La psicología evolutiva hace como medio siglo descubrió las causas biológicas de las diferencias de
comportamiento, preferencias, y estrategias que hay entre los sexos. Pues bien: lo descubrió, lo demostró, y lo
verificó en un nivel científico incuestionable como para que venga un grupito de feminazis a tratar de silenciar a
una ciencia porque elucubraron una teoría [la ideología de género] de cuasi guerra entre los sexos, que ya
estaba refutada desde antes de nacer, incluso desde antes de nacer sus actuales militontas, o sea, cuando el 50% de su ser
aún estaba adentro de algún testículo.
He escuchado a mujeres jactarse de que "la mujer nace mujer" o sea que mientras el varón necesita madurar
sexualmente para producir espermatozoides, pues la mujer ya nace con el "arma cargada" y ya tiene a todos los óvulos
que va a disparar en toda su vida.
Los hombres no suelen jactarse de sus 300.000.000 de espermatozoides por cada óvulo, o sea: no se jactan de su
fertilidad tanto como de su potencia sexual, lo que implica que les es más importante satisfacer sexualmente a su pareja que
dejarla embarazada rápidamente.
Los hombres no suelen jactarse de sus 300.000.000 de espermatozoides por cada óvulo femenino, o sea: no se jactan de su
fertilidad tanto como de su potencia sexual, lo que implica que les es más importante satisfacer sexualmente a su pareja que
dejarla embarazada rápidamente.
Esto resulta ser psicológico y se justifica como un recurso para conseguir establecer parejas duraderas, pero, antes
de la psicología evolutiva, Darwin llegó a otra conclusión también probada y verificada: a la
biología esto no le importa, y ella se ha encargado de hacer que las mujeres se comporten de determinada manera con el objeto
de optimizar los pocos óvulos disponibles, y no importa la raza, ni la religión, ni la ideología, porque las
mujeres hacen lo que su biología les ordena... y les gusta hacerlo.
El descubrimiento de Darwin no es "la supervivencia del más apto", algo que fue dicho por Spencer, sino una
importantísima variación de esto, después de todo, todo ser vivo en determinado momento va a morir, entonces su
éxito poco depende de haber asesinado a sus presas y a varios de los contrincantes de su misma especie, pues su éxito
se mide por cuánto a podido transmitir sus genes a la generación siguiente y, aunque por cierto ser fuerte permite estar
vivo más tiempo y tener más hijos, los machos de las aves no compiten peleando sino siendo más atractivos para
las hembras y, finalmente nosotros los humanos modernos tampoco andamos asesinando hombres para poder tener sexo.
Estadísticamente nacen más hombres que mujeres, y eso vuelve a la competencia masculina impiadosa, pero, al
ser las mujeres el grupo minoritario, pues es claro que las que eligen son ellas...
y si los hombres no tienen piedad con sus rivales, pues las
mujeres no tienen escrúpulos y entre dos pretendientes uno bello y atlético, y otro viejo, en decadencia, pero
adinerado, como dijera el filósofo Jacobo Winograd... "billetera mata a galán".
y si los hombres no tienen piedad con sus rivales, pues las
mujeres no tienen escrúpulos y entre dos pretendientes uno bello y atlético, y otro viejo, en decadencia, pero
adinerado, como dijera el filósofo Jacobo Winograd... "billetera mata a galán".
"Mater semper certa": A los hombres los desespera la exclusividad de poseer como único dueño a una
vagina, mientras que a las mujeres poco les importa compartir a un hombre poderoso y ser parte de un harem. Pero en situaciones
estandar "1 a 1" obviamente una mujer va a sufrir por la infidelidad de su hombre que como rara vez puede estar seguro de
que los hijos de su mujer les pertenezcan, hay algo en su cabeza que lo hace buscar más vientres que puedan portar su
descendencia... ¡ aunque otra parte de su cabeza vaya y compre profilácticos !, y esto pasa porque la
cultura se entrometió con la biología y toda cultura o sociedad que no está luchando por su supervivencia,
automáticamente se vuelve hedonista.
Casi pueden explicarse cosas sin sentido como las guerras, más que por el botín robado al perdedor, por la
presunción de que la muerte de varios de nuestros compañeros de armas hará que al fin de la guerra nos
sobren mujeres locales para elegir [las mujeres violadas de los perdedores son un premio extra de poco valor, de hecho, a la
mayoría de las mujeres violadas en las guerras también las matan, y las muertas no tienen hijos].
Lo más lógico ante el pedido de cualquer líder para movilizarse a kilómetros de distancia,
sufrir los imprevistos del clima a la intemperie, para ir a matar gente que va a defenderse, es negarse a ir y proponerle que
vaya él primero, pero, allí está la historia llena de guerras y de ejércitos cruzando cordilleras
como lo hizo Anibal, medio continente como lo hizo Alejandro Magno, o cruzando el mar Egeo porque a un viejo rey, Helena, una de
sus varias mujeres, lo hizo cornudo y se fugó con un príncipe extranjero de 18 años.
Porque más allá de quién sea el promotor de la infidelidad, por cada hombre infiel hay una mujer que se
mete en la cama que no le corresponde. ¿ Igualdad entre los sexos ?... pues allí la tienen a la vista
desde siempre, 50 y 50, aunque los motivos sean diferentes: el hombre busca cantidad de mujeres mientras la mujer busca calidad
de hombre protector, proveedor, y padre perro guardián que le asegure que sus óvulos van a ser fecundados, que
su embrión y después feto va a ser bien alimentado cuando ella tenga su movilidad reducida a causa del embarazo,
para finalmente encargarse del cuidado de sus hijos y hasta de sus nietos: el "conquistador" felizmente convertido en
esclavo de su conquista.
Pero como ya lo he dicho la cultura se ha entrometido con la biología, y la civilización que el hombre
ha hecho para proteger a sus hijos y sus mujeres, le ha diluido su impulso animal de eterna búsqueda de vaginas en donde
eyacular, en cierta forma el hombre ha autodiluido su potencial fecundador, descartó la idea de asesinar vecinos para
adquirir mujeres, y se convirtió en monógamo, pero mientras tanto... la mujer no cambió nada de nada.
Todo esto nos explica el por qué los hombres son tan pendencieros al entrar en la adolescencia y alcanzar la
madurez sexual, e igualmente nos explica su ambición por el poder, que a falta de guerras se meta en interminables luchas
políticas [la política no es otra cosa que una "guerra civil fría"], que elija carreras universitarias
que les faciliten alcanzar puestos de mando, a diferencia de las mujeres que prefieren profesiones asistenciales emparentadas con su
instinto maternal.
El cuadro general es bastante amplio y comprensible, aunque no se puede negar que deja cosas sin explicar, como el de la
poderosa iglesia católica que es una aún hoy influyente institución de hombres célibes, ni explica, pese
a la creencia popular, que haya más hombres violados que mujeres, ni explica la homosexualidad pedófila, ni la
pornografía infantil, ni al peor despropósito que son las madres filicidas.
Retomando el tema de la falta de escrúpulos de las mujeres, esto explica por qué las portadoras de la vida
"luchan" para que se las deje abortar, o que pataleen por una igualdad de salarios por menos esfuerzo físico o
intelectual del que hacen los hombres, que se sientan discriminadas por la falta de mujeres en puestos importantes dentro de las
empresas privadas, pero que mayoritariamente sean izquierdistas y voten a partidos que liquidarían a las empresas privadas,
y que en la larga historia del fallecido comunismo [tras la desaparición de la pionera U.R.S.S. y la zambullida de China en
la economía de mercado globalizada]... pues allí nunca hubo lugar para dirigentes del sexo débil.
Una explicación es que ante la caída en la concreción de matrimonios [lo que sucede porque son
cada vez más desventajosos para los hombres... ¡ lo que refuta la existencia de un demoníaco
patriarcado !], pues la mujeres al avanzarles la edad sin conseguir marido, y frente a la inevitable
perdida de la protección de sus padres, hoy están usando al Estado como "backup": la lucha contra la
discriminación por razones de sexo encubre las necesidades económicas de mujeres que no están capacitadas para
realizar ningún tipo de trabajo excepto por el de limpieza, y atender un teléfono y anotar cosas en una agenda.
Esta es una realidad que contrasta con el hecho de que la mayoría de egresados de las universidades son mujeres, lo
que merece dos observaciones: la primera es que tienen mejor memoria que los varones, e incluso pueden memorizar un texto que no
comprenden, y la segunda es que se les exige menos de modo que si los exámenes no llevasen el nombre y apellido del alumno
la superioridad que aún persistiría [pues en nuestro sistema educativo se privilegia a la memoria], se
reduciría notablemente.
Finalmente, el éxito estudiantil no es comparable al éxito profesional, incluso en las especialidades
humanísticas preferidas por las mujeres, de modo que la principal preocupación para la gran mayoría de estas
profesionales... va a ser el conseguirse un buen marido que las mantenga [y para refutar esto, antes de empezar a hablar consigan
a una doctora que se haya casado con un enfermero].