus libertades por nada.
Pues bien, la iglesia siguió dando las misas en latín varios siglos después de que el latín se convirtiera en una lengua muerta y, de la misma manera, la izquierda en Argentina se ha apoderado del sistema educativo para inculcar una ideología muerta. Obviamente, aunque lo intenten de mil maneras, y aunque bombardeen con propaganda por otras tres presidencias kirchneristas más, el resultado no puede ser resucitar al comunismo... porque así lo sentenció Ludwig von Mises, y ningunearlo y censurarlo no les sirvió de nada, excepto para demostrar que de inteligentes los izquierdistas no tienen nada.
De hecho Mises vaticinó el desmoronamiento del neoliberalismo, y cuenta la anécdota Milton Friedman [el gurú mayor neoliberal], cuando Mises se retiró enojado de la primera reunión de la Mont Pellerin Society [una cumbre de todos los popes liberales del mundo] gritándoles: "ustedes son una banda de socialistas".
Y si bien Mises es "pesado" para el vago lector modeno, tal vez el recién nombrado desplante sea su mayor enseñanza: cualquier cuota de estatismo o socialismo por insignificante y bien justificado que se crea [por ejemplo educación o salud pública], genera problemas que llevan a adoptar más medidas estatistas o socialistas que a su vez van a forzar a otras más, todas condenadas al fracaso, excepto por el éxito de la casta dirigente que reinará sobre el conjunto de la sociedad esclavizada.
Animate Mauricio: Sea cuál sea la solución que busque, la va a encontrar en el liberalismo clásico de la escuela austríaca, pero aún si su problema no es ni económico ni político, sino de "comunicación", por temor a decirle la verdad de frente a una ciudadanía acostumbrada a que le mientan, y aún peor: psicológicamente dependiente de las mentiras, pues bien, Mises sin dudas suscribiría lo que ya he escrito tiempo atrás: "no hay liberalismo de transición". Entonces cualquier intento de dejar contentos a los tibios que no quieren nada ni muy de derecha ni muy de izquierda, en principio ya es una mentira, y en última instancia, tal vez funcione en el corto plazo, pero, a largo plazo tendrá un fracaso garantizado. Desde Adam Smith y la revolución industrial propiciada por el primer liberalismo tosco del siglo XIX, el mundo es lo que hemos hecho los liberales, y estaría mucho mejor de no ser por los políticos "tibios" [en realidad cínicos / corruptos, porque no hay forma de mentir sin ser corruptos], incluso pese a la irrupción del derrotado socialismo [del que persisten apenas un par de estados, pero muchos y variados "quistes cerebrales" en los votantes de todo el mundo] ideología utópica que convirtió al siglo XX en el siglo más sangriento de la historia, superando a las masacres de los imperios de la antigüedad, y a las de las guerras para anexionar territorios del colonialismo mercantilista pre-liberal.
Ir al índice de posdatas de "Economía".
|
|