[03]  MARX EN CASABLANCA


[A] Ideologiopatías: Antes de ser santo, San Pablo era una especie de oficial de la Gestapo judía que dedicaba su tiempo a cazar cristianos. En cierta oportunidad mientras cabalgaba solo por el desierto rumbo a una ciudad en donde le habían informado que se escondía uno de los apóstoles, una poderosa voz tronó desde el cielo diciendo: ¿ Pablo, por qué me persigues ? y Pablo se hizo automáticamente creyente [o lo hacía, o pedía licencia para internarse en un manicomio], y no sólo se convirtió del judaísmo al cristianismo, sino que lo hizo como el más agresivo militante que por su empuje hizo expandirse al cristianismo por todo el Imperio Romano, y luego por todo occidente. Por culpa de Pablo [y también por culpa de Jesús gritando desde el cielo, lo que hizo asustar al caballo, terminando con Pablo de cabeza en el suelo], con todo respeto, la profecía de Jesús resultó estar equivocada, pues no fue Pedro la piedra sobre la que se edificó la iglesia.
Las elecciones cada dos años están empezando a quedarles chicas al sistema democrático, y funcionan más para aglutinar como sea, antes que para alentar conversiones, y lo correcto no es "bancarse" una ideología a muerte, sino convertirse con caballerosidad cuando se descubre que se ha vivido equivocado.
Los cambios son inevitables aunque el progreso encienda la furia de los menos exitosos, y tratándose de "columnas" mentales como las ideologías, surge una inercia paralizante aún con la educación y la comunicación cambiando al sistema político y económico mundial, en donde poco importa ya la no intervención en los asuntos internos de cada nación, válida cuando los políticos contaban con la falta de comunicación "horizontal" de las masas que hoy están en vías de quedar comunicadas "en red" donde el más individualista se puede volver comunista o viceversa, pero siempre más libres y críticos hacia el poder.
La religión ha dejado de ser una de las columnas principales excepto en las naciones más atrasadas [aquí asombran los bolsones de la edad media que tiene U.S.A.]: si se descubre un documento romano sobre la crucificción "en suspenso" de Jesús de Nazareth por tratarse de un primer delito excarcelable tras el pago de doce Dracmas, o tres Siclos, no caerá ningún gobierno [tal vez la soberanía del Vaticano], como tampoco ocurrió nada cuando se descubrió que en el primer antiguo testamento traducido del arameo al griego, alguien para la palabra hebrea correspondiente a "mujer jóven" utilizó la palabra "virgen" para: "He aquí que una mujer virgen concebirá y dará luz a un hijo... ", y luego fortuitamente en Roma se adoraba a las vírgenes vestales donde una de estas jóvenes, Rea Silvia la madre de Rómulo y Remo, había sido embarazada por el dios Marte, pero no le creyeron y la lapidaron llenando de culpa a una nación.
Pero el Imperio Romano no cayó por la fe sino por la inflación, como cayeron tantos gobiernos desde benefactores hasta comunistas, entre 1973 y 1991: corrupción e ineficiencia en los políticos, más un fanatismo [ideologiopatía] que elevó a odio la incomprensión entre los pueblos por el aumento de la brecha con las naciones más ricas, más la brecha entre las empresas y los rezagados organismos estatales supuestamente creados para compensar desigualdades.   [B] Mutación del ideal: Una ideología devino en dogmatismo [un trastorno obsesivo, compulsivo, y violento] y no en comprensión. Ningún ideal propone aplastarle el cráneo a sus oponentes, pero, el sentido común del ideologiópata se perturba, y hasta el cristianismo que es la ideología del amor al prójimo, tuvo varios de estos sujetos sanguinarios [y discutiendo sobre el aborto le afloran más].
Los filósofos fueron los que se anticiparon con sus especulaciones a las soluciones políticas que la sociedad ha adoptado, pero hoy frente al vacío filosófico causado por el desánimo producido porque desde el siglo XVII otras ciencias [con Newton a la cabeza] son las que encuentran las soluciones que la humanidad busca, la filosofía se volvió "encriptada" o exclusiva para filósofos: si las nuevas teorías para nuestros viejos problemas no son expresadas en nuestro idioma, entonces no sólo nunca van a solucionar nada, sino que fuerzan a que el resto de la sociedad suponga que sus filósofos no tienen nada que decir excepto maquillarse de "profundos" gracias a un manejo pedante y elitista del lenguje.
Las ideas como los rumores y los mitos tienen un extraño crecimiento "aluvional", o pasan al olvido, aunque rara vez a la muerte [por ejemplo los horóscopos, la homeopatía, y otras burradas que no mueren nunca porque, probabilísticamente es imposible que se equivoquen siempre, y en consecuencia aveces la embocan]: el terrorismo socialista comunista, que en algún lugar funcionó, no fue derrotado sino abandonado por escasez de fuerzas de choque, y su violencia seguirá latente mientras no superen el 3% de la población, pero predeciblemente sin aportes teóricos nuevos, el noble ideal igualitario original solo puede degenerar o hacia el olvido, o hacia la violencia que hoy "volvió a las fuentes" del fanatismo religioso gracias a los musulmanes que ilógicamente pretenden que amemos a su Dios dinamitándonos una mutual de viejitos, dos enormes torres de negocios, o atentando contra subterráneos.
En Argentina me ofende que se denomine "terrorismo de Estado" al anti-terrorismo de una casta militar muy minoritaria como para identificarla con la Nación [a diferencia de la Alemania nazi con el 82% de los votos para Hitler], con militares más "jacobinos" [aquellos de la guillotina] que "terroristas", o sea, individuos [más que instituciones] tan cobardemente temerosos de que les hicieran algo, que lo hacían antes y con más violencia, por ejemplo: "¿ Me querías asesinar a mí ?, pues fíjate como se lo hago a tu familia antes de hacértelo a tí, inmundo monárquico" [o según los tiempos: hereje, o esclavo, o zarista, o judío, o científico, o ateo, o brujo, o independentista, o pecador, o comunista]. Porque el terrorista olvida que el miedo puede debilitar y hasta hacer huir al adversario, pero, también está la posibilidad de que reaccione como una bestia herida, volviéndose mucho más peligroso e impredecible.
Siempre habrán ideologiópatas de todo signo, y la cuestión es si una democracia les debe permitir operar en libertad cuando su deseo es el de destripar a la democracia. En la Rusia comunista, quien no estaba de acuerdo con el líder, con un poco de suerte terminaba encerrado en un manicomio y, obvio, todos sus bienes expropiados, y el colmo fue que tras la revolución de 1917 se mataron a los perros favoritos de los aristócratas rusos casi hasta extinguirlos, cuando los perros no tienen ideologías, pero, evidentemente para su desgracia, los comunistas nacieron ideologiópatas [cosas de Buenos Aires: hay un monumento a esos perros en la plaza de la Av. Córdoba al 2800].   [C] Elizabeth Kubler-Ross: En "Sobre muerte y agonía" describe las cinco etapas por las que se pasa antes de llegar a la muerte: Negación, ira, negociación, depresión, y aceptación [o resignación], donde no todos se demoran el mismo tiempo en cada etapa, y donde algunos se detienen en una de ellas hasta que les llega la muerte [generalmente se estancan en la depresión].
Esto se puede aplicar a las ideologías, con la rareza de que una ideología muerta puede sobrevivir en la mente de los fanáticos, o en las de los no muy fanáticos pero cabezas duras, definibles como impermeables a cualquier idea que no haya salido de su cabeza, o que no se acople naturalmente con algún prejuicio propio, por ejemplo, el "dogma Montaigne" [año 1565], ese que afirma que la pobreza del pobre es culpa de la riqueza del rico, que es reinventado una y otra vez todo los días por montones de ignorantes... y envidiosos, obvio... y con cero intención de instruirse un poco. Luego ese prejuicio funcionará como un filtro mental durante toda la vida, a no ser que baje una voz desde el cielo, o que una suma de hechos incontrastables sufridos en carne propia, pongan a funcionar el mecanismo de Kubler-Ross.
Tomemos el ejemplo de Ernesto Sabato porque para muchos es uno de nuestros mayores intelectuales, y para todos es uno de nuestros mejores escritores: El comprendió el error de haber adoptado intuitivamente al comunismo apenas "viendo la tapa del libro" como llegó a reconocer [algo muy generalizado y estúpido para elegir una opción política que le cambiaría la vida a naciones enteras], pero no niega a Marx al que adjetiva como "genio", sino que se espanta [algo lógico en todo hombre de letras], por la cantidad de muertos que genera el comunismo hasta en su mismo seno y por diferencias mínimas.
Sabato se traga una ira absolutamente lógica en alguien que descubre haber sido engañado, y se traga más de lo lógico, ¡ pues se salvó de milagro de morir cuando un grupo de choque stalinista masacró a un grupo opositor ! [él no lo va a reconocer nunca, pero un argentino en el exterior para perder el tren que sus amigotes tomaron para ir a una convención del partido comunista, seguramente salvó su vida por estar putaneando].
Negociación: Si aparte de esto le sumamos el que los stalinistas le rompieron el cráneo a Trotski con una piqueta de alpinismo ¡ en México y varios años después de exiliarse !, debemos considerar a la pluma de Sabato como bastante valiente porque pese a no negar a Marx, "negocia" y entrega a Stalin.
Depresión: Sabato absuelve a Marx pero no queda muy claro si alguna vez lo leyó más allá del prólogo, o si leyó alguno de esos resúmenes de 50 páginas distribuidos por el PC ruso, porque no hace ningún análisis de economía, sino que centra sus opiniones sobre la concepción de un hombre nuevo al que tampoco define, salvo demostrando fastidio por el otro hombre surgido del iluminismo, con confianza en la ciencia y la tecnología, y dispuesto a servirse de ella para llevarse al mundo por delante, lo que podemos identificar con el hombre individualista, o de empresa, o liberal, y en consecuencia antisocialista o "deshumanizado" según Sabato, cuando el deshumanizado es él por pretender que nos comportemos como una manada de ovejas, cuando el hombre es un depredador natural, y vaya uno a saber por qué justificación evolutiva, resultó ser el único depredador con remordimientos, y con la inteligencia mínima, pero suficiente, para decidir comportarse bien por las ventajas de vivir en sociedad.
Sabato tuvo que seguir a Ghandi y no a Marx, pero fue arrastrado junto a miles de estudiantes de su época a los que les lavaron su poco o mucho cerebro para que inevitablemente tras no ver realizado ni uno sólo de sus ideales sociales, la frustración los llevara a la depresión. Reléanlo y vean como el pesimismo avanza sobre sus páginas cuando apenas si tenía 40 años de edad.
Aceptación o resignación: Esta última etapa puede ser la misma para todos, menos para los escritores pues aceptar y resignarse no son acciones sinónimas. Sabato se resigna pero no acepta, no ha escrito un "mea culpa", ni un "yo acuso", que le sirva a los miles de jóvenes socialistas que lo siguen e idolatran, probablemente porque los representa: depresivos incapaces de sublevarse, o de fundamentar ideas implantadas que adoptaron como propias, como enfermos defendiendo a sus parásitos.
No es sino "redondo" que sin ser médico y sin que nadie se lo pregunte, Sabato defienda en uno de sus ensayos a las úlceras, bronquitis, colitis, reumatismo, gota, y anginas, que asegura haber padecido, y en cambio ataque a la penicilina porque si todas esas enfermedades desaparecieran, surgirían otras peores.
La contradicción de todo revolucionario es volverse indefectiblemente conservador, y Sabato prefiere conservar hasta el reumatismo, pero eso sí: "Marx era un genio". De hecho, el que Marx se haya equivocado tanto, no niega que en su época estaba muy por sobre el promedio de la capacidad discursiva de los filósofos, historiadores y economistas [porque él era todo eso junto] y, obvio: cualquier economista liberal básico post-Mises le hubiera pisado la cabeza sin problemas, pero, en su época Marx no tuvo con quien debatir, o para que se entienda mejor la época: cuando Marx inventa al comunismo, no había ningún anticomunista "que le parara el carro".   [D] La pirámide de Abraham Maslow: Sin cuestionar el principio liberal que afirma que las necesidades son ilimitadas, éste le puso orden, y tangencialmente también le puso límites. De la cúspide en donde están los pocos triunfadores que alcanzaron todo lo que se han propuesto cubriendo todas sus necesidades de auto-realización y auto-cumplimiento [exigirse y triunfar], le siguen el escalón de las necesidades de autoestima [autovalía, éxito, y prestigio], el de las necesidades de aceptación social [afecto, amor, pertenencia, y amistad], el de las necesidades de seguridad [seguridad, protección contra el daño], y en la base las necesidades fisiológicas [alimentación, agua, y aire]
En esta pirámide de apenas cinco escalones [en vez de ilimitados escalones] él concluye que el objetivo de nuestra sociedad es ayudarnos a cumplir estos pasos de forma natural, y que de fracasar se caería en la neurosis. Pero Maslow [que era psicoanalista] no escribe lo que intuyó tras recurrir al formato piramidal, y eso es que hay más población en los escalones inferiores, y así el ascenso natural forzosamente quedará embotellado y millones se volverán neuróticos de defensas bajas sucumbiendo ante las mentiras de los que prometen cambiar a esa cruel sociedad que nunca nos ayuda a llegar a la cima [excepto por la sociedad "familia", y excepcionalmente la "casta"].
Opuestas al ideal de ayuda social de Maslow, las masas gozan y hacen explotar los ratings si les muestran la caída de los que han llegado a la cima [políticos, deportistas, o artistas], y siempre es más la gente tratando de bajar a los que han subido, un ascenso conseguido siempre por un logro personal, y si el Estado [que no es lo mismo que la sociedad] interviene en ayuda de los desposeídos, apenas los va a poder ayudar en los escalones más elementales para obtener neuróticos todavía más demandantes.
Básicamente hay dos formas de arreglar una neurosis: como un plomero, Freud entendía que un caño tapado jamás se destaparía solo, y así les daba a sus pacientes las herramientas necesarias tras escarbar en su inconsciente para encontrar los traumas infantiles, conflictos irresueltos, prejuicios, y miedos que lo obstruyen, con esas herramientas ellos dejarían de estar impotentes ante sus problemas, y por eso para el psicoanálisis clásico la conducta de las personas es el resultado de una especie de "ecuación" que hay en sus inconscientes. Pero, los "conductistas" promueven el cambio de conducta para llegar más rápido a solucionar el problema tomando una especie de desvío en vez de destapar el caño, un ejemplo no muy psicoanalítico sería que un médico hoy le da a un obeso una dieta forzosa, sin averiguar en su inconsciente por qué tiene tanta ansiedad que satisface comiendo, pues cambiándole los hábitos alimenticios se cambia a un obeso por una persona sana, y una vez curada ¿ a quién le importa su pasado ?
Antes que por su argentinidad usted tome partido y después no quiera cambiar más de opinión, observe que Freud recurre a la inteligencia del paciente, mientras que los conductistas recurren a la fe en el médico, y obviamente hay gente con más o menos inteligencia [aunque ésta pueda cultivarse], y a la inversa, la fe que parece tan poderosa con el tiempo puede agotarse: hay quienes entran al quirófano convencidos de curarse y las cirugías les duran menos [menos tiempo bajo anestesia, y por lo tanto con más chances de sobrevivir] cuando a los pesimistas les aparecen complicaciones inauditas, pero, la fe también es en cierto grado "cándida", y en la actualidad cuesta mucho mantenerse ignorante.
Los más ignorantes son los que confunden diversión con felicidad [típico mal de la adolescencia, especialmente de las más "alargadas"], pero para el conductismo sirve que un depresivo viva la noche, o beba alcohol tratando de olvidar sus penas, y esa mentalidad por lógica le abrió las puertas al aluvión de recetas de antidepresivos que invade al mundo, y hasta tuvo un correlato político: el populismo-clientelismo que hace feliz temporalmente al pueblo con obsequios sin atacar los motivos profundos de su estancamiento en los pisos más bajos de la pirámide.   [E] Conversión vs. represión: Dos grupos de ideologiópatas chocaron en lo que pareció una guerra, y si no entiende a qué apuntan los sobrevivientes de esa masacre al "chicanearla", se lo explico: ellos dicen algo cierto como que "no hay guerra de un solo bando", aunque algo pasó entre el 01/05/74 famoso por aquello de "Imberbes, estúpidos", con el que Perón dividió claramente a dos bandos que ya estaban divididos [y no me vengan a discutir la imagen filmada de la multitud reunida en la Plaza de Mayo, dividiéndose], para terminar muy mal el martes 23/12/75 en Monte Chingolo durante la presidencia de "Isabelita" poco antes del 24/03/76, y ante los mismos militares], es porque las gestas heróicas no se pierden, y sin número para vengarse, si consiguen ser vistos como víctimas inocentes, les escamotéan la victoria a los militares, borrándola de la historia.
Debemos analizar el surgimiento [más los métodos de captación, lavado de cerebro, etc.] de la militarización de la izquierda, y no su contracara militar más brutal y sanguinaria por su éxito jacobino, pero, no por sus métodos "compartidos" [matar adversarios y aterrorizar a todo el que simpatice con ellos], pues el militarismo nunca fue una ideologiopatía en crecimiento.
Los militares no aumentaron los inscriptos en sus colegios, ni contaron con la colaboración de un sólo civil al que no tuvieran que pagarle de más por sus servicios, mientras que el ideologiópata de izquierda convertía gente gratis a su causa, pues subir por la pirámide de Maslow no importaba para el crecimiento dentro de estas organizaciones con su propia pirámide de violencia que otorgaba reconocimiento por algo que la sociedad civil repudiaba, y por eso le delegaba el vigilarlo a los militares, y así le podemos agregar un corolario a Maslow: "Una sociedad, una pirámide", porque entre dos pirámides nace un conflicto que siempre termina en guerra [o como quieran llamarlo].
La conversión admite tres tipos, la más difícil es la del opositor, le sigue el medio o neutro sin una posición tomada, y por último está el "afín", por ejemplo: tener en un país árabe a un "Centro de ayuda al suicida" serviría, en vez de para darles razones para vivir, para lo opuesto captando "carne de cañón" para sus atentados suicidas, dándoles una razón para morir.
Los ejemplos del exfumador que se convierte en un aguerrido anti-tabaquista [el fenómeno de apasionamiento por la nueva causa es conocido como el de "la fe de los conversos" obviamente por culpa de San Pablo], como los del "afín", son minorías frente a las multitudes de neutros que todos tratan de capturar para sus filas, y aquí las tabacaleras son el ejemplo perfecto de búsqueda de neutros, pues éstas los hallaron inmisericordemente entre los menores de edad [y su éxito fue seguido por la juventud hitleriana y otras].
La neutralidad radica en la falta de opinión precedida lógicamente por una falta de conocimiento sobre los peligros de ser captado, pero, a falta de conocimientos el neutro tiene prejuicios, y por ello no es tan neutro como parece [o nunca se lo podría captar por ser "impermeable"] y luego, como nadie puede ser convencido de nada, el neutro captado será por siempre un soldado fiel, y en el caso de los musulmanes tan fieles como para convertirse en los soldados perfectos incapaces de cuestionar la racionalidad de cualquier orden superior incluso cuando se les pide que entreguen su vida y, obviamente, todavía cuestionan menos cuando lo que se les ordena es asesinar a infieles.
La pobreza [y la ignorancia que la acompaña] como razón del neutro para entregar su vida a una causa ajena, olvida los pseudoheroísmos como los de la carga de la brigada ligera inglesa, la legión extranjera francesa, y la subversión argentina de clase media [tres disparates militares predeciblemente suicidas], más los ataques del 9-11, o el hecho contra los subtes ingleses, ambos involucrando a gente culta: no importan la fe, ideología, ni una supuesta indignación nacionalista, como la previa desvalorización de la vida propia, y como en todos lados los suicidas superan a los homicidas, a la larga se comenzará a pagar con la misma moneda barata, y así no se habrá convertido al agresor, sino que los agredidos habrán convertido sus métodos.
La economía aconsejaría pelear por los neutros sin perder el tiempo con los pocos inconvertibles que se pueden contener disuadiéndolos con amenazas, pero, aunque un horror paralizante oponible a su terror sea efectivo, eso ofende a nuestra sensibilidad civilizada: ¿ es que no hay otra salida ?, y si la hubiera... ¿ cómo se controlaría algo tan terrible como el poder para convertir a los demás para sumarlos a causas ajenas a su voluntad ?
Según el punto de vista sociológico dominante, si la raíz del problema es pobreza más ignorancia, ¿ cuánto tiempo sería necesario para educar y desterrar la ignorancia de los agresores, y además, sería posible conseguir una tregua mientras tanto ?
En cambio, si el problema no es sociológico sino militar y que estos encuentren municiones baratas entre la gente con problemas psicológicos, entonces tenemos dos salidas: la militar y la psicológica, compatibles con la educación o con la propaganda.
Pero, si no se cree que sea un problema y hasta se lo justifica con excusas como la indignación por la explotación, por la ocupación por otra nación, o por la desobediencia a algún Dios, la única solución sería absolutamente irracional, como que un grupo chico mate a otro más grande, ¡ o que los adversarios de los "ofendidos" ayuden suicidándose en mayor número !, [en parte es irracional, porque si bien matándolos no se los convierte, sí resulta ser útil como hicimos nosotros matando una buena cantidad de españoles para conseguir nuestra independencia].
La propaganda es un recurso educativo y también un arma psicológica usada para cohesión interna o como primera avanzada militar fronteras afuera, que en Argentina los políticos desgastan haciendo propaganda antiliberal contra el consumo de carne vacuna interno [y no a favor del ideario propio] recomendando no comprarla si aumenta "abusivamente" de precio, lo que es una perogrullada si ya es incomprable por falta de dinero con o sin los tontos consejos oficiales mal redactados e ilógicos [como reemplazarla por carnes de cerdo o pescado, que son más caras] y aunque esta política "anti-colesterol" sea un fracaso, el bombardeo propagandístico terminará incrustando prejuicios en los neutros que después nos llevará años para extirpar.   [F] Marx en Casablanca: Gracias a James Burke por "quebrar" mi educación clásica que empaquetó todo en cosas alineadas, ¡ Jacquard usó para sus telares tarjetas perforadas 150 años antes de que existan las computadoras !, y seguramente hay cientos de casos más pero él eligió a otros siete inventos para rastrearlos hasta sus insólitos orígenes en su memorable "Connections" de la B.B.C., que ahora trataré de imitar.
Comencemos por recordar a Humphey Bogart diciéndole a un pianista negro: "tócala de nuevo, Sam". Esta escena de la película "Casablanca" nunca existió, y el lugar que en la memoria colectiva ocupa Bogart, le pertenece a Ingrid Bergman, y Bogart entra en escena enfurecido para increpar al pianista diciéndole: "te dije que no la toques nunca más" [a la canción "Según pasan los años"] que a Bogart le recordaba el plantón que le había dado la Bergman para irse con su marido [un político comunista].
Sin motivo ni ideología millones cambiaron una historia filmada sin ambigüedades, y antes Hegel quiso encorsetar la historia con una teoría por el simple motivo de que ésta le parecía un desorden, y luego con una ideología Marx hizo lo mismo y millones de espectadores "vieron" una historia que no existió pues se puede rastrear hasta el nacimiento del primer Homo Sapiens sin encontrar un sólo evento en donde funcione la dialéctica "tesis + antítesis = síntesis" inventada por Hegel y explotada por Marx, incluso invirtiéndola.
Para describir sin omisiones los cambios en las ideas del siglo XIX [el de Hegel y Marx] lo mecánicamente lógico es que para narrar todo un siglo nos haría falta hablar un siglo, pero, la mente humana no necesita eso pues tiene tres trucos para ganar velocidad, como en el ajedrez donde el ajedrecista salta de una jugada lógica a otra, mientras que una computadora no salta, sino que evalúa miles de combinaciones [hasta las más absurdas], y en cierto nivel de juego es superior a los humanos que, al dar saltos, pueden equivocarse y no ver alguna jugada ganadora.
El primer truco es "alinear": Por ejemplo, "edad antigua, media, moderna, y contemporánea", en donde nadie festejó el fin de la edad media como nosotros festejamos los cambios de año con fuegos artificiales, pues la división fue creada arbitrariamente mucho tiempo después por los historiadores.
Segundo, "ramificar": Por ejemplo, su propia descendencia puede incluirse en un gráfico con forma de árbol.
Tercero "piramidal": A la inversa, al graficar su genealogía o raíces usted construirá "pirámides" imaginarias [dos padres, cuatro abuelos, ocho bisabuelos, etc.], ejemplo seguramente ya visto en la sección deportiva de los diarios decenas de veces [final, semi-final, cuartos de final, octavos de final, etc.], pues bien, emparentado a esto está la dialéctica fallida de Hegel que observa la historia y cree descubir que a cada hecho, tendencia política, o filosófica en su apogeo, le nace su corriente opuesta y que éstas inevitablemente se enfrentan y de allí surge una síntesis de ambas, y que esa síntesis es algo nuevo que también encontrará su antítesis que provocará otra síntesis [¿ reconoce el esquema de octavos de final, cuartos de final, etc. ?], pero, así no fue la historia real, verdadera ensalada caótica e impredecible de intereses económicos, psicológicos, sociológicos, religiosos, etc., y lo que aprendimos es lo que los historiadores construyeron al ordenar los siglos para no tardar siglos para explicarlos.
Este proceso de apilar las cosas en bloques que se suman, y que atendiendo a la preponderancia de los factores económicos llevó a Marx a decretar el materialismo histórico [tras su muerte, Engels afirmó que ni él, ni Marx, dijeron eso, sino que fueron maltinterpretados], para según su "lógica" deducir cuáles serían los pasos históricos que se avecinaban, o sea el triunfo inevitable del socialismo, que nunca triunfó y que en el siglo XX entró en franco retroceso [quedando solas y aisladas las dictaduras de Corea del Norte y Cuba], pulverizando el prestigio intelectual de Marx por partir de una teoría no probada para sustentar toda una ideología [por cierto muy difícil de sostener] y engañar a tanta gente inteligente: por ejemplo Jean Jaurés y Juan B. Justo se dieron cuenta de la falla del materialismo histórico, pero quisieron defender lo indefendible por amor a Marx [suele suceder que se ame a un líder más allá de que se lo entienda], o seguramente por esa costumbre comunista de eliminar físicamente a los disidentes, pues decidieron no patear el tablero.
El notable éxito de Marx fue acoplar la parte utópica del socialismo [desarrollada por escritores, ideólogos, filósofos, y propagandistas], con el empirismo del movimiento obrero, colocando a las masas jerárquicamente debajo, obsequiándoles a los ideólogos un liderazgo inalcanzable a "pulmón" o sea ganándoselo por carisma propio o en la calle "luchando", donde más éxitos obtuvieron los empíricos trabajadores de U.S.A. e Inglaterra, pioneros más efectivos en sus conquistas reales, y no sólo declamatorias como en las naciones comunistas.
Volviendo a la dialéctica de Hegel, o sea el proceso mecánico de sumar hechos históricos, si a una tesis en su apogeo se le opone su antítesis, cuáles fueron la tesis y la antítesis generadoras de ésta, ¿ o caía del cielo, o nacía por generación espontánea, o lo que pasa casi siempre, o sea la aparición de rupturas y desgajamientos totalmente inversos a la suma de Hegel ?
En realidad, tesis, antítesis, síntesis, nueva antítesis y síntesis final, nacen casi todas simultáneamente y diversas circunstancias hacen que una "encandile" y no deje ver el crecimiento de las demás que de repente aparecen en la historia cuando se produce la decadencia del dogma reinante.
Por ejemplo la Revolución Francesa en 1789 marca el "nacimiento y bautismo" de la derecha, y la revolución de octubre de 1917 en Rusia marca el del comunismo, pero, la crisis del liberalismo fue en 1929, y otro dato es que el fracaso de la Revolución de los iguales encabezada por Françoise Noël Babeuf [a favor del socialismo, antes del nacimiento de Marx] fue simultánea con la Revolución Francesa, y sin embargo nosotros insistimos en poner las cosas en línea: Revolución Francesa, luego la industrial, luego la comunista, y siempre a una como consecuencia hegeliana de la otra.
Más que pirámides o árboles, prefiero ver a la historia como una carrera loca de postas con docenas de andariveles y con corredores que se alternan en la punta, y donde algunos entran en carrera tomando la posta de otros, mientras que en algunos andariveles los corredores no entregan el "testigo" y siguen en carrera solos, y condimenta a la historia que algunos equipos abandonan, y otros se olvidan de la carrera y se toman a golpes de puño autoanulándose. Hegel y Marx pretendieron predecir cuál sería el ganador cuando el único que siempre lo supo fue Darwin: no hay ningún determinismo, y al final ganará el más apto [claro que esta respuesta a la izquierda le patea el hígado].
Burke enseña cómo algunos inventos entran en "vía muerta" por décadas hasta que se los resucita para otra función insólita para su creador [como las tarjetas de las computadoras], o dos pedazos de vidrio precisamente tallados comienzan a interactuar de tal forma que cuando alguien los apunta hacia el cielo, da como resultado la desacreditación absoluta de lo que dice la Biblia que rigió la vida o determinó la muerte de millares de personas, para que después de tanta discusión en filosofía y teología, nadie supiera qué hacer con el telescopio: un producto menor de la tecnología aplastando a dos ciencias [la iglesia optó por hacer el papelón histórico de acallar a Galileo].
Es inevitable que toda ciencia abstacta esté en desaventaja mortal frente a lo empírico, por eso la filosofía como "saber madre" se desgaja irreversiblemente por culpa de las ciencias [incluso la matemática que es la reina de las ciencias abstractas], y tal vez esa sea la función real de la filosofía: no dar respuestas metafísicas sino incubar ciencias puntuales, y por eso fracasan y mueren una tras otra otra todas las escuelas filosóficas, mientras florecen las ciencias duras y humanistas como la psicología y la sociología todas salidas de su seno, y se le podría forzar un desgajamiento más dividiendo en dos ramas a la política: historia y organización política especulativa [y a su vez cada hecho histórico debería contemplar dos aspectos: Causalidad, e ideología o intereses de quienes registraron la historia].
Objeción al menosprecio de la percepción: Entre la realidad y lo que percibimos de ella, hay un problema que los filósofos no contemplaron, pues la percepción no es inmediata, o sea que al cerebro pensante le llega lo captado por los sentidos "filtrado" por otra parte de la mente. De hecho nadie pudo ver nunca a un cubo pues la perspectiva hace fugar a todos los ángulos rectos, sin embargo, la imagen filtrada hace que llegue a la mente la información correcta, o sea la de un cubo con todos sus ángulos de 90°, y hay varios casos más como el de la madre que entre decenas de ruidos "filtra" y detecta nítidamente el llanto de su bebé, etc., y seguramente usted ahora está pensando en los espejismos, o sea que la mente aveces mejora y otras arruina la realidad, y pese a ello ha demostrado ser una gran herramienta para entenderla: el cubo "reflejo" que se forma en nuestra mente al ver un cubo real, es un cubo perfecto, mientras que si se ve microscópicamente al cubo real todas sus aristas serían rugosas.
Objeción a la sobre-filosofación: El idealismo [y yo soy idealista] sostiene que con las limitaciones que nos dan nuestros sentidos y mente, la realidad no puede ser demostrada, y que todo lo que "es" puede serlo gracias a ser pensado y por lo tanto fuera de la mente no hay nada [O.K... soy un idealista que se opone a este idealismo].
Por ejemplo el amor es real pero inmaterial y sólo existe en la mente, un taxista tiene el plano de la ciudad adentro de su cabeza, un matemático puede pensar en el infinito, y hasta el hijo de un matemático puede pensar en un cubo perfecto que cualquier artesano sabe que no podrá hacer jamás, pero entonces la realidad que no puede ser demostrada es la generada por la mente y no la percibida, filtrada, y absorbida finalmente en ella misma, que constantemente ha ampliado sus umbrales de comprensión, rastreando los componentes íntimos de la materia, y en la otra dirección revelando hasta cómo nacieron las galaxias.
Excavando pudo ser demostrada la existencia de Troya, y hasta tal vez se demuestre la existencia de la mítica Elena, ¿ pero cómo demostrar que entregando a Elena, Troya igualmente hubiera sido destruida ?, pues las percepciones sí que son engañosas cuando se refieren a las creaciones del espíritu como las emociones, el arte, la historia, la religión... y hasta la filosofía.
Así cada duda de la realidad física con el tiempo suficiente será inapelablemente demostrada, mientras que los productos del espíritu humano no solo no van a ser demostrados, sino que en cada época se los podrán reinterpretar a su antojo.
La realidad no es estática [la física habla de "entropía"], y tanto más la de los productos del espíritu, Hegel usó la palabra "devenir" que es correcta aunque fuera del habla común, siendo más práctica la palabra "proceso": Todo está en proceso, todo se está permanentemente transformando, y la construcción hegeliana dialéctica es tan falsa como la idea de que el hombre desciende del chimpancé: el hombre desciende del hombre primitivo al igual que el chimpancé desciende del chimpacé primitivo.
El método dialéctico afirma una tesis, le opone una antítesis, y sobre ambas [como apilando ladrillos] llega a una síntesis, pero Hegel apila cosas que tienen vida propia y crecen, llegan a su apogeo, o decaen, con diferentes ritmos, aunque el registro histórico "descubra" a una ideología cuando comienza a decaer la hasta ese momento reinante.
Parafraseando a Hegel muchos libros de historia dirán que en respuesta al liberalismo reinante en el siglo XIX, entre 1917 y 1991 el siglo XX fue socialista para después, en una síntesis de ambas posiciones, llegar al actual estado evolutivo de la política con los gobiernos de la llamada "tercera vía", o sea con gobiernos de izquierda [benefactores] que le ceden el control de la economía a la derecha.
Creer que la izquierda nació en 1848 con Marx, que el nazismo nació con Hitler, o que la derecha nació en la revolución francesa son reduccionismos torpes: ya había socialistas en los tiempos de Platón, sanguinarios hubo siempre, al igual que espíritus libres. Izquierda, derecha, y "tercera vía", tienen vida propia como el Hombre de Neanderthal, el Homo Sapiens, y los Gorilas tienen cada uno su rama propia dentro de la evolución.
La realidad creada por el espíritu humano sólo algunas veces es comprensible "a posteriori" y nunca "a priori" como pretende la dialéctica, y sólo se le podría conceder cierta validez en un mundo fatalista de espíritus estáticos, unipolares, y mecánicos, cuando el devenir esbozado por el mismo Hegel no es estático, por lo tanto no solo los hechos sino el sistema con el que se los interpreta y "etiqueta" también es un proceso cambiante.
Sin ponerse a bucear en la filosofía, la derecha afirma que el mercado no es un lugar físico sino un proceso, y yo afirmo que hasta la moral está en proceso, y que a la religión se la está desprocesando [para bien o para mal, la inmensa mayoría de las religiones hoy está en los museos], y que el comunismo fue la religión que se ahorró a Dios para creer en ellos mismos cayendo lentamente hacia la obsecuente y vergonzosa adoración de sus líderes [de la que sólo sobrevive la dirigida hacia Fidel Castro].
Hegel encuentra en el final de su proceso de eliminatorias al devenir que quiere decir "no sabemos lo que va a venir" [o sea sólo posibilidades, lo que es todo un contrasentido], y luego pretende llevar a su juego de eliminatorias a todos los fenómenos de la física y de la naturaleza y fracasa con su método puramente especulativo frente al método científico empírico y materialista [aún con sus limitaciones en el siglo XIX], y aunque ahora se acepta que la naturaleza no es estática sino que está en proceso, no ha sido por su mérito, y hoy su método sobrevive aplicándoselo en la intepretación de la historia [ya dicho: un reduccionismo para no tardar un siglo en narrar la historia de un siglo], pero él mismo no se sometió a su método sabiendo que inevitablemente sería parte de la historia de la filosofía como otro ladrillo en la pared... o más bien como una rama seca.
La escuela de Hegel murió con él, y algo más duró la del envidiado Marx que tantos elogios recibió por tergiversar la historia para hacerla coincidir con su teoría [al final estrellada contra la realidad] pero, ¿ su éxito sucedió porque entre tantos pensadores, su filosofía no fue idealista sino pragmática ?
Nada que ver. Lo que movió a los obreros y campesinos hacia el comunismo no fue la filosofía sino la propaganda: ¡ oferta y demanda, donde obviamente no chequearon exhaustivamente las promesas que la oferta de los políticos de izquierda les hizo !
Copérnico, Kepler, y Newton, le produjeron el principal cisma a la filosofía separándola para siempre de la ciencia, luego el fracaso de Marx separó también a la economía, ¿ es entonces posible que estemos en camino hacia una ciencia política separada de la filosofía, o como diría Sabato "los que no quieren hacer filosofía, en realidad tienen una filosofía, pero mala" ?
Según Fichte, cada uno elegirá una filosofía conveniente [ingenieros > realismo, abogados y escritores > idealismo], o según Hegel, partiendo de una política basada en una filosofía, opuesta a una economía puramente materialista contable y sin filosofía, surgirá una síntesis que sumará a ambas, lo que es un disparate obvio que sólo puede solucionar Darwin: no habrá nunca una síntesis sino la supervivencia del sistema más apto que incluso puede ser otro ajeno a esta falsa antinomia [por ejemplo uno manejado por computadoras, que ya ha nacido y pasa desapercibido aunque todos los días los semáforos nos ordenan cómo transitar por nuestras ciudades], pues los sistemas pueden competir y demostrar cuál es más ético, más libre, y más justo: un sistema con políticos frente a otro con gerentes, o la democracia de ciudadanos frente a la multidemocracia de trabajadores.
La mente necesita orden y por ello, entre otros, los historiadores se sirvieron de dualismos inexistentes [los existentes no les servían, como "vivo-muerto" y "orgánico-inorgánico"], y que los filósofos hayan construido un sistema filosófico especulativo sobre las especulaciones de los historiadores, es tan patético como cuando los defensores de fenómenos paranormales para apoyar sus "verdades" se citan mutuamente.

Claudio Corniola


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