1] Introducción: La civilización
moderna está edificada sobre dos abstracciones virtualmente inseparables "poder y
dinero", y avanza mucho más rápido que con sus predecesoras "espadas y
oro", sin embargo y dejando la cuestión de las ventajas del oro sobre el dinero
"fiat", las constituciones tratan sobre derechos y el reparto y las atribuciones de los
que adquieren "poder" formal dentro de la estructura piramidal del Estado. Esa estructura por
más grande y poderosa que sea es menor que la sociedad, donde dentro de ella diferentes actores
tienen diferentes cuotas de poder: las mayorías transfieren sus escasas cuotas de poder
a los políticos, mientras que el poder económico tiene poder propio, o lo adquiere
agrupándose en cámaras o carteles.
El poder económico no busca el poder político, sino controlarlo.
La competencia por el poder [ya sea el institucional, o su control desde las sombras] nunca fue
limpia en ningún lugar del mundo: la mayor parte del tiempo es una "guerra civil
fría", aveces es una "guerra civil clásica", y otras es una
guerra propiamente dicha entre Estados, ya sea fría, o convencional utilizando a sus
ejércitos, espías, infiltrados, etc.
Unas de las armas más eficientes en cualquiera de las guerras enumeradas,
son la propaganda y su hermana la censura. La información fidedigna [de buena fe],
o sea: la verdad, como todos sabemos "es la primera víctima de una guerra".
Los medios de comunicación son empresas especializadas en la
información y la propaganda, pero en tanto empresas, su objetivo no es ningún
aspecto ni de la información ni la propaganda, sino simplemente el obtener ganancias.
Las prácticas monopólicas y la competencia desleal se castigan de la misma forma
que se castigan las de cualquier empresa, y no son parte de este artículo que sí
trata sobre la información y la propaganda.
La política niega la especialización y, el político,
ni siquiera se especializa para ser polifuncional que, por definición, no es lo más
adecuado sino apenas un substituto barato de lo ideal. La especialización es inevitable
con progreso y, en consecuencia, la política es sinónimo de atraso.
Así el poder económico debe ser uno de los poderes del
Estado, y por lo tanto el democratizarlo y transparentarlo neutralmente está
en el camino del progreso, en vez de combatirlo, porque se va a caer en el error de atacar a
la economía, y eso equivale a un suicidio social.
Por ejemplo las monarquías absolutas eran calamitosas y
la solución más exitosa no fue abolir la monarquía, sino pasar a una monarquía
constitucional, luego... ¿ si aceptamos que nuestro problema es el corporativismo de facto
que nos gobierna, entramos en guerra contra empresas, carteles, señores feudales, y sindicatos,
o instrumentamos un corporativismo constitucional ?
Lo que se debe evitar es el avance
del poder económico sobre el poder formal, desterrando el concepto de "combate"
pues en combatir ellos tienen más experiencia y más victorias que nadie, y se han
estado llevando el "botín de guerra" en todos los países. El botín
de guerra es la riqueza del adversario, pero, ¿ es comprensible que un millorario poseedor
de varias mansiones, hoteles, y empresas, se moleste en ir a una guerra para quitarle a usted toda su escasa riqueza
cuyo mayor logro haya sido el de adquirir su pequeña vivienda familiar ?
No, esa no es la riqueza buscada, estamos parados sobre la base de
esa riqueza y no la vemos: la mitad de esa riqueza es el territorio del que todos somos
dueños desaprensivos. Nuestro territorio contiene riquezas en su subsuelo y montañas,
y genera riquezas en sus tierras fértiles y en sus mares, y la otra mitad de esa riqueza
es nuestro trabajo, pues sin el trabajo humano toda la riqueza natural es inutilizable.
Entonces el botín de guerra es lo que sacan de nuestro territorio haciendo que nosotros
sin saberlo trabajemos para el vencedor. Lo que nos lleva a la cuestión de saber,
o no saber, y de quién nos va a facilitar esa información.
Lo más sensato para transparentar democráticamente al poder
económico es que lo hagan los mismos integrantes de ese
poder pues de lo contrario se "asustan" y luego no colaboran o, peor todavía, complotan,
o sea: combaten desde las sombras, desde donde son comprobadamente eficientes y mortíferos.
Como los millones de trabajadores juntos tienen más poder que
lo que se conoce como "poder económico", este no estará solo para aprovecharse de
una posición de privilegio [ver "Teoría del capital excluido": Los
capitales de todos los trabajadores juntos, superan ampliamente a los capitales de los
capitalistas]. Así, ya no los clásicos capitalistas sino sus inflexibles leyes de
mercado podrán funcionar para la democracia en temas vitales como impuestos, desregulaciones, e
inversiones, pero también para el aumento de los salarios por méritos en vez de por paritarias.
Pero ya me jugué casi al estilo de la plusvalía marxista [una celebrada perogrullada adornada con mucho
palabrerío] sobre cuál parte del botín de guerra sale de nuestro trabajo porque no
sabemos lo que deberíamos saber [es incalculable aunque lo intuyamos por los salarios en otros países]: la verdad y primera víctima de esta guerra es que
las beneficiosas leyes de mercado no se aplican "limpias" por culpa de los políticos pero también
por culpa de muchos empresarios traidores, y que si hay algo parecido a la teoría manca de la
plusvalía marxista, ese plus de dinero que no va a los bolsillos de los trabajadores termina
en los de los sindicalistas.
Aquí entonces el problema es el "enlace" entre las masas que recelan del
poder económico [que son los dueños de los mejores medios de comunicación porque los crearon e
hicieron crecer, o porque los compraron y pusieron en manos de testaferros], poder económico con dos
áreas soldadas e indivisibles, una inferior que dan el trabajo que les permite a quienes recelan de ellos
el mantener a sus familias [la gran mayoría trabaja en el sector privado y sólo una minoría,
excepto en las provincias más pobres, son empleados del Estado], y por otro lado está el comando
estratégico de guerra sumando alianzas o comprando voluntades para enfrentar a la burda
manipulación que los políticos populistas clásicos hacen de
ese miedo colectivo un beneficio de su casta utilizando a los medios de comunicación estatales, con un objetivo no menor:
quedarse con todo, ya sea como lo han hecho los comunistas, o feta tras feta que por eso se llama la
"Táctica del salame", que fuerza a productores, fabricantes, importadores, exportadores, etc. a
aglutinarse y atrincherarse ya no para hacer fortunas, sino para sobrevivir a un ataque frontal que, de no existir,
podrían al poder económico a atomizarse y competir entre ellos, y esa competencia significa siempre el darles
un mejor servicio al colectivo de miedosos.
Lo que termina sucediendo es que se reciben de manera cruzada a una
serie de mentiras llamadas "campañas sucias" y "operaciones de prensa", sumas de medias
verdades que son la base de lo que llamamos "propaganda política" [diferente a la forma de mentir que
tiene la propaganda comercial], e incluso utilizando verdades si es que éstas perjudican
a su adversario, como por ejemplo la cuestión del CO2 que realmente contamina, pero que no derrite
los polos ni dejó sin casa al francés Papá Noël, que tal vez sea el alemán Santa Claus
[y vaya uno a saber por qué no es "San Claus"].
Esto se soluciona por tres vías: Primero, con la educación
a temprana edad de la ciudadanía sobre el funcionamiento del Estado, su sistema
político, más sus derechos y obligaciones. Segundo, la
información puntual entregada en ocasión de los plebiscitos, referendums, y elecciones [por
políticos, publicistas, y periodistas]. Tercero, evitar la contaminación
ideológica de los debates de temas públicos con la intención de enmascarar disputas
por poder, lo que se elimina con la imparcialidad de los comunicadores mediáticos
forzados por su código de ética, y en gran parte con los medios, sus columnistas,
periodistas, y hasta los entrevistados, asumiendo su pertenencia [ya sea rentada o gratuita,
militante o simpatizante] por una facción política, o detrás de un
interés económico local o extranjero, porque hasta ahora el truco que mejor
ha funcionado es el de usar a un comunicador supuestamente neutral, imparcial, o fidedigno, para
ocultar al verdadero generador del mensaje [que obviamente no puede decir en
persona: "hagan lo que sugiero, para así llenarme de poder y después de dinero"]. Entonces,
sin saber si el resultado al final va a ser mejor o peor, quienes compitan por poder o dinero
lo seguirán haciendo hasta definir a un vencedor, pero, sin poder engañar a
terceros.
Si tomamos el caso de las encuestadoras muy influyentes sobre una gran
parte del electorado que nunca toma partido y simplemente sigue a las mayorías, no
alcanzaría con anunciar antes de cada informe a quién va a votar el dueño
de la encuestadora, ni quién le ha pagado por sus servicios, sino que para ambas opciones
éstas deberían ser confirmadas por el candidato señalado.
2] Artículo 27 [esbozos previos]: La democracia no comienza al votar sino al supervisar estrictamente la veracidad de la información que se le da a los votantes.
[A] La educación pública es responsabilidad del Estado, pero sólo desde el aspecto financiero hasta que el sector sea autosuficiente, pues por ser sus profesionales los bienes más preciados, útiles, y escasos de la sociedad, no hay impedimentos lógicos para que la educación no sea superavitaria. Con autonomía financiera, la educación se independiza de los poderes político y económico.
[B] Les cabe a los profesionales que enseñan las ciencias, como a los docentes que enseñan la historia, y a los periodistas que relatan y analizan la actualidad, la responsabilidad de educar con imparcialidad, vigilando los métodos utilizados desde organismos oficiales democráticos como los tribunales de ética que deberán integrarse con un triunvirato de jueces o un juez más jurados, todos sorteados entre sus colegas [docentes, periodistas, publicistas, y propietarios de medios], para actuar en denuncias de violaciones a la ética profesional.
[C] Con el poder parcelado por la multidemocracia, se limita a los políticos al área de las relaciones internacionales que, básicamente, o son comerciales o son de guerra. Si toda política históricamente fue para que un sector se enriqueciera a costas de otro [o peor, para que un país lo hiciera despojando de sus riquezas a otro], entonces se bloquea a la política por dos caminos: limitar el acceso indiscriminado de los políticos a cualquier área de gobierno, y la adopción de filtros comunicacionales, de modo que los medios le permitirán al político opinar sobre política, pero no sobre salud, educación, justicia, producción industrial, etc.
[D] Sin la participación de los políticos, el sistema educativo debe redactar su propio código de ética interna para educadores, comunicadores, periodistas y publicistas. Este código será un manual sobre el método, y cualquier escritor, columnista, periodista, etc., puede escribir libremente sus ideas u opiniones sin atender a ninguna de sus recomendaciones, pero, la empresa, organización, o institución que va a emitir o publicar ese material ya sea escrito o verbal, sí deben utilizar a un supervisor o hasta a un tribunal de ética interno elegido entre pares para supervisarlo. Cualquier publicación podrá ser amonestada o advertida por los tribunales de ética de los medios competidores, o hasta hacer un reclamo ante el tribunal oficial del Departamento de Estado, para verificar la veracidad de sus dichos, el respeto al código de ética aprobado por todos, y hasta sobre el origen de los fondos conseguidos para realizar campañas publicitarias cuando sean para políticos.
[E] Un congreso constituyente del sector redactará
el código y los protocolos a seguir con el objetivo de filtrar falsedades
intencionalmente maliciosas simulando ser simple información, más las sanciones
que van a depender del tipo de medio.
La censura oficial no existe ni tampoco tiene sentido desde que el acceso a Internet se hizo
masivo, pero, sí existen las sanciones desde multas, a suspensiones, y la expulsión y retiro de la matrícula
profesional o, si el sancionado es un medio, la pena puede ser la cancelación de la habilitación para publicar o transmitir. Tal rigidez
apunta a que la información brindada por diarios, radios, y televisión, obtengan un "sello" de
aprobación cruzada de todos los medios entre los que son competidores, de este modo en el público crecerá el
respeto hacia los que están dentro del sistema, al mismo tiempo que decrecerá la credibilidad de Internet.
Y en cuanto a la censura previa que siempre será interna, quedará siempre el recurso
de apelar ante un juez y tribunal de pares. Las más altas autoridades de cualquier medio
deberán ser notificadas con anticipación en los casos donde una información
ya debidamente chequeada pueda comprometer las relaciones de nuestro país con otras naciones
con las que nuestro gobierno esté negociando.
[F] Debe figurar en el código de ética el derecho de veto de la justicia sobre material informativo que pueda generar pánico colectivo, o entorpecer investigaciones, la labor policial, y la seguridad de testigos protegidos. También puede obtener el veto de la justicia el medio que recurra a la reiterada publicación de material de prensa o de Internet externos que no tengan ningún tipo de revisión como la que se autoimponen los medios locales. Informar reproduciendo algo por ser "tendencia" en Internet puede ser verdad, pero que sea verdad el que sea una tendencia, o que la noticia que motive su reproducción sea una insólita cantidad de millones de visualizaciones, pues no libera al medio de la responsabilidad y castigo correspondiente si el contenido viralizado es falso, discriminatorio, insultante, o hace una apología del fascismo o comunismo.
[G] Si un candidato político no cita las fuentes o los creadores de los proyectos que publicita en su plataforma electoral, tanto como si reitera o recicla partes de plataformas anteriores incumplidas, la empresa editorial contratada puede solicitar al tribunal de ética del Departamento de Estado su autorización y posteriormente hasta poner el sello de "aprobado" en la tapa de dicha plataforma.
[H] Este tribunal arbitrará y tendrá autoridad para exigir que se cumpla el "derecho de réplica", de personas o instituciones afectadas por declaraciones inexactas, independientemente de las posibles acciones legales compensatorias por los perjuicios causados, este tribunal podrá sancionar hasta con el cierre del medio por tiempo indeterminado hasta que no se efectivice la rectificación de la información inexacta o maliciosa.
[I] La actividad de los Departamentos de Estado será
abierta a la prensa e informada al público, sin embargo, serán permitidos debates secretos a puertas cerradas
obligando a retirarse a los periodistas con todas sus pertenencias. Los participantes suscribirán mantener el "silencio
de radio" con la posible sanción de ser expulsados. Finalmente si lo que se haya discutido no prospera y no se
convierte en reglamentos o leyes que sí deben publicarse, pues muere allí, pero, la cabeza del organismo debe
ser notificada de todo [votos afirmativos, negativos, y fundamentos], y a su vez ésta deberá informar
a quien lo suceda en la jefatura. El secreto caduca o se mantiene por decisión del nuevo Director departamental.
3] Comentario A: Que se intente obtener una
educación económicamente superavitaria, no implica que los docentes deban venderse
y cambiar la historia a pedido del mejor postor.
La comunidad puede ser manipulada y siempre habrán
intereses por malinformarla contra una u otra ideología, o a favor de uno u otro consumo, y el problema de
determinar la ilegalidad de determinadas ideas, ideales, e ideologías, es tal que resulta más simple
determinar la ilegalidad de los métodos alejados de la entereza y el respeto por la verdad, más ligados
al odio y distanciados de la caballerosidad frente al que defiende sus ideas con argumentos.
Comentario B: Para ello los docentes y periodistas juzgarán el trabajo de sus colegas desde sus
tribunales de ética, sin discutir supuestas segundas intenciones, y observando sólo los métodos
usados, pero sin impunidad, porque un tribunal de ética arbitrario podrá ser llevado ante la justicia,
cesar en sus funciones por abuso de autoridad, y responder económicamente por daños y perjuicios.
El principal problema de la democracia es el del reparto de poder,
pues quien gane una elección por el 51% de los votos, se queda con el 100% del Poder Ejecutivo. Esto es
práctico, pero injusto y nada proporcional, lo que obliga a la oposición a trabajar para destruir y no para colaborar cuando es mejor sumar trabajo y talento aunque sea crítico, pues una oportuna crítica inteligente vale mucho más que miles de aplausos robotizados y obsecuentes. Obviamente una crítica inteligente sin prensa morirá en el olvido, y la opuesta obsecuencia mediática conseguirá publicidad oficial, y está en la perdida valentía de los hombres de prensa el cambiar eso, pues la actual entrega de silencios es pan para hoy y hambre para mañana, y es mejor sobrevivir en el sistema con dignidad, que vivir acomodado indignamente.
Comentario C: El poder económico no ve impedimentos morales en hacerle a los extranjeros lo que ya les hace a sus propios ciudadanos, por ejemplo usando tácticas comerciales desleales o políticas industriales más contaminantes en el exterior de lo que le permiten sus leyes locales. Aún al costo de privarnos de obtener ganancias, nuestro sistema legal debe frenar algo que siempre comienza con una operación de prensa [por ejemplo a favor de una petrolera o una minera].
Comentario D: Este tribunal es un organismo oficial, con infraestructura dependiente del sistema educativo, que convocará a los miembros del jurado por sorteo hecho entre todos los profesionales del rubro, para decidir sobre cuestiones que traten sobre la veracidad informativa, pero también sobre la operatividad y capacidad punitiva del tribunal, que jamás será sobre los pensadores o escritores [juzgables por sus jefes y por el rating], sino sobre las empresas que los publican o difunden, en especial con el objetivo de que las empresas del sector internalicen a la ética, en vez de conformar un tribunal de ética interna que sea un estudio de abogados especializados en encontrar las grietas del código para poder engañar con impunidad a los consumidores de información.
Comentario E: Las sanciones dependiendo del tipo de medio
podrían ser: ninguna-aprobado /
obligación de pegar o imprimir en la tapa una advertencia redactada por el tribunal /
rechazo con obligación de rectificarse / censura y retiro del material publicado / y para
medios audiovisuales, la suspensión temporal del permiso para emitir por una hora a designar
por el tribunal, incrementándose una hora más por cada reincidencia hasta llegar
a un máximo de 24 horas en una semana, siempre "corridas", y con la
obligación de emitir permanentemente el fallo del tribunal.
El veto especial que se incluye en ese artículo apunta a disuadir
a los medios para no generar información falsa "cruzada" en donde un medio
local opere contra un gobierno extranjero, a cambio de que la prensa de ese Estado que no cae
bajo la autoridad de nuestro tribunal de ética, calumnie impunemente a nuestro gobierno.
Comentario F: Por ejemplo:
[1] Cuando se afecte la estabilidad del sistema bancario, o se pueda
causar desabastecimiento o espirales inflacionarias apenas por temores infundados.
[2] Cuando puedan incentivar enfrentamientos entre civiles que, por su
número, superen la capacidad de las fuerzas policiales.
[3] Cuando indirectamente impliquen una apología del delito,
por ejemplo mostrando como héroes a golpistas.
[4] En los casos de justicia por mano propia que puedan desencadenar
imitadores locales atentando contra nuestro orden en venganza por conflictos raciales o sectoriales
externos.
Comentario G: Las plataformas superadas por otras formas de publicidad como los eslogans de campaña, hacen aconsejable el tener tribunales de ética profesional entre publicistas.
En realidad estamos haciendo las cosas al revés: el político promete y la gente vota, cuando debería ser la ciudadanía la que pida que le solucionen los siguientes problemas:
[1] Chagas, aftosa, brucelosis, leptospirosis, dengue.
[2] Villas de emergencia, desarraigo interno.
[3] Violencia familiar, violencia escolar, delincuencia.
[4] Pueblos pobres, políticos ricos.
[5] Desocupación.
[6] Justicia torpe, insensible, y sospechosamente lenta.
[7] Fuerzas de seguridad caras e improductivas.
[8] Depósitos bancarios y seguros nada seguros.
[9] Obras públicas y compras del Estado sobrefacturadas.
[10] Desproporción entre la calidad de las prestaciones que dan las empresas de
servicios [públicas o privadas] y su facturación a precios de monopolio.
Y luego que los políticos den examen para demostrar realmente que tienen
la idoneidad necesaria para resolverlos.
El problema es cómo arma la ciudadanía a esta lista y
cómo se decide si entre los temas va el de las inundaciones o las regalías
petroleras para las provincias productoras.
No sólo los medios, sino también los mercados son un
sistema de información. Acertadamente la teoría liberal dice que: "las necesidades
son ilimitadas y los recursos son siempre escasos", y que el mejor asignador de recursos fue
siempre el mercado oponiéndose al despilfarro de los políticos [liberales o
estatistas], pero, ¿ cómo podremos informarnos de las necesidades colectivas si nunca se las "licita" ofreciendo dinero ? y, de encontrarse la forma, ¿ qué pasará con los sectores más pobres que carecen de recursos económicos ?
Otra vez la solución pasa por no tener un solo Congreso sino una federación democrática de Congresos temáticos con más chances de que alguno acierte y luego los otros lo imiten.
Si todos los candidatos tuvieran inteligencia y honestidad, se eliminarían entre ellos antes de llegar a las elecciones, que existen porque desconfiamos de ellos al punto de permitirle a los partidos capitalizar en votos el odio hacia el que piensa distinto, creando nichos comerciales para los que los ayudan a sabotear la imagen del rival [publicistas y periodistas]. Prueba de esto es que las elecciones rara vez la gana el voto positivo por alguien, sino el voto en contra de alguien.
Por falta de inteligencia y honestidad no hubo un solo caso en la historia donde una plataforma haya sido tan inteligente que sus adversarios honestamente reconocieran su superioridad retirándose de la competencia ahorrando los gastos del comicio.
Las plataformas originales nacieron por el deseo de los políticos de rendirles homenaje a sus ideólogos. Hoy las razones son propagandísticas así los publicistas reemplazan a los ideólogos más que eficientemente gracias a la televisión. Los publicistas han hecho desaparecer a los ideólogos de las plataformas para que todo parezca ser generado por la inventiva del candidato: si se están reciclando ideas de Adam Smith, Karl Marx, o de Gandhi, Luther King, Mandela, etc., deben ser citados incluyendo el nombre de los autores junto a las citas, en vez de en un apéndice al final del texto. Por esto antes de su divulgación, las plataformas deben ser aprobadas por el tribunal de ética que podrá obligar a incluir las citas.
Pese a lo extensas que pueden llegar a ser, éstas son una simplificación casi insultante para el electorado al que va dirigida y nunca una plataforma le ha aportado algo nuevo a una ideología limitándose a repetir conceptos y encima mal, entonces, ¿ por qué sobrevive la costumbre de hacer plataformas que nadie lee [excepto los opositores, y obviamente para poder criticarlas], que nunca convencieron a nadie, y que al final parecen no convencer ni a sus autores visto que nunca se preocuparon por cumplirlas ?
La respuesta es por coherencia interna del partido [o alianza de partidos], para que todos digan lo mismo y no se contradigan durante la campaña, para identificar a los otros como "el mal", y para hacerle creer al pueblo que está viviendo una época histórica de cambios para el país, y que para ello es indispensable un determinado líder político y no otro [como si para operarse hubiera un sólo cardiólogo, o un sólo traumatólogo, etc.].
Las plataformas son largos recetarios que con posterioridad nadie cumple,
sea del partido que sea [comparadas con los actos de gobiernos posteriores, resulta que el
único que casi cumplió su plataforma fue Adolf Hitler]. Las plataformas de los derrotados tendrán un 0% de influencia en
el gobierno pese a que lleguen al 49% de los votos y, la democracia, debería hacer algo
para que ese 49% se concrete en la práctica, por lo menos cuando quien obtuvo el 51% de
los votos no cumple lo que prometió.
Fundamentar la relación entre dirigentes y el electorado sobre
promesas demostró ser definitivamente infantil si no hay un método de
coherción para que las promesas se cumplan, pero, un tribunal de ética rara
vez podrá argumentar que una promesa es inevitablemente una mentira, de modo de poder
intervenir y forzar a su retractación, o dejando sin "aire" a quienes difunden falsas
promesas, o hacen falsas acusaciones o "campañas sucias".
Comentario H: Esto es válido para las operaciones de prensa ejecutadas por los oficialismos o por los opositores.
Comentario I: Si los comunicadores no fueran ignorantes, o amarillistas en
busca de unos pocos puntos de rating, cuestiones importantes pero no pulidas podrían ser incineradas en los medios
imposibilitando madurar y evolucionar causandole un perjuicio a la sociedad.
El secreto no es una herramienta para ocultarle información al
público, sino para no "poner la cabeza en la boca del lobo" para ocultarla ante la prensa cuando se estime que
determinados temas escabrosos serían inescrupulosamente aprovechados para hacer "un circo" mediático
sólo por ganar rating, y perjudicando la realización de lo decidido por el gobierno, por ejemplo, un tema como
el del delito y la seguridad personal que inevitablemente llevaría a explorar la hipótesis de la libre
portación de armas, podría ser fácilmente aplastado por las críticas periodísticas que
no tendrían pudor en marcar al promotor del debate como a un partidario a favor de los asesinatos. Sin embargo, si el debate
lleva a estudiar experiencias exitosas como la de Australia, entonces la noticia ya sería posterior y una muy difícil
de acribillar: "debatieron la libre portación contra el sistema australiano".