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LA PSICOECONOMIA

La psicoeconomía [en inglés se abrevia B.E. por "behavioral economics", que es algo traducible como "comportamiento económico"] es una ciencia que no existía cuando se comenzó a escribir este libro y que fue inventada antes de terminarlo [a su inventor le dieron el premio Nobel de economía], por lo que aquí propongo una lista de lo que la B.E. tendrá que investigar en los próximos años.

[A] Lo primero a investigar es si le da el paño para ser considerada una ciencia, o apenas es una teoría econónica más de las que salen de la Universidad de Chicago, y que no sirven para nada, como el monetarismo de Milton Friedman [liberalismo pisando al mismo tiempo el acelerador y el freno], y su derivada "Escuela de las expectativas racionales" de Robert Lucas, que no es economista sino ingeniero especializado en matemáticas, y que fue el inventor de aquello que se les escuchaba decir a nuestros economistas en los noventas sobre poner a la economía en "piloto automático" [y que a nadie se le vaya a ocurrir que la psicoeconomía tiene algo que ver con la psicología, o con hacerles un perfil psicológico a los peligrosos extremistas financieros de Wall Street].

El premio Nobel lo ganó Daniel Kahneman precisamente por su ataque al "paradigma de la elección racional" que hacía presuponer que impulsado por su egoísmo el hombre siempre iría en busca de la mejor alternativa racional para incrementar su patrimonio, trabajar menos, etc. [en Argentina la "ley del menor esfuerzo"]. Esto presupondría que todos somos buenos inversores racionales, o ya sea haciendo un promedio de toda la sociedad dando por resultado que a la larga somos racionales [o esta sociedad simplemente no existiría]. Sin embargo bien sabemos que esto ni siquiera es así entre los encumbrados banqueros que en U.S.A. causaron la crisis de las sub-primes del mercado inmobiliario especulando con las hipotecas, un problema que se solucionó socializando las deudas de los banqueros. Un asunto que es más o menos así: Si un país crece su gente mejora, amplía o se muda a casas mejores, luego los bancos facilitan los créditos hipotecarios, la gente con mucho dinero en sus manos sale a comprar propiedades, y eso sube el precio de las mismas, iniciando una "burbuja" visible desde su mismo inicio por Greenspan que siendo el principal responsable de la economía de U.S.A. lo ve, no hace nada, y una década después cuando le llega la jubilación y se retira, antes de cerrar la puerta de su oficina y apagar la luz dice: lo único que no pude controlar fue el mercado inmobiliario... y nadie le prestó atención.
Greenspan utilizando las tasa de interés que pagaban los bonos del Tesoro de U.S.A., le daba o le quitaba liquidez a los mercados para que la economía no se "recalentase" [opinión personal: esta es una concepción absolutamente estúpida], pues bien, resulta que las propiedades siempre subían de precio, y a los inversores les encantan las cosas que siempre suben de precio, casi tanto como las explicaciones simplistas del tipo: "Invierta seguro su dinero en propiedades inmuebles, porque aumenta la población, pero, si no aumenta la superficie de U.S.A., una mayor demanda empujará los precios siempre para arriba"... bueno, esto tiene cierta lógica, pero los inversones no compraban hipotecas sino "derivados" que son una cosa verdaderamente inexplicable, pero, que es equivalente a comprar acciones de los bancos que parecían ser sólidos y exitosísimos por haber vendido muchas hipotecas, pero las mismas no son sino deudas que se volvieron impagables cuando se pinchó la burbuja inmobiliaria y nadie en su sano juicio les seguiría pagando a los bancos una deuda contraída para comprar o construir un immueble que después con suerte podrían verder por la mitad o menos del precio inicial, siendo preferible dejar de pagar y que les ejecuten la hipoteca perdiendo lo invertido, a seguir trabajando por años exclusivamente para pagarle al banco.
Por ejemplo: usted tiene U$S 200.000 y proyecta construir una casa de un millón porque el banco le presta U$S 800.000 en cómodas cuotas, de modo de construir en un año, y pagar su deuda durante 20 años, siempre que la burbuja siga creciendo, porque para cuando quiera vender la casa valdrá unos U$S 1.200.000 pero, si un "lunes negro" cualquiera el mercado se derrumba y apenas podrá vender la casa en U$S 400.000, ¿ si usted ya les pagó U$S 300.000 para qué pagarle al banco los U$S 500.000 que todavía le faltan cancelar ? es preferible dejar que el banco le ejecute la hipoteca perdiendo la propiedad, de modo que el banco puso U$S 800.000, le pagaron hasta cierta cuota recuperando U$S 300.000 y al final se queda con una casa que vale U$S 400.000 con el resultado de perder U$S 100.000 mientras que el cliente pierde U$S 300.000 en vez de U$S 400.000, con U$S 100.000 de ahorro que salen para el cliente por no cancelar una deuda de U$S 500.000 para vender después la casa por U$S 400.000 ¡ y si bien el cliente pierde los U$S 300.000 que ya pagó y el banco pierde U$S 100.000... resulta que hizo este mismo pésimo negocio cientos de veces, y con otros cientos de bancos imitándolo !

El problema es que para optimizar y hacer rendir al máximo su capital con el menor esfuerzo, cada hombre debería saber cómo funcionan las cosas y nadie sabe del todo como funcionan las cosas ni en la economía más exitosa, estudiada, y vigilada del mundo [demostrado: no saben nada ni sus banqueros, ni sus financistas, ni sus economistas] y precisamente por ayudar a entender eso le dieron el Nobel a Kahneman.
Sucede que a falta de conocimientos se usan corazonadas, teorías antojadizas, optimismos estúpidos o miedos todavía más infundados, o sea, cualquier cosa irracional sobre la que se hace un poco difícil comenzar a edificar una "ciencia" como la economía que en realidad nunca ha sido una ciencia dura como la matemática [como pretendían los sobrevaluados economistas] sino que es una ciencia como la sociología, o sea, una ciencia que se equivoca casi siempre o que sólo puede acertar "a posteriori".
Una vez tirado a la basura el "paradigma de la elección racional", obviamente menos por Kahneman, que por los contundentes millares de personas que se endeudaron con hipotecas pensando irracionalmente que las propiedades siempre aumentarían su valor, y sin olvidarnos de las docenas de banqueros que prestaron un dinero que no tenían... pues reelaboremos todo el sistema comenzando desde los sujetos actores de la economía, o sea los hombres, que se pueden clasificar en tres grupos:
Limpios: Sobre estos actúan dos fuerzas antagónicas, el "ahora" y el "mañana". Si se gasta cierta cantidad de dinero ahora, no se podrá comprar algo deseado mañana, y por lo general el consumidor es tentado por cientos de "ahoras" mientras que en su mente hay sólo dos o tres mañanas, por ejemplo: auto, yate, y casa.
Sucios: El pasado no suele influenciar sino a unos muy pocos, por ejemplo el hijo del hombre que siempre tuvo un Ford, puede llegar a serle fiel a la marca de la que es "fanático" y los fanatismos son irracionales por definición.
Hipersucios: Hasta hay profesionales de la economía que se fanatizan, convirtiéndose en profesionales "abonados" o "casados" con una ideología en nombre de la que olvidan todo rigor científico para falsear estadísticas e ignorar evidencias en contra, todo para conseguir el triunfo de su ideología sobre las otras [o sea: ni por fin de lucro, ni para el progreso social].

Listado de ideologías:
  1. Año 1776, Adam Smith descubre las "Leyes del Mercado", inicia la era del liberalismo clásico, y su primera hija es la revolución industrial. Como sus hipótesis ya se comprobaron como ciertas, pues ahora se tratan de leyes y la obra de Adam Smith ya no es una ideología sino algo que está muy por sobre las del resto de las elucubraciones de los economistas no smithsonianos que usan teorías, ideas, o las ensaladas de ideas a las que seguimos llamando "ideologías" porque no sólo no han crecido ni evolucionado hasta ser leyes, sino que además fueron fácilmente refutadas precisamente por las leyes de mercado y sus conocedores que han ampliado la aplicación del liberalismo en áreas como la política, el derecho, y la moral.
  2. Año 1867 a Marx no le gusta el liberalismo, le cambia el nombre por "capitalismo", y escribe un libraco lleno de filosofía mezclada con economía y una versión de la historia salida de sus sueños, en donde los trabajadores son los héroes de la película, una película que ya sabemos que terminó espantosamente mal. Los hijos de Marx: montones de dictadores homicidas.
  3. Año 1936 Keynes les enseñó a los políticos populistas cómo gobernar usando a la máquina de imprimir billetes sin respaldo. Su hija fue la macroeconomía, más otros varios hijos que se reproducían como conejos, y por esos ministros de economía y presidentes keynesianos, hasta la década de los 80's el mundo vivió con alta inflación.
  4. Año 1950 Nash demuestra matemáticamente que en un punto Adam Smith estaba equivocado, hace una muy importante contribución a la teoría de juegos, le dan el premio Nobel de economía en 1994. Hoy en el año 2022 todos los economistas siguen sin darle pelota.
  5. Año 1960 Milton Friedman, el monetarismo, la escuela de Chicago: emitir dinero pero tanto como lo que haya crecido la economía. Año 1971 U.S.A. abandona el patrón oro y gran parte del smithsonianismo deja de tener sentido. Apogeo del liberalismo "neo-clásico" o "neoliberal" en los 90's: se controla la inflación desatada por Keynes, pero, con suerte se tenía un 15% de desocupación, la que vendría a ser la hija no reconocida del neoliberalismo, que también tuvo a otra hija rubia y de ojos azules: la revolución de la informática.
  6. Fines de los 90's: Robert Lucas, "Escuela de las expectativas racionales" consiste en un Estado super mínimo que apenas vigile que no haya déficit, y que la economía funcione por si sola en "piloto automático" [¿ Recuerdan la obsesión diaria de Néstor Kirchner por el estado de las cuentas públicas y el doble superavit ?]

Excepto por las naciones que aún buscan su independencia, en el mundo globalizado se ha reemplazado el devaluado fanatismo nacionalista por el fanatismo hacia las ideologías que ahora está resurgiendo tras el letargo de los noventas o "reinado del pensamiento único" posterior a la caída del comunismo.
Todos los sistemas económicos funcionan, el asunto es por cuánto tiempo y a qué costo. Si los economistas profesionales dejan de lado el rigor científico traicionando al sentido común, no podrán analizar los comportamientos de los mercados sino que querrán demostrar que estos hacen lo que ellos suponen, de aquí a creerse capacitados para dominarlos y manipularlos hay un sólo paso, y me refiero a las dos ideologías porque del lado "liberal" presionan al Estado para asegurarse el tener monopolios y si no pueden, negocian entre ellos creando "carteles", haciendo todo lo posible para pasarle por arriba a la competencia que es la base del sistema liberal y, desde la izquierda hacen otro ataque que también fracasa que es eliminar la competencia con estatismo, o sea: con monopolios en manos de políticos cuadrúpedos.
En realidad Nash hace una gran desmostración de algo que no se puede decir que sea un gran descubrimiento porque lo sabíamos todos. El refranero popular dice "El ojo del patrón engorda el ganado" y Adam Smith tenía toda la razón sobre la importancia del egoísmo en la economía, pero, no dijo que sería antieconómico trabajar en equipo en vez de individualmente. El libro de Smith trata sobre la riqueza de las naciones, y éstas no trabajaban en equipo en especial durante el mercantilismo al que Adam Smith ayudó a terminar. Trabajar en equipo a nivel empresarial es lo que se denomina "cartelización" y no se puede afirmar que su existencia sea una falla del sistema de Smith, sino un ataque delictivo contra el mismo [el rumor más difundido es que lo comenzaron las empresas electrónicas, cuando sus economistas acordaron bajar la calidad del material de los filamentos de las lámparas eléctricas, porque sus ingenieros las diseñaban con el objetivo de hacerlas durar para siempre, pero, si se quemaban más seguido... lógicamente se aumentarían las ventas].
Así, las leyes de mercado por las que nos regimos todos los consumidores, son violadas desde la derecha y la izquierda, y habría que resolver por qué el Estado que debe defender las leyes tiene cierta tendencia a no actuar en esta área donde se perjudica al consumidor que también es su ciudadano.

[B] Si se pone una esfera en el extremo superior de un plano inclinado la ley de la gravedad la llevará al extremo inferior, incluso si es lo suficientemente grande como para poner a una persona adentro, esta no podrá hacer nada contra la ley de la gravedad, pero, esa persona afuera de la esfera tampoco va a poder contra la ley de la gravedad, sin embargo, puede ponerle piedras en el camino, dinamitar el plano inclinado, etc.
Lo mismo le pasa a la economía. Hay veces en la que estamos adentro de la bola y no nos queda otra que obedecer las leyes de mercado, pero, hay veces que estamos afuera y hacemos cualquier cosa, por ejemplo, la actual ola delictiva: la ley del menor esfuerzo aplicada a rajatabla lleva a robar en vez de trabajar, pero, al robar las tapas de aluminio de las cajas en donde los semáforos tienen sus principales componentes eléctricos, una pequeña lluvia lo pondrá fuera de servicio y eso podría traer como consecuencia que la familia del ladrón sea atropellada.
El egoísmo del ladrón es su característica fundamental y también el egoísmo del hombre común [célula menor de los mercados] es o era su característica fundamental a la hora de analizar su comportamiento racionalmente dirigido a optimizar su trabajo y mejorar su nivel de vida.
Obviamente el accionar del ladrón es antisocial, pero, aunque robe en semáforos alejados del lugar en donde vive, también es irracional y lo mismo le pasa al hombre común que tiene, por cierto en menor medida, actitudes antisociales e irracionales contraproducentes.
La actitud del ladrón obedece a que para él la palabra "riesgo", o no existe, o le exita, mientras que el riesgo para el hombre común nos remite al ejemplo de la esfera hueca: algunas veces el hombre está adentro y algunas está afuera.
Esto se ve claramente en el siguiente ejemplo: Ante una ganancia mínima sin riesgo y una ganancia suculenta con mucho riesgo, el hombre común elige la opción sin riesgo, pero, si en vez de ganancias lo que hay que evaluar son pérdidas, los hombres suelen creer que están afuera de la bola y que no van a caer, por eso irracionalmente corren grandes riesgos por ejemplo de tener que optar entre dos salidas: en la primera se pierde el 20% de lo invertido, y en una segunda opción hay iguales posibilidades de recuperar la inversión sin pérdidas o de empeorar y perder el 40%, aquí la mayoría optará por la segunda salida.
Los "cacerolazos" del año 2001 nacieron por motivos económicos cuando el gobierno limitó la libertad de la gente para disponer de su dinero [bancarización y "corralito"], pero eso devino en un ciego e irracional odio político: el segundo de los presidentes temporarios que llegó tras la expulsión de De la Rúa prometió devolver los ahorros pero produjo una devaluación colosal y después impuso un todavía peor "corralón" y pesificó a un ridículo $1,40 [y no lo hizo por sorpresa] por lo que no solo no devolvió los ahorros sino que de hecho confiscó una parte de los salarios de toda la sociedad.
La gente prefirió la promesa de la devolución de su dinero arriesgándose a darles poder a los que pregonaban las ventajas de una devaluación "pro-competitividad" y la "pesificación" que de hecho les bajaría el salario, ahorros, y hasta el valor de sus propiedades, o sea, la gente cometió la irracionalidad de querer recuperar $10 arriesgándose a perder $100 [y perdió, al menos durante un año la posibilidad de disponer de sus ahorros, con el riesgo latente de perder definitivamente si una lenta, indigna, y politizada Corte Suprema aceptaba la pesificación, o sea si aceptaba que el poder ejecutivo puede violar la ley impunemente].
Para ello se tuvo que creer que la estabilidad de precios duraría para siempre pese a la devaluación, o lo más posible es que cada uno se sintió "afuera de la bola", cuando los únicos que realmente estaban "afuera" eran los políticos que votaron la devaluación, pues ellos podían actualizarse sus sueldos a voluntad [y no se supo que hayan quedado atrapados en el "corralón", o sea que tuvieron un aviso y gracias a ello fugaron dólares].
Si políticos y economistas ignoran la evidencia en contra de sus teorías, la gente común hace lo mismo desde creencias mucho más superficiales, y como darle más rigor científico a la economía sólo puede beneficiarnos: ¡ bienvenida sea la psicoeconomía !
Sin dejar de remarcar que aquí no hay ningún saber transpasado desde la psicología hacia la economía, sino algo de sociología, sumado a una apertura de los mismos economistas para dejar de ser tan dogmáticos.

[C] Teoría de la información: Análisis sobre las diferencias de información entre quienes en la economía juegan para la oferta y los que están del lado de la demanda. El concepto está incompleto y realmente hace falta un psicólogo porque la información no está oculta ni es negada, sino exactamente lo contrario, pero, lo que es evidentemente una tarea pendiente para los psicoeconomistas: el consumidor prefiere ignorarla incluso cuando se la repiten constantemente por televisión. O sea que otra vez el yo del consumidor se cree invulnerable o "afuera de la bola".
El homosexual promiscuo se juega la vida convencido de estar "afuera de la bola", como también le pasa a miles de fumadores saturados de información hasta de primera mano por tener familiares fallecidos por esa causa, información que no altera su íntimo convencimiento de estar "afuera" y que el cigarrillo no los matará como a cualquier humano.
La falta de información debería convertir a un sujeto en ignorante, no en estúpido, pero, ¿ cómo llamar al que se le advierte, se le entrega la información gratis, y contesta: "yo no necesito eso" ? [sí, se lo puede llamar "pedante", pero no todos saben lo que significa], o peor quienes tratan de disimular su ignorancia al poner bien arriba en su escala de valores el simular lo que no son, relegando a la prudencia y humildad a los últimos lugares [más trabajo para los psicólogos].
Entre ignorantes y pedantes que creen que se las saben todas, conviven en el mercado actores dedicados a competir, con otros dedicados a estafar, simplemente porque hay demanda de estafadores para que se sirvan de la ignorancia y estupidez de la gente [que ciertamente no tiene límites] y un estúpido es todavía más patético y vulnerable, cuando simula no serlo.
Cabe señalar que en los fumadores no se trata de estupidez sino drogadicción, aunque el enfermo se defienda mordazmente cuando habla porque la nicotina, independientemente de su poder cancerígeno, afecta el cerebro y los testículos pero no a la lengua [el alcohol también suelta la lengua, pero, hay un punto en donde se pierde la coherencia, y toda la elegancia].
El cigarrillo es la gran ayuda del simulador: cigarrillo en mano los y las adolescentes simulan ser mayores, los lentos simulan ser profundos, los tontos simulan ser "despiertos", etc.

[D] El ejemplo de George Akerlof del estereotipado vendedor de autos usados verborrágico y tramposo que a salpicado a los buenos vendedores y hecho caer los precios de los autos usados en buen estado [Akerlof es el inventor del ejemplo y no un vendedor de autos usados], es un ejemplo de doble estupidez increíblemente fácil de solucionar si la gente aceptase su ignorancia o falta de habilidad para evaluar el estado de un auto usado y delegase eso en las personas competentes.
El problema se soluciona cuando las autoridades de comercio, o de seguridad vial, pasando por arriba de la libertad de contratación, obliguen a hacer un service pre-reventa obligatorio en talleres oficiales del fabricante que incluirán una tasación oficial del mismo.
Puede no parecer muy liberal salvar una ineficiencia del mercado con una regulación, pero, que no exista tal regulación no implica una prohibición para el fabricante de autos para dar ese servicio a un precio razonable, después de todo el comprador quiere seguridad, el vendedor quiere obtener el mejor precio posible y, el fabricante, tiene un prestigio que defender y el valor de reventa de sus productos es un buen argumento de venta.
En este ejemplo, más que una ineficiencia del mercado se trata de una estupidez, porque las automotricies con sus legiones de profesionales sabrán mucho de mecánica y publicidad, pero, subestiman el daño que les causan los revendedores y, siendo la estupidez humana una de nuestras constantes, no veo por qué la soberbia de las automotrices ante los "inferiores" revendedores no podría ser simplemente una más de sus manifestaciones.
Aquí el comprador falla por su orgullo y el fabricante por su soberbia y al final, los estafadores más conscientes del grado de ignorancia y estupidez de la demanda, se encargan de hacer que ésta se informe con más éxito que las oficinas públicas de defensa al consumidor.
Sería bueno comparar el mercado de los autos usados de un país liberal puro contra otro que adopte la regulación propuesta, aunque no hace falta: en este ejemplo los compradores liberales inexpertos pierden y las automotrices pierden, mientras que en el país con el sistema regulado el que pierde es el intermediario.

[E] "Teorema del segundo mejor" de Lipsey y Lancaster: Que más o menos es así: En un mercado de competencia perfecta, sin monopolios, ni carteles, con patrón oro, y sin prácticas proteccionistas realizadas por otras naciones, somos todos smithsonianos, ¿ pero si no es así ?, pues si no es así entonces argumentan que el mercado va a funcionar mejor con las correctas intervenciones del Estado, lo que implica aranceles a las importaciones, devaluaciones "competitivas", retenciones a algunos exportadores, subsidios a otros exportadores, y toda una serie de atrocidades como corralitos, corralones, socialismo cuando pierden dinero los banqueros, cepos al dólar, y a todo esto se lo llama "Teoría de la vendetta", bueno... ¡ Un psicólogo por allí, pero con una pistola de dardos tranquilizantes ! [ya que no hay dardos avidadores]: Los políticos progresistas que odian a los empresarios y empresas privadas... ¿ dicen que van a adoptar políticas para ayudarlos ?
El Estado se queda corto de dólares, y en vez de mirar y buscar los errores hacia adentro, va y les impide a sus ciudadanos adquirirlos en el mercado negro, etc., políticas que son demenciales y sin embargo la economía las va a necesitar para andar evidentemente "a menos potencia" pero que sin dudas va a andar peor si no se las utiliza. El mercado interno no funciona correctamente porque le han hecho trampas, y la solución es hacer otras trampas que sabemos positivamente que también van a perjudicar a algunos sectores internos, y el tema pasa por Nash, por ejemplo: el campo se perjudica por las retenciones, pero, se perjudicaría más si el resto de la sociedad viviese con hiperinflación y stanflación, entonces el campo tiene que trabajar en equipo aunque sea forzadamente, y si no entienden, llamen a un psicólogo para que se los explique.

[F] Jorge Luis Borges dijo que el fútbol era muy popular porque la estupidez era muy popular, en un vano esfuerzo por ganarse mi odio, ahora bien, piensen en que los electorados son todavía más multitudinarios y estúpidos ya que concurren a votar en elecciones con listas sábanas en provincias donde reina el clientelismo y la gente vende su voto.
El político clientelista no resulta ser una anomalía de la democracia, ya que si se mantienen cautivos a los pueblos no estamos en democracia sino más cerca de la esclavitud, pero, la gente ante la evidencia de adónde van a parar sus impuestos, se niega a abrir los ojos y el motivo psicológico para hacerlo se debe a no querer dar el brazo a torcer porque eso implicaría reconocer que se ha abrazado una causa política equivocada y aceptar que se dejaron manipular como niños: ¡ privilegian no el dejar de ser usados como estúpidos, sino que no se note porque estando del lado ganador se supone que los tontos son los que perdieron !].
Los factores que condicionan los mercados [prejuicios, miedos, pedantería, y algunos complejos], tienen poca influencia comparados contra la imbecilidad conocida como "tropezar con la misma piedra", lo que incluye al mercado electoral.
Así el peronista seguirá negando selectivamente toda información en contra, no para defender a su país, ni a su "movimiento", sino a su ego [que está antes que el bien común], y obviamente a un ego con agujeritos lo debe tratar un psicólogo.

[G] Paranoia del poder: Quien alcanza el éxito comienza a volverse paranoico y peligroso, en especial cuando gracias a un nombramiento hecho a dedo se llega en segundos a tener más poder que nunca en su vida [al empresario "mafioso", su ascenso le lleva más tiempo, y allí aprende a manejar el poder]. Si se consultan los archivos de los psicólogos se comprobará que la mayoría de los pararoicos famosos son los políticos seguidos por los millonarios, ambos muy lejos de quienes ocupan el tercer puesto en manos del peor oficio del mundo que es el de director técnico de fútbol.

[H] Un precio excesivo castigado con menos compras no siempre encuentra empresarios "obedientes" a las señales del mercado y según las leyes del mercado quiebran, pero sin bajar sus precios. Cuando una empresa nueva más eficente fuerza a una empresa que ya ha llegado alto a bajar sus precios, ésta prefiere endeudarse antes que "ajustarse", y no ha sido una sino miles las que lo han hecho [hasta sectores completos como el textil]. A esta tozudez frente al cambio los psicólogos la llaman "neofobia" y si bien por lo general no mata a nadie, pues tratádose de mercados competitivos y sin proteccionismo resulta que algunas empresas sí mueren... y se lo merecen.

[I] ¿ Por qué no existe la empresa con la decencia para no ver en el delito económico a una herramienta estratégica ?
Podría decirse que no ven un delito económico porque generalmente no hay un delito económico, o más bien hay un delito económico pero en Argentina no está tipificado como tal [como las excenciones impositivas, moratorias, subsidios injustificados, estatizaciones de deudas privadas, devaluaciones pro-competitividad], todos delitos cometidos a medias entre los empresarios y los políticos, que involucran a grandes sumas de dinero saliendo de los bolsillos de la sociedad para ir a los suyos.
Por ejemplo ¿ quiénes fueron al Estado a presionarlo para que haga la devaluación ?: sí, los banqueros con préstamos incobrables y los grandes empresarios que estaban endeudados teniendo una muy fuerte posición tomada en dólares depositados en el exterior y, de una forma non sancta, todos se las arreglaron para quedar "afuera de la bola" del problema que transfirieron a toda la sociedad [insisto, ¿ alguien vio a un político, un sindicalista, o un empresario protestando frente a un banco para que le devuelvan sus ahorros ?].
La solución más viable es la formación de una nueva generación de contadores y auditores en instituciones públicas para ser funcionarios públicos, en reemplazo del sistema actual donde el Estado le paga la educación a algunos sujetos para que se conviertan en expertos que asesoran a las empresas para hacer una mejor evasión impositiva [una pésima combinación de Estado idiota con universitarios traidores]. Pero, los funcionarios estatales no son idiotas [retrasados mentales] para ciertas cosas, y por ejemplo son buenos trepadores, tienen habilidades camaleónicas que les permiten saltar de un partido político a otro, y son hábiles simuladores que pueden ser ministros de industria, como de agricultura, o presidir al Banco Central, y sinceramente creo que un psicólogo pagaría para poder estudiar a uno de estos homínidos parásitos.

[J] Suicidio económico: El pueblo le tiene una suma de envidia y miedo al progreso económico del empresariado e irracionalmente le delega una enorme cantidad de poder a los políticos para enfrentar a los que al fin de cuentas son los que les dan trabajo. Esta construcción de un poder para enfrentar a otro poder es contraproducente pues el político lo usará para volverse tanto o más millonario que los sujetos a los que se supone debe controlar para que no "exploten" a la sociedad que los votó.
En cuanto al progreso propiamente dicho, algunos le tienen un miedo irracional y disparatado: el miedo a los alimentos transgénicos desarrollados en U.S.A. [y de amplia aceptación por el agro argentino], puede desatar una potesta popular ¡ y que algunos enfermos mentales incendien locales de Mc Donald's !, y en estos casos yo no llamaría a un psicólogo sino directamente al manicomio para que se los lleven y no los suelten nunca más.
Este es el problema exactamente inverso al del auge de las modas que hace que todos se tiren de cabeza a una pileta vacía, aquí los mercados pueden no querer arriesgar nada [ni siquiera unos minutos para informarse] y olímpicamente sentencian "mejor malo conocido que bueno por conocer" [¡ un psicólogo experto en sadomasoquismo por allí !].

[K] ¿ Cuál es el bloqueo, por qué es tan difícil entender que pagarle tasas altas a los ahorristas implica cobrarles tasas altísimas a los tomadores de créditos lo que lleva a producir menos y tener desocupación ?
Esto no es un poblema de ignorancia porque el pueblo puede hacerse esta pregunta, pero nunca se la puede hacer un gobernante, y sin embargo insisten en caminar hacia el precipicio.
La cuestión es que si las tasas están altísimas el empresario no perdería su tiempo y salud en ir a trabajar sino que pondría su dinero en el banco tentado por los altos intereses.
Por lo tanto siempre las tasas que se les paguen a los ahorristas van a ser menores que las que se les cobren a los que tomen créditos, y si los bancos públicos hacen propaganda sobre su apoyo a las pequeñas industrias a las que les han prestado dinero a tasas preferenciales, salga a hacer protestas porque le están robando su dinero, y si no lo entiende es porque mientras le están robando ¡ usted se niega a verlo, así que no vaya a un oculista sino a un psicólogo !

Claudio Corniola