Que si los viciosos quieren suicidarse, que por lo menos lo hagan bajo
supervisión médica.
Por ejemplo nacionalizando todo el negocio: producción,
elaboración, distribución, y venta, creando una empresa
nacional de tabaco para ponerla administrativamente dentro del Ministerio
de Salud, y que éste evalúe si los ingresos que los
fumadores le generen en concepto de ganancias después no se los
fuman con sus largas e inútiles internaciones, biopcias, by-pass,
quimioterapias, cirugías, etc.
Esto no sólo evitará el abuso al que son sometidos los
campesinos que trabajan con el tabaco, la mayoría desde que son
niņos, sino que evitará una increíblemente nunca vigilada
salida de capitales del país, pues la tierra es nuestra, la mano de
obra nuestra, los fumadores nuestros, los enfermos nuestros, las viudas
nuestras, y pese a todo, los dólares se van para U.S.A.
Por lo que los fumadores además de sucios, intolerantes con los
que no quieren respirar indirectamente sus emanaciones residuales, y de
ser unos minusválidos que para ir de la planta baja al primer piso o
usan el ascensor o se infartan en las escaleras, resulta que son unos idiotas
que se dejan robar en el precio de la basura que consumen, y encima son
poco patriotas pues todas las tabacaleras son de U.S.A.