[45] CONTRATOS Y MANDATOS

1] Introducción: En la economía global el dinero de todos los trabajadores es más que el de todos los capitalistas, pero, los primeros no imponen estratégicamente el peso de su capital, sino que corren a implorar contención psicológica de parte de los políticos, que se publicitan como los únicos con fuerza para enfrentar al mercado libre y "salvaje" [según su limitada jerga], ¿ no lo cree ?, pues eso se debe a que en la ecuación no está sumando al capital humano, porque si lo hiciera terminaría por aceptar rápidamente a una ramificación nueva del liberalismo al que he llamado como "laborocentrismo".
La solución pasa porque los supersindicatos en vez de dejar que los trabajadores le regalen su dinero al sistema previsional que "traga" y nunca devuelve, puedan ser prestamistas desplazando el centro del capitalismo, y el gancho para que los supersindicatos puedan concentrar esas enormes masas de dinero tiene un título al mejor estilo progresista: "contrato laboral de por vida con seguro de desempleo". Esto sólo es posible con una estrategia impensada para los liberales: la afiliación a los sindicatos debe ser obligatoria desde el nacimiento, y que es impensada porque es sacrílega a un concepto liberal que no es una ley sino un dogma de fe... y los paradigmas pueden caer [y eso pule mejor al liberalismo de algunas aristas conservadoras].
El contrato de por vida se consigue con un título desde albañil hasta ingeniero, por lo tanto la educación debe cambiar de su "polimodalismo" nulo a un especificismo consistente en detectar temprano las capacidades de cada niño y llevarlo a buen puerto sin desvíos aprovechando mejor las vocaciones tecnológico-científicas por sobre las humanistas, y si alguien sólo es bueno para los trabajos manuales, no frustarlo pues en alguna otra etapa de la vida podrá retomar los estudios y seguir creciendo.
El gran objetivo de la política es obtener la felicidad del pueblo y choca con la disparidad de criterios al definir qué lo hace feliz más allá de poder vivir con todas las comodidades posibles, que se premien los esfuerzos individuales [y que este detalle no siembre envidias]. Esto llevaría décadas de debates, si no fuera por la siguiente división de la sociedad en dos grupos, el grupo básico "A" que es feliz generalmente cuando está consumiendo y el minoritario grupo libre "B" que es feliz creando.
El integrante del mayoritario grupo básico no corre riesgos y delega el poder en otros aceptando de buen gusto el recibir órdenes si eso le asegura incrementar su poder de consumo.
El del grupo libre [artistas, inventores, investigadores y hasta cualquier trabajador que disfruta al ver su obra cada vez más cerca de la perfección], suele correr riesgos y no le gusta mucho recibir órdenes: es un cuestionador nato.
El gran defecto de "A" es la envidia, y su virtud es la fuerza.
El defecto de "B" es cierta cuota de autismo social [o "Asperger"], por no entender las ironías y caer fácilmente con las mentiras, y su virtud es la inteligencia, que tiene la misma que "A" pero focalizada toda en un solo punto... y "B" está empecinado en aprovecharla.
Estos grupos no son antagónicos ya que si alguien crea es para que otro consuma y todos somos, en mayor o menor medida, creativos en algunos aspectos y consumidores en otros.

2] Artículo 45 [esbozos previos]: Esta Constitución deberá plebiscitarse, y aprobarla implica para el votante ceder derechos ante algunas autoridades dedicadas a coordinar los esfuerzos públicos para satisfacer todas las necesidades de defensa de las libertades, derechos, y bienes personales, más la búsqueda de la excelencia en la atención de la salud pública, y que se garantice la igualdad de oportunidades sobre la base de una educación a elección ventajosamente financiada, porque nada es gratis... carajo.
[A] Como el contrato social en este sistema se realiza entre los trabajadores que financian al Estado, el trabajo en si mismo pasa a ser una de las necesidades que el Estado debe procurar devolverles contratando por medio de los sindicatos "de por vida" a todos los trabajadores y alquilando la fuerza de trabajo excedente a sus necesidades a la actividad privada o al Estado.
[B] El trabajador que se autorrepresenta y no le genera gastos al sindicato al que está obligado a afiliarse, no tendrá los correspondientes descuentos. Si renuncia a acudir a la educación pública para si mismo o para sus hijos [misma que no será gratuita sino por pago diferido], si renuncia a la jubilación, como también si renuncia al servicio de la salud pública para contratar todo en el sector privado, de la misma forma no se le hará ningún descuento sobre sus ingresos, excepto por el impuesto a las ganancias, el seguro obligatorio por accidentes de trabajo, el seguro de desempleo, el servicio de primeros auxilios y translado para accidentes en la vía pública.
[C] Los planes para la construcción de viviendas sociales en poder del Estado nacional o provincial se desactivarán una vez terminadas las obras en construcción. Los siguientes planes serán decisión o de los municipios o de los Departamentos de Estado, y se financiarán con sus recursos.
[D] Los trabajadores podrán cambiar de sindicato en forma automática al cambiar de trabajo y comenzar a aportarle a otro, esto incluso es válido para los estudiantes capacitados por un sindicato y que luego pasen a tener un primer trabajo en su área pero en otro sindicato [por ejemplo un piloto que no trabaje transportando turistas, sino en un avión sanitario, tiene derecho a pasar al sindicato de auxiliares de la salud]. En ambos casos el primer sindicato le podrá pasar la factura al segundo por los gastos de formación.
[E] El contrato social entre los ciudadanos y el Estado tiene tres etapas, una nacional en donde todos se presentan para registrarse como aspirantes o como trabajadores que pueden ser libres o trabajadores del Estado, y en esta etapa el Estado le entrega una lista de sus obligaciones con la patria. La segunda etapa es departamental donde el trabajador se registra para que se le asigne un trabajo o el lugar en donde deberá capacitarse, y tras eso se le de una lista con sus derechos.
El pacto final es entre colectivos: A la Nación la administran los sindicatos, por ejemplo el sindicato donde está todo el personal de la salud también tiene entre sus afiliados a todo el personal profesional y administrativo del ex ministerio de Salud, y en los casos en donde coincida un sindicato con un área de gobierno, pues el Estado firma un pacto por el cual le delega obviamente la atención de la salud que no debe volver a estar en manos de los políticos después de los negocios fracasados que intentaron hacer durante la pandemia del Covid-19 con laboratorios de amigos y con dictadores de países aliados, no de Argentina, sino de un partido izquierdista cleptómano, con un saldo de 130.000 muertes "de la derecha" según su mente perversa que divide a la socidad en amigos y enemigos.
[F] El contrato social entre los ciudadanos y los funcionarios de su sindicato tiene las debidas garantías para los derechos laborales y ya no "sociales" que han sido un engaño: Los plebiscitos internos serán siempre vinculantes o definitivos, y los que no serán definitivos son los mandatos de los funcionarios pues serán todos revocables, ya sean mandatos representativos, imperativos, o puntuales, con la discrecionalidad y responsabilidad propias del cargo según las atribuciones que por sus propias leyes internas les cedan los organismos que los elijan para representarlos o dirigir su administración.
En la carrera administrativa pública hay una revocación automática pues todos los funcionarios electos son incompatibles para volver a competir en elecciones o en concursos para ocupar puestos de jerarquía menor a los ya desempeñados en cualquier rama de la función pública. Un funcionario puede contratar a un ex-funcionario como asesor, pero en forma privada sin que éste obtenga un cargo rentado dentro de la administración pública.

3] Comentario A: Rousseau sostiene que la sociedad nació por un contrato "social" [imaginario y nadie nunca firmó ni aquí ni tampoco en su Francia natal] por el que todos cedimos parte de nuestra libertad ante el Estado que pasaría a encargarse de lo que se dio en llamar "bien común" y, el siguiente es el cuadro más breve [y pretender más cosas del Estado, no implica oponerse a esta primera síntesis expresada en este artículo 45]:

Es evidente que si se quiere que el Estado cumpla con lo descripto en el primer cuadro, habrá que pagar por ello, o sea nada diferente a pagar las expensas comunes para que funcionen los ascensores del edificio en el que se vive.
Aquí es donde me abro y creo una nueva rama del liberalismo, porque como todos pagamos gracias a nuestros respectivos trabajos, aquí es donde los liberales disparan en dirección contraria al del resto de la sociedad: para el liberal el trabajo es su "recurso", en cambio, para el grupo mayoritario que no crea su trabajo, el mismo no es un recurso sino una "necesidad" y como tal junto con la salud, educación y defensa, hay que incluirlo en el cuadro de necesidades y, aquí vuelvo a la raíz liberal: "las necesidades no crean derechos" y... ¿ alguien se preguntó si la paz es un derecho ?
Ahora bien, ¿ si el trabajo se incluye entre las otras cosas que el Estado debe proveer, con qué se pagará por ese servicio ?
Pues se pagará con la paz social, porque al grupo mayoritario se le da lo que no muy fundamentadamente reclama, o rompe unilateralmente el pacto social con el Estado [vandalismo, saqueo, y luego algunos grupos de oportunistas le agregarán robos y secuestros].
Negar la doble naturaleza del trabajo, como recurso y como necesidad, permite que el mismo sea usufructuado indebidamente en lo que se ha dado en llamar "explotación", lo que se resuelve agregando en el item "justicia" a la defensa contra el liberalismo graciosamente llamado "salvaje" [tal vez el mercantilismo sea salvaje, mientras que el socialismo es despiadado], que así dejará de serlo para pasar a ser "civilizado", definido como el liberalismo que no usa al trabajo como variable de ajuste, ni mucho menos el que privilegia los libros contables de las empresas sin importar que aumente el malestar social de la mano de la desocupación.
La paz social no es incluida como un capital de las empresas, pese a que su pérdida traerá innegables costos como los que se deberán invertir en seguridad extra de las empresas y de sus dueños y gerentes, como tampoco contabiliza los días de trabajo perdidos por las jornadas de protesta de los trabajadores, el quite de colaboración, los gastos para "arreglar" a los sindicalistas, etc., y todo como consecuencia de no saber llevar bien la contabilidad al presuponer que la paz es gratuita, y no que como hay que pagarla debe figurar en los libros contables, y por lo tanto vigilar su evolución de la misma forma en que los empresarios vigilan el ahorro de energía, la mejora de los procesos de producción, las innovaciones técnicas, etc.

Comentario B: De esta forma nadie pagará nada dos veces, y los trabajadores libres que son solidarios con el resto de los trabajadores con sus subsidios de desempleo, no lo serán con la salud, excepto para los gastos de atención primaria en la vía pública y el translado en ambulancia, de la misma forma no le serán realizados descuentos sobre sus salarios para pagar la educación pública excepto por las áreas de evaluación, ni con los fondos para la vivienda, ni los fondos para apoyo de las PyMes de su área, o cualquier otro fondo sectorial creado con descuentos sobre los salarios, como por ejemplo los destinados a la reconversión del personal, maestrías, etc.
Para el caso de accidentes que deban ser tratados de urgencia en centros de la Salud Pública, ésta le pasará la factura de sus gastos, no al accidentado, sino al servicio de salud por este contratado.
Aceptemos que hay prioridades dentro de la salud y la educación que son indiscutiblemente solidarias, mientras que demandas como las de cambiar de trabajo, o de vivienda, no pueden forzar a colaborar a quienes al mismo tiempo están tratando de trabajar y construir sus casas o las de sus hijos sin pedirle ayuda a nadie. La salud debe ser solidaria porque un accidente lo puede tener cualquiera en cualquier lugar y no precisamente frente a su empresa de salud prepaga, pero... ¿ y la educación por qué debe ser solidaria ?: pues porque eleva el valor de la gente, así dicho de forma "salvaje", nadie vale más por ser un santo sino por ser un buen plomero, carpintero, vendedor, o ingeniero, y como ellos ganan más aportan más al sistema jubilatorio que un vago inepto para cualquier actividad productiva. [Nota: Un buen plomero se sabe hacer una casa, y no sé si un ingeniero se daría maña para hacer apenas un quincho en el fondo del parque trasero de su casa]. Decimos con razón los liberales que el mercado es un sistema de colaboración social donde usted se compra un costoso equipo de audio porque alguien supo hacerlo y otro sujeto hizo buena música, y es obvio que la colaboración social funciona mejor con gente capacitada, entonces aportemos impuestos razonables para que el conservatorio sea gratuito mientras se estudia y su pago en devolución sea largamente diferido y en cuotas cuando el músico trabaje... o no se queje por la música aborrecible del primer cuarto del siglo XXI, o porque un plomero le rompió media pared y un sector del piso y como no sabe de albañilería va a tener el baño inutilizable varios días hasta conseguir un albañil.

Comentario C: Esta es una inevitable solución anticlientelismo, y antilentitud del Estado, mismo que sólo será llamado a actuar como "constructor de viviendas" después de una catástrofe natural que desborde la capacidad de respuesta de los sindicatos y municipios.
Si durante años se dilapidó dinero en el improductivo servicio militar, ¿ por qué no trabajar al servicio del Fondo Nacional de la Vivienda ? en donde con un año de trabajo social construyendo viviendas, entubando arroyos, haciendo defensas permanentes contra las inundaciones, o instalándole agua potable y cloacas a un pueblo, al final un ex inútil para cualquier actividad productiva se cobra el trabajo hecho con una vivienda, o con certificados para adquirir terrenos o materiales para la construcción [para el trabajador que prefiera gastarlos en remodelar la casa paterna en vez de tener la propia]. Bueno, esto no se puede hacer porque la gente adulta es libre de no estudiar y no trabajar, pero, si el subsidio de desempleo o plan social gratuito que obsequia el Estado lo tuviese que hacer el municipio en donde los inútiles mencionados usurpan terrenos comunitarios... los votantes del mismo pueden autorizar a su intendente a negociar con ellos, o incluso a chantajearlos para que trabajen o se los expulsa del municipio. Esto claramente no es liberalismo sino democracia que como ya expliqué debe estar funcionado antes de practicar el liberalismo como se debe: no hay ciudadanos porque sí sino porque trabajan, y ellos son los propietarios del gobierno y no le deben nada a los "excluidos" que en realidad son "autoexcluidos", salvo ser solidarios con su salud y capacitación, y si no la quieren se acabó el "pacto social" en cada municipio en donde los votantes y contribuyentes se harten de tener paciencia y lástima y tomen decisiones por quienes dentro de su inutilidad para toda actividad productiva incluyen a la inutilidad para saber lo que les conviene, y por eso desde hace dos décadas trabajan de marchantes y protestantes, encima, para molestar con piquetes a los que trabajan, y esto claramente no es liberalismo porque un gobierno liberal no hace obra pública sino que la compra al que la venda "llave en mano" más barato por no ver al trabajo como a una necesidad, y no olvidemos que tiempo atrás gobiernos liberales fundacionales entendieron al servicio militar obligatorio como a una necesidad. Entonces si la gente lo vota habrá una constructora estatal municipal pagada no por la Nación sino por quienes vivan allí [se puede también contratar a una empresa privada para verlas competir y, aunque la pública pierda en la comparación, pues podrá evolucionar y mejorar gracias a la competencia].
El sistema no sólo le enseñará un oficio a miles de adolescentes desorientados sino que, en casos de recesión, le permite a los desocupados convertir eso en obras para el país y construir su propia vivienda o mejorar la que ya se tiene.
Durante años hemos puesto a nuestra juventud a jugar a los soldaditos bajo el mando de semianalfabetos abusivos con delirio de grandeza, ¿ por qué no armar un ejército de trabajadores con ingenieros, arquitectos, electricistas, gasistas, y miles de obreros haciendo algo útil y libre, porque el que no quiere no entra [ni sorteos, ni exámenes médicos, ni "único sostén de madre viuda", ni otras excusas esgrimidas por años por los "nenes de mamá"]: el que no lo quiera no entra pero se va del municipio que hizo todo lo posible por incluirlo ?
¿ Cuál es el problema de poner al problema de la desocupación a solucionar el problema de la falta de viviendas ?, ¿ pues porque el liberalismo dice que lo estatal es ineficiente ?, de acuerdo eso es indiscutible y está bien probado, pero... ¿ no están dejando afuera al tema de la paz social ?
La falta de dinero no es el obstáculo real para la educación laboral y el nuevo Fo.Na.Vi. ya que los individuos volcados al delito nos hacen perder miles de millones de dólares más. Si para robar un autoestéreo se asesina a un médico ¿ cuánto le costó a la sociedad formar a ese profesional, cuánto nos cuesta una familia destruida, y cuánto dinero en fuerzas de seguridad, todo por unos miserables gramos de cocaína a cambio de un autoestéreo ?
Hagamos un pacto social real: Todo lo que quieran lo podrán obtener, pero, no a cambio de su voto a un político "prometefácil", sino a cambio de su esfuerzo personal y, a más esfuerzo, más cosas se obtendrán [simple y justo] incluso para el que pasó toda su vida afuera del sistema estatal para competir en el libre y terminar en la ruina: se inscribe en el sistema estatal y se le da un trabajo cavando zanjas o apilando ladrillos en obras públicas a cambio de comida, vivienda y el cuidado de su salud y cuando sus huesos no soporten más, cortará el césped de los parques públicos hasta los 99 años [mucho más saludable y útil que hacer yoga en un asilo].
De los nuevos Fo.Na.Vi. se sabrá cuánto nos van a costar "al centavo", pero, lo que la sociedad viene perdiendo año tras año no se ha contabilizado y la sociedad se pauperiza por el vandalismo, pero, eso no queda registrado en los libros contables oficiales como para que después se pueda destinar la misma cifra del presupuesto nacional, provincial, y municipal, al nuevo Fo.Na.Vi. [que ya debería llamarse: Fo.Mu.Ni.].
Simplemente si no sabemos ni cuánto tenemos, ni cuánto perdemos, menos sabremos cuánto tenemos que invertir y la falta de profesionalidad de nuestros contables debe ser subsanada con las estadísticas de seguridad y si a comienzos del siglo XXI se pierden siete vidas diarias en robos a mano armada [por sumas de dinero insignificantes], habrá que aumentar los presupuestos de los Fo.Mu.Vi. año a año hasta que no hayan más robos, y hasta que aprendan a controlar [o se incentive desde el Estado] su tasa de natalidad que debería ser una pirámide invertida.

Comentario D: Las personas jóvenes que hoy inician su capacitación y que se incorporarán a la fuerza laboral dentro de 6 o 7 años, son el grupo minoritario que si conseguimos sacarlos de las calles y hacerlos terminar su educación, tendrán la opción de cambiarse del sistema en el que los inscribieron sus padres y, no sólo habrá que reglamentar los pases del sistema de trabajo y vivienda, sino crear un juzgado de rápido accionar para resolver los cientos de combinaciones y complicaciones personales que tenga la gente [el hijo de un pescador quizás quiera comprar su propio bote en vez de construirse una casa, por lo tanto, ¿ para qué enseñarle a revocar, soldar caños, o pasar cables eléctricos ?].
Si un padre albañil inscribe a su hijo en un sistema que si éste ni estudia ni trabaja autoriza al Municipio a llevárselo de su casa para ponerlo a trabajar remodelando el estadio municipal de fútbol de Mar del Plata, el "movilizado" se presenta ante el juez con el certificado de trabajo de su abuelo pescador y se cambia de sistema sin perder ni tiempo ni dinero porque, el país también necesita pescadores, granjeros, carpinteros, etc.

Comentario E: En este cambio de sistema al sindicato se lo asciende a supersindicato, y al ex ministerio [ministro comienza con "mini" porque es un funcionario menor] se le da autonomía y pasa a ser un Departamento de Estado, y la persona elegida entre ellos para dirigir al Departamento tendrá el mismo nivel institucional que el abogado que preside a la Corte Suprema, o el del anterior cargo de presidente de la Nación, o sea que el gabinete del poder ejecutivo ya no va a estar lleno de ministros polifuncionales elegidos a dedo, sino integrado por Presidentes profesionales en lo suyo, que rotarán en la presidencia formal para cuestiones ceremoniales, pudiendo comenzar la rotación por el Director electo con más votos. De esta forma el contrato social le asegura a todos los trabajadores que el presidente va a ser de su sindicato un mes al año.
El Departamento de Estado del Trabajo, que reune a todos los sindicatos que no son un departamento de Estado [médicos, docentes, abogados, industriales, transportistas, comerciantes, ganaderos, hoteleros, economistas, militares, policías, petroleros, ingenieros], tiene derecho a que su Director ingrese al gabinete y seguramente por el caudal de votos sea el primer Presidente formal de la multidemocracia, ¿ pero cuál de todos los sindicatos aquí reunidos: vidrieros, tapizadores, relojeros, carpinteros, empleadas domésticas, electricistas, plomeros ?, pues bien, mientras este Departamento se organiza y resuelve su democracia interna, en honor a lo que representa para nosotros la religión cristiana el primer presidente debería ser un carpintero.
Desaparecerá el Ministerio de la Mujer que no podrá nunca ser un Departamento de Estado porque: se es mujer y no se trabaja de mujer. Cada sindicato internamente en libertad puede organizar una oficina de control especial para las condiciones de trabajo de las mujeres, o dos: para las mujeres, y para los que se crean mujeres.

En los grandes centros urbanos la educación pública podrá liberarse de una enorme cantidad de responsabilidades gracias a incentivar la creación de cooperativas de docentes que autogestionen escuelas que compitan contra las privadas. De la misma forma, la opción "cooperativa" en otras áreas sirve para que el Estado se libere de responsabilidades incubando empresas.

Comentario F: Los plebiscitos serán siempre vinculantes pues no son una concesión de los gobernantes sino al revés, y por el mismo motivo los mandatos tienen características específicas como las de ser representativos, imperativos, o puntuales, y todos ellos revocables.
El grupo libre "B", firmará el contrato social porque le alcanza con que se respeten sus bienes, pero, el grupo mayoritario básico "A" al que habría que darle trabajo acorde a su actual capacitación y satisfacerle sus necesidades de consumo nos presenta un problema mayor porque algunas personas tomarán decisiones sobre como será la vida de otras y, elegir a esas personas a las que encargarle nuestro futuro es el gran problema político que se divide en dos partes: por un lado la estructura de la democracia [lo que se acuerda entre los ciudadanos trabajadores y la Nación arrastrando a los sindicatos a cumplirlo] y por el otro los políticos al frente de los sindicatos y Departamentos de Estado, como sujetos con ambiciones [que pueden ser sociales, como también de poder, prestigio, etc.] y no como engranajes de una máquina impersonal [cargos para los que el nuevo sistema impone todo tipo de bloqueos para eliminar a los viejos "políticos de carrera", uno de ellos es la revocatoria automática, con cierto paralelismo con el "pase a retiro" de los militares, en una carrera en la que sólo se puede ascender].
¿ Deben ser personas del mayoritario grupo "A" [el de los consumidores y trabajadores básicos] las encargadas de resolver los problemas que precisamente castigan más al grupo "A" ?: Democráticamente hablando deberían, pero resulta que no son las personas indicadas como las del grupo libre "B", que podrán ser creativos y hasta haberse capacitado mejor, pero eso tampoco quiere decir que sean infalibles.
De lo que estamos seguros como para no reincidir es que muchos votos no le aumentaron a nadie la creatividad, inteligencia, e infalibilidad, por lo que tras "firmar el contrato social general" votándolo, luego habrá que ir a los sindicatos a firmar en serio para optar por "A" o "B" en los contratos de trabajo, vivienda, etc.
Antes había voto directo, listas sábanas, y una espera de cuatro años hasta la siguiente elección. Ahora habrá voto directo, indirecto, y departamental, con mandato puntual, imperativo, y representativo [según los problemas que se les encarguen solucionar a los votados] y todos revocables, con elecciones legislativas por concursos y sorteos, y todas estas garantías se dan porque, aunque el sistema en su complejidad podía dejarlo oculto, la verdad indiscutible e inevitable es que al mayoritario grupo "A" lo va a gobernar alguien del minoritario grupo "B", ya sea por su origen, o porque el ejercicio del poder lo convierta en "B".
Si la economía se ve malograda en circunstancias en que la competencia desregulada falla, tanto peor cuando directamente no hay competencia y, hasta ahora no hubo opciones al reinado del mandato representativo, y este es el nudo del problema de un liberalismo que progresa en lo económico y se ha estancado tanto en política porque al mandato representativo no le ha surgido ninguna competencia que lo obligue a mantenerse en forma.
Democracia no es sino "formalmente" el gobierno del pueblo y sería preferible al momento de recurrir a un número reducido de representantes ante la imposibilidad de gobernar con multitudes, el que se elijan a los mejores, pero, curiosamente esa farsa en la que terminó la democracia argentina, no selecciona a los mejores sino a los más amados y estos se mantendrán en el poder mientras el balance entre amor, odio, o indiferencia que despierten entre su pueblo, les resulte mínimamente favorable.
Obviamente si se tuviesen certezas sobre la capacidad, imparcialidad e idoneidad de los representantes no habría que recurrir a las subjetivas simpatías, carismas, amistades o lazos familiares como se viene haciendo desde que se inventó la democracia que podrá perfeccionarse, pero, nunca dejará de ser nuestra "segunda opción" ante la imposibilidad actual de poder seleccionar a los realmente mejores e infalibles.
Entonces, teniendo bien en claro que la democracia representativa no sólo es nuestra segunda opción sino que en su actual grado de evolución es en todo el mundo aceptada su imperfección, pues quienes obtienen el poder abusan de él ante la falta de controles, o por tener tanto poder como para evitar esos controles, sumado a que quienes les ceden el poder a esos funcionarios votan mal, o mal informados, o aunque el voto sea libre indisimuladamente se ha manipulado infinidad de veces a la opinión pública para obtener su voto, tomemos como objetivo de mínima el que la revocación de los mandatos sea rápida, y que no haya reciclado de funcionarios gracias al "no descenso" que impone la revocación automática, de manera que en la función pública sólo se ascienda y que forzados por la imposibilidad de descender los funcionarios deban dejar el Estado, y pasar a trabajar en la actividad privada, formateándolos mentalmente para tener algún día que "bajarse del caballo", lo que creo que implica el ejercer su temporal cuota de poder con modestia [y con esto, modestamente, creo que ya pensé en todo].