Nicolás Maquiavelo se guarda lo "políticamente correcto" y escribe uno de los mejores libros de la historia. Todo el mundo lo odia, y cínicamente todo el mundo sigue sus consejos, pero... ¿ consejos para qué ?: Pues consejos para que un político tome el poder y lo conserve hasta lograr unificar a una Italia dividida, con permanentes luchas internas, e intervenida por potencias extranjeras.
Maquiavelo es un historiador y fríamente describe qué cosas han hecho los gobernantes más exitosos para mantenerse en el poder, y su nombre no se hubiera convertido nunca en sinónimo de diabólico de no haber señalado que su sueño de ver a Italia unificada chocaba con el poder terrenal de la iglesia sobrepasando a su indiscutido poder espiritual, porque eso le puso a la iglesia en contra, que mandó a quemar sus libros por estar escritos con la mano del diablo.

Maquiavelo nombra como "El príncipe" a su legendario libro [que fue encontrado entre las pertenencias de Napoleón Bonaparte, con anotaciones suyas hechas al márgen, mismas que se incluyen en las ediciones que se comercializan en la actualidad], y es importante señalar que el libro no trata sobre la monarquía sino sobre el que sea que esté a la cabeza del gobierno de un Estado. También es vital explicarle al lector del siglo XXI algo que le parecerá "antinatural": durante el renacimiento en el que le tocó vivir a Maquiavelo y en la antigüedad por él estudiada, los gobernantes eran buenos, malos, sanguinarios, temidos, amados, avaros, degenerados, y hasta fanáticos religiosos, o sea: cualquier cosa menos corruptos, en el sentido de hacer negocios con terceros, en los que el perjudicado fuese su propio reino y sus habitantes.

En "El príncipe" están todos los consejos narrados de la forma más descarnada y directa posible: "Al apoderarse de un Estado, todo usurpador debe reflexionar sobre los crímenes que le es preciso cometer y ejecutarlos todos a la vez", con lo que podemos deducir que Videla siguió sus consejos, mientras que Duhalde no lo ha leído, o si lo hizo se olvidó de esto: "El que ayuda a otro a hacerse poderoso, causa su propia ruina", y más que obviamente Cristina Fernández de Kirchner nunca lo leyó ni nadie le comentó esto: "La primera opinión que se tiene del juicio de un príncipe se funda en los hombres que lo rodean: si son capaces y fieles, podrá reputárselo por sabio, pero cuando no lo son, no podrá considerarse prudente a un príncipe que el primer error que comete, lo comete en esta elección", y CFK primero lo eligió a Boudou, después confeccionó un gabinete no de C.E.O.s, sino de "ceros" a la izquierda al que al poco de andar le hizo la incorporación estelar de Kicillof, y finalmente también eligió a Scioli como su sucesor, y le impuso a su vicepresidente Zannini [me temo que para hacerle un golpe de Estado llegado el momento, y terminar de venezualizar a Argentina].

Lo que subyace de la lectura de Maquiavelo es que cualquier crueldad política es preferible a la anarquía y las guerras, de hecho se manifiesta en contra de la ocupación militar, y llega hasta el extremo con su razonamiento al afirmar que si el príncipe no tiene la virtud necesaria para gobernar con mano firme, la solución es el magnicidio. E insisto en que se debe leer a Maquiavelo pensando en que Italia estaba dividia en una docena de principados y ducados débiles que cambiaban de dueños con el apoyo de Francia, España, o el papado, cuando no estaban en guerra entre ellos. O sea que con el objetivo de conseguir la unión nacional y tener una paz estable, Maquiavelo justifica hacerle todo tipo de trampas e incluso asesinar a unos cuantos políticos molestos, ambiciosos, e incompetentes, para encumbrar a uno sólo, en una época en la que se desconocía la corrupción política.

Animate Mauricio: La primera falla del gobierno es perder el poder y Maquiavelo aconseja "aprender a no ser bueno", y eso ya fue comprobado: todo gesto bueno hacia la oposición orgánica o a sus organizaciones satélites como las supuestamente defensoras de los derechos humanos y las organizaciones de vagos subsidiados "cortacalles", fueron interpretadas como signos de debilidad, para tras cartón intensificar las críticas y acusaciones de insensibilidad, de gobernar para los ricos, ser neoliberales, ser más represores que la dictadura, llegando al colmo de quejarse cuando el gobierno terminó con un sistema de robo descarado a la cultura y la industria ineficiente de nuestro cine.

El largo y a la postre indoloro paro docente le permite al gobierno ser malo con los doblemente malos docentes que ni trabajan por lo que se les paga, ni enseñan sino que adoctrinan burda y asquerosamente. El Estado está superpoblado de inútiles que roban el sueldo, y ya es hora de hacer una purga ejemplar. En ese sentido, las purgas de policías no cuentan porque se trata de delincuentes, y lo que todos estamos esperando es una purga de peronistas enquistados por generaciones en el Estado al que parasitan. Si semana a semana la oposición grita elevando la cuenta de los desocupados, el gobierno semana a semana nos debería alegrar la vida diciendo: "100 funcionarios peronistas menos, y para la semana que viene tenemos a otros 200 en carpeta".
Ser buenos con ellos no los va a desafiliar del peronismo, ni va a evitar que participen en las marchas organizadas desde el Calafate por CFK, ni que dejen de hacer cortes de calles y rutas todos los días con el único objetivo de enfurecer a quienes no participan.
Maquiavelo dijo: "quien llega al poder con el favor popular, es única autoridad y no tiene en derredor a nadie o casi a nadie que no esté dispuesto a obedecer", pero, esto explica el por qué de la estrategia de la protesta sistemática de la oposición en la calle desobedeciendo la ley en desafío a la cabeza del sistema que es el presidente, para desconocerle que cuenta con ese apoyo popular en cada uno de los 1.460 días que dure el mandato presidencial, y si es necesario los 1.460 días que dure el segundo mandato de Mauricio Macri después de su segura reelección.

Pero, el apoyo popular apareció solo... y fue maravilloso [resta capitalizarlo]. Maquiavelo dijo: "El único medio seguro de dominar a una ciudad acostumbrada a vivir libre, es destruirla", pues bien, los peronistas-kirchneristas se han acostumbrado a hacer lo que se les dan las soberanas ganas, y la única forma de terminar con ese falso partido político que ni siquiera representa a una ideología, sino que es una mafia corporativa, es cortar sus vínculos con el Estado, y sólo una multidemocracia puede hacerlo, porque podrá haber mayoría peronista entre los camioneros, entre los ferroviarios, o entre los empleados de la construcción, pero no la hay entre los docentes [Ministerio de educación], ni entre los médicos [Ministerio de Salud], ni entre los ingenieros [Ministerio de obras públicas], ni entre los diplomáticos, ni entre los economistas, ni entre los abogados en donde incluso con todo el poder del Estado tratando de controlar a la justicia, con el dominio del consejo de la magistratura, y los nombramientos de jueces que han hecho, igual perdieron una tras otra a todas las elecciones internas de los colegios de abogados.

Una multidemocracia desperoniza para siempre cosas absurdas que se han peronizado: un cirujano peronista no hace una cesárea de manera diferente a como lo hace un cirujano liberal, por lo tanto estos no discutirían nunca sobre cuál es la mejor forma de traer gente al mundo, sino sobre cómo gastar los dineros del presupuesto de la salud pública, o sobre cómo es posible que el sistema de las obras sociales esté quebrado mientras los líderes sindicales son millonarios, y hasta les sobra el dinero para financiar las campañas políticas de los candidatos peronistas.

Sin el control de la educación para adoctrinar, sin la salud para financiarse, y sin la obra pública para llenarse los bolsillos... se liquida a esta mafia, e incluso aunque surja un nuevo líder peronista post-kirchnerismo y que el PRO + UCR = "Cambiemos" no tenga sino un fracaso económico tras otro hasta que la gente se canse, este improbable futuro presidente peronista no podrá hacer peronismo, porque no le podrá quitar el derecho adquirido de la democracia interna a ningún ministerio, lo que no me canso de decir que es absurdo: existe la indiscutible "autonomía universitaria", pero por ejemplo, cuando un estudiante de medicina finalmente se recibe, después no tiene el derecho de elegir al ministro de salud... y a esto lo llamamos "democracia indirecta", en vez de llamarlo "democracia incorrecta".