[A] Introducción: Si la distribución es mala, peor es la redistribución.
Previo al problema de la redistribución de la riqueza [volver a distribuir algo supuestamente mal distribuido y que el
neoliberalismo malo y cipayo empeoró], está el del poco preciso concepto de "bien común", en donde
todos los gobiernos, incluso los de derecha, se meten en ambas cuestiones sin tener ni una idea, ni teoría, ni "hoja de
ruta" usada en otros países que hayan tenido éxito, para que el Estado se ponga a redistribuir lo que supuestamente
el mercado distribuyó mal, como si el mercado fuese el empleado de un casino que reparte cartas intencionalmente dándole
siempre las peores a un mismo grupo de jugadores.
La genialidad elucubrada por las más preparadas mentes populistas ha optado siempre por subirles los impuestos a quienes mejor se han desempeñado en la economía, para premiar con diversos tipos de subsidios a la población de menores recursos, llegando a extremos desastrosos para la economía cuando se expropian empresas [con nuestros impuestos] para entregárselas a un grupo de empleados revoltosos que aseguran ser "el pueblo".
Fríamente analizados, los impuestos discrecionales y la contraparte de subsidios populistas, más las empresas expropiadas y también las "recuperadas", sólo han demostrado que la mala redistribución de la riqueza la hacen los Estados cuando padecen gobiernos intervencionistas.
Otro problema que nadie quiere ver, es que si el Estado tiene déficit, entonces no tiene riqueza que distribuir sino problemas para transladarle a los que han sabido hacer las cosas bien, aplicándoles impuestos, en el caso de tener un poco de suerte, porque para resolver los problermas que los gobernantes inventan al acusar a los mercados, generalmente endeudan al Estado, o con cizaña generan inflación poniendo a la sociedad a pelear entre productores "atados de manos" y consumidores "con anteojeras".
Contrasentido nacional: Evidentemente amamos a la redistribución de la riqueza sin tener que trabajar, visto está cuántas veces ganan elecciones los redistribuidores. Mientras que en otro lugar del mundo, U.S.A. que es un Estado que nació liberal y llegó a ser el más poderoso de todos, pasó a imitar a Europa, por lo que ahora ambos les cobran impuestos a sus poderosos industriales para distribuirlos entre los granjeros por medio de subsidios. Es obvio que U.S.A. tiene derecho a dar los subsidios al agro para redistribuir como se le antoje a la riqueza de su poderosa industria, pero Argentina [que nunca redistribuyó bien] no sólo no la imita sino que la critica y complota internacionalmente con otras naciones presionando a U.S.A. y a la U.E. para que dejen de redistribuir la riqueza, y al final me brota la duda... ¿ estamos a favor, o estamos en contra de redistribuir la riqueza ?
[B] Contrasentido liberal: Después de estas largas consideraciones previas llegamos al punto en donde el liberalismo se equivoca, y eso sucede porque al decir "bien común" la sociedad no sabe con precisión que es lo que dice, pero de por seguro que quiere implicar a mucho más que al derrame de la bonanza de las empresas sobre sus empleados. Como de costumbre el liberalismo clásico tiene razón [por favor, no dejen de leer a Ludwig Von Mises], y los liberales también tienen razón cuando prácticamente suplican que les definan a qué cosa se están refiriendo cuando dicen "bien común" para poder comenzar a discutir sobre el tema, pero, todo esto es secundario gracias a la irrupción del neoliberalismo porque, sea lo que sea el "bien común", ellos lo sepultaron detrás de dos consignas: bajar la inflación, y generar nuevos puestos de trabajo. El liberalismo clásico describió las trampas y engaños socialistas y keynesianos, pero, no previó que economistas, políticos, y empresarios liberales también hicieran trampas para facilitar la creación de monopolios y carteles, nadie previó los peligrosos vínculos de los funcionarios con los contratistas del Estado, la aparición de la estrategia comercial de la "obsolescencia planificada", y menos a la contaminación ambiental irresponsable de algunas empresas. Obviamente de forma intencional, el neoliberalismo les entregó el mundo servido en bandeja a los grandes carteles, corporaciones, y monopolios, para hacer ganancias rápidamente, estirando la famosa brecha entre ricos y pobres hasta niveles inauditos, y perdiendo derechos adquiridos por las masas durante el apogeo del Estado de Bienestar... a cambio de nada: los fondos de pensión pulverizados, las hipotecas impagables, empresas que se mudaron a naciones que hacen "dumping social" dejando detrás un tendal de desocupados, precarización de los contratos de trabajo, y un "derrame" muy extraño: los que consiguen trabajo, ya no trabajan como en la Inglaterra de la primera revolución industrial: Computadora, Internet, aire acondicionado, oficinas alfombradas, y desodorantes que ya no manchan la ropa para gente que no transpira.
[C] El péndulo: Las sociedades suman expresiones o corrientes de pensamiento contradictorias que con la sucesión de diferentes gobiernos sobre un mismo territorio han preparado el caldo de cultivo para que la mezcla explote. Sí, es cierto que en general hay lugar para los liberales [libertad para el comercio y la producción], para los socialistas [servicios públicos subsidiados, legislación laboral ultra regulada, etc.], para los pragmáticos [su finalidad es la estabilidad de la organización, para ellos el fin justifica los medios, y el mediano y largo plazo directamente no existen en su bocabulario], y finalmente para los idealistas y soñadores [esos que no saben lo qué quieren, pero sí saben lo que no quieren, o tienen un proyecto de futuro contradictorio, como vivir disfrutando de un paraiso del consumismo... con un gobierno socialista. En síntesis: son la antítesis de los pragmáticos]. Todos estamos cansados de ver que esta ensalada con diferentes aderezos se utiliza con diferentes gobiernos, y hasta en varios Estados que rara vez se desmoronan [algo hermoso de ver, como por ejemplo cuando cayó la URSS] y debe ser por el apoyo tácito a esta mezcla de ideologías dado por algún tipo de creencia mayoritaria, que le teme a los extremos, y que supone que en el fondo los liberales necesitan a los socialistas para hacer funcionar a un Estado liberal, porque ellos con todo el poder en sus manos, en algún momento intentarán lucrar gracias al Estado [los socialistas jamás harían eso] y, aunque no cometan ningún delito, el exceso de dogmatismo de derecha perjudica a una Nación que es mucho más que sus exportaciones [lo que generalmente cree la gente común sobre la economía], porque también a una Nación la integran sus fracasados y mediocres [legiones de ellos, que no se autodenominan "fracasados y mediocres", sino "pueblo"] con sus predecibles ilógicas demandas que los políticos se desviven por cumplir [nunca con su dinero] a cambio de una cuota de poder, que tampoco es perniciosa porque así al poder económico se lo equilibra con el poder político y el poder del voto de las masas. Lo que es una especie de pirámide invertida de ideas tontas, en donde la primera de todas es creer que se puede hacer un promedio de liberalismo y socialismo, y hacer que esa cosa funcione bien [porque cualquier sistema económico funciona, ¡ funcionó el comunismo durante 70 años !], la cuestión es por cuánto tiempo, a qué costo, y quién va a pagar la destrucción económica
y de valores que los populismos y socialismos dejan en una sociedad.
La estrategia del "todo suma" es incorrecta: algunas cosas restan, y la verdad es que sólo el "poder económico" puede sacar a las masas de la pobreza, pero nunca con regalos y redistribuciones, sino con mejores trabajos, sin que haga falta perder el tiempo demostrando que el trabajo en la actividad privada es mejor que en el sector público. Keynes dijo: "En el largo plazo todos estaremos muertos", y sabemos que se puede destruir una fuente de trabajo de un día para el otro, mientras que crear nuevas fuentes de trabajo puede demorar años... y aquí les revelaré la verdad oculta: ¿ quiénes son más egoístas ?: los liberales que piensan en el largo plazo, o los keynesianos, progresistas, populistas, y socialistas, que piensan en el corto plazo sólo para aferrarse un día más al poder, obsequiándonos todo el "bien común" que soñamos sin tener que hacer ningún sacrificio ni esfuerzo previo, y llevando al Estado a la insolvencia sin detenerse nunca... hasta que caen por ineptos, entonces alguien nuevo toma las riendas del poder para hacer un "ajuste", la gente se enoja con el que hace las cosas bien, y en la siguiente elección vuelve el poder a los abanderados de los necesitados, que a estas alturas lo que me parece que más necesitan es un nuevo cerebro que no esté podrido por tanta propaganda, prejuicios, odios, y sobre todo... pereza mental y pensamiento mágico cortoplacista !
¿ Qué fue la revolución neoliberal ?: Pues una en la que en Argentina y también en el resto del mundo, se privilegió a la libertad desatendiendo la solidaridad y al proyecto de futuro de las sociedades igualitarias idealizadas durante décadas [errores cometidos por el pragmatismo de partidos de derecha anteriores] por lo general como excusa para oponérsela al comunismo, y esta reestructuración de la economía con un repliegue del Estado, pudo permitir tanto la revolución informática global, como el nacimiento de la U.E., la "explosión" de la economía China y, en latinoamérica... el fracaso argentino.
La verdad es que la economía tuvo un ciclo de expansión fenomenal en la década del 90 posterior a esa tercera guerra mundial que fue "la Guerra Fría", y eso encumbró a decenas de gobiernos de derecha que atacaron a las conquistas sociales que nacieron gracias al neoliberalismo original posterior a la Segunda Guerra Mundial [ninguna "conquista" social ha nacido fuera de U.S.A., Inglaterra, y otras naciones liberales, al igual que toda la justicia "garantista"].
Libertad, solidaridad, organización, y bien común, no tienen por qué ser antagónicos. El Estado sólo obtiene ingresos de sus ciudadanos que después reparte en forma de servicios públicos y ayuda comunitaria, convirtiéndose en el ente al que la sociedad le encarga administrar la solidaridad que incluye la salud, la educación, etc.
La libertad [de prensa, expresión, religiosa, y obviamente la económica] no está dentro del área de la solidaridad pues es algo aparte, pero, tiene como prerrequisito a la solidaridad ajena, aunque más no sea como ilusión, pues de no ser así nadie iría a trabajar si sospechara que su vecino no tendría ningún remordimiento en aprovechar su ausencia para dejarlo en la miseria robándole su casa. Entre depredadores la total indiferencia que hoy se dedican mutuamente los habitantes de las ciudades modernas debe ser entendida como una solidaridad en respetar el derecho a la privacidad ajena, y esta indiferencia supuestamente no es tanta como para que su vecino no llame a los bomberos de producirse un incendio en su ausencia, o que la maestra de su hijo [aunque mal pagada] no lo defienda de la agresión de otros niños, etc.
En cuanto a la organización, casi todo el mundo ha optado por una democracia con dos partidos políticos dominantes donde uno se sienta a gobernar mientras el otro no hace nada
excepto protestar, y el proyecto de futuro debería ser el cambiar esto porque como ya se explicó es antieconómico, antidemocrático, y acientífico.
La derecha neoliberal en Argentina falló con todo a su favor, porque incluso dejando a un lado el hecho de que algunos de los postulados de Milton Friedman están equivocados pues
no adhiero a su política monetaria de emisión al ritmo del crecimiento del PBI [igual, un error de Friedman para un entorno
como el de la economía Argentina... ¡ no sería un error sino un acierto milagroso !], y por lo menos
se tenía un rumbo claro, mayoría en el Congreso gracias a un presidente populista "converso" lo suficientemente
fuerte como para enfrentar cualquier oposición, más un sindicalismo "amansado", y un entorno mundial
ideológicamente solidario que le giró dinero en abundancia para apoyar en los hechos a esa solidaridad
ideológica, con la fortuna de obtenerse varias cosechas record sucesivas, pocas inundaciones, y con menos sequías,
entonces: ¿ qué podemos esperar de quienes juegan a ser la "tercera vía", un desvío de lujo que pueden tomar los países europeos que históricamente han sido más liberales que socialistas ?, y que incluso cuando neoliberalmente han sido muy poco afectos a la "justicia social", sobradamente lo han compensado obteniendo excelentes logros por estar muy bien administrados, si vemos que su actual proyecto de futuro es reconstruir parte del Estado de Bienestar demolido o descuidado durante los ajustes neoliberales del último cuarto del siglo XX... ¿ Es que Europa y USA no pueden evitar vivir haciendo un péndulo entre ideologías opuestas ?
[D] Solución: No vale la pena perder el tiempo enumerando los beneficios de la libertad para tapar el hecho de que los liberales descuidan el bien común, y por tercos terminan pagando ese error perdiendo el poder sumidos en el desprestigio. Todo lo que no es una falla es un acierto, y lo que progresa es por la iniciativa privada que nos sacó de las cavernas: la civilización es liberal aunque durante siglos no supo de la existencia de las leyes de mercado, y lamentablemente va a seguir siendo liberal porque los Estados nunca han hecho nada excepto guerrear entre ellos ["lo que siempre fue, lo mismo será, lo que siempre hicieron, repetirán" - La Biblia, Vox Dei]. Un Estado menos intervencionista permitirá que por las suyas más gente acceda mejor, más rápido, y a menor costo, a cualquiera de los favores que el Estado de Bienestar les hubiese obsequiado [que en realidad no se los obsequia sino que se los cobra por mecanismos tortuosos y que son un despilfarro], y a mi entender lo que está sucediendo es que hay gente
que no puede esperar, sumada a que hay gente que no quiere esperar, y la única solución fuera de los moldes de lo que
ya he llamado como "péndulo" es el sistema de supersindicatos, y que todo el "bien común" más
la "justicia social", etc., sean internos, y que los supersindicatos compitan y expongan ante la sociedad sus logros sin que
el Estado salga a tapar sus números en rojo para que los paguemos todos.
La palabra "solidaridad" [según el diccionario: adhesión circunstancial a
la causa o empresa del otro] sin saber exactamente lo qué significa, como mínimo establece en cada persona las
categorías de los que tienen y la de los que no tienen y, solidario, sería quien cede parte de su bienestar para ayudar
al que no lo tiene, pero, hay cuatro formas de "no tener": por una catástrofe natural, por una depresión económica, por culpa del robo, por incompetencia propia, y hay dos formas de ser solidario, de forma voluntaria [no se sabe cuánto dinero se mueve de esta forma], o impuestamente [cuando el Estado nos hace pagar impuestos con fines solidarios] y aquí sí se sabe cuánto se recauda, se evade, se gasta, y se despilfarra.
En las crisis crece el voluntariado y la ayuda solidaria desde la misma clase baja que es la más afectada, y no desde las clases altas que se "cierran" porque, como no lo entiende el estatismo, se es solidario con los excedentes, y el voluntariado de la gente pobre es posible porque tienen excedentes de tiempo.
El asistencialismo populista lo paga la clase media que evade menos y a cambio recibe menos del Estado [y encima los gobernantes populistas señalan con el dedo siempre a la clase media como la culpable de lo que ellos no han sabido hacer]: ¿ la redistribución es sólo para la clase baja y nunca para las demás ?
¿ Las obras sociales son un caso ejemplar de "bien común" ?: La verdad es que no son estatales, excepto cuando el Estado con un gobierno peronista cubre graciosamente sus déficits. Están el fiscal general de investigaciones administrativas y la Inspección General de Justicia, pero, pese a los millones de trabajadores, nadie organizó una "Inspección General de las organizaciones sindicales" feudos que se ríen de la democracia y controlan a su controladora la Superintendencia de Servicios de Salud [Obras Sociales]. Como mínimo la justicia electoral debería prohibirles los "reinados eternos" a algunos jefes/jeques sindicales a los que la oposición les tiene miedo, y el peronismo no les muerde la mano pues ellos son los que le dan de comer [el peronismo es toda una curiosidad: federal en la oposición, unitario en el poder, y feudal siempre]. Los afiliados de los sindicatos son mayoritariamente peronistas, sus sindicatos pagan las campañas políticas del peronismo, éste en el gobierno de hecho termina subsidiando a las obras sociales: todos contentos [sobre todo los que se quedan con algún vuelto], pero el peronismo es el 40% del electorado [no son el 100% de la población, y ni siquiera son el 100% de los trabajadores], o sea que el 60% del resto de la Nación está siendo parasitado por ellos, y así el paso obvio para distribuir mejor es la creación de los supersindicatos sacando al trabajador no-peronista de su eterna situación desfavorecida por culpa de un grupo que abusa al tener la mayoría: primero la patronal lo explota, y después el peronismo lo usa sumándolo como si fuese parte de su fuerza, cuando ni le permite abrir la boca para quejarse.
Siempre habrán personas muy por debajo del promedio de talento y resistencia a la fatiga física y mental, como también habrán empresarios más hábiles para moverse por los laberintos del poder político, ¿ pero que el Estado se apiade del menos favorecido lo autoriza a perseguir al más exitoso ?, ¿ es una función del Estado la de tratarnos igual, o la de igualarnos a todos, cuando ni siquiera dentro de los sindicatos se trata igual a los trabajadores ?
[E] ¿ Hay otras opciones ?: Al hablar de "redistribuir" se está apelando al deseo de querer tener más sin tener que trabajar más para obtenerlo, y ya ni por aproximación los políticos se refieren a cosas como la reforma agraria para redistribuir la tierra entre los campesinos, por lo que probablemente deben estar hablando en sentido figurado [que no es mentir, pero similar al cosejo de Göebbels "miente, miente, que algo queda", parece que se logra lo mismo hablando y hablando en sentido figurado].
Para correr el velo del "sentido figurado" y encontrar al "sentido real" debemos analizar estas posibilidades:
Riqueza - Producción: Esto ofrece un amplio abanico que va de la explotación de los recursos naturales, a la producción del agro y la industria. Muchos piensan que la riqueza del país es básicamente lo que exporta, entonces ¿ restamos lo que se importa ? porque como generalmente tenemos déficit [excepto cuando se cierra la importación por decreto o cuando el gobierno produce devaluaciones] nunca habría superavit que redistribuir.
Además, el Estado debería confiscar el superavit para repartirlo porque no exporta nada y cada exportador es dueño de lo que exporta y no el Estado. Obviamente el Estado podría hacer eso pero una sola vez ya que toda la producción abandonaría la idea de producir para que se lo expropien, causando desocupación y hambruna.
Riqueza - Recaudación: ¿ Si llegamos a tener unos $ 470.000.000 de superavit fiscal, para fin de año los políticos nos va a dar $ 10 a cada uno de los 47.000.000 de argentinos ?
Todos veríamos mejor que use ese dinero en mejorar la educación y la salud pero, si en vez de $ 10 se tratara de $ 100 para cada uno ¿ por qué esperar hasta fin de año para recibir ese dinero cuando todos los meses nos asfixian con impuestos, no sería mejor pagar menos por mes para terminar con ese pseudo-superavit hecho con dinero de más que el Estado nos quitó a nosotros ya que no tiene otra fuente de ingresos ?
Pero, supongamos que el superavit se debe a impuestos progresivos aplicados a los 1.000 millonarios del país. Siempre será más lo recaudado entre los 10.000.000 de argentinos que pagan impuestos bajos, así, de redistribuir $ 100 nos devolverían $ 95 propios, más $ 5 por redistribución de la riqueza.
Riqueza - Nivel de salarios: Aumentando los sueldos por decreto, en una economía sin inflación, se reparte la riqueza haciéndolo en una forma escalonada beneficiando a los sectores más bajos, pero, como el aumento de sueldo depende sólo de la inversión que hagan los empleadores privados, quedaría en manos del Estado sólo la responsabilidad por querer redistribuir la riqueza y terminar redistribuyendo un mayor desempleo, o sea: mejores sueldos pero para menos gente.
Riqueza - Servicios subsidiados: Si bajan los precios de las naftas, la luz, el gas, etc, bajarán los precios de las mercaderías, y así sin subir el sueldo se podría subir el nivel de vida. Si la "distribución" se expresa como su sueldo, menos los impuestos sobre el sueldo y el consumo, si con superavit deberían devolver dinero, con déficit [que es lo normal para Argentina], nos lo deben estar sacando por algún lado, y esa podría ser la explicación para la caída sistemática del poder adquisitivo de los salarios durante los últimos años, pues redistribuyen los gastos ¡ incluyendo a la "redistribución de la riqueza" entre los gastos !, por lo que esta nunca sería gratuita sino pagada de una forma tortuosa con el fin de ocultar la verdad: somos los únicos idiotas que les creen a los políticos desprestigiados en todo el mundo.
Riqueza cero: Si el gobierno no puede distribuir la riqueza ingresada al exportar ni tampoco la
recaudada porque se gasta todo ese dinero e incluso no le alcanza, "distribuir" se desplaza a no sacarle al que gana menos, o
devolverle algo abaratándole los servicios, pero, en una sociedad progresivamente cada vez más pobre y, el punto final de esta imbecilidad populista, es tener los servicios públicos absolutamente gratis en una sociedad donde todos ganen "cero" pesos, lo que obviamente es imposible y sin embargo es el camino en bajada que Argentina viene recorriendo desde que nació el peronismo: un proyecto con una meta imposible de alcanzar con millones de votantes retrasados mentales que no ven que es mentira que recibirán todo lo que quieran gratis indefinidamente. El "canto de sirenas" que ama el ignorante votante peronista es un mito: Si el peronismo consigue eliminar a los ricos [llegando a la "riqueza cero", exceptuando a su dirigencia], no habrán menos pobres, sino los mismos pobres más los nuevos pobres ex-ricos.
El Estado debe darnos salud, educación, etc., pero no por bondad sino porque se lo pagamos, pero, coincidiendo todos en pagar impuestos, ¿ por qué hay además una recaudación indirecta a través de los servicios, y en especial a través de los combustibles distorsionando los precios de toda la economía ?
Porque el Estado organizó una estructura melodramática e ineficiente de impuestos con buenas intenciones "progres" como recargar los combustibles pues los pobres no tienen autos [algo tan estúpido como subírselos a las bibliotecas personales], pues al final el impuesto se translada hacia otras mercaderías "populares".
El bien común para aquí, el bien común para allá: Sabemos que un mismo partido político nacionalizó lo que antes había privatizado, utilizando a las mismas excusas. Me temo que entonces el partido se perdió en la década del noventa y ya es demasiado tarde para que un liberal haga dogmatismo al abandonar la vidriera solidaria decidiendo privatizar los servicios públicos [y dejando de discutir pavadas, porque el problema no es privatizar o estatizar, sino el cómo se desempeña peligrosamente después cualquier tipo de monopolio privado o público], y porque para la Nación esa no es la parte más cara del problema [o sea: el eventual déficit de una de sus empresas públicas], sino el esfuerzo ajeno que va a despilfarrar cualquier otro gobierno emperrado en destruir a los competidores de esa empresa, o seguir nacionalizando empresas con la excusa del bien común.
Riqueza - No pago de impuestos: Buena parte de nuestras grandes fortunas se han hecho evadiendo impuestos [ya sea evasión o elusión], lo que es un hecho incluso aunque los impuestos hayan sido injustos y consfiscatorios, pues esto ha implicado una trasferencia de ingresos aún mucho más injusta de parte de quienes con menor poder adquisitivo, no pudieron evadir los impuestos que les fueron aumentados para cubrir el déficit causado por los evasores. Tal vez bajando alguna vez los impuestos, la masa de dinero que dejará de circular entre impuestos que se pagan y luego se recuperan aumentando precios, más los que se pagan y después se reintegran, junto a los impuestos que se pagan pero que después reciben subsidios, terminarán estacionados en los bancos presionado a las tasas de interés hacia abajo, lo que sería un efecto colateral beneficioso: el Estado ya no redistribuye riqueza, sino que con tasas bajas permite que los emprendedores obtengan en buena ley su propia riqueza.
Sabemos por experiencia que generalmente si se quitan impuestos eso no se transforma solidariamente en bajas de precios sino en mayores ganancias, aumentando la mala distribución, pero, hacer al revés aumentando impuestos que se transfieren a los precios agrava más la mala distribución, y nada peor que el impuesto inflacionario pues se transfiere mucho peor con una política de precios con aumentos preventivos a cuenta de futuros aumentos, impuestos, subas del dólar, etc. Entonces el problema de la mala distribución no tiene solución desde la ortodoxia liberal porque no lo considera un problema, ni tampoco desde el estatismo keynesiano progresista aunque proclamen que lo solucionan: obsérvese el famoso aumento de la "brecha" entre los salarios más altos y los más bajos y como suele aumentar más aceleradamente durante sus gestiones de gobierno.
¿ Puede la economía compensada revertir esto ?: Al convertir a los
sindicatos en supersindicatos, y a algunos supersindicatos en Departamentos de Estado que recaudan impuestos ya sin un Banco Central tapándoles sus "rojos" nunca más, la disyuntiva entre cobrarle caros impuestos a unos pocos "poderosos", contra la opción de cobrar muy bajos impuestos proporcionales a multitudes, dejará de ser un debate inútil, para ser una solución fácil de implementar incluso para quienes tengan obsoletos prejuicios ideológicos.
[F] ¿ Hay culpas liberales incluso cuando es el Estado el que fracasa al redistribuir ?: Como los impuestos los pone y los cobra el Estado, las fallas del sistema impositivo no son culpa del liberalismo, pero como la evasión que es la otra cara de la moneda es siempre privada, las leyes de mercado nos sirven para entender el por qué.
Primero: Selección, pues el Estado cobra impuestos para cubrir los gastos comunes de la sociedad pero hace populismo al tratar de igualar a las clases sociales cometiendo un error: el impuesto es para recaudar y no para igualar a ricos y pobres.
Segundo: "Evasión" es cuando el ciudadano no paga a riesgo de ser penalizado y "elusión" es cuando un evasor generalmente poderoso obtuvo la sanción de leyes "a medida" que lo benefician, o encontró fallas en leyes que le permiten evadir sin riesgo alguno [entre la selección escalonada y la evasión-elusión al final sólo paga la clase media].
Tercero: "Intromisión", cuando el Estado nacional recauda en las provincias para luego "coparticipar" mal. Lo más sensato es que el Estado recaude unos pocos impuestos, como sobre los derechos de importación, para que se recaude el resto según las necesidades de las provincias o ministerios que solidariamente destinarán un porcentaje para solventar los gastos del Estado [o sea al revés de como se recauda y coparticipa en la actualidad]. No estaría mal que las aduanas sean un Departamento de Estado autónomo.
Cuarto: "Sustitución" a falta del cobro de impuestos la primera salida es el
endeudamiento y, la segunda, es aumentar los impuestos que no se les evaden produciendo una transferencia de ingresos del ciudadano
que cumple la ley hacia quien delinque [que si evade forzado pues los impuestos lo llevan a la quiebra, entonces moralmente no delinque]. Si el despilfarro estatal se compensa con más impuestos, se llega a un punto recesivo donde sólo queda financiarse con evasión, lo que se activa cuando las tasas de interés superan a los punitorios del fisco [incluyendo los sobornos a sus inspectores].
Quinto: Promociones industriales, un verdadero permiso para evadir sólo concedidos a grandes empresas. Si el Estado necesita ni más ni menos que $ 20 y lo obtiene tras aplicarle un impuesto del 20% a una cosa que cuesta $ 100, bien podría bajarle el impuesto al 15% a cualquier innovación tecnológica que le permita al productor hacer dos de esas cosas aumentando mínimamente la inversión, por lo que el Estado
pasaría a recaudar $ 30 incentivando la productividad, la innovación y las inversiones en bienes de capital,
asegurándole al productor disfrutar de más ganancias, pero, si de recaudar $ 20 se pasa a $ 30, el productor de $ 80 pasaría a ganar $ 170 lo que para muchos progresistas es intolerable: si de los $ 100 obtenidos por un solo producto repartían 20 / 80, de vender por 200 se deberá repartir 60 / 140, y vendiendo por 300 en 100 / 200.
Estos impuestos "progresivos" tendrían sentido si el Estado fuese el responsable del incremento de la productividad e independientemente de que ese dinero lo gaste en vacunar gratis, está mal obtenido, el productor siente que le están robando y entonces no se arriesga a innovar, ni a invertir, y perdemos todos.
El transporte, la intermediación, y el acopio, son los únicos lugares en donde se pueden aplicar impuestos progresivos, pero no para combatir a los "poderosos" sino para evitar que los productores se desinteresen del precio final de sus productos y busquen como "puentear" a los intermediarios que los encarecen.
Algo parecido sucedía en la segunda guerra mundial donde los generales alemanes eran expertos en estrategia pero no
sabían nada de logística ni de costos, tareas de las que se desentendían pues de ellas se ocupaban otras personas,
mientras que los generales rivales estadounidenses se encargaban de la logística de sus propias operaciones. Pues bien, nuestros productores
deberían comenzar a intervenir en la logística necesaria para que sus productos lleguen hasta los consumidores, ya sin desentenderse de ese problema.
Sexto: Ocultación de impuestos en las tarifas. Las olas privatistas o estatistas cambian según los vientos políticos, pero, ninguno debería obviar los contrapesos: si hay empresas estatales monopólicas, éstas deben ser democráticas, sus aranceles menores que los internacionales [o no se justifica tenerlas], y tercerizando todo lo posible que no sea a su vez monopólico.
Cuando se vote para nacionalizar determinado sector de la economía, ni el Estado le cargará impuestos a ese consumo, ni tampoco tapará el quebranto de ninguna empresa estatizada.
¿ Qué ocurriría en Argentina con el consumo y la produción si los combustibles se cobrasen como en U.S.A. [menos de U$S 0,50 por litro] ?, donde apenas el 20% del precio va a parar a sus proveedores árabes, mientras que el 50% va al Estado vía impuestos y, el resto, lo embolsan las refinerias y distribuidoras.
Nuestro combustible no puede ser menos que un 20% más barato, los salarios que pagan las refinerías son muy inferiores a los que se pagan en U.S.A., y encima el componente impositivo es todavía mayor, ¿ y cómo pretendemos edificar un sistema económico sin saber el precio real del insumo N°1 ?
Hay que eliminar a los servicios [electricidad, teléfonos, gas y agua corriente] como fuente de recaudación ya que los impuestos serán transladados a las tarifas. Incluso hay que eliminar las tarifas preferenciales para grandes consumidores pues aunque le transladen menos a los precios finales, sería preferible pagarlos en "limpio" pues así el consumidor sabrá el precio real del servicio sin pagarle a los grandes consumidores ningún "anticipo" oculto dentro de sus tarifas domiciliarias.
Séptimo: Compensación por evasión. Suecia recauda montos equivalentes al
¡ 50% ! de su P.B.I., U.S.A. el 30% y, en la Argentina de la convertibilidad el 20% [de llegar al 30% se especulaba
con que ya no habría que endeudarse nunca más], pero en la Argentina kirchnerista se aumentó ese porcentaje de un salto hasta el 35% y peor para el agro que además del 35%
permitió que le confisquen parte de sus dólares ganados, y aún así persiste el déficit fiscal.
Antes de entrar al trabajo me detenía en el bar de la esquina para tomarme una leche chocolatada Cindor en botellita de vidrio [por su mejor sabor contra las de envase descartable] pagándola a un peso hasta que aumentó un 100% pasando a costar dos pesos. Eran los tiempos del "efecto Tequila" pero como supuse que el Tequila no había llegado a la leche, pedí explicaciones: resulta que el hijo del dueño chocó con su camioneta y rompió todas las botellitas de uno de los dos cajones de Cindor que acababa de comprar, por lo que pasaron a vender por el doble de su valor a la mitad sobreviviente aplicándoles el "I.A.V." [Inútil Al Volante].
Como dijo Margaret Thatcher: "demasiados impuestos, matan los impuestos", y el Estado también cobraba el "I.A.V.": de su presupuesto anual de U$S 60.000 millones, tenía un déficit fiscal de 5.000 millones y una evasión de 25.000 millones, o sea que recaudando 5.000 millones más [y el Estado regalaba subsidios por 10.000 millones] llegaba a los 60.000 sin déficit, pudiendo bajarnos los impuestos por 25.000 millones de dólares.
Un déficit de 5.000 millones implicaría una evasión de 5.000 millones, pero el Estado no ponía impuestos por 60.000 millones ¡ sino por 80.000 millones ! [estrategia "Cindor"] para compensar, e igual se quedaba corto con 5.000 millones de déficit, y así en conclusión, durante la convertibilidad de cada $40 de impuestos, $10 los pagó por culpa de los evasores.
El efecto nocivo de la evasión se revirtió en parte gracias a las mejoras
operativas alcanzadas por los entes recaudadores favorecidos por la revolución informática, pero, el gobierno
kirchnerista hizo del engaño estadístico una herramienta de gobierno, y no hay forma de calcular si de cada $ 40 de
impuestos, $ 10 los seguimos pagando por culpa de los evasores, o más, o si a igual monto la participación ya
es una responsabilidad mayor por parte de lo que evaden las empresas "testaférricas" de los kirchneristas.
[G] Conclusión, ¿ qué se puede redistribuir ?: Lo
único que se puede redistribuir sin robarle a nadie es el poder, tras quitarle el manejo de la moneda a los economistas,
quitarle a los partidos políticos el poder para manipular de la democracia, quitarle a las empresas extranjeras las libertades
de las que no gozan ni en sus propios países y, quitarles de la cabeza a los activistas, ensayistas y periodistas abonados a
obsoletas ideologías, la estúpida idea de que ellos representan al bien y sus opositores al mal, cuando los tres se han
contradicho y mentido tanto que terminaron por creerse sus torpes mentiras.
Todos tienen razón cuando exhiben el listado de crueles desigualdades que
"¿ cometen ?" sus adversarios, pero si todos los partidos tienen razón, entonces, ninguno gana, y
para llegar a esta situación de "tablas" lo que los populistas hacen descaradamente es culpar a los demás
por los pecados propios. Esto se hace así: El partido opositor negro acusa al partido oficialista blanco de arruinar el
paraíso por ejecutar la política "A" en vez de la "B". Entonces accede al poder y no deja de
ejecutar nunca lo precedente y hasta lo empeora ejecutando la política "AA", pues la política "B"
[por ejemplo: aumentar las jubilaciones], únicamente tiene vida durante la campaña electoral, y para que esto funcione
el votante del partido negro tiene que autoproducirse una amnesia, o tendrían que volver a tirarles a los políticos
[esta vez propios] diez toneladas de piedras, quedando para los psicólogos resolver quién es más hijo de puta:
¿ el político que miente o el militante que después se hace el boludo ?
La pérdida de confianza en la convertibilidad aún después de 10 años de estabilidad
[destruída por el mismo peronismo pero con un diferente ministro de economía], la pérdida de confianza en el sistema bancario [hecha realidad por los radicales y rematada por los peronistas] y la perdida de confianza en los políticos a los que nadie quiere
pero los números [en los que yo nunca creí] les llegaron a indicar un 70% de imágen positiva durante una cuarentena que manejaron pésimamente mal,
sólo delatan las últimas ilusiones de una población acostumbrada al paternalismo pero ya cansada por años
de sacrificio en vano, pérdida de sus ahorros, quiebra de cientos de pequeños comercios familiares, y hasta una
inimaginable pérdida de conquistas sociales, y dentro de algunos años se darán cuenta: ¡ la
convertibilidad fue la última y verdadera conquista social que tuvimos hace ya un cuarto de siglo !
Nosotros construimos un país en este maravilloso y rico territorio pese a sus costas
acantiladas, su mar helado, sus desiertos, volcanes, inundaciones, y selvas saturadas de mosquitos, y también creamos a la
organización [gracias a nuestros tatarabuelos] que llamamos "Estado" que en los políticos delegamos la simple
tarea de administrar, y que es un artificio que puede ser demolido y reconstruido completamente si nos enferma como funciona: El
Estado no es todopoderoso, no se ha creado a si mismo, y aceptemos que no redistribuye riqueza sino problemas, y siguiendo el camino
de las cosas mal hechas a las que se les ha vencido la garantía, o se lo repara, o se lo tira a la basura también en el
nombre del gastado "bien común", y no sé por qué tanto darle vueltas al asunto.