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INVESTIGACION CIENTIFICA
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1] La noche de los bastones largos [29/07/1966]: Derrocado el gobierno de Illia sólo la universidad, históricamente un reducto radical, presentó alguna oposición [el peronismo disfrutó la caída radical] y por ello fue intervenida [en Buenos Aires a los palazos].
Lo que siguió después fue un largo período de recelo entre el poder político y los universitarios con dos consecuencias constantes: la emigración de profesionales, y la bajísima productividad de la universidad pública.
Si bien la pérdida de profesionales y docentes fue importante, los muy pocos que se destacaron en el exterior lo hicieron en U.S.A. o Inglaterra [no en Cuba, ni en la U.R.S.S.], cuando la mayoría tenía una equivocada ideología anticapitalista.
Como el dinero para la investigación no era debidamente atraído para que llegase desde el sector privado, la universidad dependería siempre en exclusividad del cambiante poder político [radicales, militares, o peronistas, ninguno famoso por sus científicos] además, el odio ideológico con el sector privado derivó en la actual desconexión entre investigación y producción, por culpa exclusiva de universitarios muy poco inteligentes, creadores de una ciencia nacional productora de informes y ensayos que nadie lee [y que mucho menos se convierten en productos patentables].
No existe una ciencia argentina ni vale la pena crearla, pues eso sería un error ya que la ciencia es universal. Los criterios científicos no deben subordinarse a criterios nacionalistas, o eso dejará de ser ciencia para convertirse en un selecto "club" de profesionales amigos del poder, consumidores de grandes presupuestos para producir más y más ensayos inútiles.
El principal daño de "la noche de los bastones largos" fue haberle dado a los científicos locales una excusa con la que tapar su inutilidad, imposibilitando el surgimiento de una ciencia con sentido común que desaloje a los intocables progresistas sin una idea para el progreso, pero con "chapa" de resistencia ideológica.
2] Las mujeres: Por favor, investiguemos el método de formar investigadores, porque con el doble de mujeres egresadas de las universidades nacionales, ya sea por cansancio o por discriminación, pero de alguna forma las estamos expulsando, y si tenemos cinco premios Nobel todos varones [tres en ciencias], por lógica deberíamos tener orgullosamente a seis mujeres premiadas, y sin embargo no tenemos ni a una sola. Es más, casi no tenemos mujeres jefas de cátedra, pues los muy "progres" jerarcas universitarios son comprobadamente misóginos.
En la recientemente nombrada Harvard, su director Lawrence Summers [que fue Secretario del Tesoro de U.S.A. lo que es algo así como ser el ministro de economía del mundo], afirmó que los pocos logros femeninos en ciencias generales, y especialmente en matemática, se debía a diferencias innatas entre los sexos [poco después lo despidieron].
No es precisamente el caso de Summers, pero muchos grandes genios fueron misóginos, no en el sentido de odiarlas, sino en el sentido de necesitar afirmar su superioridad sobre ellas, y como admiro a muchos de esos notables genios, debo en su defensa concluir que como sus contemporáneas no tuvieron la educación que hoy reciben las nuestras, por lógica les tuvieron que parecer "inferiores", y seguramente también habrán sentido vergüenza ajena por lo brutos que fueron sus contemporáneos varones, pero eso se lo callaron en "defensa propia", porque si hay algo que podría llegar a ser innato, es la poco inteligente tendencia masculina de romperle la cara al que se pase de listo.
No es cuestión de volverse feministas, pero, por el bien de todos vigilemos que la competencia entre ambos sexos sea leal y sin favoritismos [en todos los rubros desde los docentes hasta los laborales], aunque yo creo que tarde o temprano las mujeres profesionales triplicarán [ya duplican] a los hombres, y entonces de la nada algún torpe enamorado va a crear la "fusión en frío" para impresionar a una alumna que no lo va a saber apreciar [las mujeres no tienen ese "motor" tan poderoso que las motive].
Si propongo modificar el sistema educativo porque no podemos darnos el lujo de desperdiciar estudiantes, cómo después vamos a desperdiciar o malograr profesionales, o docentes universitarias, sólo por ser mujeres.
Mujeres y hombres ven el mundo distinto y por lo tanto descifran sus problemas de forma distinta. Mozart compone una ópera porque está enamorado de la "prima donna", y seguramente mañana una mujer curará el mal de Parkinson por amor a su viejo padre, que más que probablemente la relegó durante toda la vida invirtiendo más en el estudio de su primogénito varón.
3] Como en investigación se invierte poco y mal, un aumento
en la inversión arrojaría el triste resultado de producir más cerebros exportables que seducidos por
los salarios, el nivel de vida, el reconocimiento, y la libertad del primer mundo para investigar en todas las direcciones
donde el criterio del investigador sea el determinante [y no el de un oscuro funcionario político con las
"riendas" del presupuesto para investigación en sus manos], se irían primero para realizar doctorados
y posgrados en el exterior, donde después prácticamente "los agarran de los pelos" para que no se
vuelvan a Argentina.
El Estado no termina de entender que el investigador no investiga para ganar un sueldo ni
para hacer fortuna, sino porque no sabe la respuesta a un problema pero, intuye algo [nada más], y trabaja
día y noche sobre problemas como mejores combustibles nucleares, control de plagas y enfermedades, semillas para
alimentos más sanos, etc. por lo tanto cada instituto debe tener dos tipos de personal: el estudiante becado y el
profesional asalariado, ambos asalariados y con beneficios sociales, más un panorama de ascenso social optimista, porque si no por dos pesos
terminarán emigrando del país, o peor, para que los dinerales invertidos en formarlos cumpliendo el pacto
social entre el estudiante y el país que le paga los estudios, luego se vean malogrados porque el mercado demanda
taxistas [la epidemia del Covid-19 los redujo a la mitad, no por culpa de muertes y falta de vacunas, sino porque la
cuarentena de los imbéciles peronistas los llevaron a la quiebra y a tener que vender sus autos].
Si entre los resultados del esfuerzo de los investigadores hay una potencial fortuna
esperando a que alguien invierta dinero y se ponga a producir, es tarea de los empresarios. Es muy raro encontrar a un
investigador, científico, o descubridor, que simultáneamente sea un empresario exitoso. De la misma forma
que lo es hallar a un Estado que sea al mismo tiempo investigador y empresario exitoso. Lo que el Estado sí
puede hacer es no obstruirle, ni complicarle las cosas a estos dos tipos de mentes escasas y útiles para el
país.
4] Los institutos de investigación con sus inmuebles, personal y presupuestos [algunos dependen de las universidades y otros no], deberían pasar a formar un "cuarto nivel".
Primaria, secundaria, universitaria, más "cuarto nivel" que incluirá doctorados, posgrados, y trabajos de investigación.
El producto de una universidad son los profesionales que se reciben pero, en el "cuarto nivel" los productos son dos: los profesionales que forma, más los avances científicos que la investigación consigue, y a los profesionales que se formen en estos institutos se los facturarán como lo hace la universidad y, los avances que logren, los patentarán en sociedad con el Estado.
5] El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas conocido como CONICET [que financia pero no investiga nada] más la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica que otorga subsidios, más todo organismo provincial o municipal que haga lo mismo, más todo instituto dependiente, más cualquier partida presupuestaria concedida por cualquier ministerio o congreso ya sean nacionales o provinciales, serán todos concentrados en el área del cuarto nivel de la educación al que habría que ponerle un nombre mejor, por ejemplo: el jardín de infantes se seguirá llamando igual, la escuela primaria pasará a ser simplemente "la escuela", la escuela secundaria pasará a ser "la academia", el nivel terciario será para "la universidad" que incluirá a las licenciaturas, maestrías y posgrados [universidad viene de "universal" tomado como amplio y abierto] y por sobre ella en un cuarto nivel estará "la sociedad científica nacional" que no será abierta sino cerrada y protegida porque la aplicación de sus descubrimientos mueve fortunas.
Cada facultad tendrá su propia "Sociedad Científica", hasta que por el dinero que le ingrese ésta pueda declararse autónoma.
El registro nacional de patentes se fragmentará por áreas y cada sociedad científica será la autorizada para el registro de los inventos de sus alumnos, profesionales, y los demás ciudadanos inspirados. La defensa de los derechos de autor debe promover la unificación del registro internacional, para ello cada sociedad científica nacional deberá ofrecer un sistema de registro gratuito, rápido, y homologado mundialmente.
Por ejemplo, si se diseña un satélite de investigación y 48 Hs. antes de su puesta en órbita, uno de los controles de seguridad enciende la alerta sobre determinado elemento utilizado en algún lugar vital, si no hay tiempo para reemplazarlo, teniendo un registro de inventos por áreas se puede buscar y encontrar en segundos al inventor de algo que lo reemplace.
Si no existe nada compatible, mala suerte, pero si existe y no lo encuentran por estar tapado entre miles de expedientes de inventos destinados al fracaso, nos privamos de que un genial inventor "explote" porque no puede dejar de trabajar en la panadería familiar situada en Medellín, para pasar a trabajar en nuestra Sociedad Científica donde su talento no se desperdiciará y será mejor recompensado económicamente [y así todos ganan].
El plagio a la distancia traerá dinero rápido para el ladrón de ideas ajenas, pero, para el que paga, ¿ cómo saber cuántos escalones más arriba está el inventor original, al que posiblemente se le plagia algo que el mismo cataloga como obsoleto, y por el mismo o poco más dinero, se puedo obtener algo sustancialmente superior ?
En el peor de los casos, tener esa información no perjudica a nadie, excepto al plagiador, obviamente [junto al ahorro de tiempo para los descubridores o reinventores tardíos de lo mismo, para reorientarse hacia otra investigación o invención].
6] ¿ Qué se debe investigar y cuánto dinero destinar a cada proyecto de cada sociedad científica para que, si se encara mal la investigación en inmunología, eso no afecte el progreso en la investigación sobre bacteriófagos por quedar desfinanciada ?
Zapatero a tus zapatos: reúnanse los bioquímicos con sus bacterias y los encargados de nuevas inversiones de capitales de la Sociedad Científica de Ciencias Económicas con los representantes de la industria farmacológica, porque va a ser más productivo discutir con quién tiene deseo de invertir, que con biólogos de la misma facultad que tienen el deseo de eliminarlos de la competencia y quedarse con todos los fondos disponibles.
También puede crearse un fondo común para la investigación científica: los proyectos pueden recibir capitales privados a cambio de "acciones" para no depender tanto de las donaciones. Obviamente, la investigación en oleaginosas recibirá más apoyo que la investigación en sociología, pero, ya no será dinero que se le quita a sociología como cuando desde la oficina de un burócrata se reasignan presupuestos a dedo.
7] El prestigio que han ganado institutos como el Max Planck o el M.I.T. [Massachusetts Institute of Technology], o universidades como la de Cornell [¿ recuerdan a Carl Sagan ?], se vería más perjudicado por una reducción del 10% de sus presupuestos que por lobotomizar al 20% de sus científicos.
La inversión en investigación no se debe limitar a los científicos locales, pues los avances cientificos son de toda la humanidad [sin desconocer que hay intereses económicos detrás]: si no podemos controlar el mal de Chagas y un laboratorio de U.S.A. demuestra estar más avanzado en la investigación, no veo motivos para no financiarlo o incluso para poner el dinero suficiente para mudarlo de Texas a Tucumán.
Si por un cambio de política en U.S.A. se decide invertir más dinero en seguridad [armamentos], y menos en investigación médica [siguiendo con el ejemplo del Mal de Chagas], nuestras Sociedades Científicas tienen que hacer "inteligencia" para poder capturar a todo valioso científico que quede desamparado.
8] Tenemos la materia gris suficiente como para investigar, pero, tener más no nos va a perjudicar, y toda partida presupuestaria que pase por las manos de los políticos, probablemente implique más dinero destinado hacia funcionarios y burócratas políticos, que hacia investigadores, entonces, a ahorrar dinero en intermediación, además de poder obtener más fondos de los estudiantes [por un sistema igual al ya expuesto "la facultad factura" que le permite recuperar el dinero invertido en formar investigadores gratis].
9] En uno de los debates posteriores al 25 de mayo de 1810 se discutió sobre el proteccionismo a favor de las sogas fabricadas en Corrientes contra la importación de sogas inglesas.
Está claro que todo proteccionismo tiene algo malo y algo bueno [bueno para el protegido y malo para usted que lo paga], el asunto es que mientras se proteje a la incipiente industria correntina, los ingleses no se quedan cruzados de brazos y pasan de la primera revolución industrial a la segunda y después a la
tercera y nunca los alcanzamos, o sea que aunque el proteccionismo sea buenísimo [para mi es todo lo contrario], en algo falla porque jamás ha cumplido [al menos desde 1810] con la promesa de alcanzar rápido el desarrollo de los demás.
Antes de la fase industrial está la educación de los pueblos: no los podemos alcanzar nunca porque nuestras escuelas tendrían que preparar a una generación de argentinos para dar "dos saltos seguidos" para alcanzar al primer mundo y, lo que está pasando es exactamente al revés y aumentan los niveles de analfabetismo, semianalfabetismo y deserción escolar matando el sueño de llegar al primer mundo, pero, sobreviven islas del primer mundo en Argentina que poco tienen que envidiarle a las del exterior, al mismo tiempo que el primer mundo exterior tiene "bolsones" de tercer mundo internos tan lamentables como los locales.
¿ Debemos descartar la creación de esas "islas" o torres de cristal para científicos que no se sabe en qué gastan fortunas mientras hayan niños desnutridos, o mientras tengamos escuelas "rancho" que no enseñan nada y apenas ayudan un poco a distribuir alimentos ?
La educación que tienen los estudiantes de una potencia como U.S.A. es tan mala como la de nuestras escuelas [según sus propias evaluaciones], entonces, ¿ en qué momento esos chicos se transforman en los genios que llevan adelante el progreso tecnológico de la nación que más progresa ?, y la respuesta evidentemente está en las políticas de apoyo a la investigación.
Aunque se les tome un examen a los egresados de las facultades, eso sólo nos dirá cuáles tienen mejor memoria y nunca cuáles son más responsables, creativos, intuitivos, perseverantes, ahorrativos, trabajadores, solidarios, etc. pero de algo estoy seguro: con un buen sueldo y con buenos presupuestos para investigación, sintiéndose respetados y escuchados, los egresados no emigrarían a U.S.A. sino que se quedarían para desarrollar su creatividad y solidaridad hacia la sociedad que les pagó los estudios, y sólo ellos pueden dar los dos "saltos seguidos" que necesitamos [saltos que jamás piensan dar los políticos].
Claudio Corniola