1] Introducción: La tecnología está en revolución permanente alterando economías estables, hundiendo a unas y llevando bonanzas hacia otras, y al mismo tiempo sube salarios en una y genera desocupados en otro lado, y los desocupados, descontentos, y los fracasados dentro de todo sistema son y serán siempre el caldo de cultivo ideal para la prédica de líderes inescrupulosos y violentos.
La multidemocracia es revolucionaria frente a la partidocracia de finales del siglo XX y
comienzos del XXI, pero, será el conservadorismo del futuro cuando surjan nuevas ideologías o personalismos, sin
subestimar la posibilidad de que resuciten a viejas ideologías fracasadas hoy caídas en el desprestigio institucional
por la violación de los derechos humanos, y en la miseria económica porque Marx se equivocó absolutamente en todo
excepto en cómo asaltar el poder y retenerlo fusilando a compatriotas hasta silenciar a todas las críticas y obtener una
sumisión del pueblo incondicional, como sucede en Cuba, Venezuela, y Corea del Norte.
2] Artículo 40 [esbozos previos]: Las revoluciones implican cambios
violentos con pérdidas de vidas que deben evitarse, simplemente, permitiendo que el sistema se cambie votando,
pero, frente a una multidemocracia cualquier revolución tendría que enfrentar a un sistema de múltiples
cabezas y, por lo tanto, habría un cambio gradualista y no revolucionario, entendido como cambiar todo con un
sólo golpe de mando de la noche a la mañana.
[A] Se admite la existencia de partidos políticos como centros de debate sin poder
político, ni militar, ni derechos especiales para peticionar a las autoridades, ni el manejo de fondos públicos,
ni la concesión de ningún tipo de subsidios.
Los partidos, incluso los clandestinos, tienen tendencia a los cultos personales o verticalismos y son un retroceso
de la democracia hacia un tipo de feudalismo. Estos tienen el mismo estatus que las sectas y no deben ser censurados,
ni proscriptos, ni erradicados, ni mucho menos exterminados como se hizo bajo gobiernos peronistas y militares, sino confrontados
con educación y de ser necesario con la justicia.
Deben ser penadas sus técnicas de captación, la financiación externa,
y el terrorismo, sin aceptarse en ningún caso excusas como la de calificar a delincuentes comunes, vándalos, y hasta
homicidas como "presos políticos", a cuyos líderes hasta les puede caber la pena de muerte si el fallo de la
justicia es refrendado por los deudos de sus víctimas.
[B] Las nuevas ideologías estarán encarnadas en personas que
tendrán que trabajar en alguna actividad, y por lo tanto sus congresos departamentales serán el lugar
primario para debatir, incluso si se proponen destruir a todo este sistema para instrumentar a otro, y la base de
coincidencias mínimas para comenzar cualquier debate es que lo nuevo de ninguna manera implique perder derechos
ya conquistados, o el cederle privilegios a una persona o a un grupo de personas.
[C] Si el grupo de personas revolucionarias es otra vez el de las fuerzas armadas, no se
les dará atención médica, ni educación a sus hijos, ni se les suministrará
energía eléctrica ni ningún otro servicio a sus domicilios, ni habrá ningún tipo
de colaboración civil.
[D] Si las revoluciones son intradepartamentales, primero, el Departamento de Estado
no puede colapsar y dejar de dar los servicios que justifican su existencia, pues todos los responsables oficialistas
y opositores deberán responder con sus patrimonios ante la justicia, por mal desempeño como funcionarios
públicos y, luego, quedar inhabilitados de por vida para la función pública.
Si el conflicto es municipal a causa de elecciones muy reñidas, supongamos
51% a 49%, con una manifiesta emenistad personal entre los candidatos y sus seguidores que llevan el enfrentamiento a
las calles, si las leyes internas no preveen la falta de gobernabilidad derivada de esto, la intervención
federal podrá disponer un nuevo reparto del poder, de la siguiente manera: 100% del poder para el sector que
obtuvo el 51% de los votos con el 100% de la auditoría para el sector que obtuvo el 49%, pero por el 51% del
tiempo predeterminado para su mandato, que será completado en las mismas condiciones por el dirigente que
obtuvo el 49%, y que durante el gobierno de su opositor deberá abandonar el municipio [deberá mudarse
a un municipio vecino pero nunca colindante con el suyo, siempre con la aprobación de la intervención
que será la responsable de su seguridad y de la de su familia mientras perdure el estado de beligerancia
interna].
[E] Las revoluciones "independentistas" se eliminan de raíz, y el
municipio, grupo de municipios, o una antigua provincia que quiera dejar de partenecer a la Nación, lo pide
al Congreso para que automáticamente se retiren todas las oficinas estatales e inversiones públicas
del territorio y se le conceda la independencia de la misma forma que un padre deja ir a su hijo de su casa.
[F] Lo opuesto serían las revoluciones "unionistas" con otras naciones,
y simplemente serán aceptadas de cumplir con los siguientes requisitos:
[1] No se aceptará a Buenos Aires como sede del nuevo gobierno, seleccionando
a otras ciudades en forma rotativa por concurso.
[2] Que los billetes de la nueva nación no lleven rostros humanos.
[3] Que el nombre de la nueva nación sea "Multidemocracia".
[4] Que el himno no sea una marcha militar, y que inicialmente se elija por concurso sólo a una música, sin letra.
[5] Hacer la nueva bandera en blanco y negro con el símbolo de la cruz del sur
[que también servirá de escudo], y que en cada lugar les pongan los colores que más les agraden.
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3] Comentario: Buenos Aires está prudencialmente vedada porque
tiene el poder económico suficiente para producir desequilibrios a su favor, como lo atestigua su historia.
Luego la provincia de Buenos Aires queda vedada por algo similar hasta que se la subdivida en no menos de cinco nuevas provincias,
o algunos municipios populosos adquieran el estatus de "Ciudad autónoma".
Puede parecer algo simplista, ¿ pero cómo planear
tomar el poder para instalar una dictadura en un lugar que se llama "Democracia" ?
El ejemplo muchas veces visto de las "contrarrevoluciones" también
enfrentará el problema de derrocar a un sistema de múltiples cabezas.
Incluso una contrarrevolución triunfante, no va a poder encarcelar a todos los
dirigentes políticos de la multidemocracia, porque en el Departamento de Estado de Salud llegó a su
dirección un médico por sus antecedentes profesionales, y no por ser un "político"...
¿ qué van a hacer, van a encarcelar a todos los médicos por ejercer la medicina, a todos los docentes
por ejercer la docencia, etc. ?
También podría haber otro "17 de octubre", y que una multitud
enamorada de un líder, salga a las calles y haga huir a un gobierno de carácter débil [muy
posible tratándose de médicos, docentes, etc.],
pero, ¿ cómo pretender volver hacia atrás si la multidemocracia le toma al partido
peronista casi hegemónico durante 60 años, todos los sindicatos [que nunca tuvieron poder,
más que para secundar y obedecer a sus políticos] y los convierte en parte del gobierno,
o sea: su fuerza principal ya está en el gobierno... sólo que comportándose bien
[¿ alguien va a hacer una contrarrevolución para perder poder ?].
Sin importar a quiénes benefició más o menos, por innumerable
cantidad de anécdotas contadas incluso por sus propios seguidores, todos sabemos qué clase de intolerante
prepotente fue Perón, y cómo los líderes posteriores de su partido han seguido su ejemplo,
porque saben que hay una aureola del mando que encandila, magnetiza, y doblega voluntades, pero, todos los que
por estar alejados no caemos bajo su "campo hipnótico", siempre hemos visto a los Hitler, Mussolini,
Perón y Evita, Fidel Castro, y Chávez, como payasos grotescos [¿ alguien va a hacer una
contrarrevolución para seguir a un payaso ?]. Bueno, como ya ha sucedido, entonces a no subestimar a los
payasos, pero, sin llegar a exigir ¡ maten al payaso !, y que la extrema división de los poderes
de la multidemocracia a los sumo les permita conquistar alguna "quintita" y quemarse las manos solos
tratando de conducir algo con más eficiencia que en el resto de los Departamentos de Estado que, con muy
raras excepciones, van a ser todos de clase media, la clase favorita con la que se ha ensañado el peronismo
[¿ alguien va a hacer una contrarrevolución para que se castigue a su propia clase social ?].
La clase baja está donde está por su ignorancia e incompetencia... ¿ y va a hacer una
contrarrevolución porque cree que puede conducir mejor los Departamentos de Estado ?, y nuestra
pintoresca, divertida, y desmovilizada clase alta... ¿ va a dejar de jugar al polo para ponerse a complotar ?,
bueno, si ningún gobierno comete
la imbecilidad de expropiarles los campos de polo para darle esos terrenos a dirigentes de la izquierda sembradora
de odios como D'Elía o Milagro Sala, para que allí hagan de las suyas, la clase alta va a estar
más satisfecha con un gobierno de clase media que con otro gobierno de los nuevos ricos embanderados en la
defensa de los pobres.