CÓMO CONVERTIR A UNA DERROTA RÁPIDA, EN UNA DERROTA LARGA Y LENTA.
MARCUSE:
CÓMO CONVERTIR A UNA DERROTA RÁPIDA, EN UNA DERROTA LARGA Y LENTA.
Introducción: Marcuse no es el segundo pelotudo más grande de la historia
después de Lacan, porque como es marxista está obligado a cederle la medalla de plata a Marx.
Las ideas de Marcuse ni triunfaron, ni se acercaron jamás a un empate, y a lo sumo retrasaron la caída de la U.R.S.S.
pero el comunismo lleva medio siglo inflamándonos la zona testicular por culpa de Marcuse, que fue el cuarto comunista en
decir que Marx estaba equivocado.
Primero fue Lenin ante el fracaso y la hambruna en Rusia anunciando la N.E.P. [Nueva política económica],
otorgándoles más libertades a los granjeros y, sobre todo... dejando de asesinarlos para tomar sus tierras y
ensayar el sistema de producción en granjas colectivas o "koljoses".
La segunda fue Rosa Luxemburgo luego del evidente
error de que los proletarios del mundo no sólo no se unían, sino que en la reciente Primera Guerra Mundial se
mataron entre ellos como nunca antes, por lo que ella propone pasar a la acción revolucionaria directa porque el comunismo
no habría de llegar nunca como lo afirmaba Marx tras el inevitable colapso del capitalismo por las contradicciones internas
que a él se le antojaban que existían.
El tercero fue Gramsci: "Nada de revolución sino lenta batalla cultural".
Y el cuarto fue Marcuse que en pocas palabras dijo que Marx se equivocó, que a los trabajadores les encanta el capitalismo,
y que al comunismo más le vale buscar a otros revolucionarios entre los perdedores de siempre.
Brain salad surgery: Lenin puso a su amigo alemán Willi [así, con dos letras "i"] Münzenberg, como presidente
del Kommintern [la "Internacional comunista", que era la versión leninista de "Kaos"] durante la primera mitad del siglo XX, con el objeto de intoxicar a
todos los países del mundo con comunismo, algo así como una fábrica que exportaba quintacolumnistas.
Para ello Münzenberg hizo una ensalada de Luxemburgo con Gramsci a lo que el húngaro
Gregory Lukacs [fue nombrado "comisario para la cultura"] sin vueltas denominó "terrorismo cultural" cuya meta
era la demolición de la moral judeocristiana, que no comienza con los diez mandamientos, sino con un tácito acuerdo
mutuo: "No te metas con lo mío: mis cosas, mi familia, mi trabajo, la comida de mis hijos... y yo no me meto con los
tuyos", cuando sin vueltas el comunismo se metía en todos lados, y puntualmente fue Lukacs el que se metió en las
camas: educación sexual escolar temprana, amor libre, demonización de la monogamia y la familia tradicional por opresora,
y obviamente crítica a su sustento religioso por negarle a las clases proletarias el goce de placeres sexuales ilimitados, o
sea un plagio de la estrategia de captación del islamismo: "sacrifícate por el Islam, y en el cielo se te
recompenzará con 72 vírgenes", lo que traducido al marxismo es: "déjate esclavizar por el partido
único y tendrás todo el sexo que quieras hoy mismo".
Peor el remedio que la enfermedad: Lo que elucubró Lukacs hace 70 años para
destruir a la cultura judeocristiana y capitalista, comenzó a ser aplicado y casi destruye a Rusia, por lo que Stalin acabó
con este libertinaje y exportó toda esta mierda a occidente. Los comunistas expulsaron de Rusia a las feminstas y entre sus
exportaciones no tradicionales los comunistas mudaron a la Escuela de Frankfurt a New York, Universidad de Columbia, en donde
comenzaron su crítica a la sociedad capitalista y manipuladora por intermedio de los grandes medios de comunicación,
que producen una falsa cultura con el objeto de apaciguar, reprimir y entontecer a las masas mediante la imposición de
aberraciones conceptuales [o sea: acusaban a occidente de hacer lo que ellos hacen], pero culpando al cristianismo, la familia,
la moral, y la continencia sexual, porque la escuela de Frankfurt no habla de economía, ni de derecho, y menos democracia,
pues en esos items sería vapuleada, prefiriendo temas como los relacionados con el sexo para hablar ella sola, pues al
común de la gente tocar esos temas les incomoda.
¿ Cuál problema detectó Gramsci en la moral de toda Europa y medio
planeta ?: Pues que chocaba con el comunismo y luego éste no funcionaba como sistema de organización social
automático, sino que muy lejos del promocionado modelo eficientista de Marx funcionaba mal y recurriendo al terror [y al horror
genocida, algo sobre lo que por ejemplo Jean-Paul Sartre, otra de las glorias intelectuales del comunismo, no vió, o se merece
otra medalla por hacerse bien el boludo].
Herbert Marcuse [se pronuncia "Márcuse" con la "e" final suave, y no
"Markiús"]: Obviamente Münzenberg, Luxemburgo, Lukacs,y Gramsci coincidían al 100%, pero nadie los
conoce y muy pocos tienen noticia de los "Cuaderni" de Gramsci que iniciaron todo esto pero, a la larga tenía que
pasar, y entró en la historia un comunista que escribía bien, o que por lo menos era entretenido, y se convirtió
en un boom de ventas en U.S.A. dentro del círculo de idiotas útiles, o como dijo Münzenberg: "El club de los
tontos", o sea, entre los intelectuales y estudiantes universitarios hijos de mamá.
El comunista Marcuse no hizo otra cosa que seguir las directivas del Kommintern, que fue el primer multimedios
con escuadrones de periodistas, columnistas, agencias de noticias y pescado podrido, periódicos, revistas, editoriales, estaciones de radio, directores y productores
de cine. Fugado de la Alemania nazi, Marcuse emigró a U.S.A. en vez de a la U.R.S.S., obviamente para sabotear a U.S.A.
pues escribiendo en Rusia no le servía a nadie.
Nota: Todos saben de la rivalidad de U.S.A. e Inglaterra contra la desaparecida U.R.S.S. pero
no saben que tras la revolución de Lenin, los rusos pidieron préstamos precisamente en U.S.A. e Inglaterra, que
reconocieron al nuevo gobierno, intentaron establecer lazos comerciales, y les prestaron dinero, o sea: occidente vió al
comunismo como un experimento raro de los rusos, y ese trato no-discriminatorio por su ideología no recíproco entre
occidente y los soviéticos duró bastante, de hecho Hitler y Stalin fueron socios para repartirse a la invadida Polonia,
pero Francia e Inglaterra sólo le declararon la guerra a la Alemania Nazi, y no a su socia la U.R.S.S. que ya había
cometido un genocidio en Ucrania cuando Hitler todavía no había empezado.
La escuela de Frankfurt: Con la impronta de Lukacs, los comunistas en la década de
1920 fundan el Instituto de Investigación Social, y lo que investigaban era cómo entrar en las cabezas de la gente, sin
que lo sepa la gente, convencidos de poder fusionar al fracasado Marx, con el fracasado Freud, y obtener un resultado que sea un
éxito [independientemente del éxito editoral de Marsuse con "La tolerancia represiva" y "El hombre
unidimensional"].
¿ Qué sentido tenía volver a acusar a la clase alta
capitalista ?... Marx ya lo había hecho y esa clase no había parado de crecer. Entonces Marcuse acusó
de todos los males del mundo... ¡ a la clase media !: conductas arcaicas, atrasadas, opresivas, vulgares, y
fascistas. ¿ Tradicionalista ?= fascista ¿ conservador ?= fascista
¿ nacionalista ?= fascista ¿ patriota ?= fascista.
Con esto Marcuse no hacía otra cosa que alinearse con una orden del Comité
Central del comunismo ruso que en 1943 le recomendaba a sus militantes lo siguiente: "Se debe continuamente avergonzar,
desacreditar, y degradar a nuestros críticos. Cuando los obstruccionistas se vuelvan demasiado irritantes hay que etiquetarlos
como fascistas o nazis. Esta asociación de ideas, después de las suficientes repeticiones, acabará siendo una
realidad en la conciencia de la gente".
Esta técnica miserable es el origen de lo que se ha dado en llamar como lo "políticamente correcto" o
"marxismo cultural" como lo denomina la mayoría de la derecha, que no es mi caso, yo lo denomino como
"intimidación comunista" que se aprovecha de una característica general de la gente de derecha, y que es
su privacidad, y obviamente ser acusado de ser fascista en público deja marcada a la gente que prefiere pasar desapercibida.
Luego esto cumple dos funciones donde la más importante no es volcar un debate a favor con apenas una falsa acusación,
sino la autocensura, y que nadie les "pare el carro" como se merece cualquier hijo de puta bravucón, mentiroso, e
intolerante.
Marcuse elucubró un ataque dialético [para el zurdaje todo es dialético, hasta el café con leche,
analicemos: el café es oscuro, su antítesis es la leche blanca, y la síntesis es el café con leche],
en contra de la libertad de expresión, para ello la rebautiza como "tolerancia represiva", que no es otra cosa
que una actitud condescendiente con varios y diversos puntos de vista, en paralelo con una intransigencia absoluta. Pues contra
esta otra imbecilidad progresista izquierdista tengo una simple respuesta: "Señores digan todo lo que quieran, debatan todo
lo que quieran, acepten o hagan oídos sordos a las refutaciones si eso les duele en el alma, pero... antes de pedirme sacrificios
a mí para el beneficio del bien común, de la sociedad, de los excluidos, etc., primero háganlo ustedes, y si
funciona prosigan tratando de convencer a sus madres, padres, y hermanos, y recién después acuérdense de
mí, que no soy ni represor, ni intransigente, ni conservador, pero tampoco soy un boludo como los infelices que se creen
todos sus cuentos".
Y piensen que en Cuba un revolucionario sería el que quisiera abandonar la ortodoxia comunista
para abrazar el libre mercado, que en un mundo de gente tatuada el rebelde es el que mantiene su cuerpo limpio de dibujitos, el que
se afeita en los países musulmanes que obligan a usar barba, y sumemos al que no fuma, no bebe alcohol, no se droga, y dice que
le parece muy evidente que lo de los 30.000 desaparecidos es una vulgar mentira materialista con fines de lucro.
Tomar como patrón de conducta a la tolerancia sin criticar las aberraciones tiene un límite [por ejemplo todas las
religiones son una aberración, los partidos políticos y en especial los de izquierda, las medicinas alternativas, las
artes adivinatorias, los horóscopos, las supersiciones], independientemente de que no perjudiquen a terceros, me parece una
inmoralidad esconder la verdad en frente de las víctimas de cualquier tipo de engaño.
Y si ese patrón de conducta deja de ser libre y pasa a ser obligatorio por ley, eso ya
no se llama tolerancia sino tiranía.
Son irrelevantes las preferencias sexuales de Marcuse, pero, la Escuela de Frankfurt es
apologista de la homosexualidad y la pedofilia, y por más tolerante que se sea con gente que tiene problemas sexuales [como
mínimo de sincronización] lo que provoca pena y no poco espanto por la cantidad alarmante de suicidios y de muertes por
enfermedades venéreas... pues bien, no les voy a entregar mi cuerpo para que no me digan fascista, y aléjense de los
menores porque es incorrecto reprimir a la homosexualidad, pero, es correcto reprimir a los degenerados: ¿ les desagradan
los reaccionarios ?... entonces no los provoquen porque saben reaccionar.
Probablemente Gramsci hubiese dicho algo como "camaradas, me parece que se les fue la
mano", si no es poco menos que exagerada ya no la "lista negra" sino la "lista roja" de la agenda de Marcuse
que incluye estos items de corrección política:
Derechos humanos selectivos garantismo abolicionismo ideología de genero
demonización de la virilidad: ser macho no es malo, luego "machismo" es una cretinada utilizada
en vez de "sexismo" que es la creencia en la superioridad de un sexo sobre el otro antipatriarcado tardío
alentar a menores de edad a probar la homosexualidad rechazo de la familia tradicional más de una veintena de géneros
oscurantismo, o negar a las ciencias: biología, anatomía, neurología, embriología, psicología
igualitarismo de resultados anti catolicismo teología de la liberación relativismo: nada es bueno o malo, ni moral o inmoral victimismo: dividir a la
sociedad entre opresores y oprimidos posmodernismo: todo lo justo, bueno, bello, y sano, en realidad lo es apenas para el gusto de los opresores
polilogismo impuestos redistributivos función social de la propiedad privada usufructo de los aportes de los jubilados
emisión de moneda sin freno keynesianismo controles de precios incautación de los depósitos en moneda
extranjera tomar préstamos externos y no querer devolverlos devaluar la moneda para desalentar el turismo viajes oficiales
de los políticos al exterior con no menos de cien acompañantes y a países intrascendentes de izquierda
cesión de terrenos públicos a sus usurpadores dogma Montaigne planes sociales adoctrinamiento
escolar temprano docentes militantes lenguaje inclusivo que excluye a los mayores de edad tergiversar la historia denostar próceres menosprecio de los excombatientes de Malvinas
Congreso de la Nación funcionando como una escribania pauta oficial compra de pseudo-periodistas compra de multimedios
multiculturalismo nacionalidad expres a extranjeros subsidios y viviendas a inmigrantes a cambio del voto aborto gratuito
ecologismo anticapitalista veganismo liberar el consumo de drogas neutralizar a la gendarmería disolución de las FFAA
[y cada avance en alguno de estos items jamás fue el producto de movimientos de masas, sino de lobbies de gente de clase media progresista,
con el cuento de nunca acabar de defender a los pobres, los excluidos, o a alguna minoría oprimida].
Con la exitada tiranía de lo políticamente correcto desencadenada, hoy vivimos en una casa con muchas ventanas y
ninguna puerta, nuestra sociedad es cristiana católica y no tenemos forma [ni necesidad real] de salir del esquema moral que nuestra fe nos ha
inculcado, y por ejemplo yo siendo ateo, sigo siendo un cristiano consciente de las atrocidades del pasado de nuestra iglesia, como
por otro lado estoy orgulloso de sus avances y logros civilizatorios en occidente. Yo hubiese sido cristiano aún si Cristo
apenas fue un humano que luchó contra el imperialismo de su tiempo y las castas superiores de su pueblo aliadas del invasor.
El zurdaje ha invertido mucho tiempo y dinero en infiltrar a nuestras sociedades con la teología de la liberación
anticapitalista, pero no fue suficiente y por ello han importado al budismo "New age", y en U.S.A. al islam casi exclusivamente
entre los afroamericanos, desde Europa tarde o temprano va a llegar el multiculturalismo islamista [que si ya no llegó, es
porque estos infelices nos bombardearon dos veces, y remarco "infelices" porque con esa religión la única
pseudofelicidad que tienen, la consiguen perjudicando a los demás]. La izquierda aliada de los musulmanes piensa que el enemigo
de su enemigo es su amigo [el islam no es enemigo del capitalismo, sino de occidente, pero... están fusionados], pero varias
naciones musulmanas ocupadas por la U.R.S.S. fueron masacradas y diezmadas sus poblaciones por los comunistas, y no lo olvidan, de
hecho todavía nos recriminan a los cristianos por las cruzadas para liberar lo que ellos habían invadido.
Perder a la religión implica una mayor relajación moral, y los historiadores rusos investigaron la caída de los
grandes imperios de la antigüedad y todos fueron precedidos por una crisis de la fe. La fe en común junto con un idioma es lo
que define a una sociedad, mucho más que un territorio y sus límites. Los límites se han movido cientos de
veces, e incluso una nación como la judía ha perdido todo su territorio: conservaron su fe, conservaron su idioma,
y dos milenios después recuperaron su territorio [y lo defendieron brillantemente].
Falta poco para terminar este ensayo sobre Marcuse, y he escrito más sobre los
antecedentes y las consecuencias de su pensamiento que sobre él, y creo que voy a seguir así porque el sujeto no vale
nada.
Tuve que chequear cierta información al poco tiempo de enterarme de cierta costumbre
del pueblo norteamericano, ese pueblo de gente desalmada, sanguinaria, explotadora, y bla-bla-blá, que cuando por desgracia
tiene que sufrir un corte de luz que deja fuera de servicio a los semáforos, los automovilistas sin seguir a ninguna ley
escrita, simplemente en un cruce de calles se turnan avanzando un auto de una calle, después uno de la otra, y así
sucesivamente hasta que vuelva la luz.
Nada más diferente que los automovilistas de Argentina, en donde tal vez porque tenemos las venas abiertas, o porque somos mala gente, pero si alguien le cede el paso al auto que viene por la otra calle, nadie le devolverá la amabilidad y todo el tránsito de esa calle se apretará paragolpe contra paragolpe para no dejarlo cruzar. Nuestros automovilistas no frenan para hacerle un favor a nadie [y eso también explica que haya tantos choques con ambulancias].
Lo asombroso es que pude chequearlo en persona, porque los peatones hacen lo mismo: una vereda en reparación con un corredor de apenas medio metro de ancho rodeado de cemento fresco crea un "cuello de botella" para los peatones, pues bien: yo le cedí el paso a una señora de edad avanzada y detrás de ella se encolumnó todo el tránsito de seguramente víctimas de la explotación capitalista, que no podían dejar de verme porque mido casi dos metros, por lo que después de la quinta o sexta persona me metí en el pasillo y avancé chocando los hombros de por lo menos diez personas, porque nadie frenó y ni siquiera nadie se puso de costado [descontemos a dos o tres jóvenes que caminaban mirando a sus celulares, que no serían malos ciudadanos, sino simples idiotas].
O sea, exactamente igual que los automovilistas, nosotros los peatones no frenamos. Creo que en el escudo nacional de Chile está escrito el un poco indigno "Por la razón o por la fuerza", en el de Brasil, el esperanzado "Orden y progreso", y en el de Francia el célebre "Legalité, egalité, fraternité", pero en el argentino [tanto en el escudo como en la bandera] no dice nada, y debería decir... "Nosotros no frenamos", o tal vez su sigla "NNF".
Es por eso que yo buscaba ancestros argentinos en Marcuse: Este sujeto se dió cuenta
de que Marx estaba equivocado en algo terminal, pues sus predecesores marxistas no dogmáticos sino complementarios como Lenin,
Rosa Luxemburgo, y Gransci, no veían motivos para "voltear el rey" por un error grande pero subsanable, mientras que
Marcuse comprobó que en una sociedad perfecta para intentar el socialismo según los parámetros descriptos por
Marx, y precisamente saliendo de una crisis durísima del capitalismo como la del 1929... ¡ los trabajadores
reaccionaron apoyando a las derechas en vez de a las izquierdas !, pero Marcuse no frenó y siguió
inútilmente para adelante con su amado comunismo que en 1964 ya estaba agonizando. Y me pregunto si hay que incluir al amor
en la ecuación, por ejemplo en una sociedad de derecha con poca variación la mitad de la gente es mala y la otra mitad
de la gente es buena, cada uno amando a sus cosas por lo que si el amor está de los dos lados de la ecuación podemos
eliminarlo. Ahora tomemos por ejemplo a una sociedad de socialistas... no me vengan con la pavada del "hombre nuevo", el
hombre es el hombre de siempre, y en esa sociedad la mitad de la gente es mala, y la otra mitad es idiota, y mucho me temo que no
puede ser buena [por ejemplo nuestros progres defensores de los derechos humanos haciéndose los repelotudos con lo que pasa
en Venezuela, o lo que entre nosotros pasó con Nisman]. O tal vez sí, tal vez haya gente buena sobreviviendo en
países de izquierda, pero, no por efecto del amor que ya fue descartado, sino por el efecto "NNF"... ¡ eran
buenas desde antes y no pueden frenar pese a que el totalitarismo intenta reptilizarlas !
Volviendo a Marcuse, este por entonces joven intelectual en medio del ascenso de Adolf Hitler al poder, recapacitando sobre su futuro como profesor universitario comunista y para peor judío, decide salir de Berlín y transladarse a Frankfurt, o sea, más o menos a una hora y media de viaje en tren de la casa de Hitler.
Cuando las cosas empeoraron, Marcuse no se fue a la U.R.S.S., y ni siquiera a la cercana
Francia de fuerte activismo stalinista, sino que emigró a U.S.A.... ¡ y en U.S.A. los trabajadores son iguales
a los de todo el mundo !
Por lo que muchas de las conclusiones a las que él llega son estudiando al enemigo capitalista "in situ", para descubrir que los trabajadores que tenían que estar preparando la revolución, en realidad estaban muy contentos con la sociedad de consumo que los explotaba, los alienaba, y les negaba ser los dueños de los medios de producción.
Por lo que Marcuse no concluye con lo obvio, o sea, que la revolución era imposible y
que con cada día que pasaba se hacía todavía más imposible, sino que propone buscar revolucionarios en
otro lado, como por ejemplo entre los desocupados, los excluidos, las feministas, los homosexuales, los ultraecologistas, y todos esos grupos minúsculos que ahora usted sabe por culpa de quién son comunistas, y por qué siempre entre sus pancartas flamean varias banderas de nuestros trotkystas, que siempre fracasan en sus reclamos extremistas: esos pequeños grupos minoritarios izquierdistas tienen la ridícula pretensión de querer que todo el resto de la sociedad primero abrace al comunismo, para después solucionar sus problemas puntuales.
Esto no sólo es estúpido, sino también ciego: por ejemplo, las mujeres de los países capitalistas han conseguido todos los derechos que se les negaban porque ni remotamente hicieron algún reclamo incluido en el manifiesto comunista. Comparemos con las feministas argentinas que ni con ocho años de una presidente mujer, pudieron conseguir despenalizar al aborto, aunque consiguieron que ella diga "presidenta" en vez de "presidente" [me parece que las estuvo cargando]. Creo que con su delirante estrategia lo único que han conseguido es que si llegase a conocer a una feminista, que al mismo tiempo es lesbiana, y para colmo de males es "vegana", usted va a pensar que por lógica también debe ser trotkysta.
Ver ensayo: "Trotsky está de moda".
Es no menos que raro que dentro de la Escuela de Frankfurt que intentó fusionar a Marx con Freud, como estrategia para meterse dentro de las cabezas de la gente y así dominarlas y teledirigirlas para que de una buena vez hagan su puta revolución, cada día más lejana tal vez por perseguir ideales amados únicamente por una minoría de fracasados y envidiosos, a los que el grueso de la sociedad rechazaba con un miedo instintivo [Freud no lo vió], y por si alguno tenía dudas, allí estaba la hambruna que había en Rusia, para sacarles las ganas de hacer ese experimento en sus propios países. Pues bien, con tanto psicobolche a mano, ¿ ni uno sólo detectó la pulsión de Marcuse por escribir pelotudeces ?
Opinar sobre la Escuela de Frankfurt es hacer leña del árbol caído, y no sirve para nada, excepto para entender cómo el comunismo se extinguió inevitablemente por sus malos cimientos y por sus inflados intelectuales de segunda que, como Marcuse, se creyeron la cumbre de la inteligencia humana, al punto de considerarnos a todos como descerebrados "E.E.G. plano", y "unidimensionales"... ¡ mierda: "unidimensionales", viniendo de un filósofo monotemático !
Monotemático y previsible, en "El hombre unidimensional" de 1964, Marcuse tuvo que abjurar de alguna forma del comunismo en su versión soviética porque Nikita Krushev ya había reconocido los genocidios de la era stalinista, pero como era re-inteligente, no sólo no pide perdón por defender durante toda su vida a una banda de psicópatas asesinos, sino que enseguidita nos propone que veamos a la sociedad occidental también como totalitaria. ¡ mirá vos !, claro... igualitas, si no, comparemos: De un lado el explotador sistema de producción y consumo capitalista, del otro: las expropiaciones y ejecuciones comunistas. De un lado la publicidad que crea necesidades falsas, y del otro la propaganda y la educación unidireccional permanente. De un lado los medios de comunicación que mercantilizan la cultura e imposibilitan la crítica al orden establecido, del otro lado campos de concentración "Gulag" para reeducar a los millones de críticos disidentes gracias al trabajo esclavo. Finalmente, de un lado los libros de Marcuse, acaso una cultura para lectores a los que les gusta que les mientan, pero cultura al fin, ¡ y vamos si sus libros no son "cultura" que se mercantiliza y no se regala !, mientras que del otro lado... ¡ nada de nada, excepto por libros de Mises, Hayek, y Rand, llevados de contrabando al otro lado de la "cortina de hierro" !
Marcuse es un poco retorcido como todos los filósofos de izquierda, obviamente considero que su propuesta no es de temer, no es fácil de leer, y ya no hay ni lectores, ni mucho menos ingenuos idealistas buscando soluciones a sus angustias sociales en libros aburridos, sino en Internet, en donde este ensayo ya es demasiado largo para la atención promedio de los internautas.
Marcuse y todos los marxistas iluminados hacen lo mismo: Marx prometió un sistema de producción centralizada más eficiente, pero fue un fracaso, y lo prueba el que varias generaciones de comunistas recibieron productos clase "B", y encima racionados, o sea: mala calidad y poca cantidad. Entonces cambiaron el foco a cuestionar la moralidad y la injusticia social en las sociedades "de mercado", pero, los genocidios de su venerado Stalin los obligó a cambiar otra vez, y para Marcuse no es el sistema económico, ni la justificación moral del mismo, sino directamente la gente, según sus palabras: "El individuo unidimensional se caracteriza por su delirio persecutorio, su paranoia interiorizada por medio de los sistemas de comunicación masivos. Es indiscutible hasta la misma noción de alienación porque este hombre unidimensional carece de una dimensión capaz de exigir y de gozar cualquier progreso de su espíritu. Para él, la autonomía y la espontaneidad no tienen sentido en su mundo prefabricado de prejuicios y de opiniones preconcebidas".
Por el contrario, yo creo que hasta la persona más humilde es multidimensional, y que cada individuo tiene una configuración distinta, con varias facetas en donde algunas sobresalen más que las otras, diferenciándonos, y convirtiéndonos a cada uno de nosotros en un verdadero rompecabezas para los sujetos controladores que ciertamente sueñan con que el hombre sea unidimensional: no sólo la del obediente que nunca se sale del libreto impuesto por la autoridad, sino la del que ruega para que le controlen todo. Es por ese proceso mental soretiforme que Marcuse se pone a buscar los mecanismos de control de las sociedades libres cuando no los hay, sino "principios" como: "no hacerles a los demás lo que no se quiere que le hagan a uno", o "todo lo que no está prohibido está permitido", pero él enumera tres: [1] Articulación de asimilación, [2] Presión, y [3] Seducción, en donde la comunicación industrial es el "as en la manga" del capitalismo.
Para Marcuse, el miedo a perder la libertad es "paranoia" y "delirio persecutorio", pero el tonto invento marxista de la alienación es indiscutible, y yo no sabía que el espíritu podía progresar, desconocía esa dimensión, como seguramente el espíritu también pueda engordar, o adelgazar, etc.
Marcuse no lo explicita, pero escribe desde la derrota de los que supuestamente era inevitable que triunfen y dominen al mundo, y termina soñando con una inverosímil resurrección de la izquierda, y sus fieles abusando de nuestra cordialidad de "subproletariado urbano", nos dejaron a esos grupitos de prepotentes ya nombrados, molestando sin sentido, como si el cuarto de siglo de la desaparición de la U.R.S.S. no hubiese pasado.
Son unos pobres fracasados, y hoy su único anhelo es que en alguna de sus miles de marchas y manifestaciones les maten a alguien para convertirlo en mártir y producir una avalancha de indignación colectiva que tumbe al gobierno y les libere el camino hacia el poder, lo que es posible, y en Argentina ya sucedió una vez en Catamarca, derribando al perenne gobierno peronista de los Saadi, pero sin conseguir llevar a la izquierda al poder.
Por lo tanto, "Ommmmm" budista, paciencia, y terminar de matar a todo el zurdaje residual con la indiferencia.
Posdata: Tengo una duda sobre la "Teoría crítica" de Marcuse, un marxista desde la cuna que reafirma todos los pronósticos errados de Marx sobre el colapso inevitable capitalista por sus contradicciones internas, y bla-bla-blá, y postula algo más como para darle fuerza, o como para cargar de desánimo a la derecha: Toda la historia de la humanidad muestra procesos de cambio ya sean sistemas o productos culturales, por lo que el reinado capitalista es temporal y, hagan lo que hagan, va a llegar a su fin. Obvio que el análisis marcusiano tuvo que ser visto como advertencia para la dirigencia de la U.R.S.S: que mató a toda la gente que quiso, e igual terminó desapareciendo, pero, en cuanto a nosotros los liberales: ¿ El capitalismo ha cambiado lo suficiente desde lo que vió Marx, pasando por el de los tiempos de Marcuse, hasta llegar al que tenemos en la actualidad, como para que Marcuse se quede contento ?: Pues bien, que se revuelque en su tumba porque el sistema sigue siendo capitalista, pero los gobiernos rara vez son liberales, pues a los políticos y a sus sobrevaluados asesores de imagen les da miedo serlo plenamente, y lo malogran con tontos, costosos, e improductivos injertos socialistas... ¿ con esto es con lo que nos quiso "correr" Marcuse ?, porque si es así entonces: ¡ bienvenido sea el cambio, porque yo a contramano de Marx y Marcuse, pronostico que el futuro va a ser más liberal !, pero ni por los políticos, ni por sus asesores de imagen, ni por los economistas, ni obviamente menos que nadie por los filósofos y los retrocesos populistas hacia la década del setenta, sino por los ingenieros, las luces LED, los televisores "smart", los celulares, Internet, las computadoras, los nuevos equipos de aire acondicionado, los autos eléctricos, los nuevos paneles solares más eficientes y económicos, y todas esas cosas lindas que nos da el mercado, el libre comercio, la ley de la oferta y la demanda, las reducciones de impuestos, la eliminación de la inflación, y finalmente un presupuesto equilibrado y sin déficit, o sea: todas esas cosas diabólicas con las que sueñan los gorilas, cipayos, y antipatrias de derecha que no quieren al pueblo.