Introducción: Existen varios tipos de mentiras, por ejemplo los mejores chistes son historias de ficción, los padres les mienten a los hijos
pequeños sin intención de perjudicarlos, están las famosas "mentiras piadosas" que son las que se les
dicen a los que prefieren una mentira antes que la dura verdad. Pues bien, finalmente la mentira del político incluso la más
inverosímil, funciona como una "mentira piadosa", pero difiere en que este tipo de mentira no es para proteger al
receptor, sino para abusar de su credulidad y beneficiarse de ella.
Lenin: Una mentira repetida adecuadamente mil veces se convierte en una verdad [Sorpresa: La frase no es de Goebbels].
Stalin: La educación es una arma cuyo efecto depende de quién la tenga en sus
manos y de a quién apunte [se sobreentiende: es un arma cuando se enseñan mentiras].
Mussolini:
El fascismo no es una iglesia, no es un partido, sino un movimiento [esto es una mentira: un
"movimiento" es un eufemismo que reemplaza a "partido totalitario", que es un partido que no sólo lleva su
mensaje a los votantes, sino a los trabajadores, militares, y menores de edad aún sin derecho al voto, incluso adoctrinando
a los infantes].
La organización corporativa del Estado, ya es un hecho consumado. El estado democrático-liberal fue débil, utópico, y ya no existe. En su lugar ha surgido el Estado Fascista que controla, armoniza y modera los intereses de todas las clases sociales, que se ven protegidas igualmente. Durante los años del régimen demoliberal las masas obreras estaban afuera del Estado y lo consideraban como a un enemigo de todos los días, hoy no hay un italiano que trabaje que no busque su puesto en las corporaciones, en las federaciones, que no quiera ser una célula viviente de ese grande e inmenso organismo viviente que es el Estado Nacional Corporativo Fascista. Los sedimentos de la vieja y menguada Italia demoliberal, deben ser despiadadamente arrancados de las almas y destruídos para siempre.
El pueblo es el cuerpo del Estado, y el Estado es el espíritu del pueblo. En la doctrina fascista, el pueblo es el Estado y el Estado es el pueblo. Todo en el Estado, nada contra el Estado, nada fuera del Estado.
Joseph Goebbels:
Miente, miente, miente que algo quedará.
Cuanto más grande sea una mentira, más gente la creerá.
Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan.
Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa, además, tienen gran facilidad para olvidar.
No nos habría sido posible conquistar el poder o utilizarlo como lo hemos hecho sin la radio. La radio es el intermediario más influyente e importante entre un movimiento espiritual y la nación, entre la idea y el pueblo.
El movimiento nacional-socialista tiene un solo maestro: el marxismo.
Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
Más vale una mentira que no pueda ser desmentida que una verdad inverosímil.
La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas.
Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos tanto como las noticias que favorecen el adversario, adoctrinando con la ayuda de medios de comunicación.
Hitler: Quizás la más grande y mejor lección de la historia, es que nadie aprendió las lecciones de la historia.
Freud: Las enfermedades no son sólo biológicas, sino también del entorno
social, y el sistema capitalista genera patologías sociales. [Otra vez el cuento, esta vez enunciado por un pseudo-científico
como Freud, en donde "la culpable es la sociedad". Compárese el entorno de libertad capitalista "patológico",
con el entorno opresivo de vivir en cualquier Estado totalitario, en donde la gente arriesga su vida para escapar].
Ayn Rand: No considere a los colectivistas como "idealistas sinceros pero engañados". La propuesta de esclavizar a algunos hombres por el bien de otros no es un ideal. La brutalidad no es "idealista", no importa cuál sea su propósito. Nunca diga que el deseo de "hacer el bien" por la fuerza es un buen motivo: ni la prepotencia ni la estupidez son buenos motivos.
Mario Firmenich [joven idealista sincero]: La estrategia nuestra [Montoneros] no era salvar gente, si hubiésemos tenido esa estrategia no empezábamos. La estrategia nuestra era cambiar la estructura del poder en Argentina con el menor costo posible.
André Maurois: Un joven de menos de 25 años que no sea socialista no tiene corazón. Uno de más de 25 años que siga siéndolo, no tiene cerebro.
Carl Sagan: Una de las lecciones más tristes de la historia es esta: si se está sometido a un engaño demasiado tiempo, se tiende a rechazar cualquier prueba de que es un engaño. Encontrar la verdad deja de interesarnos. El engaño nos ha engullido. Simplemente es demasiado doloroso reconocer, incluso ante nosotros mismos, que hemos caído en un engaño. En cuanto se le da poder a un charlatán sobre uno mismo, casi nunca se puede recuperar.
Claudio Corniola:
Obviamente entre la frase de Stalin y la de Hitler hay una siniestra coincidencia, explotada por los miserables gobernantes kirchneristas que han hecho lo imposible por inventarse un doble pasado ideal como defensores de los derechos humanos y protectores de los pobres.
Los libros de historia están allí disponibles para todo el mundo [al igual que los archivos fílmicos y de video], pero, si nadie tropieza con un libro ni por casualidad, entonces difícilmente se puedan aprender las lecciones de la historia. En este sentido el estado vergonzoso de la educación pública no parece ser el resultado de la mera incompetencia a la que el gobierno nos tiene acostumbrados, sino que parece dar señales de obedecer a un plan completamente intencional.
"La mentira tiene patas cortas", pero, más corta es aún la inteligencia que, sin la educación, no es nada. Alguien educado tiene más defensas contra las mentiras del aparato de propaganda del Estado, aún así, hay un número importante de personas educadas que son irreversiblemente estúpidas, que no tienen ninguna iniciativa, y creen pensar cuando evidentemente están obedeciendo y repitiendo el pensamiento de otra persona a la que ni siquiera siguen concientemente, sino por rechazo a otra, porque la mentira tendrá patas cortas, pero también tiene garras largas, y una forma de caer en sus garras es porque previamente se rechazó escuchar la verdad cuando no fue todo lo dulce que se esperaba de ella.
¿ Puedo afirmar que alguien es estúpido porque defiende sistemáticamente y sin excepciones "lo que venga" de un partido político del que soy opositor [como sea que se haya llamado ayer, o se llame hoy, o mañana: fascismo, nacional socialismo, comunismo, peronismo, kirchnerismo] ?: La respuesta es definitivamente "sí", y lo mismo vale si se defiende sistemáticamente y sin excepciones "lo que venga" de religiones, movimientos apolíticos [hippismo, nudismo, vegetarianos, veganos, droga libre], pseudociencias, ciencias ocultas, modas [tatuajes, piercings, tribus urbanas, swingers], e incluso hasta habría que sumarles a los abonados a las teorías conspirativas y, por último, a los devotos del "fenómeno O.V.N.I.": Todos esos conversos son estúpidos sin creatividad copiando cosas que hacen otros estúpidos, aunque evidentemente lo hacen con diversos grados de peligrosidad para autoperjudicarse.
¿ Puedo afirmar que alguien es estúpido sin conocer su entorno, formación, o circunstancia ?: "Sí", porque o estamos ante estúpidos, o coincidiendo con André Maurois estamos ante descerebrados, o cerebros lavados [como los que Ayn Rand sostiene que no pudieron ser engañados]. O tal vez pueda endulzar la clasificación y sumar al que yo considero estúpido, con el descerebrado de Maurois, y con el mentiroso de Rand autoexculpado de todo porque la va de víctima, para afirmar que temporalmente sólo se trata del problema estudiado por Göebbels sobre la capacidad receptiva limitada de las masas y su comprensión escasa, sumada a una gran facilidad para olvidar. O en síntesis y sin hacer citas, para utilizar a mis propias palabras: Tal vez sólo se trate de legiones de mediocres con aspiraciones mediocres y utilizando excusas mediocres, por lo que estamos cometiendo dos errores, primero, el de sobrevaluar a su inteligencia, como si por hacerlo alguien se dignase a utilizarla, y segundo, estamos subvaluando su número... y son muchos, se reproducen, y encima hay contagios.
Quien tiene ganas de creer cae más fácil en el engaño, y luego hay que sumarle la cuestión del orgullo y la posterior negación a admitir que se ha sido un estúpido: "el engaño se los traga" como dijo Carl Sagan. Es en ese momento en el que el mentiroso número uno y su comunidad de seguidores que no lo cuestionan, ni le plantean dolorosas dudas al converso, pasan a ser amados.
Y como todos sabemos: un enamorado es lo más parecido a un idiota terminal, y por eso no es extraño ni contradictorio que todas las ideologías que prosperan sembrando la división y el odio en sus respectivas sociedades, tarde o temprano descubran la importancia del amor, porque debido al ego y ambición sin control de sus líderes, se van a creer infalibles y van a cometer errores, tantos que a la larga perderán todo el poder, y en ese momento sólo les quedará el amor de sus conversos.