Hyperhospital: Sztajnszrajber, Marx, y la mentira profesional.

¿ ES IMPORTANTE DAR LA "BATALLA CULTURAL" ?

Gramsci dijo: "La conquista del poder cultural es previa a la del poder político y esto se logra mediante la acción concertada de los intelectuales infiltrados en todos los medios de comunicación, expresión, y universitarios". Luego, evidentemente la honestidad izquierdista equivale a "cero", y el fin que justifica sus medios no es producir más y mejores intelectuales, sino una fuerza de choque para tomar el poder. Esto funcionó a medias para que Lenin llegase a tomar el poder en Rusia, pues el mayor impulso al comunismo fue el hartazgo causado por el zarismo, y la impaciencia [producto de la primera guerra mundial] que desbarrancó en pocos meses al gobierno democrático intermedio, pues Lenin no derrocó al zar Nicolás II sino a Kerensky, para luego ordenar el fusilamiento de la familia Romanov completa incluyendo a la bebé Anastasia. Lenin no sació su sed de sangre con la monarquía, pues le siguieron los aristócratas, los oficiales del ejército, los profesionales universitarios... ¡ y los intelectuales !, porque para el paranóico Lenin cualquiera capaz de utilizar el cerebro se convirtió de la noche a la mañana en un contrarrevolucionario.
¿ Qué cosa define el triunfo en una "Batalla cultural" ?: Pues no es tener a los profesionales capacitados para vencer en cualquier tipo de debates a los pocos intelectuales liberales, ya que la amplia mayoría de izquierdistas no puede vencer ni a uno solo de ellos, entonces, a la izquierda únicamente le importa el número y estratégicamente evita los debates prefiriendo los monólogos.
Pese a la mayoría de intelectuales que nutren a la quinta columna gramsciana infiltrada en los países democráticos, el comunismo ya no es una amenaza en todo concepto y lugar, sin embargo su táctica de "Batalla cultural" aunque en Argentina no tuvo éxito a nivel nación [de hecho se desesperaron y en los setentas tomaron las armas para ser derrotados], sí han penetrado en el peronismo especialmente durante su etapa kirchnerista.
¿ Pero qué es la "batalla cultural" para el peronismo / kirchnerismo que no es comunismo ni socialismo sino capitalismo "de amigos" y de testaferros ?: Creo que el peronismo juega al equilibrismo sobre la hoja de un cuchillo, de un lado tiene fidelizados a los trabajadores peor calificados que nunca van a salir de la pobreza [y medio siglo de gobiernos peronistas lo prueba], y por el otro lado tiene a izquierdistas exitados con conquistar a esa masa de votantes, pero, que no tiene acceso a la caja necesaria para hacer clientelismo, entonces el peronismo deja que la izquierda haga su tonta batalla cultural porque puede cautivar y convencer a algún hijo rebelde de alguien de derecha y obviamente antiperonista, pero, conscientes de que a las masas de peronistas ignorantes no van a llegar nunca con el mensaje del marxismo puro y duro, y lo mismo con la estrategia de Marcuse que descarta a los trabajadores como ariete revolucionario y apunta a lo que hoy vemos ejecutarse: feministas, abortistas, homosexuales, minorías raciales, indigenismo, ecologismo, veganismo, y la última imbecilidad que es la corriente anti-vacunas.
Una breve nota sobre lo que es la estrategia, pues se la confunde con la táctica: Una estrategia es la mejor disposición que se cree posible de los elementos con los que se cuenta, tendiente a solucionar un problema. Si su problema es económico, su estrategia será la que optimice su escaso salario para llegar a fin de mes, pero si su problema es que tiene un enemigo que quiere matarlo y para eso se ha hecho acompañar por 10.000 soldados armados hasta los dientes, entonces tendrá que recurrir a una estrategia militar que evaluará las posibilidades de sus propias fuerzas midiéndolas contra las del adversario. Estudiar al adversario en terminología militar se denomina "inteligencia" y, como al adversario no le conviene mostrar todas sus cartas, se recurre al espionaje y al contra-espionaje, con el objeto tanto de saber qué tiene y qué piensa hacer el enemigo, como también el de ocultar sus propias fuerzas o engañar según convenga haciéndole creer al enemigo que se tienen más fuerzas de las reales para disuadirlo de atacar, o menos fuerzas para alentarlo a atacar pensando que cuenta con superioridad táctica, de modo de sorprenderlo y vencerlo. Esto no se limita con lo recién descripto, pues con el fin de vencer son válidas todas las herramientas posibles, en donde en la guerra moderna han irrumpido fuertemente la ideología, la propaganda, la economía, y la "quinta columna" de infiltrados tras las líneas enemigas.
En cambio, táctica es una palabra que en griego significa "orden". Usted nunca estuvo en una guerra, pero debe haber visto representaciones cinematográficas, en donde son especialmente didáticas las recreaciones de combates antiguos porque la cámara puede mostrar el campo de batalla completo con la ubicación de cada ejército, mientras que en la guerra moderna el "teatro de operaciones" es enorme, el frente mide kilómetros, están involucrados varios pueblos, rutas, puentes, etc., entonces si el orden era importante en la antigüedad, más lo es hoy, resolviendo problemas como los de demolición, o los del abastecimiento de armas y alimentos, o "logística", combustible, transporte de tropas, heridos, prisioneros, evacuados, etc.
La guerra fría: Como esta fue una guerra que no pasó nunca de la etapa de los preparativos, o bien no hubo un frente de combate, o bien se puede decir que todo el mundo era el teatro de operaciones. Con los ejércitos inmovilizados y sin disparar un tiro, los protagonistas no fueron los generales y almirantes, sino otros dos: los ingenieros y la carrera armamentista y, finalmente... los intelectuales y la "batalla cultural", la penetración en territorio enemigo de la quinta columna, la toma táctica de los medios de comunicación para monopolizar la propaganda, la toma de los centros de divulgación de ideas como las universidades. Ambos arietes [las universidades y los medios] de ser un desorden o mosaico de opiniones diversas y debate abierto, pasaron a ordenarse para repetir un mismo discurso o "bajada de línea", para destruir las convicciones del adversario, para bajarle la moral, para crearle conflictos internos, y para que abandonen o traicionen sus principios adoptando los del enemigo.
¿ Está claro lo que es estrategia, táctica, y batalla cultural, pues entonces qué más necesita para entender que el kirchnerismo durante doce años, y desde el minuto uno en el poder, ha estado combatiendo unilateralmente en una "Guerra Civil Fría" contra opositores y neutrales indefensos ?
El kirchnerismo ha tomado de los fracasados comunistas al concepto de "Batalla cultural" y lo ha intentado aplicar en Argentina también fracasando, obviamente porque los ideólogos, filósofos, y comunicadores izquierdistas "K" también son unos fracasados y no han visto la contradicción interna de un peronismo que es de pura ascendencia fascista italiana, y que en economía practica algo definible como "capitalismo de amigos", y en síntesis lo ocurrido en este nuevo fracaso de la izquierda por llegar al poder gracias al "vector populista" es que mientras ellos intentaban otra vez hacer su "Batalla cultural" para tomar las almas de los millones de cautivos bombardeados con publicidad oficialista, a los kirchneristas únicamente les importaba tomar nuestro dinero.
Gramsci fue el fundador del partido comunista italiano que fue de paseo a la U.R.S.S. en donde supongo que le deben haber mostrado orgullosos los logros de la revolución, y sin embargo éste se volvió a Italia horrorizado. Tras cartón Mussolini lo mete preso, y allí desarrolla su táctica [en los "Cuadernos de la cárcel"]: "Marx se ha equivocado, el capitalismo no implosiona, la toma del poder por la fuerza conduce a una masacre, y Europa después de la Primera guerra mundial no está como para seguir matando gente, pero, el adversario ha dejado un frente sin defender: el de la opinión pública".
Y entonces Gramsci propone hacer una campaña publicitaria permanente, especialmente dirigida no a demostrar las supuestas ventajas de la economía centralizada sobre el mercado libre, ni en política sobre las ventajas de la dictadura del proletariado sobre la democracia, sino dirigida como una especie de guerra de guerrillas contra las palabras de uso común para ensuciarlas y luego imponer su jerga. Una vez cambiado por saturación el contenido de las palabras, la gente también cambiaría su forma de pensar, y una vez que todos piensen como lo programa la izquierda, ya no habría necesidad de recurrir a la violencia para llegar al poder, porque todos serían comunistas.
Todo lo que hoy se considera "políticamente correcto" no es otra cosa que miedo a decir lo que hay que decir bajo la amenaza de ser instantáneamente acusados de ser fascistas. Así la palabra "libertad" pasa a ser pisoteada por la palabra "igualdad" y secuestrada por la izquierdas transmutada en "liberación" al sur del Río Bravo, y peor al norte en donde "liberal" a pasado a significar "de izquierda", mismo cambio de sentido que tuvieron las palabras: progresismo, discriminación, racismo, feminismo, disenso, inseguridad, tolerancia, estigmatizar, criminalizar, etc. por lo que por regla para interpretar correctamante el discurso/relato de un "progresista", hay que desechar su sentido original y verlo todo al revés, por ejemplo el "fascismo" que nació en la izquierda hoy es mayoritariamente entendido como un tipo de derecha.
Tras doce años a la sombra de Gramsci, los kirchneristas trataron de imponer su jerga, un palabrerío cuya estrella indiscutible ha sido la palabra "inclusión": todo lo que se haga con la excusa de la inclusión pasa a ser noble, justo, solidario, y lleno de virtudes, mientras que todo lo que no se referencie con la inclusión pasa a ser anti-pueblo, ruín, mezquino, cipayo, gorila, etc.
En el final del año 2015 los kirchneristas tuvieron que dejar el poder sin pena ni gloria habiendo aumentado [y ocultado culposamente] los niveles de pobreza. "Incluídos" no vi ni uno, "acomodados" dejaron miles.
Hasta la pelota nos dejaron manchada: El símbolo de la década "K" no fueron los dos puntos de rating de 6-7-8 perdiendo contra los 25 puntos de Jorge Lanata, y ni siquiera que en su bronca hayan sacrificado al invicto del fútbol poniéndolo a perder contra un programa político, sino que fueron las fiestas populares. "Dime de que te jactas, y te diré de qué careces", porque fueron 12 años de un gobierno de amargados, tratando de convertirse en los salvadores de la fiesta, pero que únicamente consiguieron contagiarle su amargura a sus fieles y militantes. Ni el más fervoroso adoctrinado "K" se referirá a su autopublicitada década ganada como "los años felices". Nunca lo pensaron pero era imposible: no se pueden tener años felices con un Estado metido de lleno en una guerra, aunque sea una guerra civil fría, sin tanques ni cañones.
Con los "K" no sólo desaparecieron los programas políticos incluso del cable [hasta que estalló el conflicto con el Grupo Clarín y éste magistralmente contrató a un viejo adversario], sino que hasta desaparecieron los programas humorísticos del horario central de la T.V. ¿ Por qué ?: Vaya uno a saberlo, porque ganaron en todo el país menos en la invicta Ciudad de Buenos Aires. Porque se quedaron con las dos cámaras del Congreso. Porque el 95% del Poder Judicial o era suyo, o miraba para otro lado para sobrevivir. Porque se quedaron con las empresas que renacionalizaron, más las que compraron sus testaferros, excepto obviamente por el "Grupo Clarín" que no aceptó la oferta de Néstor Kirchner, como sí sucedió con Radio 10, C5N, etc. Y se pasaron 12 años con cara de orto despotricando contra Macri y Magnetto, o en su defecto contra la "Corpo" y el PRO [¿ habrá sido por una cuestión de principios de un Magnetto ya viejo y arrepentido de sus pecados al asociarse con otros gobiernos tiránicos, o simplemente Kirchner hizo una oferta muy tacaña ?... lo que no me asombraría para nada].
¡ Doce años con cara de culo pese a tenerlo casi todo !... pero no, "vamos por todo" quiere decir "vamos por todo"... y fracasaron. Entonces: ¿ Con qué cara vamos a tener que soportarlos los próximos dos años hasta las elecciones para diputados del 2017 ?
¿ Con qué tipo de agresiones verbales van a acompañar día tras día a ese caraculismo ?
¿ Con cuántos cortes, piquetes, marchas, y huelgas ?
¿ Con cuántos cortes del servicio del subte en la Ciudad de Buenos Aires, en solidaridad con el sindicato de gallinas ponedoras del Chaco, a las que les duele el culo [oviducto] de tanto poner huevos para la patronal explotadora y macrista ?
¿ Con cuántos cortes en Callao Y Corrientes en la Ciudad de Buenos Aires, porque el sindicato de sardinas de Santa Cruz se queja porque las ponen muy apretadas ?
¿ Cuántos paros en Aerolíneas, micros de larga distancia, y docentes, vamos a tener justo en temporada alta, cuando hayan fines de semana largos, o cuando comiencen las clases ?
¿ Y cuántas formas nuevas inventarán para darle salida a su tristeza, resentimiento, odio, y la venenosa sed de venganza de los malos perdedores, que son los mismos malos ganadores que les refregaban a todos sus triunfos en la cara, que trataban de cerrar todos los debates que jamás pudieron ganar diciendo con sorna "¡ 54% !", como si eso fuese un argumento ?
"¡ Hagan un partido y ganen una elección !", se burlaban. Mejor ustedes, populistas de cuarta, ¡ hagan un partido que no robe, que no mienta, que no divida a la sociedad y a las familias !
¡ Hagan un partido que no sea unitario y monárquico cuando está en el poder, y que se acuerda de ser federal cuando está en la oposición !
¡ Hagan un partido que respete a las instituciones y a la división de los poderes !
¡ Hagan un partido que no cometa fraude ni compre votos !
¡ Hagan un partido que no se robe todos los logros ajenos !: Igualdad ante la ley [1853]. Igual remuneración por igual tarea [1957]. Educación libre y gratuita [1885]. Fin de la dictadura del Proceso Militar / recuperación de la democracia [1983]. Todo comprobadamente antes del kirchnerismo, que también se robó la "Asignación Universal por Hijo" [ARI-Carrió].
¿ Y después del kirchnerismo ?: Bueno, una parte de la población nos queda acostumbada a parasitar viviendo de los regalos del Estado. Gran parte del empresariado acostumbrado a no competir beneficiados con privilegios que no comparten con la población. Policías acostumbrados a recibir un segundo sueldo por liberar zonas para que se cometan todo tipo de delitos. Miles de nuevos empleados públicos acostumbrados a ir a trabajar únicamente el día del cobro del sueldo. Organizaciones defensoras de los derechos humanos prostituídas por el dinero que los "K" le quitaban sin control al Estado.
Y subsidios para ocultar la pésima gestión de gobierno. Subsidios hasta en la sopa. Subsidios hasta en el fútbol, porque estos amargados hasta la pelota [un símbolo de la alegría] nos dejaron manchada: Corrupción y connivencia con los negocios ilegales de las barras-bravas. Violencia interna y hasta ejecuciones en las barras. Desde "trapitos" hasta la venta de drogas, todo fue negocio y mugre en la era "K" que ya se termina y, como cualquiera con dos dedos de frente puede darse cuenta: esto fue apenas un resumen.
La "Batalla cultural" es obviamente parte de una guerra por la toma del poder, y esto es muy curioso: El kirchnerismo no llegó a tomar el poder ganando ninguna batalla cultural, sino usufructuando el desastre económico radical que en un 99% fue heredado de otro gobierno peronista corrupto clásico, con un ministro de economía neoclásico [Tema para otro ensayo: Neoclásico en Argentina se dice neoliberal. El liberalismo no puede tener inflación, en cambio el neoliberalismo juega con la inflación y las tasas de interés, y sólo lo pueden hacer en U.S.A. porque allí tienen la máquina de imprimir dólares y, pese a ello, fracasan y tienen una crisis cada siete años. Menem-Cavallo no podían imprimir dólares, y pese a ello igual se animaron a jugar a ser neoliberales con hechos muy visibles privatizando de todo a medias y mal, obviamente fracasando con la política monetaria tal como fracasa U.S.A., pero peor, tan peor que arrastraron hasta al gobierno siguiente, posibilitando el ascenso kirchnerista].
El kirchnerismo primero se aprovechó de la situación, y después pasó a utilizar tácticas de la guerra fría en contra de los demás partidos no advertidos de que innecesariamente este gigante de nuestra política estaba dispuesto a jugar sucio en todos los frentes y durante todos los días que durase su gestión autodenominada "década ganada" que más bien fue una "Guerra Civil Fría"... y que perdieron. Es obvio que van a seguir jugando sucio desde la oposición, pero igual van a perder: la gente ya liberada de los kirchneristas y sus tropas de asalto camporistas, es más feliz y eso potenciará una nueva cultura "no militante" y no como esa basura ideológica de cuarta categoría que se intentó implantar y que la mayoría de los demócratas nos resistimos a asimilar.
Desmantelar la "Secretaría kirchnerista de coordinación del pensamiento nacional" debe ser algo para resolver de inmediato, no por el peligro que conlleva un grupo de intelectuales sin talento [ni carisma que lo reemplace], sino porque es una vergüenza para Argentina el tener un órgano de gobierno descaradamente nazi-fascista. De hecho su mayor gurú, el post-marxista Laclau, entre las cosas de las que reniega como comunista, su bajo concepto sobre lo que es "el pueblo" y, como de costumbre desde Gramsci en adelante, por focalizar a la democracia como "enemiga" peligrosa que sabe defenderse y a la que en vez de enfrentar con las armas, es preferible engañar para volverla en contra de sí misma. Al final de estas restas en vez de un comunista lo que tenemos es a un fascista ilustrado, no tanto como el estalinista Slavoj Zizek, pero menos picante y tolerable para el estómago local, Laclau "pasa" porque reniega de Stalin y en cambio exalta al populismo para alegría de Néstor Kirchner, Hugo Chávez, y otros que tenían el ingrediente que le faltaba a las inútiles ideas de Laclau [bueno, no se puede resucitar a los muertos, y Laclau pretendía indirectamente resucitar al comunismo... y estaba en eso cuando se infartó, por lo que ahora van a tener que resucitar a Laclau]. Pues bien, a nuestros populistas siempre les importó un carajo el comunismo, y sólo apelaron a las ideas de Trotsky cuando descubrieron que les convenía el conflicto permanente, y manotearon el recetario de Gramsci porque todavía les duele la paliza que les dieron en los setentas con una innecesaria masacre de 7.000 personas [creo que alcanzaba con fusilar a los peores 10 terroristas asesinos durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón, presidente por deceso de su esposo, y cabaretera de profesión] 6.990 muertos de más que la izquierda capitalizó como 30.000 para hacer negocio, y obviamente no para hacer su revolución, porque los izquierdistas no tienen el capital, o el aura, de la gloria de una revolución anticapitalista triunfante en una lucha desigual contra un enemigo más poderoso, pero sí tienen el ingrediente catalizador para que todo llegue a la victoria [a la victoria, que no es sinónimo de "éxito", porque todos sus gobiernos fueron fracasos de los que sus países tardarán décadas en recuperarse], y ese ingrediente es que descubrieron que el carisma simplemente se compra, la prensa se compra, la justicia/impunidad se compra, y hasta los opositores se compran, por lo que entre los cuadros de la Casa Rosada, entre Kirchner, Chávez, y Guevara, en donde nunca estuvieron Trotsky, Gramsci, Laclau, ni Keynes [partícipe necesario], bien merecían ser homenajeados J. D. Rockefeller y J. P. Morgan.
Que los próximos años sean tiempos de libre oferta y competencia cultural, porque si allí está su mayor temor, es porque allí está nuestra victoria, y aunque el paso de una década fascista por el poder haya dejado marcas difíciles de borrar en nuestro lenguaje [muchos ni lo notan], eso no es un trabajo para el gobierno, sino para los intelectuales liberales.
Porque de esto es de lo que trata la "Batalla cultural" gramsciana: no de un comando de intelectuales rebatiendo las ideas de sus opositores que se defienden contraagumentando, sino sobre cómo va a ser visto ese enfrentamiento por terceros analfabetos en política, economía, y generalmente llenos de prejuicios. Por eso la izquierda sumó en el campo de batalla a filósofos, sociólogos, lingüístas, escritores, cantantes, periodistas, etc., porque cuando se llegue a convencer al 51% de la población, no hará falta derramar sangre propia para llegar al poder, y una vez en el poder se podrá ser más elástico sobre la cuestión de derramar sangre.
O sea, no olvidemos nunca que todo es subjetivo y depende del color del cristal con que se mire... ¡ y las izquierdas se encargaron por años de cambiarles los cristales a la gente !, y por eso hoy se habla en los términos en los que los izquierdistas hacen su propaganda, y es por eso que en cualquier debate ellos juegan de locales. Un liberal nunca pensó en ganar un debate llenando de carga peyorativa a las palabras de su oponente, porque sólo piensa asépticamente en términos como "lógico/ilógico", "verdadero/falso", o "eficiente/ineficiente", y nunca en términos de "socialmente injusto", "redistribución", o "sensibilidad social".
No fue el tener razón, sino el estar mejor preparados para dar esta batalla, lo que hizo que las izquierdas dominasen la mayor parte del siglo XX. Teniendo razón, el liberalismo no pudo ganar ni siquiera en su lucha interna contra Keynes, y sólo se le dió por ganada la batalla cultural cuando cayeron tal como Mises y Hayek lo predijesen, el keynesianismo en 1973, el comunismo 1989/1991, e incluso predijeron la seguidilla de crisis financieras neoliberales desde la crisis del sudoeste asiático hasta la crisis en USA de las "subprimes" [hipotecas] del 2008, una crisis lateralmente advertida como posible por Greenspan, el keynesiano secretario del tesoro de U.S.A. mientras se retiraba y dejaba el poder aplaudido como si se tratase del mayor talento para reactivar o enfriar la economía sabiamente a voluntad, que en realidad les estaba dejando una bomba de tiempo activada.
No fue ninguna batalla cultural ganada por la derecha la que hoy hace que la gente deje hablar a los izquierdistas con total e inmerecida paciencia democrática, para después hacer que lo que les ha entrado por un oído les salga en el acto por el otro, ¡ ni saben quién fue Ludwig von Mises, como tampoco lo conocen los izquierdistas que persisten por simple inercia con su inútil "batalla cultural", como si la muerte de la U.R.S.S. tal como lo predijo Mises antes de la segunda guerra mundial, no hubiese sucedido hace ya un cuarto de siglo !
La batalla cultural entendida como rebatir todas las teorías, conjeturas, y hasta mitos de los oponentes, fue ganada por el liberalismo clásico de la escuela austríaca de manera absoluta e impecable, pero, la batalla cultural entendida como una cinchada para sumar las adhesiones de terceros, sigue abierta y fluctuando, con un cambio sustancial: habiendo perdido las izquierdas y populismos keynesianos el debate de ideas, habiendo colapsado sus sistemas económicos, y visto como ha acabado de la peor manera el aura de próceres con la que investían a sus líderes, la batalla cultural fue corrida y ahora se la dirime en otro teatro de operaciones: los medios masivos de comunicación, para negar u ocultar su derrota, y para volver a reiniciar eternamente este debate, pese a lo que dijera un socialista que vivía en U.S.A.: "locura es repetir siempre lo mismo y esperar obtener resultados diferentes" [Einstein], lo que sólo se explica porque no están buscando ganar el debate, sino ganar más adeptos dentro de las nuevas generaciones no ilustradas ni conocedoras del resultado ya definitivo de este debate: Mises no se equivocó y Hayek amplió esos conceptos que giran en torno a la libertad económica, hacia la sociología, filosofía, y el derecho... estos dos tipos no le dejaron al centenar de ideólogos, propagandistas, y políticos de izquierda, ni un sólo lugar en donde meter su cuchara.
La batalla fue despareja: Adam Smith enfrentando por primera vez a tradiciones milenarias, el segundo round fue entre el tan querido y admirado Marx contra el desconocido Mises, después vino la "lucha del siglo" entre Keynes [Estado de bienestar], contra Hayek [orden espontáneo], y finalmente compárese la gran cantidad de pesados filósofos de izquierda que en frente únicamente tuvieron a Ayn Rand [nuestra brillante "patito feo" ruso], pero, hay algo destacable: una persona de derecha con cero preparación para dar batalla, vive su vida con una filosofía liberal, mientras que los izquierdistas, del primero al último, no viven bajo su filosofía, sino para su ideología [cínicos patológicos].
Imaginemos un debate entre médicos. Doctor-1: -"A este niño le tenemos que amputar la pierna o morirá por la gangrena". /// Doctor-2: -"Usted no tiene sensibilidad social, este niño sueña con ser jugador de fútbol y poder comprarle una casa a sus padres, no amputemos. /// Padres: Aplauden y besan al Doctor-2. /// Niño: Se muere... la culpa es de Macri.
Los izquierdistas [y que tengan muy limitadas capacidades mentales para entender a la economía, no quiere decir que sean tontos en otros aspectos... no los subestimemos nunca] rara vez han debatido frente a frente con nuestras mejores espadas, de hecho, prefieren no nombrarlos nunca. Y si bien hay cierta batalla a nivel editorial, si el triunfo en la misma se define por las ventas, pues bien: sus pocos libros se venden más que los nuestros. ¿ Y se puede saber cómo tener un éxito editorial tratando de vender un libro que más o menos comienza así: "Usted es un idiota que nunca entendió nada y ha vivido toda su vida equivocado y perjudicando a los demás... Posdata: y eso le pasó por miserable, envidioso, resentido, prepotende, pedante, testarudo, y obsecuente chupamedias de vendedores de espejitos de colores" ? Resulta que, aunque no lo tengo corroborado estadísticamente, mucho me temo que la gente prefiere que la adulen, y que le ratifiquen que tienen razón en cada uno de sus infantiles prejuicios con los que sustentan sus endebles ideologías políticas, y hasta los niños muy pequeños y con muy escaso vocabulario muestran su enojo cuando se les remarca un error. Creo que los únicos inmunes son los niños ajedrecistas: si se les demuestra un error, dan las gracias sin contra argumentar sobre los derechos sociales de los peones [aunque los muy chicos no: se enojan y hacen rabietas como cualquier niño].
Y la editorial no es la peor batalla perdida en un mundo que no lee, porque si bien hay cientos de pequeñas batallas en donde hombres sensatos de diversas profesiones, pero de la misma escuela objetivista del Doctor-1, vencen a los comprometidos socialmente como el Doctor-2, hace años que venimos perdiendo una batalla en la miles de veces más popular T.V.: ¡ Con las telenovelas perdemos como los bailarines del Colón jugando contra los All Blacks !
Estos son los ingredientes de una telenovela:

La chica pobre la va a quitar el novio a la chica rica.
Obvio: ¡ Suma Cero !, y todos saben desde el primer capítulo que lo que alguien gana, otro lo pierde. La chica pobre vive en la esquina de las calles Montaigne y Gramsci.
La chica rica discrimina.
La chica rica acaba de comprometerse.
La chica rica juega sucio.
¡ Peor: La chica rica es flaca, y por lo tanto es una víbora !
Cada vez que la chica pobre tenga que decir algo importante por teléfono, lo va a hacer de espaldas a una puerta entreabierta... por la que se va a estar asomando la chica rica... ¡ Chan !
Claro: robarle el novio a una mujer ya comprometida... ¿ es justicia social ?, ¡ No !: Es resentimiento, envidia, y venganza ejecutada por "interpósita persona", o sea: usando a una sicaria de bombacha floja, cara de tonta, pero con buenas tetas.
El padre de la chica pobre [por suerte aparece poco porque es muy aburrido] es un humilde obrero más bueno y paciente que Gandhi.
La madre de la chica rica es infeliz, alcohólica, y su marido le mete los cuernos con su secretaria.
El padre de la chica rica simpre que entra en escena viene de jugar al golf.
No hay una panfletaria lucha de clases, pero se regodean exhibiendo una brecha caricaturizada que termina implantando estereotipos absurdos y perjudiciales.
Y finalmente, no sé por qué mierda, pero el pariente ciego o paralítico de la chica pobre se va a curar, incluso hasta ella puede quedar ciega, pero, se va a curar milagrosamente [creo que el Doctor-2 debe ser asesor de los guionistas].

A millones de tele-espectadores los hace feliz ver esto, lloran por el triunfo del amor verdadero, pero sobre todo se alegran con el sufrimiento ajeno de las chicas ricas [actrices que incluso son insultadas en la vía pública], que se lo merecen porque si son ricas son malas, porque son el reverso de ellos mismos que son pobres y se consideran buenos, o al menos cumplen ese roll dentro de su entorno, restando saber cómo se comportarían con los demás de ascender socialmente. Dentro de su entorno íntimo, Adolf Hitler no le andaba tirando gas en la cara a sus tías, ni a los compañeros de la escuela primaria, ni le arrojaba molotovs a su panadero ni menos a su verdulero porque Hitler era vegetariano, y los vegetarianos son pacifistas que no tiran molotovs. Bueno, no es el punto ganar la batalla cultural destruyento todos los falsos estereotipos, muchos de los cuales nos perjudican, tanto como otros perjudican a sus infectados portadores, porque obviamente el problema son los portadores contagiosos o militantes, sobre los que, ¡ por fin !, nos hemos anotado una batalla cultural ganada al inventar el simple neologismo "militontos", destinado a los izquierdistas, kirchneristas, camporistas, de modo de cortar con el viento a favor que desde los sesentas tenían los izquierdistas, porque la verdad es que de chico realmente me harté de escuchar cosas como: "Fulano es de izquierda... es muy inteligente", cuando una vez observado el sujeto, resultaba ser un pedante idiota pero irrefrenablemente locuaz, como esa media docena de insufribles funcionarios kirchneristas mediáticos que siempre tuvieron cámara durante esta década para defender lo indefendible sin molestarse en aportar algún argumento válido, sino ametrallando con mil palabras por minuto que, en el fondo siempre se resumían en lo mismo: Primero, mantener en alto la moral de la tropa propia para quienes el silencio es conceder, pues tarea cumplida, se pasaron 12 años parloteando sin parar para respirar. Segundo, que la culpa la tiene otro, bueno, fallaron: no se puede repetir siempre la misma mentira. Tercero, el que los contradiga es un cipayo [flor de argumento]. Como tarde o temprano siempre lo dicen, ¿ por qué directamente no empiezan con eso y así nos ahorramos oir todo el relato de falsos logros, o logros diminutos sobredimensionados [y sobrefacturados] ?
Punto final, hagamos un balance "gramsciano", volviendo a repetir que Gramsci era comunista, pero pacifista, descreyendo de la vía violenta para instaurar el comunismo, aunque arriesgaría que no tan pacifista como para no levantarse de su tumba y cagar a tiros a los kirchneristas si de algún modo se llegase a enterar que un engendro como el "K" fue inventado en Argentina con la excusa de combatir al capital. Por lo tanto en esta lista no aparecen logros socialistas como el de que generalmente se identifique a las derechas con la falta de sensibilidad social, o que se piense que la educación pública sirva para algo más que de guardería de niños mientras los padres están trabajando, y varios otros regalos del Estado de Bienestar que ya muchos están comenzando a entender que han sido verdaderos "presentes griegos" sobrepublicitados y, sobre todo, sobrefacturados.

1° Batalla ganada "K": Los Kirchner absorbieron a todas las izquierdas por poca plata, y eso que Perón fue anticomunista, llegó al poder gracias a un rejunte de partidos entre los que estaban los conservadores que odiaban a Yrigoyen, y autopromocionándose como la única solución frente al avance de los socialistas y comunistas, a los que persiguió, encarceló, censuró, les cerró sus diarios, y les robó todos los sindicatos que habían fundado poniendo a sus muchachos al frente y cambiándoles los nombres por UOM, SMATA, UOCRA, etc. Como si eso fuera poco, Perón propició un golpe de Estado contra el presidente Héctor Cámpora [el golpe fue atípico, o sea: sin despliegue de tropas, y más bien el golpe fue una patada en el culo], sacando a todos los "putos y zurdos" con los que el "tío camporita" había llenado a la Casa Rosada, y llevando al poder ejecutivo a su esposa y a López Rega, su "mano derecha", uno de los habituales inútiles con los que se rodeaba y que, de la noche a la mañana de hacer horóscopos para su jefe, pasó a ser capaz de organizar un escuadrón paramilitar conocido como la "Triple A" creado para asesinar izquierdistas, y hacerlo sin que Perón se entere. Por todo esto es una gran batalla ganada la de conseguir que las izquierdas hayan abrazado y amado al peronismo versión XXI... ¡ convencidos de los los Kirchner son de izquierda, e incluso estos imbéciles hasta creen que Perón era de izquierda, y lo miran a uno con los ojos desorbitados por el asombro cuando se les dice la verdad comprobable porque están las grabaciones y filmaciones de Perón amenazando y diciendo pestes de los izquierdistas, lo que fue grabado y editado para la posteridad por los peronistas del '45 !, lo que no puede ser calificado de otra manera que el resultado de un verdadero orgullo fascista reinante entre sus militantes.
2° Batalla ganada "K": Ya está probado y demostrado que [y ya se acabaron todas las instancias de apelación] un gobierno que tiene inflación le está robando dinero a sus trabajadores, jubilados, y ahorristas, como único responsable completamente consciente y de forma intencional. Sin embargo el gobierno "K" les mintió, dijo que la culpa siempre fue de otros, sus seguidores obviamente les creyeron todo y atacaron como jauría a quienes les señalaron como responsables, pero... la victoria radica en que muchos ignorantes no kirchneristas también aceptaron esta mentira como algo natural, y hasta hoy creen que el gobierno no sólo no los robó, sino que los defendía de los comerciantes villanos.
3° Batalla ganada "K": Un delito cometido contra alguien de clase media o alta no debe ser castigado porque la víctima se lo tiene merecido [básicamente por no ser peronista, y estar en contra de "la patria"], se compraron jueces para dejar libres a los culpables... y todos los votantes "K" se enteraron, les importó un carajo, y fueron silenciosos cómplices de convertir a Argentina en una zona liberada para el delito, y claro... "de postre" nos llenamos de narcotraficantes. En Argentina cayó en total desuso la frase "pobre pero honrado", ni los peronistas pobres y honrados la usan, y la razón es que lamentablemente han llegado a una metástasis tan avanzada que no queda nadie en ese partido que por lo menos no sea cómplice por no haber denunciado a un vecino, o incluso a un pariente que sabe que roba, o que roba un sueldo del Estado, o que incluso roba de las dos formas. En síntesis, si alguien vota al peronismo... ¡ es un compañero !, y queda amnistiado "a priori" por todos sus delitos, llegando al caradurismo de reclutar y organizar a militantes convictos, autodenominados con la neo-ortografía "Vatayón militante", y nadie se horrorizó, porque si partimos de aceptar que las necesidades generan derechos, si un pobre tiene necesidad de una zapatillas de alta tecnología, o de un teléfono celular de última generación para sentirse incluído, según su ilógica ideología obviamente si tiene el derecho a acceder a todo lo que subjetivamente se le antoje como necesario, castigar al delincuente como pretende la derecha es criminalizar la pobreza. Yo no le encuentro lógica a este razonamiento, y menos le encuentro ventajas funcionales para hacer una revolución, más allá de ganar votos ya no clientelares sino cómplices con un gobierno que roba y coherentemente proteje a todos los ladrones. Esta definitivamente no fue una batalla ganada por las izquierdas, sino una batalla perdida por la cobardía de las derechas que ni intentaron frenarlos, porque tuvimos miedo de ser apuntados, no con un arma mortal, ni con una palabra, sino apenas con media palabra: "fachos". Una "perlita" de esta inmundicia fue Hebe de Bonafini firmando cheques sin fondos para sus empresas privadas supuestamente sociales [una universidad y una constructora], sin que ningún juez toque a nuestra prócer de los derechos humanos. Finalmente se merece un premio Nobel, o por lo menos una medalla de oro a la paciencia, el pueblo de mi ciudad de Buenos Aires [aunque los kirchneristas no nos consideran "pueblo"] porque soportó doce años de cortes y piquetes, al fin de cuentas un delito contra nuestro derecho a circular y trabajar, lo que demuestra que no sólo tenemos a la ciudad más Stone del mundo, y a la ciudad con más psicólogos, sino que tenemos a la ciudad con más "Gandhis" no violentos, y no sé si Gandhi al segundo año de cortes no les pasaba con el auto por arriba.
4° Batalla ganada "K": "Populismo", fue la palabra fashion impuesta a todos para reemplazar exitosamente a la verdadera palabra técnica que define a estos tipos de gobiernos, o sea: "demagogia". El kirchnerismo no reniega sino que celebra ser populista, de hecho primero se apoderó del pueblo: el pueblo es peronista/kirchnerista o no es pueblo. Obviamente todas las clases juntas conforman a nuestro pueblo/población pero, ya no: ellos dividieron a la sociedad y algunos ya no somos parte del pueblo... y luego tampoco merecemos ser parte de la patria. Pues bien, esta batalla no pudo ser ganada sin haber utilizado a la perfección a la técnica militar del camouflage, porque no conozco a un sólo dirigente peronista/kirchnerista que sea de clase pobre, y por su ingresos si tal vez fueron de clase media, la traicionaron, pero no para volverse pobres, sino definitivamente de clase alta, ellos, sus hijos, y sobra para que también lo sean sus nietos... y sin embargo como diría el doctor Sigmund Freud: "me quiero cortar las pelotas¹, ¿ estos cínicos son los representantes del pueblo² ?" [1: Freud en realidad escribía sobre castración, y 2: la palabra "pueblo" está utilizada en su acepción "pueblo=pobres"].
5° Batalla ganada "K": La ley de medios: No hubo un debate nacional sino entre ellos, para colmo los diputados anti-kirchnistas fueron burlados y el proyecto de ley que se terminó aprobando no fue el que ellos habían consensuado.
1° Batalla perdida "K": Obviamente ganaron Clarín, Magnetto, y Lanata, superando con calidad al verdadero monopolio informativo creado/comprado por los Kirchner [les suele pasar a todos los tiranos: se rodean de mediocres, y obtienen resultados mediocres]. Por lo tanto las fortunas gastadas en inventarse un pasado glorioso y en comprar medios y periodistas para vender su "relato" fracasaron rotundamente.
6° Batalla ganada "K": El desendeudamiento es otra farsa kirchnerista aceptada por la sociedad, en parte porque como da vergüenza ser deudor, se tenía el fuerte deseo de creerlo. Hay que dividir el asunto en sus dos jerarcas: Néstor desendeudó a Argentina al hacerle una quita a los ahorristas tenedores de bonos argentinos, y pagarle desventajosamente al FMI cancelando deuda externa aumentando la deuda pública con más deuda interna. Cristina tras ocho años de reinado hizo que Argentina deba más que antes endeudándose en el exterior y, encima, entró en default pese a que pagó desventajosamente las deudas con el Club de París, Repsol, y Ciadi, y todo porque se emperró en no pagarle al acreedor más chico, o sea a un fondo "Buitre".
2° Batalla perdida "K": Obviamente la abogada exitosa que nunca ganó un juicio [ni jamás presentó un Habeas Corpus] hizo todo mal como para que ganara Paul Singer, y le dejó el muerto al gobierno siguiente, al que también le colgó el sambenito de cipayo, vende-patria, entregador, y bla-bla-blá.
7° Batalla ganada "K": Convencer sobre que el "efecto derrame" nunca llega, tal vez sea la más inadvertida mentira de los Kirchner porque no tiene a nadie señalado puntualmente y, por lo tanto, nadie sale a pararles el carro, ni siquiera desde la derecha porque nunca la derecha dijo algo parecido a "derrame", y no se asombren pero "efecto derrame" es algo que los izquierdistas inventaron haciendo una parodia de la crítica de los liberales contra cualquier excusa demagógica para practicar algo declamado como "redistribución", pues se lleva a las patadas con nuestra demostración de que únicamente el aumento de la capitalización de una sociedad es lo que puede elevar el nivel de los salarios, lo que con sorna fue llamado "derrame", y que no fue retrucado por las derechas porque, llamen como lo llamen, existe... ¿ o piensan que nuestro nivel de vida ha mejorado gracias a los Kirchner, y no por el derrame "Made in U.S.A." de la informática, la moderna telefonía móvil, y hasta televisores gigantes con Internet ?
Los Kirchner atacaron sin piedad al campo... y sobrevivieron 12 años gracias al dinero de las retenciones [derrame de la riqueza generada por la inversión de capital de otros]. Demonizaron a las importaciones, y las mejoras en el nivel de vida [en la "vida cotidiana" que desvela a la izquierda] llegaron de la mano de computadoras, celulares, televisores LED, hornos de micro-ondas, y aires acondicionados a precios más accesibles, todos importados o ensamblados en Argentina, pero, importando a sus componentes [fruto del derrame tecnológico del hemisferio norte].
Nota: Sobre el tema de la "vida cotidiana": la izquierda [Agnes Heller] en serio estudió cómo nos vestimos, cómo nos bañamos, cuál radio escuchamos, qué música bailamos, y hasta qué comemos, para poder meternos el socialismo hasta en la sopa. Esto que parece una reverenda pelotudez, es 100% "Batalla cultural", pero... ¿ qué falta hace estudiar nada ?: nosotros consumimos todo lo hecho en U.S.A. Inglaterra, Alemania, Francia, Japón, Corea del Sur, y la parte capitalista de China, mientras que nunca consumimos nada de la desaparecida U.R.S.S. ni de sus satélites, ni de Cuba, Corea del Norte, y menos de la China de Mao.
3° Batalla perdida "K": Obviamente la sustitución de importaciones forzada no levantó ninguna nueva empresa que no sea sino una ensambladora de productos importados desarmados. Como sólo se puede producir lo que la gente va a consumir, y como la vida cotidiana que nuestro pueblo entero quiere es la que ve por T.V. que tienen los que viven en U.S.A., y de ningún modo quieren lo que ven por Telesur que incluso sólo muestra lo mejor de la revolución bolivariana, ver el acercamiento cada vez más acentuado de Argentina hacia el modelo venezolano, creo que fue lo mínimo no soportable y que inclinó la balanza electoral en las presidenciales del 2015, más allá de las campañas, estrategias, y candidatos. Por lo tanto ésta es la batalla decisiva que los "K" no podían perder, y que perdieron por su propia culpa sin que los opositores hayan hecho algo para empujarlos, o sea, en palabras de Clinton la causa de la derrota "es la economía... estúpido", porque incluso hasta el más idiota de los militantes rentados, o hasta el fanático gratuito no rentado [que es por mucho el más imbécil], metía la mano en su bolsillo y sacando seis pesos comprobaba que con eso no podía comprar nada para comer, por lo tanto comprobaba que le habían mentido, llegando al insulto público masivo, un verdadero "genoinsulto" cuando Cristina Fernández de Kirchner y su ministro estrella locuaz Aníbal Fernández, nos tomaron por tontos y sostuvieron que Argentina tenía menos pobres que Alemania.
4° Batalla actualmente en proceso "La resistencia PJ/FpV": Estamos viendo el desmenbramiento del poder "K" que por ahora lo único que han hecho es inventar el grito de batalla "Volveremos", o sea: siguen con la campaña del miedo, pese a que no les sirvió de nada frente a la dupla Macri-Vidal. De hecho, el pueblo real [y no sus "compañeros"] se tomó a esa campaña para la risa muy efectivamente en las redes sociales, sin que en esto hayan intervenido ni el PRO-Cambiemos, ni el gurú izquierdista Durán Barba que maneja la campaña electoral del partido que es la única esperanza de la derecha. Pues bien, la pregunta del inicio de este ensayo: ¿ Es importante para Macri dar la "Batalla cultural" ?: Sí, es importante, pero no la tiene que dar él porque eso sería indigno, segundo, porque los kirchneristas demostraron que la pueden perder solos: las CFKadenas, Justicia legítima, Carta abierta [pedantes y tontos hasta para elegirse un nombre que, rápidamente, fue ridiculizado por Jorge Lanata, quien los llamó: "sobre cerrado"], y finalmente la Secretaria de coordinación del pensamiento [si Orwell reencarnara, se volvería a morir de la risa] todos juntos demuestran que no alcanza con poseer los medios económicos, el aparato de propaganda oficial, ni la capacitación técnica con la que se alimenta el zurdaje intelectual ahora desocupado y que muy difícilmente tenga cabida en la reorganización del peronismo que, me asombraría que no se fracture [en Córdoba ya tiene de hecho a una fractura], lo que va a forzar a los kirchneristas a tener que organizar dos resistencias: una externa antimacrista más otra interna [anti secesionista] si pretende recuperar a la provincia de Buenos Aires en donde perdieron por estar divididos, y siempre esperanzados en que la parte radical de "Cambiemos" lleve al gobierno a un desastre como el que se ingeniaron para crear los alfonsinistas permitiendo la resurrección peronista y las dos elecciones ganadas por Carlos Saúl Menem.
Nota: Finalmente un ministro de economía keynesiano como Prat Gay promocionado por la ex-radical Carrió y el último ministro de "Cambiemos" el radical Dujovne... pues lo consiguieron, y ni el peronista más optimista pudo creer las cifras aplastantes de la victoria en las elecciones primarias de 2019 [el que sí acertó fue Clinton: "Es la economía estúpido"].

Macri se llevó gratis a todo el voto liberal. A los peronistas los trata con guante de seda y a nosotros ni nos escucha porque sabe que la derecha lo volverá a votar pase lo que pase. Bueno, yo no sólo no lo voté porque sospechaba esto, sino que soy 100% anti-F-macrista, o sea soy anti Franco Macri, pues este empresario representa a lo que más hace que la gente odie a las derechas, que dando comienzo a la batalla cultural cien años antes de Gramsci, Marx consiguió cambiarles el nombre de liberales a capitalistas. Yo propongo un liberalismo clásico y separatista: "liberal" rechazando ser identificados por nuestros adversarios como capitalistas, "clásico" enfrentando a los neoliberales, y "separatista" para divorciarnos de los empresarios que no son liberales sino capitalistas puros, oportunistas amorales para quienes el fin justifica los medios, y por lo tanto sólo interesados en aumentar su capital, y para ello pactan con izquierdas y populismos a cambio de privilegios, proteccionismos, contratos sucios por la obra pública, etc.
Franco Macri no sólo hizo su fortuna con Menem y Kirchner, sino que ni siquiera apoyó a su propio hijo cuando levantó la lanza que dejó caer el radicalismo para embestir contra los kirchneristas.
Mauricio Macri me temo que todavía no tiene cabal consciencia de por qué ganó, y debería sospechar algo porque ganó pese a muchos errores "piantavotos" de Durán Barba, lo que en una escala 100 veces más grande hizo Donald Trump, que ganó dejando perplejo a Mauricio Macri y a todo su gobierno apostando para el otro lado y dando por hecho su derrota, incluso una vez concretada, Macri nunca abandonó a Obama como el espejo en el que quería verse reflejado: el presidente más izquierdista en la historia de U.S.A.
Dejando atrás a los consejos de las encuestadoras y con la verdad de los votos republicanos sobre la mesa, Macri debería pedirles su renuncia a Malcorra y Lousteau, y una prueba contundente de que debería hacerlo es que el kirchnerismo todavía no se lo haya pedido, obviamente porque en su guerra civil fría contra el macrismo, ineptos como Malcorra y Lousteau sirven más al peronismo haciéndole daño al gobierno de Mauricio Macri desde adentro.

Nota sobre el humor dentro
de la batalla cultural

Debatir a cara de perro

Indice del comunismo