Cristina hace lo que se le da la gana.
Cristina miente.
Cristina nunca tiene la culpa de nada.
Cristina administra mal.
Cristina gasta más de lo que recauda.
Cristina recauda más que nadie en la historia.
Cristina emite dinero sin respaldo para tapar su déficit.
Cristina, pese a todo su poder, fue derrotada por la ortodoxia económica.
Cristina dice que la inflación es culpa de los formadores de precios.
Cristina dice que la inflación también es culpa de nosotros los compradores.
Cristina dice que no hizo ningún ajuste.
Cristina dice que no hizo ninguna devaluación.
Cristina dice que no hizo ningún tarifazo.
Cristina, por último, está haciendo un ajuste ortodoxo y, en vez de controlar sus gastos, pretende que los asalariados paguen los platos que ella rompió, al poner un techo para las paritarias muy por debajo de la inflación real.
Cristina sabe que se viene el tsunami de la espiral precios-salarios, no sabe cómo salir de esto, y de hecho ningún peronista jamás supo que hacer mientras gobernaba emitiendo, gastando sin control, y culpando a otros por sus fracasos.
Cristina, te aviso "de onda": Se viene la caída, el cacerolazo espontáneo, la descompensación cardíaca, y tal vez un A.C.V., por suerte, "de mortibus nil nisi bonum", o sea: de los muertos sólo se habla bien [aunque parece que están haciendo una excepción con "él"].