[85] GUERRA CONVENCIONAL


"Déjenlos comer pólvora"
[Anónimo molinero francés, cuando Napoleón confiscó los molinos para sumarlos a su esfuerzo bélico].


1] Inteligencia Civil: ¿ Para qué espiar, si ya sabemos lo que van a hacer nuestros enemigos ? Si un país comienza una guerra por motivos económicos, y durante el transcurso de la guerra "quiebra"... estamos frente a un problema de muy menguada inteligencia, pues con un mínimo de ella alcanzaría para comprender que lo mejor que se puede hacer es no comenzar una guerra.
En la antigüedad las guerras eran baratas, los pueblos incendiados eran caseríos de madera, y no se demolía la actividad industrial porque no existía, luego, la recuperación post masacres era veloz y también barata a diferencia de lo que cuesta volver al nivel pre conflicto en los siglos XX y XXI... ¡ incluso para el vencedor que no puede cobrarse del vencido con lo que ha destruido !
Debemos plantearnos cómo mejorar a las fuerzas armadas [que sólo le pueden ganar una guerra a sus conciudadanos civiles], porque a futuro sólo serían necesarias si nos volvemos peligrosos para el Imperio [U.S.A.], que no nos va a invadir como lo hizo con Vietnam, sino que va a hacer que entremos en guerra con algún país vecino: así no mueren sus soldados, y les venden armas a los dos bandos.
Ocurre que nadie escribió un libro de estrategia militar para perder una guerra con el menor daño posible [y no lo voy a hacer yo], pero, como hoy el Imperio es la cuarta nación hispanoparlante del mundo, a toda esa población se le debe dar una muy tentadora doble ciudadanía por el solo hecho de hablar en castellano, no sólo para alentar el redituable turismo entre nuestras naciones, sino tratando de duplicar el resultado que obtuvo Vietnam adentro de las fronteras de U.S.A., y sin disparar un sólo tiro, usando a la opinión pública de U.S.A. como arma defensiva.

2] Estrategia militar: La verdadera inteligencia en cuestiones militares estaría en predecir conflictos para evitar las guerras [ver "Inteligencia" tema 49] y, llegado el caso, la mejor estrategia sería salir rápido de ellas.
Nosotros admiramos al pueblo alemán al que queremos seguir como ejemplo por su notable disciplina y educación, y no podemos terminar de entender para qué le sirvió, y curiosamente al otro país al que admiramos es a Japón, que no fue menos demencial en su guerra contra los chinos, que fue algo anterior a lo que los alemanes les hicieron a los judíos, y de tal magnitud, que los mismos nazis "tempranos" se horrorizaron y se ofrecieron como mediadores para evitar las matanzas de chinos.
Es que por tradición, los alemanes tienen a la guerra como los japones tienen a las artes marciales, y nosotros a los asados, y así admiramos lo opuesto a nuestra vagancia y desorden característicos [y sobre todo admiramos a militares que atacan hacia el exterior, y no hacia el interior de sus fronteras].
Se trata de una admiración poco capitalizable y llena de asombro, porque algo le ocurrió a esos que se horrorizaban para que un par de años después se pusieran a gasear judíos, repitieran las deportaciones como las del genocidio en Armenia a manos turcas, y también a los españoles en América, y hasta a los argentinos durante las campañas contra los indios, que fueron más territoriales que de "limpieza racial" o genocidio, excepto en algunas tierras que le interesaban a Juan Manuel de Rosas que a diferencia de todas las guerras previas en la historia donde el vencedor mataba a todos los hombres y se quedaba con la tierra y las mujeres, pues las fuerzas del "Restaurador de las leyes" también acribillaban a las mujeres y niños [hecho que observó en persona Charles Darwin].
Creo que sólo se admira a los imperios [por ejemplo nadie admira a Mónaco], ninguno menos sanguinario que el otro, pero, ¿ por qué con el grado de cultura al que la humanidad había llegado en 1939 los alemanes y japoneses tuvieron tal regresión ?
El problema es puramente psicológico, y los antecedentes políticos, militares, o económicos, sólo sirven para explicar cómo se encendió la mecha, pero no por qué no se la apagó a tiempo.

3] Inteligencia militar: Le propongo que haga la lista de lo que le parece que son los diez inventos más importantes del hombre, y luego fíjese cuántos tuvieron origen en la guerra o fueron adaptados para poder matar gente.
La frase del encabezado fue una ironía en respuesta a la confiscación napoleónica de los molinos para hacer pólvora en vez de harina [y curiosamente los molinos, la harina, y la pólvora figuraban en mi lista de inventos].
De mi lista, excepto por las muy útiles, inteligentes, y bellas tijeras, cualquier cosa punzante de metal puede ser convertida en un arma, y cualquier máquina [el molino es una máquina] puede ser sumada al esfuerzo bélico.
Excepto por los japoneses que entendieron a la guerra como la suma de las pequeñas victorias individuales de sus guerreros samurai, para el resto del mundo [más allá de las bellas e inteligentes frases referidas al supuesto arte de la guerra] la guerra es comprobar en la práctica las teorías de los inventores de máquinas cada vez más eficientes para matar, lo que reduce al supuesto arte a una simple operación matemática: si un ejército es mayor a la suma de soldados enemigos más sus municiones, sin dudas ganará el enfrentamiento por más genial que sea el general adversario [estas simples sumas y restas le hubieran ahorrado a U.S.A. la humillación en Vietnam].
La estrategia napoleónica de tener más cañones, más soldados, y que estos caminen más rápido que sus enemigos, es la misma que usó Patton curiosamente también en Francia, o sea: tener más tanques, más rápidos, con más combustible y más municiones que los alemanes, que sin dudas tenían mejores estrategias pero perdieron, como finalmente perdió Napoleón en Waterloo cuando lo detuvo una fuerza superior combinada de ingleses y prusianos [alemanes], en la que además los ingleses estrenaron sus nuevos cañones y fusiles con alma espiralada que hacían fácilmente blanco desde muy lejos en los fanatizados franceses armados con mosquetes y bayonetas [o sea que a la batalla no la ganó Wellington, ni mucho menos Blücher llegando cinematográficamente tarde]. Seguramente un fanatizado francés con su bayoneta podría haber matado a varios ingleses, y por ello estos prefirieron la táctica de acribillar a los granaderos franceses a una distancia prudencial, en cambio este libro pretende demostrar que más inteligente que estar a una distancia prudencial del enemigo, es estar a una mayor distancia de una guerra, y que si tanto les gustan, pues que luchen los hijos y nietos de los reyes y sus ministros.

4] Menú de opciones: Traducido desde el idioma militar, la palabra "inteligencia" significa predecir los movimientos del enemigo y, como nadie sabe mejor los movimientos del enemigo que el mismo enemigo, para los militares "inteligencia" significa obtener información directamente de él, lo que se logra con tres opciones:
[A] Voluntaria: Pagándole a traidores, o recurriendo a infiltrados.
[B] Involuntaria: Intercepción de teléfonos, fotografías a distancia de movimientos de tropas y equipos no camuflados.
[C] Apremios ilegales: Haciendo hablar coercitivamente por medio de la tortura.
[¡ y a esto lo llaman "hacer inteligencia" !]

5] Bombas "inteligentes": Sólo a un militar se le puede ocurrir que una bomba sea inteligente, la principal diferencia entre una bomba común y una "inteligente" es que mientras la primera explota y mata a quien esté a su alcance, la "inteligente" explota y mata a quien esté a su alcance, pero, más caro.
En U.S.A. [que es la nación que produce más chistes en el mundo] dijeron algo absolutamente brillante: "inteligencia militar, es un contrasentido", algo confirmado a diario en todo el mundo, y entre ellos durante la crisis de los misiles rusos en Cuba, cuando J. F. Kennedy y N. Krushev frenaron la guerra a la que sus inteligencias militares los llevaban [gracias a un poco de sentido común que no tuvieron al permitir que sus fuerzas armadas crecieran más allá de lo controlable].

6] El arte de la guerra: He leído el legendario "Los trece artículos sobre el arte de la guerra" de Sun Tse y lo considero una pérdida de tiempo [en China en su época no habían ni artillería, ni blindados, ni aviación], por eso recomiendo leer las biografías y las estrategias de Napoleón y Rommel, dos de los pocos que ganaban sus batallas estando en inferioridad [entre los argentinos el más genial fue el General Paz ¡ justo con ese apellido !].
El "arte" de la guerra es así: no gana el genio militar sino el que tiene el ejército más grande [desde la campesina Juana de Arco, hasta la guerra de Vietnam] o el que tiene un arsenal novedoso y más destructivo [Enrique V en Agincourt gracias al arco largo, Wellington en Waterloo gracias al alma espiralada de sus fusiles y cañones contra los mosquetes lisos de los franceses], el que ataca debe superar por el triple de fuerzas al que se defiende, el que ataca por sorpresa es más contundente [Guerra de los seis días], muy pocas veces se gana por el coraje [Vuelta de Obligado: una victoria a lo "Pirro", o sea a tan alto costo que los europeos no tuvieron más ganas de venir a pelear a Argentina], se puede perder por soberbia [Hitler y su consejo de astrólogos], otras veces a igualdad de fuerzas se ganó por tener la suerte de encontrarse con el enemigo justo en un terreno favorable que permita moverse más rápido y ubicar ventajosamente a la artillería en posiciones más altas [Gettysburg], pese a la infinidad de guerras religiosas todas se definieron matando a más oponentes de los que se sacrifican y nunca por algún milagro [excepto la batalla que no fue, gracias a Moises dividiendo el Mar Rojo], o dividiendo las fuerzas enemigas como planeaba Pinochet para la guerra [que se detuvo a tiempo] contra Argentina, no dividiendo nuestras fuerzas, ¡ sino dividiendo al país !, con una fuerza de 10.000 hombres con la que pensaba llegar hasta Bahía Blanca [¡ y se gastan fortunas en escuelas militares para elucubrar eso !].
Mente angosta de país angosto y una verdadera postal de la imbecilidad militar: ¿ Se imaginan a 10.000 chilenos tomados de la mano, desde Mendoza hasta Bahía Blanca para cortarnos por la mitad [para que sirva de comparación, en el Luna Park entran 15.000 chilenos sentados] ?

7] Las armas de la Nación: Entramos al siglo XXI con la cuenta pendiente de recuperar las Malvinas, y si llegado el momento no queda otra opción que volver a tener una guerra convencional con Inglaterra, que sea con nuestras armas, o sea, no compradas de segunda mano para que después no disparen o no exploten. Sin armas propias no hay ejército que gane una guerra, porque obviamente quien gana la guerra es el vendedor de armas. Inglaterra gastó una fortuna para recuperar unas islas deficitarias, y ganaron porque murieron más argentinos que ingleses, pero, en sumas de dinero ganamos nosotros pues les hundimos más y mejores barcos que la reliquia que ellos nos torpedearon, lo que fue incidental pues nosotros queríamos las islas y no tener que ponernos a matar ingleses, ¿ alguien duda de que somos pacifistas y amamos a John Lennon ?, así que la guerra va a ser inevitable cuando consigamos automatizarla completamente y el asunto se defina entre jugadores expertos en videojuegos manejando drones a distancia atacando a fortalezas misilísticas robotizadas sin presencia humana. Un verdadero disparate de dinero desperdiciado por nada que ganar pues esas islan dan pérdida, con lo que la guerra podría evitarse durante los gobiernos liberales pues ellos incluso siendo nacionalistas no gastan un dinero que no tienen, sumado al hecho comprobable que en Inglaterra dominan los gobiernos liberales, y nunca hubo una guerra entre dos naciones gobernadas por liberales.

8] No hay registro de guerras entre dos naciones liberales. La frontera más larga entre dos naciones de éstas es la que hay entre Canadá y U.S.A., y está desmilitarizada, y la opuesta es la frontera entre Rusia y China. La segunda guerra mundial si atendemos al lugar en donde murieron más personas, con más de la mitad de las muertes totales, no fue una guerra mundial de todos los países contra todos, sino tres guerras al mismo tiempo, con U.S.A. peleando en dos de ellas [Europa y el Pacífico], y Alemania peleando en dos de ellas [los frentes oriental y occidental], pues bien, la peor guerra fue la realizada en el frente oriental entre el nacional socialismo [repito: socialismo] de Alemania y la Unión de Repúblicas Socialistas [repito: Socialistas] Soviéticas.

Claudio Corniola