- Si Adam Smith es el padre del liberalismo, el cisma protestante fue la madre. La iglesia romana dominaba el mundo medioeval y la revolución industrial que llegó casi automáticamente como consecuencia de las ideas liberales, cambió al mundo, entonces, la iglesia ya no solo perdía territorios que se volvían protestantes, ahora perdería a las sociedades de los territorios que aún poseía. De ser el 100% del tiempo cristiana, la gente pasó a serlo apenas tres o cuatro veces durante toda su vida, a saber: al bautizar a sus hijos, al casarse, y al enterrar a un ser querido.
- La gente que comprendió que su inteligencia y formación eran su mejor capital, comenzó a dedicar gran parte de su vida, ya no a Dios, sino a capacitarse, y bien... la iglesia nunca se lo perdonó a los liberales, y por eso se opuso al préstamo con intereses, a la competencia que determina la desaparición de ciertas actividades económicas ineficientes [por ejemplo, la edad media nació con caballos y carretas y terminó siglos después con caballos y carretas, mientras que los liberales trajeron los trenes de entrada, y después los autos más los aviones], incluso esto está indirectamente ligado a la terca oposición de la iglesia al aborto. Luego, su enfrentamiento a pasado por diferentes etapas, desde las declaraciones de herejía que pusieron por décadas a toda la cristiandad a empuñar las espadas, a la más radical que fue la teología de la liberación pro-comunista, hasta llegar a la actual etapa tras la coronación del Papa Francisco con su primera
encíclica anti-liberal que hace un ataque simplista, de neta inspiración populista, y 100% infundado [a no
ser que se consideren a los eternos "sambenitos", que las izquierdas les han colgado a las derechas, como prueba
suficiente] sobre las supuestas fallas del liberalismo, que por cierto las tiene, aunque no son las que enumera Marx para
apuntalar su ideología [pero sin demostrarlo, como es sabido], ni las que sostiene la iglesia [para la gilada, o
para verse "progre"], sino las fallas que he recolectado modestamente como tosco pensador e investigador liberal,
pero... anti-neoliberal, y anti-uso del neologismo "libertario", porque si en U.S.A. la izquierda le birló
a la derecha el adjetivo "liberal", pues es su problema y no mío, ni nuestro debajo del río Bravo, y lo
llamativo es que el papa haya criticado a los libertarios y no a los neoliberales como está de moda entre el zurdaje.
Como de costumbre los izquierdistas acusan a las derechas de lo que ellos vienen haciendo desde los tiempos de Gramsci, y
no les importa recurrir a mentiras descaradas fácilmente refutables que obviamente son peores viniendo de un líder
religioso que cautivó a multitudes con una renovada imagen papal de humildad que ha ido más allá de
la anual ceremonia simbólica del lavado de piés de los pobres, cuando Jorge Bergoglio impensadamente
comenzó a lamerle el culo a los líderes populistas sudamericanos.
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Como de costumbre los izquierdistas acusan a las derechas de lo que ellos vienen haciendo desde los tiempos de Gramsci, y
no les importa recurrir a mentiras descaradas fácilmente refutables que obviamente son peores viniendo de un líder
religioso que cautivó a multitudes con una renovada imagen papal de humildad que ha ido más allá de
la anual ceremonia simbólica del lavado de piés de los pobres, cuando Jorge Bergoglio impensadamente
comenzó a lamerle el culo a los líderes populistas sudamericanos.
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- El pecado de los "fines": En donde sea que se aplique el liberalismo,
las diferentes situaciones económicas de quienes están dentro de la ley mejoran [quedan afuera los
esclavistas, y los que tienen monopolios o privilegios]. Remarcando que "mejoran" no quiere decir que se
"igualan": Igualar no es el fin del liberalismo, y ese es el problema, pues si grandes segmentos de la
población "demandan" igualdad, se le deja a la izquierda el monopolio de ofertas [engañosas]
para satisfacer esa demanda. Nosotros sabemos que esas necesidades son imposibles de satisfacer porque son ilimitadas,
y en eso coincidimos con las izquierdas que también lo saben porque desde 1917 el resto del mundo viene viendo
en los hechos lo que muchos no quisieron creer de la teoría y leyes de mercado, y en Argentina desde 1943 con
Perón apropiándose de lo que hoy es el ministerio de trabajo, hasta hoy en el año 2020 tuvieron
tiempo de sobra para aprenderlo y memorizarlo, entonces... ¿ en qué
fallamos para que los que atacan al capitalismo sean los que capitalicen esta demanda ?
Captura de pantalla de la cara de asombro de Gloria Alvarez ante la desvergonzada afirmación del monarca o C.E.O. de una
empresa multinacional multimillonaria que vende lugares en el cielo, aliado de líderes también ampulosamente millonarios
saqueando a sus propios pueblos.
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Captura de pantalla de la cara de asombro de Gloria Alvarez ante la desvergonzada afirmación del monarca o C.E.O. de una
empresa multinacional multimillonaria que vende lugares en el cielo, aliado de líderes también ampulosamente millonarios
saqueando a sus propios pueblos.
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- El pecado de los "medios", o sea: la contaminación ambiental.
- El pecado de la obsolescencia planificada, o sea: una estafa en donde se vende lo supuestamente mejor al más alto precio, y no es lo mejor, o contiene intencionales vicios ocultos.
- El pecado de Einstein, o sea: la relatividad de las leyes de mercado referidas al lugar y la época. Por ejemplo, en Argentina hay desabastecimiento de productos que al mismo tiempo se están exportado. Obviamente este es un problema derivado de tener una mala moneda local, posiblemente sumado a un control de precios.
Aquí el mercado, o más bien los empresarios, exportan para vender al precio
que les conviene, y en una moneda que no pierda su valor. La falla de mercado radica en que los que se
equivocan son los gobernantes, pero, los que se perjudican son los consumidores. De hecho el gobierno
no sólo no se perjudica, sino que se beneficia porque vía impuestos obtiene dólares de
los exportadores.
- El pecado por incrustaciones "voluntarias" de otras ideologías, por ejemplo: keynesianismo, monetarismo, neoliberalismo, y lo que se conoce como "socialización de las pérdidas".
Como Gloria Alvarez refuta largamente el contenido de esto, yo he pasado a analizar brevemente la forma y las palabras elegidas
por el sacro comunista.
Pero el papa piensa al revés de lo que le critico al liberalismo, con nuestros dirigentes contaminados de lo que
supusieron como un maquillaje progresista pero que ha sido mucho peor. Ahora bien, la
frase que nos muestra Gloria Alvarez, difícilmente pueda haber sido presentada de
una manera tan estúpida e incorrecta y en vez de decir: "son una radicalización antisocial del individuo, donde
puede extenderse incluso a costa de otros", pues tuvo que haber dicho: "[las ideas libertarias] ...son de un individualismo extremo
que puede avanzar dentro de nuestra manada de devotos", y quiero resaltar "extenderse incluso a costa de otros"
¿ y por dónde van a extenderse las ideas sino hacia otros ?, con el uso de la palabra "costa" que
implica que el avance de nuestras ideas implican una pérdida para ellos.
Como Gloria Alvarez refuta largamente el contenido de esto, yo he pasado a analizar brevemente la forma y las palabras elegidas
por el sacro comunista.
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Pero el papa piensa al revés de lo que le critico al liberalismo, con nuestros dirigentes contaminados de lo que
supusieron como un maquillaje progresista pero que ha sido mucho peor. Ahora bien, la
frase que nos muestra Gloria Alvarez, difícilmente pueda haber sido presentada de
una manera tan estúpida e incorrecta y en vez de decir: "son una radicalización antisocial del individuo, donde
puede extenderse incluso a costa de otros", pues tuvo que haber dicho: "[las ideas libertarias] ...son de un individualismo extremo
que puede avanzar dentro de nuestra manada de devotos", y quiero resaltar "extenderse incluso a costa de otros"
¿ y por dónde van a extenderse las ideas sino hacia otros ?, con el uso de la palabra "costa" que
implica que el avance de nuestras ideas implican una pérdida para ellos.
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- El pecado por incrustaciones "forzadas e irreversibles" de otras ideologías, por ejemplo: las leyes laborales y los derechos del "Estado de bienestar".
- El pecado de Nash, o sea: la traición a la libre competencia ejecutada impunemente por muchos empresarios liberales.
Bergoglio no quiere a nadie siquiera tomando decisiones sino simplemente obedeciendo en manada, pero, la verdad es que dentro de los
liberales hay verdaderos pecadores cuyas decisiones no por ser libres son automáticamante correctas, de la misma forma que el
individualismo o egoismo es un hecho natural que nosotros no negamos mientras que las "vírgenes del egoismo" izquierdistas
simplemente son negadoras e incluso peores egoistas, porque hay dos tipos de egoismo [aunque los colonizados mentalmante son
irreversiblemente incapaces de ver la diferencia]: por un lado está el egoismo inteligente vinculado a la saludable autoestima,
y por el otro está la avaricia que es un trastorno obsesivo compulsivo de verdaderos antisociales que terminan incluso alejados
de sus propias familias.
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Bergoglio no quiere a nadie siquiera tomando decisiones sino simplemente obedeciendo en manada, pero, la verdad es que dentro de los
liberales hay verdaderos pecadores cuyas decisiones no por ser libres son automáticamante correctas, de la misma forma que el
individualismo o egoismo es un hecho natural que nosotros no negamos mientras que las "vírgenes del egoismo" izquierdistas
simplemente son negadoras e incluso peores egoistas, porque hay dos tipos de egoismo [aunque los colonizados mentalmante son
irreversiblemente incapaces de ver la diferencia]: por un lado está el egoismo inteligente vinculado a la saludable autoestima,
y por el otro está la avaricia que es un trastorno obsesivo compulsivo de verdaderos antisociales que terminan incluso alejados
de sus propias familias.
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- El pecado de la creciente "brecha" entre los que ganan más y los que ganan menos, en especial por dos actores que se enriquecen sin responsabilidades ni riesgos: el peor
está en el sector bursátil especulativo, y el segundo, pero no menos importante, es
el intermediario entre el productor agropecuario y las góndolas [que sugiero eliminar con impuestos
progresivos a la intermediación y la transferencia del IVA del Estado a los productores].
- El pecado de tener "exclusión", o sea: no la desocupación temporal que es denominada "destrucción creativa", sino el núcleo duro de desocupados generalmente generados por las malas políticas socialistas y populistas, pero que terminan en un círculo vicioso porque no encuentran solución en el liberalismo.
- El pecado del abandono: Una empresa no puede estar en una ciudad 50 años, y un buen día cambia un gerente y éste la muda a las antípodas. Como mínimo, que no sólo la ciudad afectada, sino que todo el país abandonado le prohiba poner puestos de ventas de sus futuras importaciones.
- El pecado de los empresarios contratistas que le sobrefacturan al Estado, y todos sus ilícitos vínculos con los políticos corruptos, especialmente el financiamiento de sus campañas políticas.
- El pecado de comprar leyes ad-hoc: Es cierto que los marcos regulatorios son asfixiantes, pero comprar leyes no es parte del juego de la oferta y la demanda.
- El pecado de judicializar todo: Las empresas modernas viven en juicio permanente por algo, y definitivamente no hacen nada por evitarlos, por lo que los recursos destinados a los departamentos legales y los eventuales beneficios que obtengan, no tienen nada que ver con la producción, investigación, innovación, etc., que es lo que suponemos debería ser la función social de los empresarios y sus empresas.
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