JUSTICIA Y VERDAD RELATIVAS |
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En nombre de la verdad se han cometido atrocidades y genocidios, pero ¿ qué es la
verdad ?: Esto puede parecer un intento para revolver adentro de algo sencillo, y así volverlo complejo, pero, hay
que hacerlo como defensa ante los expertos en mentiras. Pues bien, "la verdad" es un enunciado hecho sobre la realidad,
procurando tener un máximo de concordancia con ella, lo que presenta algunas dificultades. O sea: Una cosa son los hechos,
y la verdad es lo que se dice de los hechos. La verdad existe más allá de que esa concordancia sea afectada por la
interpretación subjetiva que el enunciante tiene de los hechos, y que la cultura que posea el enunciante le haya permitido
comprender lo que trata de describir.
No se puede hacer una descripción completa de ningún hecho observado, para ello, el lenguaje nos permite hacer una síntesis de la síntesis previa que el cerebro guardó en la memoria de las cosas que los ojos vieron. Dos personas ven un asalto casi desde el mismo águlo, una dice que el delincuente tenía una 9mm, la otra persona dirá que tenía un arma... pues bien: "arma" es un concepto y estos reúnen las características mínimas o básicas de algo que permitiría archivarlo mentalmente en una categoría de cosas, y qué tanta cultura armamentística tenga cada persona influye y hasta puede ser gravitante para decir o no decir la verdad, por ejemplo, un tercer observador más experimentado puede declarar que el robo se hizo usando una buena réplica de una pistola 9mm. Entonces, tratar de decir la verdad va a ser imposible si se tienen los conceptos equivocados, o con algunas de sus características esenciales perdida por la memoria, por ejemplo cuando en un debate político un izquierdista dice que la Cuba de Castro era una democracia porque se votaba, dice la verdad sobre que se votaba, pero, como el concepto de cómo debe ser el voto en una democracia en los izquierdistas está tergiversado, pues en el tema de fondo que es sobre la democracia, pues todos los izquierdistas mienten. |
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Desde Aristóteles, hasta la "Teoría de la relatividad" de un físico como Einstein, han sido muchos los que han aportado al debate sobre qué es la verdad... y ahora me toca a mí: Como todos saben, la gente más mentirosa de la historia de la humanidad, incluso más mentirosos que los sacerdotes de los diversos cultos religiosos, son los izquierdistas que mienten sobre los orígenes de sus ideología, sobre sus justificaciones técnicas y morales, mienten en sus ataques contra quienes piensan distinto, y mienten para ocultar sus abusos, crímenes, y demás delitos. Mienten tanto que tuvieron que especializarse en el estudio de cómo el cerebro procesa la información que recibe para decodificarla como verdadera o falsa, involucrando para ello a filósofos, lingüistas, semiólogos, psicólogos, publicistas, y hasta cineastas, mientras que los profesionales de la derecha son casi exclusivamente economistas y hombres de leyes. |
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El siglo XX fue dominado por las visiones de Kant, Hegel, Nietzsche, y Heidegger, a quienes no les gustaba la verdad cuando se llevaba a las patadas con sus metafísicas [una metafísica es una explicación global que le da un orden a todas las cosas que están sueltas o "atadas con alambre", o sea, excluyendo a todas esas cosas ya resueltas por las ciencias duras]. |
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Como en cierta forma una metafísica está por sobre una ideología y la condiciona, por culpa de estos sujetos, la nuestra se convirtió en una época en la que se duda de todo, pero, de este modo forzadamente retorcido:
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El resultado es que pese a la muerte del comunismo ¡ hace 25 años !, hoy todo sigue siendo relativo [o relatado a su antojo], y donde el resultado es que la verdad ha perdido autoridad. Yo puedo probar que existe una verdad objetiva y que cohabita con visiones subjetivas probablemente antagónicas, donde incluso es posible que ninguna coincida plenemente con la verdad objetiva, pero, la verdad objetiva existe y resiste el paso del tiempo, a los intentos por refutarla, y hasta a los trucos dialécticos por ocultarla, o rebajarla a algo menos importante que la fe en los dogmas, o el fanatismo por las ideologías de izquierda. Sin embargo probarlo no equivale a un triunfo intelectual, porque las pruebas no son válidas hasta que las izquierdas no lo firmen, ¡¿ pero si hace 25 años que la izquierda colapsó, cómo demonios conserva ese derecho autoadjudicado de ser los arbitrarios jueces de la verdad ?! |
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La única respuesta que se me ocurre [por el método de descartes de Sherlock Holmes], es que se lo permitimos las derechas, porque en nuestro ADN está la duda como fuente vital para el progreso, y si dudamos y permanentemente revisamos nuestro saber en busca de grietas, entonces no combatimos a los mayores falsificadores de grietas, y con todo el derecho del mundo para hacerlo: "nunca les tiramos a matar", por ejemplo, la izquierda declara sin ni siquiera maquillarlo, que de llegar al poder terminaría con la democracia reemplazándola con una dictadura, y las democracias les permiten participar, engañar, seducir, y adoctrinar incautos a los que se debería proteger activamente castigando penalmente a quienes [bajo la inmunidad de la actividad política] los están estafando. |
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Y lo mismo pasa en las universidades en donde la izquierda enseña sus dislates y censura a los autores liberales, y ya van por la tercera o cuarta camada de profesores "de una sola campana", que aprendieron de profesores también mutilados, con el resultado de un pésimo nivel académico que se derrama inevitablemente por todo el sistema educativo hasta la escuela primaria: la supervivencia de la izquierda se alimenta de las mentes mal alimentadas... y se lo dejamos hacer. |
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Pues bien, está claro que no hay un universo de interpretaciones autodefinidas como verdad. Por simples cuestiones estadísticas, si tomamos un número aleatorio de personas y los ordenamos de mayor a menor por su altura, el promedio de la mitad más alta siempre va a ser mayor que el promedio de la mitad más baja [algo parecido a las cuentas que hizo el economista francés Piketti], y sigo: inevitablemente la mitad de las personas del mundo son más buenas que la otra mitad, más una "perlita": para la mitad el mundo está lo verdadero enfrentado a lo falso, que a su vez puede ser por error o intencional, o sea: mentira... mientras que para la otra mitad la verdad está enfrentada a su verdad, a la verdad del otro, y a la verdad de aquel tipo que se ve allá a lo lejos, o sea: cada uno es dueño de su verdad irrebatible, ¡ y esta mitad del mundo acusa a la otra mitad de ser los "dueños de la verdad" !, cuando la verdad no tiene dueño porque es independiente de las personas. |
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Y no se trata de un mundo de certezas y otro de "grises", sino de uno con dudas, y otro en donde intencionalmente te apagan la luz, o se enturbia la visión y el conocimiento de nuestra gente ocultándoles la información, o publicando datos tergiversados, lo que debe ser castigado, porque no castigarlo es denegación de justicia aunque los perjudicados estén muy felices con las mentiras que les han estado inoculando. |
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Incluso dentro de los países en donde reinaron las izquierdas, sus gobiernos totalitarios si bien eran amantes de la ambigüedad y los grises discursivos, tenían una muy bien definida escala de muy pocos escalones con la que decidían aplicar castigos a los que no se creyeran religiosamente sus cuentos o pudiesen tener alguna duda. De la misma forma que si se toma un número aleatorio de personas y se los ordena de mayor a menor por su estatura, lo mismo pasa con la aceptación de las mentiras, en donde en esta imaginaria fila de personas al comienzo habrá un número variable de fieles adherentes conversos, y en el extermo opuesto van a predominar los que callan y resignan su voluntad ante la fuerza física ejercida por el número de los miembros de la colmena. En conclusión, la verdad objetiva no se impone por su propio peso, haciendo renunciar a los que mienten, o a los que tienen buenas intenciones pero están equivocados, pero, si bien no se la impone con la fuerza, sí se impone sola con el tiempo. Por el contrario, a la mentira la fuerza le calza como un guante, y tener el tiempo a su favor no les sirve de nada a los que van a ser asesinados por presentar apenas una duda ante la cara impiadosa de los que tienen el poder. |
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E incluso nosotros, gente libre que nació en un país con una constitución liberal que resiste pese a llevar años de ser acribillada con munición pesada de izquierdismo, aceptamos pasivamente como normal que entre lo verdadero y lo falso coexista lo gris en donde reina lo "arbitrario", así la inexplicable fortuna de CFK es blanqueada por el fallo judicial del juez "K" Oyarbide... un juez que nos miente en la cara y la ciudadanía actúa como si nada hubiese pasado. Entre colegas fiscales embarran un claro asesinato, y la gente, en especial los periodistas, a dos años del asesinato siguen proclamando que no se sabe lo que pasó, ¡ y sí se sabe lo que pasó y no hay ninguna zona gris, y lo que pasa es que cobardemente no se animan a decir "asesinato", en vez de "muerte", autocensurándose porque utilizar la palabra "asesinato", no implica decir la verdad, sino tener una filiación política ! |
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Fui a ver una exposición de instrumentos de tortura usados por la inquisición. Una inquisición es una pregunta cualquiera, pero, en la edad media lo que los jueces y sacerdotes solían preguntarle a la gente, era si practicaban algún tipo de brujería, o si adoraban, o habían hecho pactos con el diablo. El asunto grave fue que como se sospechaba que quienes andaban en tales asuntos no eran muy proclives a decir la verdad, para sacárselas los letrados y religiosos inquisidores recurrieron a la tortura. [ver el informe sobre la tortura en la edad media]. |
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Salvo en Inglaterra, esta locura colectiva recorrió toda Europa y hasta cruzó el océano [el famoso caso de las "brujas de Salem"], y podría decirse que Inglaterra se salvó por intervención divina, cuando la armada "invencible" española naufragó por una tormenta histórica. |
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Probablemente los ingleses le habrán rezado a Dios en agradecimiento, y los españoles habrán maldecido al diablo por ayudar a los ingleses, pero, hoy sabemos que la verdad objetiva es que una tormenta es un fenómeno climático bastante predecible sin tener que recurrir a bolas de cristal, ni naipes del Tarot ["Taradot" en la jerga portaliana], que las brujas no existen, y que lo diabólico eran los cristianos inquisidores. |
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La inquisición reinó por varios siglos en los que se limpió a Europa de mujeres feas [que una vez muertas ya no tendrían feas descendencias], pero también de viudas millonarias, hasta que un buen día volvió la cordura, y las consecuencias más notables fueron, primero, que hoy nos gobernamos para bien o para mal, sin intervención divina o maligna alguna, segundo, que los hombres de la Iglesia ya no pueden juzgar a nadie, y tercero, que los jueces acepten como norma universal la invalidez de las confesiones obtenidas bajo tortura, y que nadie puede ser obligado a declarar en contra de si mismo. |
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Hoy son los jueces quienes arbitran en todo tipo de conflictos que, al irse complejizando la sociedad, han dado lugar a una explosión geométrica de posibilidades, a saber: entre particulares, entre Estados, entre un particular y el Estado, y luego entre corporaciones, sindicatos, organizaciones no gubernamentales, religiones, partidos políticos, cámaras de empresarios chicos, medianos, y grandes, todos con disputas internas, o con enfrentamientos "cruzados" con otros sectores. |
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La justicia obviamente ha quedado desbordada, se ha vuelto lenta e ineficiente, y también sabemos de casos en los que fue infiltrada por ideologías o partidos políticos, fue comprada por poderosas empresas... y hasta por otros Estados. |
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Por suerte en Argentina está Cristina Fernández de Kirchner para traer la solución: democratizar la justicia. |
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La razón que justifica la existencia del orden jerárquico al cual todos nos subordinamos, me refiero al gobierno de un Estado, radica en que nos garantiza tres cosas: derecho a la vida, a la libertad, y el respeto de la propiedad privada. Dentro de un marco general de libertad, la justicia dirime las cuestiones en donde la libertad de uno colisiona con la libertad de otro, y la seguridad es una garantía accesoria de la justicia. Esto quiere decir que el Estado evita que algunos miembros de su sociedad se tomen la libertad de perjudicar impunemente a otros en su beneficio. |
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Pero, aunque los límites de la libertad de cada uno están muy bien y extensamente determinados por la evolución de las leyes, hay zonas grises -y épocas aún más grises- en donde la figura de los jueces es indispensable, incluso reconociendo que no son una garantía de infalibilidad, o que hasta puede haber una intencionalidad de los jueces opuesta a los intereses de la justicia objetiva [como sucedió hasta la sanción de la ley 23.511 del banco de datos genéticos -el test de ADN tiene un 99,99% de posibilidades de acertar con la verdad-]. |
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Por desgracia no le podemos sacar sangre a todos los argentinos nacidos en la época gris en la que volvió a reinar la tortura, y aunque con una presunción fuerte la ley obliga a someterse al examen de ADN, no obliga a presentarse a quienes ya son mayores, han sido bien ocultados, y están conformes con la verdad que inventaron sus apropiadores, lo que sin discusión pudo desembocar en una verdadera relación "padre-hijo", pero, que es una evidente verdad relativa. |
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Finalmente hay que lamentar que no le podemos sacar sangre a la presidente para saber con un 99,99% de certeza si tiene buenas intenciones -toda democratización es lógicamente muy deseable- o si sólo quiere aumentar su poder para asegurarse la impunidad para ella más sus "cuadros políticos" por los delitos cometidos durante sus gestiones de gobierno. |
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