[04]  NEOLIBERALISMO Y PROGRESISMO


[A] La elite disidente: Marx dijo que "La emancipación de los trabajadores debe ser obra de los trabajadores mismos", pronóstico que desafía esta lista: Saint-Simon y Kropotkin [nobleza], Engels [empresario industrial], Castro [abogado], y Guevara [motociclista], más cientos de escritores y periodistas de clase media autoproclamados voceros de las clases bajas [que no aportaron ni una idea para su ideología], y reaccionarios a los ideales de su propia clase media originaria, que "a posteriori" usaron una ideología como esqueleto para su organización.
No hay progresismo en las clases altas, anarquistas por exceso de un liberalismo no militante brotado de una opulencia que desmotivó la curiosidad intelectual, ni tampoco en la baja a la que no le interesa sino demandar una "contención" a la que es adicta y que si se le retira los violenta [y en más de medio siglo no hubo ni una sola muestra de indignación contra el clientelismo].
Una democracia interna real en la clase media [fuera de los partidos que lucran en este sector], extinguiría al progresismo por una mayoría que no quiere ser ni progresista ni liberal, sino "clase alta". Por esto el "anti" se vuelve contra su clase y pretende convertirse en la vanguardia de las clases pobres con el objetivo de reinar por sobre la más astuta clase alta que se alejó del poder político para defender otros intereses [aquí Marx sí acertó al predecir que: "La revolución no puede ser hecha por los que nada tienen que perder, sino por los que nada tienen que ganar"].
Del socialismo utópico de Owen, Fourier, y Saint-Simon, a Lenin tomando el poder en Rusia, hacía falta un Marx: las ideas ya estaban, los odios ya estaban, y cualquier editor tuvo que ver el potencial de ventas de un "manual" que lo organice todo, "allá arriba", o sea: en la cabeza de los que debían ejecutar la obra.  
[B] Neoliberalismo y progresismo: Ser progresista en el primer mundo no tiene como meta al revanchismo. El neoliberalismo está agotándose aunque a U.S.A. y Europa les lleve cien años hacer lo que en Argentina hicimos en diez y, cuando lo abandonen, no irán a un socialismo como el de Cuba, sino a uno como el de Suecia: cada vez más ortodoxia liberal, salpicada con el igualitarismo izquierdista hasta en al sopa.
De la economía estatista y proteccionista a la abusivamente liberada y después de vuelta al estatismo en vez de ir a una economía compensada, con una justicia pragmática y menos ideologizada, un sindicalismo profesionalizado [con el formato de cooperativa] y ya no "de barricada", en democracia participativa o "multidemocracia", que nos alegre a todos por el éxito de nuestra economía, y no por la derrota de la ideología opuesta: el péndulo fue un gran avance de los relojeros que luego ellos mismos archivaron, pero, en política no, y así estamos atados a un péndulo que nos condena a ir y volver repitiendo fracasos.  
[C] Veinte años atrás: ¿ Votó a Alfonsín, Menem, y De la Rúa, luego aplaudió el default de Rodriguez Saá, al megadevaluador Duhalde [dos no votados], y después lo votó a Kirchner ?, ¡ usted es un oficialista patológico equivocándose siempre !
En Argentina tienen un involuntario toque humorístico los bruscos reelevos presidenciales, pero en U.S.A. y Europa hacen lo mismo pendularmente entre partidos casi iguales, aunque con históricas diferencias hoy ya sin ninguna trascendencia, pero, la gente gracias a esa actitud pendular cree que no abandona sus ideales, pues identifica a todo cambio como reconocimiento de un fracaso anterior, y eso le haría sentir cada cambio de gobierno como una derrota personal, cuando nadie "pensó" una ideología sino que "adhirió" a la que otros orquestaron con errores fatales, y así "cambiando sin cambiar" nadie asume alguna culpa por votar mal o al mal menor, lo que se trasladó aquí según la necesidad de cada época votando a Kirchner 22%, o De la Rúa ¡ 48% !
Más democracia con un sistema multidemocrático frenaría el péndulo que va del progresismo lírico a la eficiencia impopular tecnócrata liberal, para tener una economía compensada y dejar de darle vueltas a la economía para discutir otras cosas: ¿ qué hay de malo en querer la economía de Canadá, la salud de Suecia, la educación de Finlandia, y tener dinero para ir de vacaciones a Cuba ? [¿ a quien garantice esto, no lo votarían todos ?].
Para esto harían falta que se den cuatro difíciles condiciones, pero, de repente tres de ellas ya se han producido solas [tal vez la cuarta sea la publicación de este libro]:
Primero: Fin de los falsos profetas [el socialismo cayó por sus propios errores, y aunque no hubieran perdido a tantos jóvenes durante la dictadura, hoy no llegan al 3% del electorado].
Segundo: Se depuró el progresismo tras el fracaso de la alianza progresista anti-menemista.
Tercero: Fin del caudillismo [el fin que justificó los medios] cuando el verticalismo del populismo sobreviviente quedó pulverizado al trampearse las leyes de la democracia interna con lo que el peronismo se quitó de encima a Menem.
Cuarto: Tomar todas las ideologías y sin fanatismos políticos hacer "limpieza" descartando lo malo y reconociéndole a cada una lo bueno, sin tener que comprar "en bloque" sino en forma compensada [si no es compensada, el sistema se pone gratis y automáticamente a un sector poderoso en contra cuando los necesita a todos colaborando del mismo lado].
La política no es una ciencia dura, y aunque la objetividad de cualquier texto político se prejuzgue como imposible, indiscutiblemente desde estas páginas se la busca [mientras notables y superiores autores de izquierda y derecha renegaron de ella desde el título]: no hubo un solo libro que provocara una revolución, ésta ya estaba, pero necesitando un catalizador.  
[D] Treinta años atrás: Creer que todo opositor es siempre un embaucador, es una paranoia que deben tratar los psicoanalistas, y todos deberíamos "cultivarnos" para tener argumentos en vez de agresiones hacia el otro [que si tiene suerte le damos la espalda y le hacemos "oídos sordos"].
Lamentablemente, en estos últimos treinta años desapareció la clase media [en parte empobreció, en parte emigro, y en parte fue exterminada] que tenía una natural tendencia a cultivarse.  
[E] Cincuenta años atrás: Entonces yo estaba aprendiendo a leer y de tomar los diarios hubiera encontrado a las mismas ideologías de hoy peleándose por lo mismo de siempre: ¿ cómo hacer para cambiar la composición del electorado porteño ?, porque gobernar un país cuando su ciudad capital insiste en votar de manera conservadora y, encima, tiene el descaro de exhibirles a todos su mejor nivel de vida, hace temer por un "efecto contagio".
La economía no es tan difícil y cualquiera que gobierne debe limitarse a manejar el gasto público según las justas demandas sociales de cada época ¡ pero sin gastar más de lo que tiene porque le arruina la vida a la generación que sigue ! [que es lo que hizo Perón, y nosostros somos esa generación posterior] pues tenemos derechos frente a estos sujetos sin que nos acusen de ser "reaccionarios", sólo por defendernos débilmente, para terminar siempre pagando por sus desatinos.
¿ No debemos reaccionar cuando una y otra vez los candidatos políticos prometen terminar con la corrupción, y el ganador no sólo no encuentra ni a un sólo corrupto, ni a un sólo contrato sobrefacturado, sino que además "arregla" con los sindicatos de empleados públicos desde municipales hasta nacionales [que por cierto los chantajéan], y de postre regalan nuestro patrimonio permitiendo que se ocupen terrenos públicos para levantar villas de emergencia a las que después les tendremos que pagar el asfalto, agua, gas, electricidad, y la salud [y obvio, después esos sujetos van a votar eternamente al político bueno para usar nuestro dinero y patrimonio sin nuestra autorización] ?
¡ Un robo encubierto de sensibilidad es lo que se llama clientelismo, o peronismo, o progresismo argentino: la clase pobre viviendo a cinco minutos de la "Casa Rosada", pero que seguirá siendo pobre generación tras generación !, dejando en claro que siempre será clientelismo cualquier beneficio que implique entregar dinero sin exigir ninguna contraprestación a cambio [la más elemental sería algo simple de cumplir, como por ejemplo, que paren de tener hijos por docena], lo que divide las aguas, pues hay quienes nunca serán progresistas, pero hay quienes siéndolo nunca recibirán del Estado ni una casa ni un terreno gratis, y para colmo deberán pagar las que el Estado obsequia, mediante políticas que siempre son insuficientes porque para cuando se termina de construir un plan de 5.000 viviendas económicas, los beneficiados se multiplicaron y ya son 500 más que cuando se proyectó la urbanización de su villa.
Si algún intendente defendiera nuestro patrimonio, los periodistas harían un circo de cada desalojo y se llenarían la boca de "sensibilidad social" con los teleobjetivos puestos en los chicos descalzos, con los mocos colgando, y sus madres gritando que no tienen para darles de comer a sus ¡ ocho hijos ! [un poco de sensibilidad materna: ¿ quién las mandó a tener ocho hijos ?].
¿ Un pronóstico ?: de esos ocho hijos tres van a morir antes de los quince años por causa de las drogas o las peleas entre pandillas, otros tres van a pasar la mayor parte de sus vidas en prisión, y con suerte dos vivirán de trabajos honestos pero pobres pues, sin oportunidades desde la cuna, no podrán llegar a estudiar y ser profesionales aunque la naturaleza les hubiese dado el mayor de los talentos [y peor que perder el espacio público bajo las villas, es perder el escaso talento humano disponible].  
[F] Ayer, hoy, y mañana también: La verdad es que no entiendo para quién juegan los periodistas, pues obvio que no son villeros defendiendo los intereses de sus familiares, porque en general los periodistas son de clase media, los gerentes de los noticieros son de clase media alta, y los dueños de los canales son de clase alta: ¡ entonces hacen lo que hacen por pura tontera progresista !, presionando a los políticos que precisamente no les gusta para nada que los presionen desde los medios, encima, al público no le gusta ver esas noticias así encaradas, no hay "Martín Fierro" a la nota progresista, comprometida, e imbécil, ni tampoco después hay una invitación a comer con Mirtha Legrand.
Pero insisten, en especial los noteros más jóvenes que deben creer que les van a dar el Pulitzer, el Oscar, el Nobel, o las llaves de la ciudad [o al menos las llaves de la villa miseria].
Realmente este complot de tontos que manejan los medios cree que las lágrimas traen rating, y allá van veloces los móviles de los periodistas progresistas del futuro a transmitirnos en directo cada desalojo de terrenos o viviendas usurpadas al municipio, o a sus legítimos propietarios, como si se tratara de las fuerzas armadas sacando de sus domicilios a inocentes acusados de ser subversivos [¿ en dónde estaban las cámaras entonces, cuando pudieron haber salvado al menos una vida ?].  
< [G] Los próximos diez años: Sin parar de gastar de más, la "competitiva" megadevaluación peronista que en medio año terminó siendo otra convertibilidad pero barata, más la confiscación de los ahorros de la clase media, y el no pago de la deuda a los inversores privados [mayoritariamente jubilados y no capitalistas], trajeron el superavit fiscal y el aplauso de todos los economistas [incluso del F.M.I. feliz de haber cobrado].
Como no era vital, pagar la deuda fue más un lujo del superavit agroexportador que un ahorro de intereses, y que el fin también aquí justifique los medios, vuelven graciosos a los argumentos progresistas históricamente a favor no pagar.
Lamentablemente, el default, la pesificación forzosa de los ahorros, y la quita de la deuda fueron robos que nos van a imputar a los argentinos y no sólo a los peronistas, pero aquí lo destacable es que así como Marx encontró para "El Capital" el momento histórico indicado donde el mercado demandaba su teoría o algo así, los políticos declaran el default esperando que ese sea el momento histórico preciso, el punto de ebullición que les llene la Plaza de Mayo de gente aclamándolos, o al revés cuando cuatro años después se le paga la deuda al F.M.I. se esperaba que la población aprobara el fin de la humillación crónica del país, pero, los políticos siempre se equivocan y a la sociedad todo esto, en idiona gauchesco, "les chupó un güevo"... o peor, ya que nos los queremos cortar, porque... ¿después de hacer tanta alharaca se debe más que antes, y ni siquiera le pudimos ganar un tonto juicio al 7% de los holdouts ?  
[H] La paciencia inglesa: Lo que no se paga se tendrá que pagar y en las condiciones que aceptamos y firmamos voluntariamente. Cuando Mijail Gorbachov fue a Inglaterra a pedir un préstamo con el aval de la "perestroica" que estaba iniciando, los banqueros lo felicitaron efusivamente y, a continuación, sacaron de uno de sus portafolios ¡ un pagaré vencido del Zar acribillado y luego rociado con ácido por los comunistas el 16 de julio de 1918 ! [nunca nos van a perdonar: ¿ usted perdonaría a alguien como nosotros ?]. Claro que, siguiendo con lo gauchesco, "a caballo regalado no se le miran los dientes", y si robándoles a los ahorristas y tenedores de deuda los peronistas nos sacaron de la crisis, al menos algo de toda su funesta historia tenía que sernos al menos útil hasta la siguiente crisis tres años después tras pulverizar las reservas para ganar una elección a puro populismo, cuando tras salir de una crisis y una vez ya recuperados, habría que honrar nuestras nuevas deudas como corresponde, en vez de querer volver a hacer lo mismo [otra vez no nos van a dejar hacer un "pagadios", de hecho, ni siquiera fué un éxito total y los juicios que a la larga se perdieron los tuvo que pagar Mauricio Macri].
Cada vez debemos más y ya hemos pagado varias veces lo prestado, y creo que el error consiste en renegociar la deuda, cuando si no se puede pagar es mejor atrasarse y pagar los punitorios pactados, antes que renegociar a tasas mayores y, encima, dejándoles unas suculentas comisiones a los bancos negociadores. Nosotros no le pagamos a los ahorristas tenedores de bonos [por ejemplo maestras italianas, carpinteros alemanes, y pescadores japoneses que ahorran en bonos argentinos para lo que vendrían a ser sus jubilaciones], mientras que los banqueros cobran su comisión siempre, ya sea que paguemos o no paguemos lo adeudado.
Hay otra opción aceptando que nuestra situación no es por culpa de los acreedores sino de los gobiernos que toman deuda para pagar deuda, en cualquier condición porque el que va a llorar lágrimas de sangre cuando llegue el vencimiento es el gobierno siguiente: Esta solución es pedir la quiebra del Banco Central, hacer una convocatoria de acreedores, que se lleven las pocas reservas que nos quedan, y nada más. Así se acaba el problema de la deuda, pero, después de hacer eso nunca jamás nadie nos va a prestar nada, lo que por un lado es una maldición [porque habremos defraudado a trabajadores y ahorristas que creyeron en nosotros], pero, por otro lado es una bendición [porque nadie le volverá a prestar a nuestros políticos que, hasta donde pude rastrear el problema retrocediendo por nuestra historia, nunca hicieron que ningún endeudamiento sirviese para nada útil].  
[I] Impuestos regalados: Sí, en el siglo XXI se vende mucha soja y el gobierno beneficiado por este "boom" fue el kirchnerista que hizo todo lo posible por frustrar ese crecimiento. El gobierno le aplica retenciones a los exportadores [impuestos en dólares: un invento de la derecha ahora copiado por el progresismo], pero, sin "redistribuir" sino todo lo contrario: la frutilla del postre del plan económico no esta allí, ni tampoco en hacerle una quita a la deuda externa, sino en no pagar más sueldos en dólares [o pesos convertibles] y así tras pesificar el Estado paga sueldos devaluados y las empresas también, por eso aprovechan para pagar sus impuestos y dejar de evadir: Quien antes pagaba sueldos de U$S 1.000 y que tras pesificar pasó a pagarles a sus empleados entre $ 1.000 y $ 1.500 [y no $ 3.000], se puso felizmente al día con sus impuestos, porque gracias al peronismo lo pudo hacer con el dinero de sus empleados.   [J] Desánimo rebelde: Cada generación tiene su cuota de violencia, nuestros padres "guapos y malevos" se acuchillaban por las mujeres, la siguiente se fue a las armas por una ideología sufrida en un país de egoístas, y la actual se mata después de un partido de fútbol, mientras que las revueltas populares más notables [la marcha del 17/10/1945 y los cacerolazos del 19 y 20/12/2001] fueron todas pacíficas.
Las jornadas de los cacerolazos y asambleas barriales terminaron sin pena ni gloria por la infiltración de políticos principiantes, activistas de un sistema ya abandonado en potencias como U.R.S.S. y China [ambos dirigiéndose hoy hacia el liberalismo] que, para no perder la costumbre, con un presidente ya "renunciado" se hicieron matar sin sentido [y poco después en las elecciones presidenciales de 2003 hicieron un papelón].
El liberalismo fue sistemáticamente acusado de llegar al poder únicamente durante las dictaduras, pero, el neoliberalismo que se ganó el apodo de "salvaje", gana elecciones democráticamente en todo el mundo y, cuando pierde, fuerza al progresismo a seguir sus políticas [tercera vía]. Al neoliberalismo lo barrerá del mapa el superliberalismo y en algún momento un desconocido elucubrará el transliberalismo y al demonio con el superliberalismo. La evolución de las ideas y los sistemas políticos y económicos ha sido y será siempre así: España pasa sin problemas del socialismo al neoliberalismo, pero a estos últimos les explotan en la cara las deudas hipotecarias contraídas en el gobierno anterior. Rusia pasa del comunismo al neoliberalismo sin parar de tropezar todo el tiempo, con el dato curioso de que tras cada tropezón, en el lugar de la caída encuentran petróleo "a lo bruto". Y mientras tanto, Argentina fracasa y rebota volviendo al estatismo, entonces, ¿ por qué los grupos de intelectuales más los de la juventud "rebelde" se encadenan a lo viejo y fracasado en vez de buscar un progresismo nuevo y propio, o hasta un liberalismo personalizado en vez del importado textualmente de Davos ?
Tanto para derechas e izquierdas, es mejor cualquier sistema que funcione antes que uno muy bello que nunca arranca: por ejemplo, no hubo antes en toda la historia un sistema capitalista que sobreviva a la fuga de capitales llevada a cabo por los mismos capitalistas y no por los grupos progresistas intentando sabotear el sistema económico de la odiada derecha.
El ataque al neoliberalismo del 2001 vino de la derecha que fugó sus capitales y de la clase media bancarizada de prepo y no de los rebeldes progres antisistemas resucitados por las asambleas populares del 2002 a las que asfixiaron tras querer controlarlas.
El neoliberalismo tiene la suficiente cantidad de fallas como para no tener que atacarlo por la izquierda y, entiendan que adular a Fidel Castro hasta dar vengüenza no es ser rebelde pues, sin capacidad crítica no se puede más que aspirar a ser mediocres.
Cuando el opresor tiene en la fuerza a su único argumento, se lo enfrenta con rebeldía, coraje y superándolo en número, pero, cuando el neoliberalismo ganó elecciones, ¡ eso sí que fue una señal para ponerse a buscar soluciones nuevas, descartando a la violencia, y el folclore revolucionario "pianta-votos", aburrido y esteril: en Argentina hay más seminaristas estudiando para ser sacerdotes que todos sus atornillados dirigentes juntos !
¿ Tienen miedo de usar la cabeza y presentarle a la sociedad del siglo XXI un "neoprogresismo", y a cambio de eso nos proponen el viejo absolutismo "retro" de Fidel Castro ?, sin parar de adular a la muy cuestionable clonación venezolana, que no llega a ser una clonación, sino un "Frankenstein" hecho con pedazos del comunismo muerto y sepultado en 1991.
Sin rebeldía para sugerirle a sus líderes que reformulen una doctrina aplazada en todo el mundo se extinguirán lentamente y, hay una salida, pero no la quieren ver: la legislación de U.S.A. es más progresista que la nuestra en todas las áreas [igual que su intelectualidad] y aunque a algunos les duela en el alma, un sistema político y económico nuevo debe partir de las ideas progresistas de U.S.A. y no de las ideas arcaicas de Cuba y la fallecida U.R.S.S. y ese dogmatismo de "malos siempre malos y buenos siempre buenos", frena el progreso del progresismo como la inquisición intentó frenar la salida de la edad media.
U.S.A. además de sus "antis" intelectuales, también tiene otros más combativos: los "hackers", atacando a organismos del gobierno y a las grandes empresas multinacionales desde un ángulo inimaginable para los rebeldes argentinos que golpean un bombo y cantan boludeces frente a un Mc Donald's concesionado, dando vergüenza ajena.
Si eso es rebeldía y combatir al sistema, entonces se acabaron los "antis" como ya antes se acabaron los "guapos": en este libro voy a demostrar que para ser anti-neoliberal, primero hay que ser anti-peronista, acabar con su sistema de poder sustentado en los sindicatos, reemplazándolos por cooperativas democráticas y monopólicas de trabajadores, que podrán negociar en un plano de igualdad con el capital. Definitivamente no se puede ser rebelde frente al sistema, si se permanece abrazado a una de sus patas: al sistema se lo cambia entero, y si se combate al neoliberalismo, se debe combatir también al sindicalismo con el que viene negociando desde 1945 hasta la fecha [claro que ellos a esa negociación la llaman "lucha"... y montones se tragan el anzuelo].
Finalmente, no hay comunismo desde los noventas, no hay neoliberalismo desde el 2008, y nunca hubo progresismo visto que nunca progresamos, [mucho menos con los ex montoneros "K" en el poder tratando de resucitar a Keynes], damas y caballeros... se viene otra oleada liberal, y espero contribuir con ella desde este libro.

Claudio Corniola


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