Introducción
 Nazis
 Japoneses
 Turcos
 U.S.A.
 Islam

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COMUNISMO:
¿ CUÁL FUE SU LIMITE ?


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Links:
Ucrania: El Holodomor
Camboya: El Khmer Rouge
Alemania: El Muro de Berlín
Lenin
Stalin
Guevara
[2]
Esto era el "Muro de Berlín", el límite físico probablemente más famoso del siglo XX, y un récord de imbecilidad comunista difícil de superar, tal alto como el nunca superado grado de paranoia homicida alcanzado por los comunistas soviéticos en especial por los stalinistas [cerca de 11 millones de rusos si se sigue el conteo de masacrados por Lenin, un millón exclusivamente desde la muerte de Lenin hasta que Stalin se afianzó en el poder, a los que debemos sumarles cerca de 5 millones de ucranianos durante la hambruna provocada por Stalin en el invierno de 1932/33, [y el resto, hasta llegar a los 5 millones, durante la gran purga que, para variar un poco, se ensañó principalmente con los residentes polacos en la U.R.S.S.], más los 18 millones de no comunistas supuestos traidores a la madre Rusia, convertidos en esclavos para los campos de trabajo forzado o "Gulags" en donde se los explotaba hasta morir, acumulan una cifra que podría superar los 40 millones de muertes]. Solo superado en irracionalidad por el Khmer Rouge camboyano que asesinó a 3 millones [un tercio de la población de Camboya, y por el recordman chino Mao Zedong con 60 millones entre sus matanzas y la hambruna que sobrevino al implantar el comunismo]. Por suerte ambos son irrepetibles, pero stalinistas siguen surgiendo, con la mayoría de ellos autodefiniéndose como trotkystas.
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Un paranoico es aquel que ve imaginarios complots, y traiciones en su contra cometidos por parientes, socios, profesores, profesionales, y hasta aviadores [Stalin no los quería, e incluso para largas distancias se movilizaba en trenes], y todo esto en un país en donde no quedaba nadie vivo con una ideología diferente a la suya.
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Claro que el resultado de un paranoico en la vida cotidiana termina en un tratamiento psiquiátrico, o en la cárcel si no se lo detiene a tiempo antes que desate alguna masacre preventiva contra quienes imagina que lo odian.
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Pero un paranoico en el poder pone a todo el aparato militar del Estado a matar conciudadanos, y esto ha sucedido sin excepciones desde los grandes estados comunistas imperialistas, hasta la pequeña Cuba donde Fidel Castro encerraba opositores por "peligrosidad presunta", con una insólita metástasis paranoica en frente, o sea en U.S.A. paranoia encabezada por el senador Joseph Mc.Carthy, aunque sin llegar a derramar sangre, sino por desgracia llegando a truncar muchas carreras artísticas bajo la falsa acusación de hacer propaganda comunista o simpatizar con ellos.
Por desgracia resulta que no pueden haber muchos paranoicos en un gobierno porque se desconfían y eliminan entre ellos, por lo que el paranoico mayor suele rodearse de sádicos y amorales. Los berlineses intentaban escapar de la locura comunista saltando el muro, mientras que los cubanos se fugaban en botes y balsas, ahora bien, ¿ si los comunistas, abonados innegociablemente al sistema de partido único, no quieren a los opositores, por qué matar a los que intentan fugarse hacia la libertad ? Así fue que junto al Muro de Berlín poco tiempo después hubo un cementerio, y más al este Stalin se ahorraba los cementerios pero sembró fosas comunes por toda Rusia, mientras que Fidel Castro hizo un doble ahorro, porque no gastó ni en cementerios ni en fosas comunes, porque esperaban a que los fugados estén lo suficientemente alejados de la costa para acribillar sus botes y balsas de modo que algunos morían por las balas, la mayoría moría ahogada, y el resto quedaba para los tiburones, sin dejar rastros de un genocidio que se estima sobre una población de seis millones que censo a censo venía en aumento y que, según el primer censo castrista, cortando la tendencia alcista se informó que se había reducido la población de Cuba en [restando a los que llegaron hasta Florida] 171.000 personas... ¿ no se les corta la respiración al saber de esta monstruosidad, cómo pueden negar cifras de los mismos comunistas y mirar insensiblemente hacia otro lado... y peor: cómo carajo hacen para sentirse moralmente superiores que el resto del arco político, incluyendo a sus ex-socios fascistas de los que, como buenos paranoicos, terminaron enemistados ?
¡ Inhumanos, paranoicos, sádicos, y amorales del mundo uníos !
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Si en los países de derecha no le permiten a nadie ascender socialmente exceptuando a los muy talentosos, en los de izquierda después de igualarlos socialmente a todos hacia abajo [excepto por los gobernantes y sus familias] después no le permiten a nadie ni ir al baño sin pedirle permiso a la autoridad del partido único en el poder: cualquier actividad, o cualquier idea distinta, es considerada por ellos como peligrosa, en otra demostración más de paranoia oficialista.
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Todos los derechos sociales, toda la tecnología, y todo el comfort moderno viene de países de derecha [el único invento socialista que trascendió más allá de sus fronteras fue el fusíl de asalto AK-47 Kalashnikov], sin embargo hay cierto orgullo en ser socialista, aunque especialmente desde que cayó el "Muro de Berlín", la mayoría ahora se autodenomina "progresista" [una palabra que en su origen se usó para designar a una rama de la derecha inglesa].
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El punto de contacto, más allá de la mención honorífica que se ha merecido la paranoia, tal vez sea que ambas posiciones políticas tienen que usar un mismo modelo económico ajeno [anglo-austríaco] al que odian, donde la derecha no se cansa de hacerle trampas, mientras que la izquierda en un ataque de creatividad se le ocurrió el hacerlo todo al revés [Marx], y así les fue.
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La derecha deberá reinventar la competencia con reglas igualitarias para todos y entre todos los países.
La izquierda deberá reinventar la defensa colectiva de derechos sin forzar a nadie a vivir adentro de sistemas económicos disparatados, sin caer otra vez en la paranoia asesina, sin cambiarle los nombres a todas las calles, sin modificar la bandera, ni ninguna otra de sus pelotudeces simbólicas que tanto les preocupan.
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Y hasta los anarquistas [masacrados por derecha y por izquierda] deberán reinventar la lucha contra quien sea que se atornille al poder usando al Estado en contra de los verdaderos dueños del Estado, porque un Estado en manos de sus dueños ha sido la herramienta insuperable para crear los Estados modernos donde reina la justicia y el progreso económico y social, pero, sabemos que desde hace largo rato las partidocracias se han adueñado de los Estados y, sobran las pruebas, la peor partidocracia es la de partido único.

Claudio Corniola