CLARIN NO SABE PERDER:
  1. Hace diez años que no compro Clarín, después de haberlo comprado toda la vida [heredé el hábito de mi padre, que aún lo compra].

  2. El detonante de ese adiós fue un titular dedicado al gobierno de De la Rúa -en tamaño tipo catátrofe- que decía: "Siguen los altibajos en la bolsa" y en letra mucho más pequeña: "ayer subió".

  3. Hasta ese momento, como yo no esperaba que Clarín me mintiese, no activaba ninguna defensa intelectual y así era -como miles- una esponja para lo que Clarín quisiese vender.

  4. Aunque como paso previo ya sospechaba que inflaban jugadores, bajaban y subían técnicos, y llenaban de loas a Nueva Chicago al mismo tiempo que ninguneaban a All Boys.

  5. La cuestión es que si hay confianza ciega, Clarín, el gobierno, la Iglesia, etc. nos pueden mentir a sus anchas.

  6. Obviamente quien más miente es la Iglesia -y yo creo en Dios-, porque se inventó un Dios a su medida, luego le sigue el peronismo que se inventa héroes como Evita, Perón y ahora Néstor Kirchner, luego Clarín que hace un buen negocio "vendiendo" jugadores, bajando o subiendo técnicos, y peor, haciendo subir o bajar la bolsa con sus primeras planas, llegando al grado innoble más alto bajando o subiendo presidentes [la nefasta "Alianza" nacida como pedido popular, fue una elucubración de Clarín para apoyar a su candidato preferido].

  7. Claro que hay excepciones: el gobierno no miente cuando critica a Clarín, y éste no miente cuando denuncia al gobierno. O sea que los dos mienten, pero los dos dicen la verdad cuando opinan sobre el otro, y aquí aparece en escena una virtud de los políticos: saben moverse con el viento en contra de una opinión pública que los prejuzga como corruptos, en cambio, el diario no puede sobrevivir si pierde su credibilidad.

  8. Y la credibilidad de Clarín está en juego pues quedó al descubierto que su conducción abandonó su deber de informar, trocándolo por el de manipular la opinión pública con el objetivo de jugar al "Estanciero" [en otros sitios el juego se llama "Monopolio"] con dinero, propiedades, y empresas reales.

  9. ¿ Los altos mandos de Clarín -Magnetto no puede dirigir todo solo- han sido unos genios para edificar semejante monopolio ?, y la respuesta es rotundamente "No", tras ver la cantidad de escombros que el gigante dejó tras su paso: tuvieron cierta cuota de poder y la usaron sin escrúpulos para adquirir más poder, ejemplo que siguió Kirchner al pie de la letra como su mejor alumno.

  10. Un verdadero genio no hubiera dejado rastros tan evidentes, un verdadero genio hubiera reconocido rápido su derrota, hubiera capitalizado sus ganancias, y ya se hubiera jubilado.

  11. Cualquier sujeto no genial, sino medianamente inteligente, al ver peligrar su trabajo como daño colateral de la lucha entre el matrimonio real y el malo de la película, ya le hubiera armado una serruchada interna para barrerlo de una empresa que por su culpa cada vez pierde más dinero.

  12. Una salida elegante para Magnetto es que lo corran desde adentro y no que le den "jaque mate" desde afuera.

  13. El nuevo gerente debe dividir la empresa, incluso debería vender papel prensa, vender el Canal 13 y el Cable... el asunto es a quién se debe elegir para simular la venta [o rematarla por derecha, pero conservando el derecho de recompra].

  14. Luego hay que buscar responsables editoriales para todos los ex medios del imperio, que sean intachables "sin pecado" incontaminados, seleccionados con el visto bueno de los trabajadores, recomendando especialmente a mujeres extranjeras.

  15. Desparasitadas de todo, estas empresas [diario, radios, cable, y T.V. abierta] podrán hacer buen periodismo y protegernos del poder político o económico, y ser héroes de la resistencia al abuso de poder y, dado el contexto actual, simplemente considerarse ganadores si consiguen que el poder deba medirse [de hecho el kirchnerismo es tan peronista e intolerante con las minorías políticas como lo fue el peronismo original y como el menemismo, pero es más "medido" o sea que es menos patotero que el primero, y menos exibicionista que el segundo].