Falta de garantías para los depósitos, para el cobro de los seguros, para el cobro de los cheques, para recuperar los aportes previsionales, y para las pequeñas inversiones bursátiles.
Si como consecuencia de igualar exportaciones e importaciones, se pasa a considerar a los préstamos tomados en el exterior como "importación de capitales" que deberán poseer los previos derechos de importación, eso evitará la llegada del capital "golondrina" pero sobrecargará el sistema de financiación local que deberá modificarse más allá de ajustar inicialmente a los encajes mínimos para poder cubrir una mayor demanda de fondos,
previo al cambio del actual sistema bancario por otro sistema sin banqueros, sin bancos, sin cajeros, sin nadie que atienda
los teléfonos, y todo hecho por Internet como parece quererlo el temido "Nuevo Orden Mundial" del que sospecho
que no querrá ningún tipo de encaje [billetes guardados en los bancos], superando a la aberración actual
donde según el plazo del depósito el encaje mínimo varía del 25% al 33%, cuando debería ser
al revés manteniéndose guardados entre el 75% y el 66%, más el 100% de los depósitos judiciales.
[A] Falta de garantías para los depósitos: Se debe crear el Fondo
de Inversiones Seguras para Políticas Activas "F.I.S.P.A.".
No ignoremos que una parte importante del mercado electoral le pide políticas activas en
economía al Estado cuando éste no tiene ninguna actividad económica rentable, y los políticos satisfacen
gustosos esa demanda "a pérdida", por lo tanto al regular la banca pública y concentrarla en una institución
como el Nuevo Banco Nacional que sólo le presta a organismos públicos contra impuestos y con eso les garantiza los
depósitos a sus ahorristas por el 100%, pero, con tasas más bajas que las de los bancos privados. La garantía
total será muy eficiente atrayendo clientes en tiempo de recesión y crisis, pero un buen desempeño del Banco
Nacional, junto con una economía compensada, y una multidemocracia austera, van a hacer "salir al tiro por la culata"
volviendo más atractiva a la oferta de tasas altas de los bancos privados, lo que va a ser recesivo.
Sin un mercado libre de oferta electoral por pasarse al sistema del voto calificado, el Banco
Nacional regula la arbitrariedad de los políticos para el manejo de nuestros dineros discrecionalmente lejos de nosotros y en
apoyo de algún gobernador feudal de su partido, pero, una vez alcanzada esa meta, otra vez el ahorrista buscará ofertas
de tasas de interés más altas que van a ser recesivas porque los bancos privados no prestan dinero para la
producción sino que compran letras del BCRA.
El "Fispa" funciona a nivel municipal en donde se podrán depositar los ahorros
en cualquier banco privado en la cuenta común del Fispa del municipio, y éste le paga una
tasa más baja ¡ pero sin riesgos !, que en caso de tener inflación será actualizada
automáticamente por el impuesto municipal o servicio público que haya aumentado más en ese municipio,
más una participación mensual en las ganancias. O sea que se tendrán tres operaciones de libre elección:
Cuenta corriente, plazo fijo, y Fispa, donde en esta última opción los banqueros privados no pueden tocar el dinero
depositado siendo receptores "tercerizados" de depósitos hechos en el Banco Nacional. Supongamos que sobreviene una
crisis impensada y se produce una corrida bancaria... ¿ para qué ir al banco en persona a retirar un plazo fijo si por
Internet o el teléfono celular se lo puede transferir al Fispa por una tasa menor y como mínimo por 30
días ?... una masa de ahorristas enfurecida tratando de entrar
al banco no puede esperar, el Banco Nacional sí puede esperar un mes a que el banco privado se normalice y cobre sus deudas o
su seguro.
El Fispa le prestará esos fondos únicamente a Ministerios nacionales o provinciales que estén haciendo obras locales, o a los Municipios locales garantizados "con impuestos", de la siguiente manera: Una empresa quiere sembrar soja en una zona semidesértica y como toda la actividad lateral a la soja beneficiará a esa zona, cree que sus autoridades municipales deberían facilitarle el crédito para hacer una "política activa", entonces el municipio tras recibir su solicitud evalúa cuánto deberá subir los impuestos para conseguirle los fondos que reclama, los aplica y recauda durante un mes [para evaluar sus estimaciones contra la realidad y la evasión], y con esa cifra de recaudación verificada va al Fispa y pide un préstamo poniendo como garantía para pagar las cuotas lo que ya sabe que puede recaudar, y por eso el depositante no corre riesgos, sin riesgo la tasa es más baja, y a tasas más bajas se pueden iniciar más proyectos productivos, luego la pregunta importante es:
¿ Fuera de los tiempos de crisis, los ahorristas clientes de bancos privados pondrán todo su dinero en plazos fijos
a tasa libre, o lo partirán 75% y 25% ?... algo es seguro: si un municipio no vota para tener un Fispa, ese supuesto 25% va a ser del 0%.
La carta orgánica de cada municipio habilitará a su intendente, ministro de desarrollo industrial, agricultura, etc., para dar créditos activos hasta ciertos montos y con las garantías de impuestos ya mencionadas que deben ser plebiscitadas, pero, en defensa de las minorías, a partir de cierto monto establecido como límite, el subir los impuestos activará automáticamente a una auditoría del gobierno central [por aquello de... "hecha la ley, hecha la trampa", el sistema siempre deberá vigilar].
Garantías: Primero, es lógicamente presumible que los habitantes de cualquier región se protegen entre ellos. Segundo, instrumentando al Fispa los ahorristas quedan protegidos y no corren riesgos, porque en este sistema los que corren riesgos son los contribuyentes. Tercero, contribuyentes hay de dos tipos: los que votaron al gobierno que ha otorgado un préstamo de alto riesgo, y los contribuyentes opositores en minoría al que en algún punto hay que proteger. Finalmente, la responsabilidad última que garantiza al sistema [no contra errores o imprevistos, sino por lo menos contra fraudes], es que un balance anual en rojo del Fispa, adelanta las elecciones locales.
Esto podría verse funcionar con algo como la papelera instalada en Uruguay: como los
habitantes del municipio son los directos perjudicados por la contaminación de la papelera, o los beneficiados por los nuevos bosques,
o el mejoramiento de tierras fiscales baldías para el cultivo de la soja, o por ser vecinos de pozos petroleros no convencionales
que recurren al fracking, ellos deben ser los que voten y por ello el Fispa no debe dar créditos a las provincias de manera
que alguien en una punta de la provincia termine pagando con sus impuestos a los proyectos riesgosos de los que viven en la otra
punta de la provincia. Más chico implica que se está más cerca y se vigila mejor, y ya hemos tenido a pueblos
turísticos de mediana importancia rechazar la exlotación de minas de oro... ¿ a quién le importa el oro ?
El Fispa es estatal, pero siempre local, y le podrá prestar a los Ministerios nacionales,
¿ si no quién invertirá en investigación y desarrollo tecnológico aplicado a optimizar las
prestaciones del Estado ?, ya que por ejemplo la investigación sobre nuevos motores la hacen con buen agrado las
automotrices, como también las farmacéuticas investigan enfermedades y remedios, etc. con fondos privados o en
colaboración con universidades privadas. Con el Fispa fondeado con impuestos ya plebiscitados y ya recaudándose,
obviamente el proyecto de investigación se realizará en su territorio, o sería imposible determinar cuál
es el tiempo de retorno aproximado de una inversión de este tipo, y que tal decisión sólo dependa de un ministro
de economía o planeamiento local sería un error o una puerta abierta a la corrupción, por lo que aportar dinero
sin tener resultados positivos [para no repetir el despilfarro de dinero como el que hace el gobierno central manteniendo a
"científicos" militantes en el Conicet que cobran por hacer investigaciones sobre Perón o sobre Marx], un
cambio de autoridades forzará al nuevo Intendente a plebiscitar su lista de impuestos destinados a las políticas
activas del Fispa.
Cuando el municipio la pide un préstamo al Banco Nacional para incentivar la construcción
de viviendas con hipotecas, o sembrar campos con el mismo tipo de garantía, estaría manejando dinero de ahorristas de la
sucursal municipal del banco estatal para vecinos de la misma municipalidad, pero, cuando le represta a emplendimentos comerciales
privados utilizando los fondos del Fispa, utiliza dinero de clientes de bancos privados... ¿ y cuál es la
diferencia ?, pues que el Fispa potencialmente moverá más dinero en actividades comerciales que tendrán un
efecto multiplicador [o "derrame"] sobre la sociedad y su nivel de vida, mayores que el de construir una casa que sólo
mejora el nivel de vida de una familia, luego, el primer tipo de préstamos no necesitan publicidad mientras que el Fispa sí,
por lo que habría que prohibirles a los bancos privados hacer publicidades anti Fispa.
Obviamente la solución más simple es privatizar los bancos públicos, pero
esa sería una decisión política conflictiva que va a ser resistida por sectores combativos y organizados. De la
forma propuesta el mercado local toma a esa decisión y si quiere desprenderse de algo propio que nunca ha sido suyo como un
banco estatal copado por un partido político, lleva sus ahorros a los bancos privados y no vota nunca un aumento de
impuestos para políticas activas ni para las operatorias con hipotecas, y si la garantía del 100% para los depósitos
no les alcanza, ya no es un problema del Intendente sino del Departamento de Estado de Economía que me temo que va a perder
contra los privados en las grandes ciudades pero ganará en los pueblos chicos y zonas rurales.
Cuando sean los municipios los que les represten a sus propios pequeños y medianos
productores que deseen alentar, financiar, o ayudar a construir con hipotecas, ya nadie tomará préstamos en los bancos
estatales usando "palancas" políticas.
Lamentablemente, quienes inviertan sus impuestos en una represa hidroeléctrica para
ganar más que con la tasa fija al sumar en sus jubilaciones a la participación en las ganancias de la represa que le
venderá electricidad a los municipios vecinos, lo perderá si tiene la mala suerte de que un terremoto se la destruya,
pero, nunca porque se caiga la bolsa de un país asiático, o explote la burbuja inmobiliaria de U.S.A. y los bancos
dueños de las hipotecas se queden con las casas de la gente pobre de Miami, entonces para siempre los terremotos
telúricos o económicos de Argentina serán de Argentina, mientras que los "Efectos Tequila" se
quedarán en México.
Hasta ahora el sistema que había funcionado bastante bien, fue el de depositar por la promesa de recuperar lo depositado más un premio llamado "tasa de interés", pero, siempre tuvo una falla de nacimiento: Un banquero ofrece una tasa de interés al ahorrista y le impone una tasa más alta al deudor, pero este no sabe, incluso teniendo éxito y haciendo todo bien, cuál va a ser el precio que el mercado va a estar dispuesto a pagar por su producto [y peor con nuestra mayor producción nacional, pues el precio de la soja se determina en Chicago - U.S.A.]. El productor debería saber antes de sembrar a cuánto va a vender, de lo contrario no es posible hacer ningún cálculo económico. Es por esto que nuestra economía depende de una lotería que involucra a miles de millones de dólares que en el 2014 perdió ingresos por la soja y en sentido opuesto ahorró fortunas gracias a la baja del petróleo, todo determinado por el azar, por lo que nuestros cerebros del Ministerio de Economía están de adorno la mayor parte del tiempo sentados en sus lujosas oficinas esperando a ver qué pasa para decidir políticas después, sabiendo sin excusas que el precio decidido en Chicago no es producto del mercado sino de la política de subsidios de U.S.A. que es el mayor productor de soja mundial.
Aunque nadie lo vea, resulta que con o sin Fispa, un subsidio concedido en U.S.A. termina perjudicando al ahorrista local, y esto
refuerza el concepto del balance automático entre exportaciones e importaciones, o "proteccionismo autonivelado" que
desdolarizará a nuestra economía, porque a la larga, una cosa sin la otra no va a funcionar sino a media máquina:
el campo produciendo "con la lengua afuera", mientras los industriales protegidos cazan en el zoológico.
[B] Falta de garantías para el cobro de los seguros: El incumplidor, fugador de divisas, y judicializado mercado de los seguros debe nacionalizarse y dividirse en dos, una parte del mercado le será cedido monopólicamente al Banco Nacional [para que lo trabaje o tercerice], y por otra parte, el voluminoso mercado del seguro automotor será reprivatizado por cuestiones de salud pública.
¿ Por qué no hay una aerolínea Boeing, no sería un negocio redondo manejar sus propios aviones sin intermediarios ?: No, porque a la primera masacre como consecuencia de la caída de uno de sus aviones, ya nadie volaría en ellos. Sin embargo, pese a que ya se le han caído los suficientes, la empresa no quiebra pues si se cae un avión de Iberia, la gente por sabia precaución viajará igual en un Boeing, pero de Alitalia.
Pasando a Ford y Chevrolet, sus productos matan o mutilan a más gente que los aviones,
unas 30.000 personas por año, generalmente jóvenes, la misma cantidad emblemática que algunos dicen que
mató nuestra última dictadura militar [tuvimos más dictaduras, pero de partidos hegemónicos] en siete
años "de botas". La misma cifra, más rápido, y en vez de desaparecidos los autos dejan los pedazos
de la gente tirados en el asfalto... ¿ y nadie reclama por los derechos de los peatones humanos ?
Ralph Nader demostró en 1965 que pese a la liberal competencia entre las automotrices, éstas no se preocupaban por la seguridad, invirtiendo más en publicidad para tapar sus accidentes. En especial el modelo Corvair de la General Motors acumuló en cuatro años un millón de accidentes, consecuencia de sus defectos de diseño.
¿ La General Motors mejoró los frenos y la defectuosa suspensión del Corvair ?: No, lo que hizo fue contratar a un detective para urgar en la vida privada de Nader y así desacreditarlo, pero como en las películas, Nader se mantuvo incorruptible, testificó ante el Senado por el acoso de GM, que tuvo que retirar al Corvair, y a continuación sufrir que le aprueben una ley de seguridad vial hecha por congresistas y no por sus propios ejecutivos [costumbre que se mantiene en Argentina, donde las empresas locales se beneficiaron de una torpe ley que casi alentaba el contrabando de autos].
Pero estamos en el año 2022 y 1965 quedó demasiado atrás incluso en materia de seguridad automor [muy cierto], pero, ¿ entonces por qué sigue muriendo tanta gente, qué evitan hacer las automotrices que no nos estamos dando cuenta ?
Se trata de la política de Boeing, pues Ford, Chevrolet, Toyota, Volkswagen, etc., nunca se hacen cargo de sus muertos, y lo va a entender mejor así: Si yo fuera presidente prohibiría a las aseguradoras el venderles pólizas a los automotores [por las suyas dejaron de asegurar autoestéreos], quedando ese seguro como obligación para cada automotriz [no sé qué espera Economía para cerrar la fuga de dinero que hacen las aseguradoras que no pagan nunca].
El carnet de conducir también debería ser otorgado por cada automotriz, para que cada una de ellas le tome examen a sus compradores pues son en potencia asesinos/suicidas sueltos, y si la ley fuerza a que de estos dependan las estadísticas con las que ellas competirán [en vez de hacerlo por acelerar de 0 a 100 Km/h en menos segundos], serán mucho más conservadoras como por ejemplo vendiendo motorizaciones para menores de 25, 30, o 40 años, según el grado de inconsciencia al volante.
Las automotrices deberán ser las únicas revendedoras de usados [para evitar robos y estafas] y chequeos mediante seguirán mejorando sus estadísticas con las performances de sus usados.
¿ Hacer que a las automotrices les duela pagar sus seguros, no encarecerá el precio de los autos ?: Sí, pero si todos los autos vienen con rastreo anti-robo de fábrica, en la cantidad se baja el precio, además, sumando el valor del auto y su seguro, el nuevo sistema es más barato por partir de una premisa más segura, pues por lógica, para tener un tránsito seguro y ordenado, nada mejor que tener automovilistas sensatos [una automotriz tendrá derecho de admisión de ususarios y hasta podrá expulsar por indisciplina].
Los ex-empleados de las aseguradoras serán contratados por las fábricas de autos, y hasta el ministerio de Educación podría tener convenios con las fábricas para enseñarles a manejar a los menores en horas de clase [manejar a diario le quita al menor la "aventura" de tomar sin permiso el auto del padre].
Otra falla del liberalismo pues nadie va a las escuelas de conducción por tener
"maestros" gratuitos que enseñan rompiendo todas las reglas de tránsito en las calles por las que los
aprendices tienen prohibido circular. Dicho en castellano: ¿ Un menor toma el auto de su padre sin saber manejar
bien, choca, y el que debe pagar los daños es su padre ?
Si dividimos al mercado del seguro por su función, haciendo una simplificación
que puentea intencionalmente docenas de excepciones, obtenemos cuatro items: [1] El automotor con el riesgo de accidente o robo.
[2] El industrial / productor expuesto a los accidentes de sus empleados sobre su salud, sobre sus instalaciones, a las
catástrofes naturales e incendios, y al dumping externo. [3] La produción de commodities expuesta a las catástrofes naturales como sequías o inundaciones. [4] El seguro contra robo. Pues bien, como la multidemocracia apunta a que cada sector recaude sus propios impuestos, y prefiere que de los seguros del grupo [1] se encarguen las automotrices, entonces del grupo [4] bien podrían, con bastante sentido común, encargarse monopólicamente las instituciones policiales locales que están muy desfinanciadas [lo que en muchos casos las termina por inclinar hacia el delito]. Quedando los grupos 3 y 4 para ser cubiertos por las respectivas asociaciones de productores.
[C] Falta de garantías para cobrar los cheques: Debe quedar prohibida la costumbre de girar en descubierto que es un recurso principalmente de los empresarios [que si llegan a quebrar a sus empresas hay que evitar que dejen un tendal de afectados como por ejemplo sus empleados, proveedores, etc.].
Girar en descubierto es como que justo los que no les fían a nadie nos obliguen a que les fiemos.
Podrán existir dos tipos de cheques: los de los grandes clientes garantizados por el banco, y los de los clientes chicos que vendrán con el valor máximo impreso, y ambos serán "dinero".
Si la función de la ley es prevenir el delito, no entiendo cómo se ha engendrado un sistema que día a día deja cientos de damnificados que inundan los tribunales de juicios en donde nadie recupera nada y le hacen perder tiempo y dinero a la justicia.
Tal vez los bancos se estén beneficiando, de alguna forma que no comprendo, con todo este asunto de abrir cuentas, cerrar cuentas y no pagar los cheques, o tal vez no le hayan podido encontrar una solución al tema en quinientos años [y en los doscientos años de existencia de Argentina, tampoco se la ha ocurrido a nadie fundar un banco justicialista, radical y, mucho menos uno "desarrollista", ¿ no es más que sospechoso ?].
La gente no usa cheques y financia sus
compras con tarjeta de crédito incluso teniendo dinero depositado
en el banco, y es importante dilucidar por qué el mercado hace esta
estupidez cuando es varias veces mejor
retirar dinero del banco y pagar al contado antes que financiarse con las
tarjetas a una tasa de interés que duplica a la
que ofrece el banco por los depósitos, repitiendo una
situación similar a la del Estado con sus reservas inmovilizadas
para "asustar" a la suba del dólar mientras sus deuda
acumula intereses.
El público se entrega a las tarjetas de crédito porque, psicológicamente
tiene su dinero en el banco y al mismo tiempo se tiene la heladera nueva, pero, el Estado no puede hacer lo mismo porque al poner
en la balanza a los intereses devengados salta a la vista el mal negocio, de hecho siempre va a ser un mal negocio porque es
imposible hacer un buen negocio excepto para el que imprime gratis toneladas de billetes de dólar. La falacia del crecimiento
funciona con electorados idiotas o ignorantes: los dólares de reserva se usan para respaldar "supuestamente" a la
emisión de moneda local [en los hechos las reservas se usan para planchar la suba del dólar y ocultar la inflación
multicausal: la 1° causa es la emisión sin respaldo, 2° el déficit, 3° un ministro de economía keynesiano,
4° un presidente hijo de puta], o sea que nunca las reservas son para hacer hospitales, nuevos ramales de trenes, financiar investigación
científica, o poner satélites artificiales en órbita.
[D] Falta de garantías para recuperar los aportes previsionales: El evasor previsional enfrenta la opción de evadir o entregarle los ahorros de toda una vida de trabajo a instituciones que conceden graciosamente "rendimientos negativos".
Si el Estado no le hubiera robado al sistema previsional o si los operadores privados le hicieran ganar plata a alguien por lo
menos una vez, la gente aportaría voluntariamente, pero, parece que es más negocio tener "rendimientos negativos" crónicos
ya que, teóricamente, la gente no puede irse del sistema, pero, como la gente se va igual, termina dando una
demostración irrefutable de que los argentinos no somos tarados.
Lamentablemente como el mercado no parece interesado en el futuro de los millones que se
quedarán sin jubilación en las próximas décadas, estamos frente a una falla del liberalismo
pues existe la demanda, están los recursos, pero esto no funciona más que del lado del mostrador de las
A.F.J.P. [mientras las hubo] que más que obviamente sólo deberían cobrar comisiones sobre los
rendimientos positivos y nunca como se hizo en la Argentina neoliberal, dejando a estas instituciones privilegiadas afuera
del eficaz sistema de premios y castigos.
La evasión previsional en el año 2000 era de 1.500 millones de pesos mensuales o 18.000 millones anuales, porque de doce millones de ocupados sólo aportan cinco millones y lo evaden siete millones, no es evasión sino autodefensa, incluso cuando sea el empleador el que no hace los aportes ante la "vista gorda" de sus empleados [actitud preventiva ante la habitual estrategia de achicar costos vía reducción de personal].
A puro voluntarismo el Estado no va a poder hacer un milagro con el sistema jubilatorio. El Estado tuvo que retirarse del sistema jubilatorio y alentar a los sindicatos para
competir con las A.F.J.P., [reponer todo el dinero faltante de las jubilaciones -usando reservas- y que los sindicatos lo vuelvan a depositar automáticamente de modo que el dinero nunca sale de las reservas] y agregar otras formas de competencia como la de la "jubilación educativa" por la que una ley hará acreedores a los padres sobre un porcentaje del sueldo de sus hijos universitarios, no para castigar a los universitarios, sino para que sus padres los concienticen durante toda su infancia para que completen la carrera que elijan.
Gracias a esta ley la gente del futuro podrá dilapidar su dinero, aportar a alguno de los fondos de pensión, o invertir en la educación de sus propios hijos, lo que indirectamente hará tomar conciencia sobre la ventaja de tener un sólo hijo bien alimentado y educado que termine la carrera universitaria en vez de varios con un respaldo económico dividido [sigue en "Bolsa de Cerebros"].
[E] Falta de garantías para las inversiones bursátiles: Hay una correspondencia entre los bienes y el dinero que si se altera emitiendo más billetes genera inflación, pero, fuera de este circuito comercial "clásico", hay cierto dinero que no hace otra cosa que ofrecerse para préstamos y ganar intereses [o para la compra de acciones, bonos y otros negocios bursátiles] dinero que sólo existe como un asiento contable procreando cada vez más dinero "dibujado" en los libros de los bancos [procreándose o desvaneciéndose, como cuando se desplomó el "Nasdaq" y millones de dólares virtuales se evaporaron antes que alguien pudiese canjearlos por los dólares reales de papel].
De hecho, ese dinero "electrónico" no puede salir integramente del sistema virtual nunca, pues al convertirse en efectivo, las ventas de acciones bajan los precios de las mismas y las bajas en los mercados tienden a ser "acelerativas" y no porporcionales.
Así, de tener una fortuna virtual se puede pasar a tener la mitad o menos en billetes, por lo que sería una buena idea vender todo en una sóla operación sorpresiva en medio de una alza, pero las alzas se pueden convertir en caídas mientras usted duerme porque hay gente vendiendo acciones en Japón, y desde allí pueden convertir a un feliz millonario en el infeliz poseedor de montones de papeles que no valen nada.
Reiteradamente grandes cantidades de ahorristas pueden pasarse a la especulación bursátil tentados por sus cíclicas y espectaculares bonanzas. Millones de dólares de inversores individuales, de fondos comunes de inversión, o por medio de las A.F.J.P. [que pueden disponer de parte de sus ahorros para especular] entran a la bolsa, pero, después no pueden salir sino con pérdidas, entonces ¿ para qué entran ?
Esta especulación acerca de la imposibilidad de obtener ganancias, choca con el hecho de que si se tratase de un negocio que siempre diera pérdidas la bolsa ya hubiera cerrado, pero la gente también pierde siempre en los casinos y sin embargo estos no cierran por falta de clientes [o víctimas].
En U.S.A. un orgulloso funcionario proclamó ante los medios que se había superado el record histórico de ocupación y, como consecuencia de tan buena noticia... ¡ cayó la bolsa !
La ultravalorización del dinero lleva a creer que quienes trabajan en la Bolsa y manejan millones de dólares diariamente, deben ser más inteligentes que el promedio, después de todo, se les pagan fortunas y mínimamente se les puede exigir a estos modernos gurúes que disimulen decorosamente si son imbéciles.
Si hay plena ocupación, razonaron, [por esa cuestión de la oferta y la demanda] los salarios se inclinarán a la suba, si las empresas deben pagar sueldos más altos tendrán menos ganancias y, si eso pasa, los inversores obtendrán menores dividendos [por eso bajó la bolsa], claro que cualquier tarado hubiera seguido razonando: si se pagan mejores sueldos habrá más consumo, las empresas podrán vender sus stocks, y vendiendo más tendrán más ganancias, y gracias a esas ganancias los inversores brindarán con champagne, y hasta desayunarán con champagne.
La Bolsa [mercado de valores, caja de valores, bolsa de comercio, y mercado electrónico], no es otra cosa que un club de intermediarios entre quienes tienen algo de dinero y quienes requieren financiación. Financiación quiere decir que quien ha creado un negocio que le va a dar ganancias tales como para cubrir sus gastos y darse la gran vida, no tiene un peso ni para empezar, entonces, vende parte de éste en forma de acciones, compartiendo las ganancias futuras con los accionistas [que son quienes corren el riesgo de dar dinero a cambio de promesas].
Los agentes de Bolsa, la tercera pata en este asunto, se llevan una comisión por la venta de las acciones, sin importar que el negocio termine bien o mal. Las acciones podrán subir o bajar sin afectarlos ya que ellos cobran siempre sin correr riesgos como los que corren los accionistas, y aquí está la raíz del problema que el liberalismo no soluciona: cuando la Bolsa sube fuerte y parejo, los agentes no hacen grandes ganancias y, como éstas se producen por las comisiones de cada transacción, lo que le
conviene al agente es que al mismo tiempo que una acción suba, alguna otra baje, pues así siempre habrá gente pasándose de unas acciones a otras, dejándoles por ello su comisión diaria.
Es entonces comprensible que los mismos agentes y gurúes sean los que tumben, con cualquier excusa, las largas bonanzas donde todos, menos ellos, ganan dinero [a río revuelto... ].
Las acciones deberían subir o bajar según la salud de las empresas, por los adelantos tecnológicos, o por la caída de algún competidor, pero, si una reducción en la desocupación hace caer la Bolsa, es porque están manipulando a los mercados, enviando malas señales que harán a la sociedad invertir mal y hasta perder dinero mientras que algunos pocos sujetos lo juntarán con palas.
Para el país puede ser necesario tener un mercado de capitales que facilite la financiación de sus industrias pero, ésta es apenas una de varias formas de financiarse, por ejemplo, siendo Argentina un país agrícola ganadero con muy poca industria, el campo no lleva sus negocios a la Bolsa de comercio, lo que demuestra que incluso en épocas de bonanza, se trata de un negocio chico y para muy pocos privilegiados.
Desconectada la Bolsa de la producción primaria del país y cerrada tras la declaración del default la venta de los títulos públicos, sólo le queda ofrecer mejores condiciones de financiación para las empresas. De no hacerlo, porque se han especializado exclusivamente en la especulación y no saben, ni tienen el valor de intentar algo nuevo, como la mayoría de las empresas son de capital extranjero, éstas van a cotizar en sus países de origen o en Wall Street "secando" el mercado local [¿ y qué ?, si a las empresas les cuesta menos financiarse, lo que vendan nos saldrá más barato].
Intuitiva o racionalmente algunos industriales ya se están retirando del mercado bursátil: si una "toma de ganancias" hace caer la bolsa cuando todo está bien como para que las acciones sigan en alza, no sólo producen una caída, sino también pérdidas de dinero y ahorristas desencantándose con la Bolsa, entonces, instrumenten un sistema que evite que las "tomas de ganancias" se hagan en "aluvión" provocando caídas de todos los valores.
La idea es asimilar las acciones con los plazos fijos trimestrales, semestrales y anuales, con distintos intereses y con fechas preestablecidas para poder venderlas. Así como los plazos fijos tienen fechas e intereses preestablecidos, por ejemplo del 10%, cada acción deberá predeterminar no un interés fijo sino una banda que indique hasta cuanto puede subir y hasta donde hay riesgo de bajar, por ejemplo: -5% al +15%.
¿ Quién paga la diferencia si las acciones caen más del 5%, quién se queda con la diferencia si suben más del 15% ?: Los bancos, las aseguradoras, la misma Bolsa creando un fondo especial, o una combinación de las tres opciones.
Si la pérdida es razonable, no habrán corridas ni ventas desesperadas que no conducen a nada bueno [ya sé que por más que tengan "fecha de vencimiento" el que esté desesperado venderá y siempre habrá alguien para aprovechar las ofertas], pero, como todos saben que una pérdida del 5% se puede recuperar en un solo día, las acciones "más largas" [que deben tentar con intereses más altos], serían justamente las que tendrían más chances de recuperarse de una caída.
También, los agentes deben correr riesgos y para ello debe cambiarse parte su régimen de ganancias que deberán obtenerse por el 50% de la manera tradicional al adquirir las acciones y, el otro 50%, cuando el inversor las venda cobrando de acuerdo a lo que las acciones hayan rendido, por lo que si han bajado no cobrarán nada. Al involucrar a los agentes, por lógica, más serenas serán las rondas diarias porque tendrán que tener la cabeza fría y dejar de portarse como una manada asustada porque, evitando caer en sus crónicos ataques de pánico, van a proteger mejor su segunda entrada de ganancias.
Como la única forma de acertar con las subas y caídas de los ciclos económicos radica en tener la suficiente cantidad de dinero como para causarlas segundos después de pronosticarlas y como el sujeto que tiene diez mil millones de dólares jamás entrará en pánico por perder cien millones, los ricos seguirán haciéndose más ricos y los pobres que tienen su dinero en fondos de pensión que especulan en la Bolsa seguirán empobreciéndose.
La discusión sobre si el Estado debe participar en la actividad económica no tiene sentido cuando es el principal tomador de capitales [y no precisamente para levantar industrias] y como aunque quiera retirarse de la economía no puede hacerlo, bien podría intentar participar de otro modo si desea combatir la desocupación con obras públicas en tiempos de crisis:
rutas, caminos rurales, y canalizaciones de campos, no pueden dar pérdida, entonces jugando con las mismas reglas que el
sector privado, compartiendo los riesgos con miles de accionistas que a su vez son productores, se hacen las obras para cobrar peajes.
Una empresa estatal debería ser una empresa pequeña, municipal, y dentro de un
rubro en donde el municipio tenga una ventaja comparativa con el resto del mundo. La mayoría accionaria inicial puede
pasar a manos privadas dejando el estatus que la convierte en una deudora "perfecta", cuando lo que haya distorsionando al
mercado laboral se haya corregido, la empresa sea sólida y confiable para los usuarios, y el municipio deba enfocarse en otras
cosas para mejorar la calidad de vida de su gente.
Sería bueno que en el Ministerio de Obras y Servicios Públicos funcionase una
"incubadora" de empresas del Estado [ya sean empresas municipales, bimunicipales, y hasta provinciales si es una provincia chica],
no hay nada antiliberal en ello si la empresa es local y no federal [por ejemplo ante la falta de cosechadores, ponerse a fabricar
cosechadoras mecánicas para cultivos exlusivos de ciertas zonas, como uvas, aceitunas, o manzanas], si ésta acepta las reglas de la libre competencia y sobre todo si
cuando se obtiene un monopolio éste no es por prohibir a la competencia [como la N.A.S.A. en U.S.A.]. y finalmente si tiene
pautada desde su nacimiento la paulatina venta de sus acciones.
Los ciclos económicos tienen altas y bajas aleatorias [en realidad semi-aleatorias] que perturban a todos los sujetos de la Bolsa que intentan predecirlas para salirse antes de una baja y volver a entrar con la próxima suba.
Hasta ahora lo único que se les ha ocurrido es evitar que la economía suba demasiado alto y para eso en U.S.A. se suben los intereses que pagan los bonos del Tesoro.
A esta estupidez se la llama "recalentamiento" de la economía: si la economía progresa demasiado tiempo sin toparse con una "baja", a mayor actividad hay más movimiento de dinero y, lógicamente, las tasas de interés tienden a la suba por la puja por los fondos que hacen los que ven en la prosperidad económica la oportunidad para levantar nuevas empresas, pero, los economistas y los capitalistas juntos [los mal denominados "mercados"] ven en el encarecimiento del crédito a un mal
presagio, una señal, y ahí se ponen todos a profetizar ciclos recesivos, y cada día que se pasa en una economía sana más argumentos suman a favor de la llegada del apocalipsis.
Esto se explica por ignorancia sumada a un fatalismo insólito en gente de fortuna, una causa no tan inconsciente gracias a algo llamado "pulsión de muerte" [Thanatos], debido a que el deseo de obtener riquezas genera tantas tensiones, neurosis, calvicie, úlceras, e infartos, que se llega a un punto en el que prefieren terminarlas de raíz.
Lo que sigue es conocido por todos y se llaman "profecías autocumplidas": la economía no se recalienta, pero, la histeria de los economistas termina por traer la "baja" de la mano de sus movimientos paranoicos de acciones, valores o capitales y, como nadie tiene ni idea, y tienen miedo, al primero que no soporte la tensión y se refugie en los bonos de la Reserva Federal de Estados Unidos, vendiendo todo lo que tenga algo de riesgo, le seguirán como carneros todos los demás.
A la economía mundial la manejan un montón de millonarios esquizofrénicos que quieren una cosa pero hacen otra [y encima esos trajes oscuros que huelen a varios perfumes mezclados], sumado a un megalomaníaco que juega con las tasas de interes de U.S.A. y por eso digo que los ciclos económicos son "semi-aleatorios" porque la suba no se puede digitar desde ninguna oficina, pero, si se suben las tasas de interés aparecerá una baja inducida: un interés alto y seguro asfixia a los negocios.
No hay forma de saber hasta dónde habría crecido la economía si no fuera porque sujetos como Greenspan la frenan para que no se caiga, y tampoco hay forma de saber si la caída no se produjo precisamente por tener una economía que avanza al mismo tiempo que pisa el freno.
Concederle a la "hábil muñeca" de Greenspan, para subir o bajar la
tasa de interés contrapesando los ciclos económicos, una parte importante del éxito económico
de fin del siglo XX en U.S.A. [mérito de las nuevas tecnologías] es absolutamente ilógico: no puede
hacerse acreedor a mérito alguno por la suba del P.B.I. de U.S.A. a quien trabajó para frenarlo, y sí
se le puede asignar responsabilidad en la crisis de comienzos del siglo XXI por haber desregulado el marcado financiero con el consabido resultado: los financistas
y banqueros ganaron más dinero que nunca e igual sus bancos quebraron, el Estado tuvo que cubrir el rojo de los
bancos de los millonarios usando miles de millones de dólares provenientes de los impuestos que pagan los pobres,
muchos de los que engañados por los bancos, y su propio gobierno, tomaron hipotecas que los bancos podían
subirles unilateralmente, volviéndolas impagables perdiendo así algunos sus casas, y muchos más perdiendo sus
ahorros invertidos en subprimes.
Los intervencionistas pueden argumentar que su estrategia no se vea reflejada en las
épocas de aumento del P.B.I. [que evidentemente aumenta menos por su culpa] sino en las épocas de
recesión que, supuestamente, se acortarían significativamente por su hábil muñeca, pero esto es
absolutamente indemostrable, similar a la de agradecerle al Papa por el aumento en el porcentaje de creyentes que han ido
al cielo durante su gestión. Y el final de la crisis de inicios del siglo XXI [que por ahora está amesetada y todavía lejos del final] ya sabemos que se pagó con el sacrificio de los más desposeídos
Ya se ha confirmado que los analistas económicos no saben nada, excepto predecir el pasado: al subir las tasas se frena la economía, pero al bajarlas no se reactiva tan rápido como cuando se la frenaba, o sea que no son efectos simétricos, igual que ocurre con la suba y baja del precio de la carne.
Si al subir las tasas nos perjudicaba la huída de capitales, al bajarlas, no se producirá una reactivación en U.S.A. sino una fuga de capitales hacia donde les paguen tasas más altas aunque se consiga retener gran parte de los mismos gracias a la estrategia de Greenspan que se apoya en los inversores más impresionables que han encontrado cierta contención psicológica en la figura de este vigía de la estabilidad que sólo ha tenido la descomunal suerte de que una revolución en la informática le originara un "boom" en la economía capaz de tapar todos sus errores.
Si este dirigismo les agrada, deberían perfeccionarlo para que nunca se llegue tarde con una suba o baja de las tasas
causándole pérdidas millonarias a la economía: evalúen matemáticamente los
"acertados" aumentos de tasas en relación a los aumentos del P.B.I. y las reducciones anti-recesiones, y que
el Congreso lo transforme en la "Ley Greenspan".
La verdad es que Greenspan y los suyos en U.S.A. como Montoto y los suyos en Argentina
[o donde fuese], son la quinta columna del poder financiero dentro de la democracia: tienen una cuota de conocimiento
superior y también tienen los capitales [que curiosamente no son suyos sino nuestros], y con eso compran poder e
impunidad.
El poder financiero es un sinsentido total [pues debería ser el "servicio"
financiero], y no importa que de servicio haya pasado a ser poder, una vez que tiene poder debe ser regulado, y si tiene
mucho poder debe ser aniquilado: la esencia del Estado es el que en su territorio manda él y no hay ningún
poder sobre él. De tratarse de una fuerza armada el Estado la aniquilaría sin piedad, pero se trata de una
fuerza extraña más bien parecida a una enfermedad autoinmune en la que una parte del organismo se come a otra
parte del organismo y el resto del cuerpo no sabe qué hacer, hasta que se muere.
La libre empresa tiene dos partes: una idea y la fuerza para concretarla, la idea la pone
el empresario y la fuerza los trabajadores. Los empresarios y los trabajadores son aliados, pero, parecen no saberlo porque
no hablan el mismo idioma, y apenas si se entienden en un idioma neutro, y ese idioma es el dinero. Los banqueros y
financistas están para lubricar el sistema prestándoles el dinero a unos y cuidándoselos a los otros,
pero, como en docenas de novelas de ciencia ficción en donde las máquinas, que deben prestarnos servicio,
toman conciencia de si mismas -de su "poder"- se rebelan y esclavizan a la humanidad, los financistas y banqueros
esclavizaron a los verdaderos empresarios emprendedores, controlando la gestión total de toda la administración
y política de negocios de sus empresas y, finalmente, infiltrándose en el Estado esclavizaron a los trabajadores.
Por lo tanto la democracia debe volver a convertirlos en un servicio, poner tras las rejas a los que han dado este
sofisticado "golpe de Estado", y hacerlo todo sin orillar ni casualmente al socialismo-comunismo [porque eso nos
lleva a una guerra interna], y es entonces que la presencia del Fispa se justifica casi como sentencia de muerte para la banca
privada que todos odian aunque la utilicen, y compitiendo contra los bancos municipales en sus propios términos dentro
de la ortodoxia liberal o se modernizan e inventan nuevas formas de servir a los consumidores, o se convierten en sus futuras
sucursales, o en sucursales de bancos externos que tendrán sus propias reglas [que deben publicitar claramente sin
"letra chica", como encajes, garantías, etc.], y que únicamante operarán con la moneda de su
país tanto para préstamos, depósitos, plazos fijos, y todo lo referente al comercio entre nuestras naciones.
[F] Discriminación del inversor "golondrina": ¿ Si una empresa nacional debe endeudarse para crecer, remodelarse, o la endeudan para pagar su compra, etc. para qué llevarle ese negocio a un banco del exterior en vez de a uno argentino, cuál es la ventaja del capital extranjero, nuestros dólares no valen igual ?
Al revés, es una estrategia muy utilizada el hacer inversiones en el país sin traer dinero sino imagen de buen pagador para endeudarse en el mercado interno, haciendo subir
las tasas de interés y pagando la "inversión", ya sea construyendo empresas o comprando empresas nacionales
privatizadas, con nuestro dinero gracias a la autorización de tarifas exorbitantes [obvio: estamos tan mal que todo es exorbitante].
Con la exigencia de derechos de importación para los capitales, se acaba la llegada de los capitales "golondrina", pero lo que se busca no es que no vengan sino que no se vayan, en especial el dinero de los argentinos depositado afuera.
La llegada de capitales, no conspirativa sino lógicamente, después saldrán como utilidades, o como pagos de deudas con las casas matrices, o como sea, porque no es perverso que si alguien invierte sea para obtener ganancias y disponer de ellas.
Como la deuda externa equivale a las inversiones argentinas en el exterior, eso implica que de tener políticos confiables el Estado pudo endeudarse todos estos años en el mercado interno y los intereses de la deuda externa que giró al exterior se los hubieran pagado a nuestros ahorristas, que de reinvertir apenas la quinta parte en la economía real, sacando el dinero de los bancos para construir empresas, mansiones, countries, etc. [cualquier cosa pero adentro] no habría desocupación bajo ningún concepto: estos son los dólares que traen crecimiento y no los de las reservas como mienten los populistas.
Como el Estado no le aplica más aranceles a la importación sino que se lleva la parte del cambista [al cambiar permisos de importación por las diferentes monedas extranjeras], prudentemente encarecerá los que tengan más demanda para recaudar más y al mismo tiempo alentar la búsqueda de nuevos mercados [los encarece al licitarlos, o sea que el mercado los hace bajar o subir y no algún oscuro funcionario de turno].
Dumping: Las islas Caimán revenden productos industriales sobrantes de U.S.A. con ventajas impositivas. Comprar algo por debajo de su precio en origen y recuperando nuestros dólares que son los que financiarán toda la operación, manteniendo siempre el "1 a 1" entre exportaciones e importaciones, sin hacer subir las tasas de interés en Argentina y encareciendo la venta de permisos a medida que aumente su demanda por los bancos de Caimán, no nos puede perjudicar: aquí el que pierde es el fisco de U.S.A.
Esta competencia puede plantearse como "dumping", pero, vista la poca carne y aceites que nos importan desde las islas Caimán, este dumping también va a ser mínimo, sobre todo en comparación con los beneficios de diversificar y ampliar mercados y reconectarnos con nuestros propios inversores que han llevado su dinero a ese paraíso fiscal.
Este sistema involuntariamente podría permitir el lavado de cientos de millones de narcodólares transformándolos en carneodólares, porque el narcotraficante negocia con el banco de las islas Caimán y no con nuestra embajada que no tiene autoridad para auditar los ingresos de esos bancos, de la misma forma que no audita a la producción industrial de las islas Caimán que en realidad se fabrica en U.S.A.
Así U.S.A. ofrece su producción a menor precio y el narcotraficante ofrece sus dólares ilegales a menor precio, mientras que Argentina vende su carne, aceite o cereales a precios internacionales, lo que no es ni ilegal ni inmoral.
Es posible que al querer comerciar con una nueva nación ésta ya tenga una ley igual a nuestra "convertibilidad" 1 a 1 entre exportaciones e importaciones, por lo que sólo nos importará si antes nos importaron algo, entonces ¿ quién exporta primero ?
Mientras se pague con derechos de importación la reciprocidad de las exportaciones estará asegurada y si esos permisos son nuestros, extranjeros, o binacionales, sólo influirá sobre las dirigencias políticas de las naciones más desconfiadas.
Por eso el capital "golondrina" deberá pagar derechos de importación disuasorios porque nos conviene importar y exportar en vez de traer los saboteadores dólares que sólo sirven para especular cuando lo que buscamos es que el capital argentino en el exterior quiera multiplicarse transformándose en importador de nuestros productos que pueden remarcarse al doble, mientras que nunca conseguirán bancos que le paguen el 100% de interés.
Conclusión: Una garantía para los depósitos es una garantía para el comercio pues el ahorro es consumo en el
futuro. Garantizar los seguros es lo mismo y hasta garantizar el trabajo es lo mismo, o sea: consumo futuro, pero el estatismo ha sido
siempre una máquina de hacerlo todo al revés y más caro, entonces... ¿ cómo ha
sobrevivido ?, y la respuesta más posible es por el miedo o incertidumbre para colmo contagiosa de las masas,
incluso tras siglos de ver los manifiestos problemas que traen las soluciones aportadas por el Estado, porque sigue tercamente igual estorbando
donde no debe estar y no para de fracasar en donde sí debe estar, muriendo y resucitando, para colmo creciendo [ningún
país lo ha podido detener salvo en parte la U.R.S.S. al colapsar], y además aburriéndonos
dando excusas y más excusas que un chico de cinco años puede refutar, así que ya le vemos de lejos las fallas,
las mañas, los engaños, se las estudiamos, las medimos y las pesamos, y finalmente nos convencemos de eliminar la
intromisión del Estado en la economía. Este tema es una
forma de hacerlo aunque no con una bomba sino con cierto tipo de estatismo para no provocarle más miedos autocumplidos a los
derrotistas, cobardes, envidiosos, conspiranoicos, y cierta clase de parásitos oportunistas, pero que es un estatismo
enjaulado en un campo pequeño con pocos actores pero con millones de usuarios, sabiendo que en treinta años otra
generación de jóvenes arrogantes va a pensar que el estatismo nos falló porque nosotros somos unos viejos idiotas,
o por no tener las tecnologías de las que ellos dispondrán, y es por eso que a los disparates elucubrados por Marx y
Keynes hay que estudiarlos desde la escuela secundaria, aunque sea una escuela de música [no es broma: especialmente hay que
enseñarles la economía liberal a la gente que vaya a dedicar su vida a las artes y a la comunicación], porque el
Estado crece, como crece la ambición, el deseo de poder, y el autoritarismo, porque el Estado no son edificios y carpetas con
los expedientes de miles de trámites administrativos, sino personas con un escalafón, donde en la cima de cada una de
sus dependencias hay casi siempre un macho alfa frustrado al que se le ha dado poder sobre los demás y va a tratar de
utilizarlo: lo que para un animal cazador es la territorialidad, o para uno de otra especie lo es su harém privado,
para el funcionario político lo serán las áreas que controle, y si ya están todas tomadas,
creará nuevas, con más personal a sus órdenes, o sea: subditos.
¿ Queremos ser libres ?, entonces achiquemos el Estado. ¿ Somos
ya demasiado dependientes de él y no podemos desconectarnos ?, pues entonces atomicemos el poder y la territorialidad
sobre la que operarán los que elijamos para administrar los asuntos públicos. ¿ Hay un poder detrás
del poder ?, obvio: los banqueros, los financistas, las aseguradoras, las administradoras de fondos de pensión, o sea
los que manejan el dinero [el Estado o el gobierno populista que emite dinero no lo maneja sino que lo adultera].