[1]Si seguimos el método de la retroingeniería y pasamos de largo por el tema biológico sexual, al final del camino llegamos a la mente humana que está gobernada por el principio del menor esfuerzo [o sea: pura economía] y que tiene unas funciones automáticas como la de ordenarle a cuál frecuencia latir el corazón según las circunstancias, y tiene otras órdenes grabadas de ejecución indirecta a las que denominamos "instintos" y uno de los primeros es aprender: primero a caminar, luego a hablar, y después se va a tratar de seguir aprendiendo durante toda la vida para asegurar cada uno individualmente más eficiencia al razonar, y consecuentemente mejorar sus chances de subsistencia junto a sus descendientes y en el mejor nivel posible, lo que significa: "en el mejor entorno que se pueda pagar" [la epistemología es la ciencia garante de que los conocimientos aprendidos sean válidos]. Los humanos sabemos por instinto que tenemos que ser productivos y eso es más fácil [menor esfuerzo] en equipo, y por eso somos seres sociales, por eso valoramos a la moral [que son reglas de convivencia social, como disfrutar al máximo de la libertad pero sin perjudicar ni ofender a terceros, cumplir con la palabra, con los contratos, y las convenciones sociales transmitidas de generación en generación]. También valoramos al orden y la justicia [que sumadas son la política], y a la estética porque es vital para encajar en la sociedad [el arte es una explosión emocional de la estética]. Al ser un equipo le servimos mejor al mismo especializándonos, y de la misma forma nos beneficiamos de la especialización y de la división del trabajo: los médicos para nuestros problemas de salud, y un mecánico para las fallas de nuestro auto. [2]Mi filosofía se llama "mi filosofía", [podría llamarse "profesionalismo" pero yo no soy un filósofo profesional] y si se fija bien mi filosofía es muy parecida a la suya [si aún no la ha escrito, pues hágalo], a no ser que usted sea un parásito que nunca haya sido productivo. Nuestras filosofías de vida escritas o no escritas, tienen un problema en común: para "encajar socialmente" obviamente es un pasaporte a la popularidad y el amor colectivo el ponerse a regalar dinero [que es lo que hacen los malos políticos], pero, ni usted ni yo podemos hacerlo sin entrar en contradicción con el propósito de estar mejor y darle lo mejor a nuestros hijos: siendo generosos les daremos menos y siendo totalmente altruistas no les dejaremos nada [la lógica es una ciencia que nos dice tres cosas inapelables: "A=A" o "principo de igualdad", más los principios de "no contradicción" y "tercero excluido"]. [3]El altruismo no es lógico, no es una filosofía, y por lo tanto es una aberración de la solidaridad coronada por el más puro cinismo, y sus opuestos: la autoestima, el egoísmo, y el ahorro, son la norma [la avaricia es otra cosa distinta: una obsesión antisocial por acumular riquezas sin compartirlas ni con la propia familia, contradiciendo el propósito primario]. [4]Mi filosofía me obliga a ser coherente: siendo social y apreciando el orden, no puedo ser anarquista [tengo miedo de leer otro libro anarco-capitalista y que me convenzan] y si las ciencias se independizaron exitosamente de la filosofía para bien de todos, de la misma manera deben independizarse de la política, ¿ cuántas de las críticas de los liberales y anarco-capitalistas hacia el Estado dejarán de tener fundamento en un sistema sin políticos ? [profesionales de la salud eligiendo al ministro de salud, profesionales de la enseñanza al de educación, y profesionalizar cada área de gobierno con la misma filosofía: justicia, obras públicas, cancillería, etc.]. [5]La izquierda es una filosofía inviable en los hechos sólo apuntalada por la fuerza, pero la fuerza del número de sus creyentes [número que se incrementa con los genocidios de sus opositores o su éxodo a otros países], no puede convertir a una utopía en realidad. Su esquema moral de igualdad es inalcanzable, el altruismo que le demanda a sus sometidos es imposible, la justicia social no es justicia cuando trata de corregir a la supuesta injusticia penalizando a los exitosos como si la pobreza de unos fuese consecuencia de la riqueza de otros, y la economía de todos los Estados seducidos por sus engaños ha sido ineficiente y en constante retroceso y pauperización. [6]Lo que hace más exitosa a una sociedad no es la igualdad sino la diferenciación y especialización, y el demagógico paradigma izquierdista "a cada uno según su necesidad" implica que la mitad de la población tendrá que trabajar el doble para cubrir las necesidades de la otra mitad [en Argentina las cifras de trabajadores del Estado más los que reciben asistencia económica desde el Estado suman veinte millones de personas... mientras que los empresarios, asalariados, y profesionales independientes, suman ocho millones].
El paradigma "a cada uno según su necesidad", es inmoral pero no es punible [castigable] porque las mayorías tienen el derecho autoadjudicado de limpiarse el culo con la moralidad y el hecho de que explotan a las minorías.
El paradigma izquierdista debe caer y ser desterrado de la mentalidad de víctimas eternas de supuestas injusticias sociales propia de mediocres, fracasados, y cínicos, y el paradigma correcto "derechista" que debe inculcarse desde la cuna a las nuevas generaciones si es que queremos salir del subdesarrollo es... "a cada uno según sus méritos", y los méritos son personales, no hay méritos colectivos: no hay méritos por ser trabajadores, ni hijos o nietos de desaparecidos, ni por ser remotos descendientes de los pueblos originarios, ni por ser varones [patriarcado], ni por ser mujeres [feminazis], o por tener preferencias sexuales contra natura.
[7]De existir la esclavitud legalizada [la esclavitud aún existe en nichos pequeños como el de los trabajadores inmigrantes ilegales y la prostitución, ambas atrocidades perseguidas por el Estado] entonces sí se podría hablar de injusticia social, pero la existencia de pobreza y miseria es simplemente triste u horriblemente triste, pero no es injusta y por lo tanto no hay por qué buscar a un culpable al que ajusticiar, de la misma forma que es muy triste la locura pero eso no justifica castigar a los cuerdos.
Nadie, excepto un avaro enfermo, es feliz viendo a su vecino sufrir en la miseria y todos somos solidarios en la medida de nuestras posiblilidades, el problema es cuando el Estado nos obliga desde hace más de medio siglo a ser solidarios cuando no podemos, y en promedio se lleva compulsivamente el 55% de nuestros salarios... y la pobreza aumenta sin freno, llegando a un punto en el que los inmigrantes trabajadores esclavizados tienen una mejor vida que la gente "en situación de calle".
Esto resulta ser la predecible consecuencia de tener una mala filosofía que justifica desconocer a la verdad e imponer por la fuerza a una inmoral economía de saqueo a la gente exitosa [impuesto a las ganancias], a los rubros exitosos [productores agropecuarios], y a las clases sociales exitosas [clase media y alta].
[8]La verdad [que es la relación en estricto paralelo entre los hechos y su descripción verbal] es la primera víctima de los socialismos, y la segunda víctima es la lógica a manos del polilogismo, pero, lógica hay una sola, el "Mito de la caverna" de Platón es un error: los sentidos son suficientes para percibir la realidad y la razón permite desentrañarla hasta en la menor de sus partes. La realidad existe aquí y ahora, y no está oculta en un mundo imaginario inaccesible... lo que pasa es que simplemente es más fácil mentir si la realidad y la verdad no existen. [9]Verdad, mentira, error, o conjetura y suposición, no están superpuestos sino bien delimitados, y las fronteras que los separan se llaman "evidencias". [10]Negación, duda, y refutación, no están superpuestas sino bien delimitadas, y las fronteras que las separan se llaman "evidencias". [11]Los absolutos, las certezas, lo objetivo, lo lógico, y lo probado o demostrado, se sostienen sobre la razón y las evidencias, mientras que Platón, Kant, Descartes, Rousseau, Hegel, Marx, y Heidegger, todos juntos no aportan ni una sola evidencia en favor de sus emparentadas conjeturas negacionistas. [12]Finalmente, el propósito de estar mejor y ser felices, implica progresar. Cada generación se para sobre los hombros de la precedente, las escuelas filosóficas caen y pasan al olvido, mientras que los caminos, puentes, represas y la tecnología son bienes heredables por toda la sociedad por igual: esto nos iguala, el acceso al conocimiento libre nos iguala. Antes de la llegada del liberalismo y la casi automática primera revolución industrial, los hijos de las familias de las clases altas concurrían a las mejores escuelas en sus carruajes, mentras que los de las clases bajas tenían que ir a las peores escuelas caminando. En cambio hoy las clases acomodadas pueden llevar a sus hijos a estudiar en sus Rolls Royces, mientras que las clases medias los llevarán en un Ford, y las bajas en un gasolero que ya tuvo tres dueños, o sea: todas las clases han sido igualadas y viajan en auto, reciben los mismos contenidos, y es apabullante el mayor número de profesionales existosos salidos de las clases medias. [13]Si cada uno de nosotros aspira a ser el mejor profesional en lo suyo, ser "igualitaristas" es un contrasentido lógico. La igualdad ante la ley, y la igualdad de oportunidades que garantiza la educación [y la educación pública gratuita y obligatoria en Argentina fue obra de los liberales con Domingo F. Sarmiento a la cabeza], no puede garantizar una igualdad de resultados porque todos somos distintos y capitalizaremos de manera distinta lo adquirido desde la familia, el entorno social, y la educación, con la única nefasta excepción de igualar hacia abajo como lo practican las izquierdas, y es notable el cinismo igualitarista cuando sus ideólogos [Platón, Kant, Descartes, Hegel, Marx, Engels, Sombart, Marcuse, Sartre, Foucault, y etc.] no eran igualitaristas sino que los más antiguos, siguiendo a Platón, abogaban por una casta superior dirigente, y los modenos por una vanguardia de intelectuales. [14]El "amor por el conocimiento" fue barrido debajo de la alfombra, y hoy la filosofía es mayoritariamente el amor por una ideología fracasada, con pocas excepciones como la de los positivistas, algo del Nietzsche original [su obra publicada post-mortem fue tergiversada por los nacional socialistas alemanes o socialistas nazis], y sobre todo por la explosión objetivista cuando, a finales del siglo XX y poco antes de la irrupción del neoliberalismo, Ayn Rand reintrodujo a la derecha en el debate filosófico [los economistas como los profesionales de otras ciencias abandonaban a la filosofía como consecuencia del progreso], y en el siglo XXI tenemos a Stephen Hicks, Jordan Peterson, y a este breve prólogo.
[15] Cuatro comentarios finales: Primero, sí... todo lo que sale de U.S.A. a priori ya es malo... pues mejor no nos olvidemos del genocidio en la Camboya comunista por su irracional retroceso al neolítico, como también el retroceso dentro del Islam a la edad media, ambos como respuesta a la brecha tecnológica que se estaba abriendo con un occidente en pleno proceso neoliberal encabezado por U.S.A.
Segundo: El multiculturalismo es una farsa, pues sociedades analfabetas no son culturalmente inferiores sino simplemente aculturales. Tomemos por ejemplo al genocidio de los primeros poblados indios isleños conquistados por los españoles: los arqueólogos no han encontrado nada, ni construcciones, ni totems, ni un círculo de piedras, nada de nada [por los relatos de los conquistadores, y por el registro en el diccionario de la Real Academia Española ahora enriquecido por dos palabras de los taínos de las Bahamas, aparentemente lo único que sabían hacer eran hamacas y canoas]. En Argentina ni eso: apenas sabían hacer boleadoras, pero la izquierda ametralla a esa gente con los conceptos de identidad cultural, y propiedad colectiva "izquierdista" de las tierras opuesto al concepto "derechista" de propiedad privada, cuando ni colectiva ni privada, nuestros aborígenes ni siquiera entendían el concepto de propiedad, pues por el contrario sentían que ellos pertenecían a la tierra.
Tercero: Lo que se conoce como "Batalla cultural" fue elucubrado por el comunista italiano Gramsci y últimamente ha resurgido con caracterísicas hilarantes con epicentro en universidades de Canadá y U.S.A., rápidamente contagiado a Europa, dentro de ella a España, para volver a cruzar el Atlántico en otro sentido y llegar hasta Argentina... ¿ pero por qué en vez de pretender hacernos cambiar las vocales finales de las palabras, mejor no practican pronunciar "Atlántico" con "T" y no con "D" ?
Cuarto: Aunque la violencia expresada con sangre sigue existiendo, ya es algo "made in Islam", pues la izquierda después de las palizas recibidas en los 70's ya no tira bombas pues ahora utiliza ataques "ad hominem" en un nivel mediático, con calumnias, falsas acusaciones, y "linchamientos" en las redes sociales [redes que son un invento de empresarios liberales], pero... la velocidad a la que ahora circula el conocimiento hace que la batalla cultural que se ilusionan que están ganando, pues está más perdida y sentenciada que nunca.

Claudio Corniola


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