La cuarta ola del feminismo no existe, y la nueva generación de activistas reclaman las mismas burradas socialistas que la
tercera ola, pero, "online".
Ni siquiera con la actual terrible alza de femicidios debemos dejar de refutar sus absurdas justificaciones para reclamar que
les entreguemos en bandeja al mundo [junto a sus nuevos aliados para tratar de imponer la ideología "de género"
del combo LGBTIQ, más el "multiculturalismo" que sólo son los musulmanes misóginos y homofóbicos...
¿ contradictorias ?, pues no, las feministas / feminazis le suplican a todos los dioses porque hayan más
femicidios, o su "lucha" se desvanece.
La tercera ola comienza en U.S.A. en los noventas cuando terminó la evolución silenciosa de las décadas de los
70's y 80's que paso a paso fue actualizando todas las legislaciones de occidente, a partir del caso Moritz [el que hizo famosa a la
Dra. Bader Ginsburg], y básicamente fue traducir al inglés todo lo hecho por las feministas comunistas durante los
primeros años de Lenin en el poder, políticas que fueron abandonadas y no hay más que ver la actualidad rusa, o
estudiar los años stalinistas.
El fruto del árbol envenenado: Todo el feminismo del siglo XXI se basa en insistir con la mentira de la desigualdad
salarial, el reclamo de fondo es real: falta de autonomía o dependencia económica para ser libres, pero, quienes lo
reclaman son mujeres que tienen independencia económica y nunca han probado percibir una menor remuneración por hacer
el mismo trabajo que un hombre, luego, ellas reclaman por otras mujeres que no se están quejando por su situación, o que
han pasado a quejarse hoy después de décadas de ser amas de casa sin trabajar, o sea sin percibir un salario ni pagar
impuesto a las ganancias. Entonces, no sólo por postular algo falso, sino que también por no ser representativas, su
activismo está condenado al fracaso, y sus "conquistas" se reducen a conseguir millonarias financiaciones de parte de
gobiernos izquierdistas y por fundaciones y organismos internacionales infiltrados por los comunistas.
Primera ola: Las investigadoras y escritoras Olympe de Gouges, Poullain de Barre, y la genial
Mary Wollstonecraft autora en 1792 de: "Vindicación de los derechos de la mujer", abrieron el camino cuestionando
la supremacía masculina, y la influencia de la educación como privilegio masculino no justificado por cuestiones
biológicas.
Segunda ola: Década del 50 del siglo XX. Su mayor logro fue el voto femenino,
no menos importante fue acceso a la educación superior, más el derecho por el que todavía en el siglo XXI
luchan las mujeres musulmanas: "vestirse como quieran". En esta década los hombres inventaron las pastillas anticonceptivas
y eso propició un "destape o liberación sexual" en la década del sesenta que no se vió reflejado en
la tasa de natalidad que aumentó considerablemente. Poco después, se fue despenalizando el aborto en casi todo occidente.
Tercera ola:
[1] Posterior a la década del ochenta del siglo XX, donde las políticas
en materia de igualdad eliminaron todo vestigio del patriarcado del siglo XVIII y del que quedaban algunos resabios legales que cayeron
casi todos, como por ejemplo la ley que permitió el divorcio [y que incluye varios flagrantes privilegios para las mujeres].
[2] Se comete una lluvia de contradicciones, primero dan marcha atrás con el "vestirse como quieran" exponiendo el
cuerpo, pues éste debe ajustarse a patrones de belleza "hegemónicos" dictados por los hombres, aunque eso no
figure en ninguna ley, y obviamente las modas en el vestir son decisiones libres femeninas, y sobre esto, las militantes feministas
protestantes lo hicieron mostrando las tetas, y también cayendo en una absurda adulación de la obesidad.
[3] Aparecen las mujeres políticas, con suertes diversas como gestoras de lo público.
[4] Casi cien años después retoman las ideas gramscianas de "batalla cultural", y se han empecinado en tratar de
cambiar el lenguaje con resultados hilarantes y quedando como idiotas frente a la opinión pública.
[5] Irrumpen en las redes sociales, generando una reacción opuesta de mucho mejor calidad.
[6] Se infiltan en gobiernos y organizaciones como la O.N.U. consiguiendo suculentas financiaciones con excusas como para la
"promoción de la mujer", que tras 20 años de despilfarros [y en aumento] no muestran ningún éxito.
[7] Establecen una alianza con el movimiento gay, pero eso comenzó a resquebrajarse con el tema del alquiler de vientres que
obviamente le interesa a un "matrimonio" de dos hombres, pero las feministas radicales lo ven como una expropiación de sus
cuerpos [como si fuese obligatorio].
[8] Aparece una subdivisión dentro del feminismo [T.E.R.F.], que es anti-transexuales.
[9] Hicieron una huelga mundial reclamando algo de lo que nadie se acuerda un 8 de marzo, pero que era una ensalada que variaba de
ingredientes según el país... más cupos, pedían muchos cupos [o sea: privilegios].
[10] Adoctrinamiento escolar temprano.
[11] Cuando más aumentaron los femicidios como daño colateral de la cuarentena decretada por la epidemia del S.A.R.S. II
chino, o Covid-19, las feministas se quejaron menos [no tiene nada que ver que la epidemia sea comunista y las feminazis no sean nazis
sino en realidad comunistas "en pausa", en Argentina presentadas como militantes peronistas / kirchcneristas].
